dimecres, 3 d’abril del 2013

Abril es el mes más cruel.

Es el celebérrimo primer verso de la Tierra baldía, de T. S. Eliot. The Waste Land. Le terrain vague. El solar. El terreno baldío en que se ha convertido España en los últimos años gracias a la manga de sinvergüenzas aupados a todo tipo de cargos públicos, semipúblicos y privados. Ladrones de guante blanco y guante negro. Estafadores, empresarios trileros, políticos con los bolsillos llenos de dinero expoliado de las arcas públicas y mentalidad de trolls fascistas. Un parking lot en el que las nobles verduleras y demagogas alternan con policías delincuentes, curas ultratramontanos, abarraganados, trabucaires y pederastas. Un barbecho en el que crecen enchufados de todo tipo, pelaje y condición, desde meros carteristas hasta asesinos a sueldo, malversadores, auténticos imbéciles a cargo de la cultura y la educación, el pan y los toros, ministras analfabetas, cagahostias porra en mano, presidentes corruptos más parecidos al fantasma de la ópera y reyes truhanes, zascandiles y mangantes, la ópera bufa del régimen postfranquista.

Un terreno baldío donde la gente sencilla, normal, pasa necesidades y estrecheces o se ve reducida a la nada por obra de unos gestores públicos corrompidos y ladrones cuya voluntad de servicio público consiste en robar al pueblo sus ingresos y su pitanza, expoliar lo público, malvenderlo entre sus amigotes, todos ellos enchufados en la administración pública o en empresas privadas que viven de esquilmar los presupuestos del Estado. Un terreno baldío en el que unos bancos rescatados con el dinero de todos al haber sido literalmente asaltados por los ladrones que nombraron los politicos, dejan a la gente sin casa, la embargan, la empujan al suicidio.

Un terreno baldío en el que los responsables del orden público tienen un espíritu represor, franquista, fascista que los lleva a enfrentarse a la crítica y la normal protesta ciudadana con amenazas, detenciones, multas, montajes policiacos, denuncias falsas, calumnias y embustes; a responder con crispación, odio y más amenazas a las legítimas aspiraciones al autogobierno y la independencia de las minorías nacionales, probablemente hartas de compartir destino con una manga de sinvergüenzas desalmados que oprimen, explotan y exprimen a la gente en nombre del desarrollo, el orden público, la religión y una Corona desacreditada y desprestigiada por sus odiosas prácticas.

En la cúspide de este erial moral, la caterva de parásitos con ínfulas aristocráticas, los últimos vestigios de una dinastía instaurada por un dictador genocida, sin dignidad, sin nobleza, sin gallardía. Unas sombras que fueron de un régimen tiránico cuartelario a su incondicional servicio y que han heredado de él sus peores usos, empezando por la de hacerse ricos al precio que sea.

No creo que Iñaki Urdangarin -con todo lo que el Rey finge escandalizarse por su comportamiento siendo el suyo probablemente peor- haya hecho nada que no haya visto hacer en casa de su suegro. Comisiones, repartos, mordidas, negocios, pelotazos, intermediaciones, enchufes. En definitiva, corrupción a lo grande. Pues él, pensaría el plebeyo entroncado con la realeza vía conyugal, con su buena planta, sus aires entre piragüista de Cambridge y héroe de Gunga Din, sus privilegiadas conexiones, no tendría por qué ser menos sino más, mucho más. Además, ¿no disponía de la ayuda incondicional de la niña de los ojos del Rey, de la infantita que, por amor o por lo que fuera, estaría dispuesta a hacer lo que se le dijese incluso a riesgo de que Lucía Etxebarria se preguntara en público si es tonta?

Esos jueces, esos jueces... Servidores públicos con sus trajes de trapillo, su barbas cerradas, sus cuellos de camisas arrugados. Esos funcionarios que se desojan leyendo atestados, informes, pliegos y pliegos, esos grises representantes de una moral cívica, esas bocas que pronuncian las palabras de la ley, como decía Montesquieu, pero no las bravatas, las gazmoñerías, camanduleos, embustes, desvergonzadas falsedades, trucos y trilerías de unos políticos que ya lo han perdido todo excepto el honor porque este nunca lo tuvieron. Esos hombres frágiles en su grandeza y grandes en su fragilidad, son el último y formidable bastión del interés público, el que intentan dinamitar todos los imputados -y son cientos- en innumerables latrocinios y sus responsables políticos que debieran estar todos dimitidos. Son la esperanza de la democracia, del Estado de derecho, de la libertad de sus conciudadanos, los custodios de su dignidad.

Que se lo pregunten a Mariano Rajoy, oculto en su cueva monclovita y sin atreverse a salir si no es en exposición como el Santísimo Sacramento que probablemente sus amigos los obispos estén paseando por ahí en petición de una buena, santa y, sobre todo, pronta muerte de Luis Bárcenas, también llamado el Cabrón, con el elegante lenguaje que se gasta esta caterva de chorizos que hoy decide lo que haya de ser este país. Procesiones, rogativas, misas y gorigoris para que los delitos prescriban, las pruebas desaparezcan de los sumarios, los testigos enmudezcan o los jueces perezcan todos de una epidemia.

Palinuro no desea mal alguno a nadie, ni, por supuesto, a la infanta Cristina que ojalá pueda demostrar estar limpia de forma fehaciente. Pero tampoco acepta tratos de privilegio bajo concepto alguno. Cristina de Borbón y Grecia tiene derecho a la presunción de inocencia y, en el interín, a un trato esperemos que más justo, equilibrado, caritativo y solidario que el que han tenido otras mujeres como Pilar Manjón o Ada Colau que, dicho sea de paso, le parecen (y está en su derecho pues es un juicio subjetivo) infinitamente más humanas y nobles que esa hija del Rey.

Y como, por mucho que la mierda flote, la mar es siempre bella y hermosa, cierro con toda la primera estrofa del poema de Eliot y mi torpe traducción para que se vea en dónde está cada cual:

 April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.

Abril es el mes más cruel, el que cría
lilas en la tierra muerta y mezcla
memoria y deseo y despierta
raíces  adormecidas con la lluvia de la primavera.

Nueva aparición mariana o la Política 0.0

Plasmariano lo llaman las redes, corralas de ingenio y maledicencia. Apariciones marianas, como las de la Virgen, en la lejanía, en lo alto de un enebro, cual la Virgen de los enebrales, o arriba de un podio en vera efigie en una pantalla de plasma. Esas sesiones dan lugar a escenas pintorescas, como esa de los cámaras filmando una pantalla de televisión. Los descreídos -cada vez más en este siglo de pecado, que diría Fernández Díaz antes de mandar detener a todo el mundo- dirán que el presidente huye de la prensa, se esconde de la gente, se parapeta tras una pantalla.

Pero nada es menos cierto. Rajoy tiene un sentido borgoñón de la mise en scène. Necesita ceremonial y boato. Si le pusieran un pebetero a cada lado de la pantalla, quemando aromáticos óleos, la cosa sería perfecta. También la Virgen suele aparecerse con aparato, querubines y pajarillos trinadores. No se le ocurre a María convocar una rueda de prensa ni ir a la barra de un bar a hablar de política. Generalmente tiene un mensaje importante que transmitir, alguna profecía de particular momento y eso requiere tramoya.

Rajoy, plasmariano, no va a ser menos. Igualmente tiene a bien aparecerse entre nosotros, mortales, una o dos veces al trimestre, a regalarnos con su efigie y su incontestable y claro verbo. Y ello porque siempre trae también un mensaje importante. En la última aparición se supo que él nada tiene que ver con las imputaciones de Bárcenas. En la de hoy se nos informará de que Bárcenas no existe, que no ha existido nunca, que es un ser fabuloso, producto de la leyenda negra y que, si no aparece en la recopilación de Julián Juderías es porque, por entonces, no se habían inventado las cuentas en Suiza.

No existirá o será una encarnación del Maligno, un trasgo juguetón o una odiosa presencia imprecisa al estilo de los seres de Lovecraft, pero, malhaya, deja huellas, escritos de su puño y letra, escritos cuya autoría barcéniga negaba enfáticamente el PP y ahora, sin embargo, admite, explicando que el inexistente Bárcenas, sí, redactó las cuentas, pero con la intención de chantajear al PP. Ignoro si Rajoy mencionará este asunto y si suscribirá la estúpida tesis del chantaje. Si lo hace, estará claro una vez más hasta dónde llega. Porque, teniendo en cuenta que se trata de apuntes de hace unos años, ahora parece claro el origen de la fortuna de Bárcenas en Suiza, los viajes con los bolsillos repletos de pastuqui: puede ser el fruto de la extorsión al PP durante ese tiempo. Conclusión: había materia de chantaje. Bárcenas da la impresión de tener al partido y a su presidente literalmente a su merced.

Esta situación es bochornosa. Por el comportamiento de Rajoy, da la impresión de que los papeles de Bárcenas son ciertos y que quizá tengamos de presidente a uno que ha cobrado dineros ilegales en el pasado. Ya puede decir este hombre lo que quiera a la Junta Directiva Nacional de su partido. No serán muchos quienes lo crean ni siquiera en este órgano.

Esta es la época de la Política 2.0, en la que la relaciones son bidireccionales, esto es, los políticos hablan a la gente y la gente a los políticos y se produce un diálogo permanente, no un monólogo, con la participación de los medios de comunicación tradicionales, que arrastran una situación crítica, en concreto la prensa de papel. Lo importante es que el debate es multidireccional. No había terminado Draghi, el gobernador del Banco Central Europeo, de colocar a los asistentes a la última cumbre, jefes de Estado y de gobierno, una presentación ppt cuando salió un profesor de Macroeconomía, Andrew Watt, demostrando que la presentación de Draghi era falsa, más falsa que un poema de Ossian, quizá intencionadamente falsa. Ahora ambas cosas, la mentira de la presentación con el fin de bajar los salarios, y la crítica de Watt, se encuentran libremente en la red.

Eso es política 2.0, de lo que Rajoy quiere huir como de la peste. ¿Cuánto le duró su última trola sobre la cuantía del déficit? Horas. ¿Lo oye usted? ¡Horas! Así no hay quien viva, hombre. No da tiempo ni a fumarse un puro, caramba. Por eso, qué duda cabe, es más desentidocomún y comodiosmanda, volver a la pantalla del NO-DO. Como en los placenteros tiempos del caudillo: se manifiesta este en pantalla a su amado pueblo, da las consignas de rigor, suena el cornetín de órdenes y cada mochuelo a su olivo otros dos o tres mesecitos, a ver si escampa.

dimarts, 2 d’abril del 2013

¿Justicia en España? No me haga reír, hombre.

Ignoro si la Justicia española es un cachondeo, como sostuvo en su día Pedro Pacheco con notable tecnicismo jurídico. Pero queda claro que, si no lo es, se le aproxima bastante con todos los caracteres de ley del embudo, justicia de clase y justicia de partido, generalmente en contra de los desfavorecidos y al servicio de los privilegiados.

Y descaradamente. A los hechos me remito:
  • Caso Naseiro. El primer tesorero del PP al que pillaron en circunstancias iguales a las de Bárcenas ahora. Los jueces archivaron el caso mediante una triquiñuela legal de unas cintas que no se dieron por admitidas como prueba. En presunto delito quedó sin castigar.
  • Caso Aznar. Es de menor rango pero muy significativo. Debidamente denunciado por infringir las ordenanzas municipales de Málaga por pasear los perros sin correa ni bozal, Aznar no será sancionado porque, según el ayuntamiento, hay cosas más importantes que hacer. Ese ayuntamiento, mañana, puede ponerle una multa a usted por hacer lo mismo que Aznar.
  • Caso Cristina de Borbón. Al margen de si es tonta o se lo hace, hay ya indicios suficientes para imputarla, pero es altamente improbable que suceda. Y eso que su padre anunció que "la ley en España es igual para todos". Simplemente, no es verdad. Cristina, su familia, la Iglesia, los ricos, las derechas, el PP, están por encima de la ley.
  • Caso Urdangarin. Mientras que en el caso de los EREs en Andalucía hay ya media docena de personas en prisión preventiva, en el de la presunta estafa de Noos, ninguno de los implicados ha pisado una cárcel ni es previsible que lo haga en un futuro próximo.
  • Caso Fabra. Casi diez años de instrucción gracias al filibusterismo judicial del cacique; nueve jueces y otros tantos fiscales han pasado por la causa sin que el presunto ladrón haya sufrido la más mínima incomodidad. Al contrario, ha seguido en sus cargos y cometiendo todo género de desaguisados en ellos. Por fin tiene fecha para juicio oral por uno de sus numerosos supuestos delitos. Está por ver que sea condenado.
  • Caso Camps, el Curita, amigo del alma de El bigotes, al que quiere "un huevo", absuelto gracias a un jurado popular que no lo encontró culpable de lo que a todas luces es culpable, siendo, por lo demás, la parte menos vistosa de sus supuestos latrocinios.
  • Caso Camps/Barberá. Cuando ya es patente que estos dos mendas malversaron millones para dárselos a Urdangarin, el presidente del gobierno anda presuntamente haciendo gestiones para evitar que los imputen con el cuento de que tiene que salvar la Monarquía cuando lo único que le importa es que no caigan más delitos sobre el PP que, a estas alturas, parece una organización de delincuentes. Y quizá lo consiga. Quizá consiga que queden sin castigo expolios de millones al erario público.
  • Caso FUNDESCAM. Parece bastante claro que el PP se financió ilegalmente con dinero negro canalizado a través de esta opaca fundación a mayor gloria de Esperanza Aguirre y cuyo principal valedor, Díaz Ferrán, está hoy en el trullo por presunto ladrón. Pero hasta la fecha nadie ha iniciado acción alguna para esclarecer los hechos. Se prefiere que prescriban. Lo habitual es que la fiscalía se niegue a actuar de oficio cuando se trata de presuntos delitos de gentes del PP.
  • Caso Bárcenas. El último especimen de la lista de presuntos ladrones/tesoreros del PP. Millones de euros evadidos, quebranto a la Hacienda pública, entregas irregulares de dinero negro supuestamente repartido entre dirigentes del PP, empezando por su presidente, Mariano Rajoy, encerrado en un silencio de molusco. Y ni un detenido ni un encarcelado.
  • Caso Gürtel. Millones y millones estafados a las administraciones, defraudados a la Hacienda, decenas de cargos del PP presuntamente implicados en cobros ilegales, corrupción en todos los niveles de las administraciones públicas. Ni un solo condenado hasta la fecha excepto el juez que empezó a investigar el caso, Baltasar Garzón.
  • Caso Feijóo, pillado de paseo con un reconocido narcotraficante y, por tanto, sospechoso de todo tipo de ilícitos penales. El martillo de Anxo Quintana, cuya dimisión exigió a gritos en su día por algo que no era ni la centésima parte de lo que se deduce de las relaciones de Feijóo con Dorado. No solo se niega a dimitir sino que nadie inicia una investigación sobre su nauseabundo comportamiento.
  • Caso Rajoy. Involucrado en los "papeles de Bárcenas" como uno de los receptores de dinero negro en sobres, se niega a dimitir y a dar explicaciones satisfactorias e impone silencio a su partido sobre el asunto, ocultando información a la ciudadanía. A estas alturas esta sigue sin saber a ciencia cierta cuánto dinero cobra y ha cobrado en los últimos años al mes Rajoy. Solo se sabe que tuvo el morro de subirse el sueldo un 27% hace un par de años, mientras reclamaba que se le bajara a todos los demás. Y, por supuesto, nadie ha iniciado investigación alguna sobre un comportamiento presuntamente corrupto.
  • Caso Juan Carlos I. Los últimos meses han dejado claro que el Rey de España no solo no tiene un comportamiento aceptable sino que es directamente reprochable. A sus aventuras africanas, el aparente miniserrallo que tenía cercano a su residencia, sus oscuras maniobras en lo referente a su yerno y el modo en que ha acumulado una inmensa fortuna, se han añadido unas cuentas en Suiza con unos capitales a su nombre que, al parecer, se han ocultado al fisco en España. Es decir, Juan Carlos viene a ser un evasor más pero, obviamente, a nadie se le ocurre que puedan iniciarse acciones judiciales en contra de él.

    Eso es solo para los pringaos.

    ¿Justicia en España? Venga ya.
(La imagen es una foto de Nemo en el dominio público).

dilluns, 1 d’abril del 2013

Suiza.

Si Suiza es o no un paraíso fiscal al estilo de Antigua y Barbuda, Anguilla o las Islas Salomón, que suenan todas a bucanero o, más bien, al estilo San Marino, Liechtenstein o Mónaco, que suenan todas a casa de juego, es algo que cada cual debe ponderar por sí mismo porque dependerá de cómo se defina el sintagma paraíso fiscal, qué alcance se le dé, etc. Palinuro la considera un paraíso fiscal. Cierto, uno con empaque de país, abolengo, historia, constitución y una bandera que recuerda la de la Cruz Roja con los colores invertidos. Pues la Cruz Roja, como otros organismos internacionales galore, radica en Suiza, país cosmopolita, multicultural, plurinacional, muy bancario. Un paraíso fiscal. Un lugar a donde envían sus dineros quienes los poseen en España (y otros lugares), para evadir impuestos o para ocultar su origen. Actividades generalmente consideradas delictivas.

La gente lleva muy mal eso de la evasión de capitales y los fraudes a Hacienda. Sobre todo ahora que se ha enterado de que si las grandes empresas y fortunas tributaran las decenas de miles de millones de euros que defraudan, no habría crisis. Lleva mal incluso esa costumbre de algunos deportistas o gentes de éxito de residenciarse en el extranjero para no pagar impuestos en España. Hay una petición general de que los tales no representen al país en el que no tributan. Y es razonable. Que representen a Andorra, por ejemplo.

Y ahora pillan al Borbón con unas cuentas en Suiza. Probablemente tengan un origen histórico ya que, al haber residido su padre en Lausana, las cuentas vengan de ahí. Sin duda, pero eso no justifica el hecho de mantenerlas fuera del alcance de la Hacienda del país en el que se dice reinar. Es comprensible en el plano humano, sobre todo con la experiencia de los Borbones. No queda nunca descartado que haya de salir una noche con lo puesto y siempre viene bien tener algo apartado en Suiza para los primeros gastos.

Es comprensible, es humano, es histórico, es lo que se quiera. Pero no es admisible. El Rey no puede tener dinero oculto al fisco en España en un banco extranjero en un momento especialmente grave en que , con seis millones de parados, su país necesita recuperar la confianza, necesita atraer capital y no es evadiéndolo como se lo atrae.

Ignoro si la monarquía como institución aguantará esta nueva andanada con todo lo que le lleva llovido en los últimos tiempos. Supongo que, aterrorizados por el lógico encresparse de la opinión republicana, los dos partidos dinásticos saldrán en defensa de la Corona. El PP porque sí, pues va en su convicción más íntima y no requiere mayor justificación. El PSOE, con algo de mala conciencia, explicará que no es el momento de meterse en la cuestión de la forma de Estado, que el descrédito recae sobre el monarca reinante pero no sobre la institución y que, cuando llegue el momento, ya hablaremos.

Pero no; es cosa de hablarlo ahora. La monarquía es un régimen obsoleto, no solo por el origen de la magistratura sino, sobre todo, por su carácter vitalicio. Cuando hoy día lo vitalicio no lo quieren ni los Papas. Las repúblicas son mucho más recomendables y racionales porque los presidentes se ven obligados a caer bien al electorado, sea este la gente en general o unos u otros cuerpos electorales, los mandatos son temporales y, por supuesto, ni en sueños pueden permitirse comportamientos como los que parece haber tenido el Rey de España. ¿Alguien imagina la que se organizaría en los EEUU si el presidente Obama tuviera a doscientos metros de su residencia una entrañable amiga, condesa alemana, para tareas de alta política? ¿O en Alemania en donde el presidente es un cero a la izquierda? Caerían gobiernos y los interesados, muy contritos, abandonarían sus cargos. Aquí, no. Aquí el Jefe del Estado puede tener una fortuna apañada en un banco suizo, como sucede con algunos presidentes de países africanos.

Con un gobierno bajo tenaz sospecha de corrupción, incapaz de reaccionar porque también lo está su partido, paralizado a todos los efectos, el país se encuentra sorprendido e indignado. Sorprendido porque comprueba que el sistema político de la transición, la alternancia de los dos partidos dinásticos ya no da para más y que, justamente ahora en que se habla de reformar las Constitución, ninguno de los dos partidos mayoritarios está dirigido por gente a la altura de las circunstancias sino por seguidores fieles de las rutinas que nos han traído a esta situación. El país está además indignado o tal cosa se percibe por doquier ante el espectáculo de incompetencia y corrupción que proporcionan hoy las administraciones españolas de todos los niveles.

Para el 25 de abril hay convocado un nuevo -y definitivo, según he leído, por indefinido- asedio a las cortes hasta que estas se disuelvan, se convoquen nuevas elecciones, aunque esto último no stoy seguro de haberlo leído.

Si el gobierno cree que puede controlar esta marea creciente de movimientos sociales, esta múltiple reacción de la sociedad civil, recurriendo únicamente a la represión, me parece que anda equivocado. No tiene más remedio que dialogar con ellas. De hecho es lo que hace a través de los medios adictos. Solo sería necesario dialogar de buena fe. No mintiendo ni insultando. 

IU llevará al Congreso el asunto de las cuentas suizas del Rey. Es lo menos que puede hacerse. Será incomprensible que el PSOE no diga nada y que siga actuando como cómplice en el encubrimiento de los desmanes de la Corona con el argumento de que hay que salvar la institución cuando la institución misma es un desmán.

(La imagen es una caricatura mía (bueno y de My Webface.com) de una foto de x (Aleph), bajo licencia Creative Commons).

diumenge, 31 de març del 2013

Retorno a la normalidad.

A partir de mañana, lunes, todo vuelve a la normalidad en Españistán. Véase:
  • Su presidente, acusado de cobrar salarios indebidos y parte de ellos en negro, todavía no ha dado una explicación ni piensa darla. Ha ordenado silencio sobre el asunto y ha destruido literalmente su partido (ninguno de cuyos cargos se atreve a salir en público hace un mes) solo para salvarse él. No comparece jamás en rueda de prensa o, si lo hace, no admite preguntas y solo habla en el extranjero, en donde no puede impedir que la prensa pregunte y en donde todos lo han calado ya como un inútil únicamente obsesionado por evitar que lo procesen por mangante.
  • Su Rey hace años que oculta un importante patrimonio en bancos suizos. Es algo tan insólito, vergonzoso y corrupto que no requiere mayor comentario. El que se define con ridícula y abusiva retórica como "primer servidor de España", es un pinta que se lleva los dineros a un paraíso fiscal mientras la crisis devora el bienestar y los ahorros de los españoles que, sin embargo, tienen que mantenerlo aunque él, los beneficios de su capital los aporte a Suiza, no a España. Como republicano de siempre, Palinuro insiste en que el Rey se vaya con toda su familia y deje paso a la República. Añade que a él, cuando menos, los Borbones no le han engañado, aunque también vivan a su costa, como a la de todos los españoles.
  • Uno de sus presidentes autonómicos, Feijóo, que acostumbra a impartir lecciones de ética y moral en cuanto lo dejan, se paseaba en los noventa y ligaba bronce en las rías gallegas en el yate de un capo del narcotráfico. Por supuesto, dice Feijóo, pecadillos de su juventud. Tenía entonces el gallego 34 años. De juventud, nada. Plena amistad y familiaridad con un delincuente que actualmente cumple pena en el trullo y de cuyas fechorías, faltaba más, Feijóo no sabía nada. Nada salvo que tenía un yate que el propio Feijóo tripulaba. Pero, a ver, ¿quién no tiene un amigo con un yate? Y ¿quién anda preguntando tonterías sobre cómo se consigue un yate si no es robando?
  • El partido del gobierno, del que hay serias dudas de si es un partido o una organización de malhechores, sinvergüenzas y ladrones, aplaza hasta octubre una convención política que tenía para antes del verano con el cuento de tener ocasión de explicar al pueblo las políticas del gobierno y estar más cerca de él. No para hacer algo de tiempo, no sea que al final no cuente con asistentes al evento. Bien puede ser que, según están las cosas, acabe con una generación entera de dirigentes y miembros destacados entre rejas, empezando por su presidente, Mariano el Taciturno, cuyo horizonte penal tampoco está nada claro.
  • Un partido, por último, que, según parece, intriga, complota y maniobra con lo peor del poder judicial para conseguir que la justicia no impute a los dos mayores presuntos ladrones del reino -Camps y Barberá- en el sumario del caso Noos y, de esta forma, salvar la monarquía. Según El Confidencial, en esta maniobra estaría metido el PSOE, complice en la tarea de lavar la cara al Monarca -el pavo de los 375 millones en Suiza- y todo el aparato de esta corrupta monarquía. Es de esperar que esta noticia sea un infundio; de ser cierta, si los socialistas no echan a patadas a quien los ha convertido en un partido dinástico de cortesanos tiralevitas, se merecerán lo que les pase en las próximas elecciones. No veo grandes diferencias entre Rubalcaba al frente del PSOE y José María Fidalgo cuando estuvo al frente de Comisiones Obreras: tipos de derecha que secuestran organizaciones de izquierda para ponerlas al servicio del capital y de la corona.

Rajoy también habla catalán en la intimidad.

El llamado giro soberanista catalán tiene a Rajoy de los nervios. Lo que le faltaba era que se le rompiera España a él, que se pasó años dando la tabarra con que España se rompía a causa de los desatinos de Zapatero. Ya se sabe que en esto de la amenaza separatista la derecha gana siempre en contundencia a la izquierda. Nadie duda de que el gobierno pondrá en marcha todos los mecanismos legales para cerrar el paso al soberanismo catalán, incluido el artículo 155 de la Constitución que lo faculta para adoptar las medidas necesarias para que una Comunidad Autónoma díscola entre por el aro. Sería preferible no llegar a ese extremo, que tiene un altísimo coste político sobre todo porque el gobierno no está precisamente en sus días de gloria. La valoración ciudadana es pobrísima (aunque mejor que la de la oposición) y el apoyo popular ha descendido mucho. A ello se añade el descrédito absoluto que ha caído sobre el presidente y su partido por el caso Bárcenas.

Rajoy necesita todo su tiempo para defenderse de las acusaciones de corrupción y quiere quitarse de delante la cuestión catalana. Por eso, según parece, está estudiando una nueva forma de financiación para Cataluña. Igual que Aznar accedió a trocear la recaudación del IRPF y ceder un tramo a las comunidades, rompiendo la unidad fiscal, etc, Rajoy puede dar en la flor de aceptar un sistema de financiación catalana que se acerque a una forma de concierto o de cupo a estilo vasco-navarro. Hay diversos modos de romper España, de golpe o por etapas. Es muy típico de la esperpéntica derecha española dar gritos unitarios de cuarto de banderas mientras, a las escondidas, se cede a la presión nacionalista u se contribuye al fraccionamiento español mientras se dice combatirlo. En el fondo, a esta derecha "española", España le importa un bledo. Lo que le importa son sus privilegios de clase o casta.

El gobierno debe de pensar que una oferta de concierto catalán mitigará las reclamaciones soberanistas e introducirá una cuña en el frente nacionalista entre el nacionalismo de derecha, proclive a pactar con el nacionalismo español y el de izquierda, más dado a la ruptura. Puede ser y puede haber bronca en ese campo con los habituales insultos de traición a la patria. Pero también puede ser que no suceda nada de esto y que el frente siga adelante con su petición, ignorando los cantos de sirena en moneda contante y sonante del gobierno. Ya no es tiempo de conciertos sino del dret a decidir.

Frente a esto obviamente el gobierno puede recurrir a la violencia, pero sería mejor que no lo hiciera. No es fácil justificar en el exterior el empleo de la violencia contra reivindicaciones pacíficas, democráticas e institucionales. Nada fácil. Enseguida resuenan los ecos de la leyenda negra. Por eso es mejor no llegar a tales extremos. ¿Por qué no va a negociar el gobierno con los nacionalistas catalanes una forma de consulta que sea satisfactoria para ambos? La cuestión previa, por supuesto, es si ha de haber una consulta, un referéndum, o no. Hay gente muy razonable y de mucho peso que lo considera inevitable, como Rubio Llorente. Otros países la practican, como el Reino Unido con Escocia y tampoco es fácil explicar por qué puede hacerse en el Reino Unido y no en el Reino bastante más desunido de España.

Reconocer el derecho de autodeterminación de los pueblos de España no implica reconocer su independencia sino su derecho a reclamarla y, mediando un razonable acuerdo entre las partes, a conseguirla. Son dos cosas distintas. Desde el famoso dictamen o decisión de la Corte Suprema canadiense de 1998 sobre el Quebec, hay poco lugar a los debates sobre el derecho de autodeterminación. El tribunal canadiense era meridiano: ese derecho no existe en la Constitución canadiense. Ahora bien, si una porción importante de quebequenses insiste e incluso sostiene ser la mayoría de la población, entonces, el asunto no es una cuestión de derecho sí o no, sino una decisión política y el tribunal sostiene que debe organizarse un referéndum debidamente negociado entre las partes en cuanto a mayoría, preguntas etc. Si esto es posible en el Canadá, ¿por qué no en España?

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 30 de març del 2013

El Yin y el Yang.

La noticia comenzó a revolotear por Twitter por la noche. Corea del Norte declaraba la guerra a Corea del Sur. Ahora las noticias las traen los pájaros. Busqué en la prensa de Madrid; no hallé nada. Debían de estar todos de vuelta de las procesiones. Así que fui a parar a la CNN en donde se daban dos noticias en portada opuestas en contenido, como el bien y el mal o cualquier otra dualidad antagónica y complementaria, como el Yin y el Yang. En este caso, el Yang es el camarada Kim Jong-Un o Kim III, pues el país es una dinastía comunista, declarando la guerra a la otra Corea y apuntando sus misiles a bases estadounidenses en la región. El Yin es la reaparición de la sábana de Turín, un paño medieval en el que está impreso el semblante de un hombre muy parecido a la imagen convencional de Cristo coronado de espinas y que la devoción popular reputa el Santo Sudario, de forma que el rostro impreso es la vera efigie del Salvador.

Está bien que las dos noticias vengan en pareja pues tienen un elemento en común, su inverosimilitud. Es difícil tomarse ninguna de ellas en serio. La sábana de Turín que se expondrá en los próximos días es de origen medieval, según la datación por Carbono 14 y el Papa Juan Pablo II, que tenía un pico de descreído, dijo que era un insulto a la inteligencia.

Algo de eso se da en la declaración de guerra en Corea. No obstante, los resultados pueden ser temibles. Ya hay quien habla de la tercera guerra mundial. Alguien dirá que un muchacho de veintinueve años no puede lanzar el mundo a un holocausto. ¿Por qué no? A lo largo de la historia los motivos de las guerras han sido muy variados. Una de las más famosas comenzó con un adulterio.

Sin menospreciar la vieja máxima de que no hay enemigo pequeño, lo preocupante no es la declaración en sí. Corea del Norte tiene un ejército muy bien pertrechado de carros, de lanzacohetes, de baterías de todo tipo, amasados el borde de la zona desmilitarizada. Pero su logística es muy pobre. Apenas si tiene reservas de combustible para un mes y la parafernalia bélica está en la frontera para que tenga menos trayecto que recorrer. Lo preocupante es lo que hagan los vecinos y aliados, los que estaban presentes cuando el armisticio de 1953, que puso fin a la guerra de Corea, los chinos, los rusos y los estadounidenses, por no hablar de los japoneses. Ahí sí que puede haber un lío porque, de los cuatro países, tres son potencias nucleares con capacidad entre las tres para destruir el planeta una docena de veces. 

Es un consuelo a la hora de calibrar las consecuencias de una guerra hoy.

En lo que a España se refiere está por ver si una guerra en el extremo Oriente sirve como cortina de humo  del caso Bárcenas.

divendres, 29 de març del 2013

El barco de los locos.

Espero no ser el único que sospecha que todos estos organismos, instituciones, fondos, gobernantes, gabinetes, políticos, asesores, consejeros no tienen ni idea de lo que no paran de hablar sin ponerse antes de acuerdo o, cuando menos, sin contrastar los datos, tan poseídos están de su razón. Así, un organismo vaticina la recuperación a la vuelta de la esquina y el otro dice que a la vuelta de la esquina hay más hundimiento y más quebranto general postergando la recuperación a un brumoso 2015. En cuanto a lo que propongan, no hay cuidado, no habrá discrepancia alguna: rebajar los salarios. Pero tiene gracia que eso proceda de presupuestos absolutamente contrarios y a los que, va de suyo, se ha llegado mediante cálculos objetivos, científicos.

Las distintas autoridades o analistas, en realidad, hablan con un criterio de probablidades en el que también juegan los intereses y los deseos. El gobierno anuncia un déficit y la Comisión europea lo corrige de inmediato al alza. El gobierno argumenta que la discrepancia se debe a un cambio en la metodología del cálculo de la Comisión y esta responde que no hay tal. Han pillado al gobierno haciendo trampa. Y no vale decir, como hace un portavoz del PP, que el criterio de cálculo del gobierno vale tanto como cualquier otro porque eso es ponerse gallito pero el que vale es el cualquier otro.

Pero no es solamente en estos casos especiales. En conjunto, el comportamiento del personal de la obra recuerda mucho el cuento del barco de los locos, el Narrenschiff, de Sebastian Brant porque, aunque la historia va loco por loco, obviamente, viajan todos en el mismo barco, más o menos como lo pinta el Bosco, aunque algo más numeroso. Pero todos locos, verdaderos orates.

¿Qué me dicen de esa señora profesora de Doctrina Social de la Iglesia en el CEU que afirma que de la violación se obtiene un bien, como es la bendición de un hijo? Es la misma que recomienda a las esposas amar al que las maltrata. Como ha habido un clamor de las redes, que son la plaza pública, la superioridad se ha visto obligada a hacer una declaración en la que declaran mucho pero aclaran poco pues se limitan a condenar las interpretaciones extremas de la doctrina. Y ahí está el quid de la cuestión, en si lo que dice la enseñante es una exageración o no. Puede que no, que sea la doctrina misma expresada con mayor realismo. Porque es la nave de los locos.

Supongo que hoy habrá imágenes de procesiones, de pasos del Santísimo de la Merced o la Virgen de los Dolores o los Hermanos penitenciarios. Veremos a los dirigentes ataviados para la ocasión para simbolizar la unidad de acción del poder político y el altar. Cuando veo a Cospedal con su peineta y mantilla, qué quieren ustedes, me recuerda esas imágenes de los jefes de tribus de la Polinesia en los documentales de los años treinta, tan graves, tan ceremoniosos. Y, detrás vienen los costaleros con los pasos y los encapachudos y, en algunos lugares, unos exaltados que van azotándose o arrastrando cadenas. Pura antropología cultural. .

Creo que la asociación de ateos había pedido permiso para una manifa atea para el jueves santo y que la autoridad lo denegó. A lo mejor fue por velar por su integridad física, porque, la verdad, esos que van por la calles con cirios encendidos y marcando el paso al redoble del tambor en marcha fúnebre no son muy de fiar.

El barco se ha animado mucho con la llegada del nuevo Papa, quien ha mostrado tener un sentido mediático muy superior a sus predecesores. Esa imagen del Sumo Pontífice besando los pies de un recluso menor de edad tiene su impacto. Y su comentario inmediato: este Papa viene a cambiar las cosas; a ver cuánto dura, etc. Curiosamente, la foto es tan reveladora por lo que muestra como por lo que oculta. En la que yo conozco el chaval no sale, ni siquiera borrándole el rostro. La historia, qué caramba, la hacen los papas, no los menores presos.

Es un momento tan válido como otro cualquiera para desencadenar la tercera guerra mundial, debe de pensar el líder supremo, camarada Kim Jong-un, tercero de la dinastía de Kim Jong. Y así puede ser. En un navío repleto de locos cualquier cosa es posible.En cuanto un hombre se siente miembro de una dinastía, entronca directamente con el sol y es capaz de cualquier locura.

dijous, 28 de març del 2013

El lenguaje del adversario.

Cuando el ministro Gallardón amenazaba con restringir el derecho al aborto hasta hacerlo desaparecer se embarcó un par de veces en unas prolijas argumentaciones de las que no se entendía nada salvo cuando el orador hablaba de la violencia estructural sobre las mujeres. De igual modo, cuando el ministro de Educación abre (más) la bolsa del Estado a favor de los colegios que segregan por sexo, sostiene que la "diferenciación" no implica discriminación, forzando para ello el sentido de una disposición de la UNESCO. Asimismo, cuando Esperanza Aguirre quiere elogiar al PP, dice que es el verdadero partido de la innovación, el partido de la revolución. Y cuando se trata de privatizar servicios sanitarios, se dice que el objetivo es mejorar la libertad de eleccion del usuario al que en realidad se ve más como cliente.

La violencia estructural, la no discriminación, la innovación y hasta la revolución así como la libertad son términos de la izquierda, términos de los que se apropia la derecha para conseguir esa curiosa hegemonía que el pensamiento neoliberal viene teniendo en los últimos tiempos. Se expresa en terminología progresista (con lo que, es claro, pretende dejar al progresismo sin discurso) pero su finalidad es netamente reaccionaria. Un ejemplo histórico: aquellos padres que reclamaban el derecho a la objeción de conciencia frente a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. La objeción de conciencia, otra práctica típica del repertorio progresista.

La izquierda se ve obligada a compartir parte de su vocabulario con la derecha. Es algo que esta hace con frecuencia. Nazi era apócope de Nacionalsocialista y los falangistas españoles decían ser nacionalsindicalistas porque aquí el sindicalismo privaba. Esto sitúa al progresismo en una posición incómoda, pues se ve obligado a explicar por qué su concepción de la violencia estructural o la no discriminación es distinta de la derecha que no pasa de ser una parodia.

En el extremo se encuentra esa recomendación del gobernador del Banco de España al ministro de Economía de nacionalizar Bankia. Pero lo suyo ¿no era privatizar? No siempre, según se ve. A veces hay que nacionalizar. Eso que la izquierda siempre quiere hacer. Nacionalizar, ¿qué? Por supuesto, las pérdidas. Son los beneficios los que se privatizan. La fórmula es perversa, pero inevitable en un mercado libre que solo deja de serlo cuando interesa al capital. Un ejemplo de manual de cómo se emplea un término para desnaturalizarlo. Luego queda, además, la evidencia de que Bankia es, en realidad, el grueso de la crisis española, la razón de su particular virulencia. Porque el asunto es bien sencillo: hay ahí unos 30.000 millones de euros que parecen haberse volatilizado de la noche a la mañana. Es preciso averiguar su destino, incluso si se han distribuido en forma de sobres por vaya usted a saber dónde.

El uso torticero de los términos trata de encubrir verdaderos atentados al interés general en beneficio de intereses privados que es la razón de ser de la hegemonía neoliberal, una hegemonía explicable en términos de sus artificios discursivos. La misma Aguirre que sostiene que el cristianismo ha traído la libertad a Occidente, considera la libertad como libertad de mercado y tilda a Franco de socialista.

Esto explica por qué la izquierda  encuentra tantas dificultades para explicar su posición. Sobre todo la izquierda que ha aceptado algunos postulados neoliberales, como la productividad, la competitividad y ha sometido los suyos a criterios mercantiles.

dimecres, 27 de març del 2013

Retrato del presidente ausente

Cuando Rajoy quiere hablar a los medios españoles se va a París o Berlín o Bruselas. Mejor fuera decir: cuando no le queda más remedio que hablar a los medios, ya que querer no quiere nunca, pero en el extranjero no le permiten hacer lo que hace aquí: escaquearse , esconderse, parapetarse detrás de sus ministros, no pisar el Parlamento salvo el mínimo imprescindible. Y, cuando es fuerza que aparezca, por ejemplo hace unas fechas en el Ritz a apoyar a Cospedal, literalmente abrasada por el ridículo hecho en el caso de Bárcenas, no acepta preguntas y se escabulle por la puerta de servicio por miedo a la ciudadanía en la calle.

Rajoy es un presidente ausente, mudo, oculto en el palacio de La Moncloa, acorralado por la corrupción que invade su partido y de la que es directo responsable por ser su presidente y haberse beneficiado de ella o, cuando menos, haber hecho la vista gorda. La rebelión de Bárcenas lo tiene contra las cuerdas y probablemente ocupa todo su tiempo que va desde ordenar silencio a su partido hasta, al parecer, interferir en los procesos judiciales en curso y llamar al Consejo General del Poder Judicial, para presionar a fin de que su caso vaya a unos u otros jueces, más o menos favorables a su persona.

Eso es lo único que le importa, que le obsesiona: salvar su pellejo, razón por la cual no gobierna pero despliega febril actividad para embarullar la acción de la justicia frente a la que se encuentra bajo sospecha de haberse lucrado con unos repartos mafiosos de pasta que supuestamente preparaba el omnipresente Bárcenas. Cualquier otra persona de mediano carácter, convicción y dignidad ya hubiera dimitido. Es insoportable ejercer como presidente del gobierno estando bajo sospecha de ser un corrupto. Es algo moralmente insostenible.

Pero a él le da igual. Un hombre que reconoce haber llegado al poder mediante trampas y mentiras y que afirma igualmente que seguirá mintiendo cuanto haga falta en función de los "intereses generales", que no son otros que los suyos personales y los de sus apoyos partidistas, financieros, amiguistas, caciquiles y enchufados es un lastre para el pais. No solamente no dimite él, como debiera, sino que se opone resueltamente a que dimitan sus subordinados aunque estén metidos hasta el cuello en la corrupción porque los utiliza como barrera protectora, para evitar verse él en posición de lanzamiento.

Es marrullero, confuso, ambiguo, cantinflero, carente de todo crédito y autoridad, con la proverbial mala fe de la derecha española y bastante cobarde. Su bunkerización, su encierro y silencio, su permanente ausencia son los reponsables de que el país vaya a la deriva de una recesión que no solamente no se ha resuelto sino que se agrava por momentos. Ayuda y mucho la fabulosa incompetencia de un equipo descoordinado, dejado a las lamentables ocurrencias de ministr@s a cada cual más chusco, mientras el presidente otea su horizonte penal.

Los medios y políticos extranjeros han calado hace tiempo al personaje.  La opinión general sobre Rajoy oscila entre considerarlo el político más incompetente de Europa (un europdiputado británico en una sesión plenaria del Parlamento europeo) hasta tenerlo por un señorito de casino de provincias  que llevará España al desastre, al decir del Economist o el Wall Street Journal. No mejora en nada su imagen el hecho de que, como suele pasar, sea el único mandatario europeo que no habla ninguna de las lenguas del continente y aun la propia la farfulla de modo lamentable. 

Pero a él sigue dándole igual porque su idea de la dignidad de su cargo es como su conocimiento de lenguas: inexistente. Calcula, además, con astucia ladina de aldea, que el desprestigio que arrastra en el exterior no llega al interior porque supone que sus compatriotas somos como él, que no hablamos idiomas y no no nos enteramos de lo que sucede fuera. 

Él tiene un proyecto, un modelo, una pauta: su misión es aplicar en España las órdenes que le dicten los alemanes, los mercados, los grandes bancos y hacerlo en contra de los intereses de la mayoría de la población, incluidos sus votantes a los que engañó, como engañó a muchos otros españoles y a favor de los de la oligarquía financiera, los grandes empresarios, el capital. Esa es su función y para eso le pagan espléndidamente, incluidos supuestamente jugosos sobres diligentemente gestionados por el amigo Bárcenas, a quien Rajoy ha negado no ya tres veces, como Pedro a Cristo, sino treinta veces tres, del puro miedo que le tiene. 

Para terminar el retrato, un par de retoques finales: que las pocas veces que sale sea a recibir órdenes de Merkel o a presenciar un partido de fútbol dice todo sobre la fibra moral y la capacidad intelectual de este presidente ausente.

(La imagen es una captura del vídeo de La Moncloa en el en Public Domain).