dilluns, 30 de juliol del 2012

Luces y sombras de una gran coalición.


Un magnífico artículo Manuel Sanchís en El País de hoy, titulado Un gran coalición para salvar el euro aboga por lo que dice su título: una gran coalición entre (por lo menos) los dos partidos dinásticos con el fin de vencer la crisis y salir del euro. La finalidad es encomiable; el medio propuesto, factible; las razones, muy convincentes. Y, sin embargo, Palinuro cree que sobre no ser necesaria, esa gra coalición sería un error.
No la precisa el gobierno que, con su holgada mayoría absoluta tiene asegurado llegar al término de la legislatura, aunque sea haciendo y diciendo las tonterías que dice y hace. Tampoco le conviene al PSOE -si bien da la impresión de ser lo que Rubalcaba busca desesperadamente- quien apenas tendrá voz en ese gobierno y aparecerá vinculado a la intención ultrarreaccionaria y oscurantista de la derecha montaraz española. Igualmente no interesa a los partidos minoritarios, cuya posibilidad de negociar contrapartidas a cambio de un apoyo innecesario es mínima. Por último, no le conviene al país. Este ha aguantado ya ocho meses de gobierno despótico, ruinoso e incompetente. No le hacen falta otros experimentos para saber que lo que resta será igual o peor y no podrá recurrir a alternativa alguna porque la oposición está de coalición con el gobierno. Finalmente, no le interesa a la emocracia. Como sistema de gobierno, esta necesita una oposición fuerte y clara y no un pandemónium de soluciones de compromiso, inventadas, improvisadas, que no resuelvan los problemas sino que los oculten.
Pero hay más. Con la mejor intención del mundo, sin duda, los casi ocho años de gobierno Zapatero han dejado una herencia envenenada pero no para el PP sino para el PSOE. Zapatero fracasó frente a la crisis en el momento en que (mayo de 2010) decidió girar 180º y apuntarse a las políticas neoliberales. Dijo entonces que eso le costaría las elecciones y así fue. Lo que no dijo -probablemente ni lo imaginaba- es que iba a dejar a su sucesor en una situación imposible. Seguir con las políticas de Zapatero equivalía a supeditar por entero al PSOE al PP, hacerle perder su perfil propio y dar pábulo a la idea de que el PP y el PSOE son la misma mierda, que tan desmovilizadora fue el 20N. Pero enfrentarse a esas políticas no es creíble porque el PSOE tuvo siete años para practicarlas y no hizo nada. ¿Por qué iba a hacerlo ahora? Zapatero falló a sus votantes. No es necesario que también lo haga el PSOE en pleno.
La gran coalición interesa -y mucho- al PP. Otra cosa es que Rajoy lo vea pues no es el hombre especialmente listo. A quien no interesa nada es al PSOE, aunque puede que sí a Rubalcaba en su intención de afianzar una imagen de estadista. Esto tampoco le saldrá, dado que la gestión de la crisis por la derecha es tan absurda, injusta y desigual que, mientras la dirección suplica un pacto o acuerdo con el gobierno, los militantes y los electores, claramente escorados a la izquierda no no quieren oír hablar de ella y prefieren un gobierno de alianza de la izquierda.
Es un momento delicado en la historia del socialismo español: o este encuentra una posición propia y, (ello sería lo ideal) encabeza un movimiento europeo de articulación de una política socialdemócrata claramente diferenciada del neoliberalismo que permita salir de la crisis y reconstruir el Estado del bienestar o puede quedarse fuera del poder durante largo tiempo.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

Las tres desgracias

Se habían citado en una elegante peluquería del centro para darse unas mechas e ir luego a picar algo por ahí para charlar un rato, intercambiar impresiones antes de la desbandanda del verano. Eran Esperanza Aguirre, Ana Botella y María Dolores Cospedal, las tres mujeres más poderosas del PP no integrantes del gobierno. Palinuro no se perdió el encuentro y, dada su habilidad para camuflarse, asistió a él, unas veces disfrazado de espejo, otra de barra de bar de copete.
Aguirre. ¡Qué año! Tenemos el pueblo soliviantado.
Cospedal. Sí y la policía no actúa como debiera. Tenéis que hablar con Cristina.
Botella. La pobre no da abasto. 2000 manifestaciones en Madrid.
Aguirre. Son todos liberados. Si se acabara con esa mamandurria...
Cospedal. No sería suficiente. Hay que acabar también con los interinos.
Botella. Sí.¡Qué peste! ¿Cuántos tenéis vosotras?
Aguirre. Haya los que haya, son demasiados y, dado que no podemos eliminar funcionarios...
Cospedal. Hay que cambiar la ley de una vez por todas. Los peores son los funcionarios. Como están seguros en sus puestos, andan siempre protestando.
Botella. Claro. Por eso proponen los empresarios que también se pueda despedir a los funcionarios. Sobre todo ahora que, con la reforma laboral, se puede despedir gratis. Ya era hora. ¿Cuántos tienes tú, Esperanza?
Aguirre. Como los interinos: demasiados y siempre protestando, cuando son la verdadera causa de nuestro déficit.
Cospedal. ¡Ah! ¿Ya sabes cuánto déficit tienes?
Aguirre. Muy graciosa, Loli. Pero la verdad es que tenemos el enemigo metido en casa: liberados, interinos, funcionarios. Socavan nuestra autoridad y los valores que defendemos. La autoridad, el respeto, la disciplina, el orden. ¡Y mientras tanto, teniendo que colocar a nuestros parientes con cuentagotas!
Botella. Lo socavan y lo ponen todo perdido.
Cospedal. Tienes razón, Esperanza: no se puede consentir que se apropien espacios públicos. Ahí están otra vez en Sol, haciendo el ganso.
Botella. Es verdad. Es como las prostitutas en Madrid. No se puede consentir que se apropien espacios públicos para su... negocio.
Aguirre. Lo que hay que hacer es no darles motivos. Mariano lo está haciendo fatal.
Botella. ¡Ah, no! De eso ni hablar. Mariano está haciéndolo de cine. Y no digamos ya Alberto.
Cospedal. Sí, sí, yo creo que el jefe va bien orientado. Las medidas desagradables, al principio. Luego, tenemos tres años para recolectar lo sembrado.
Aguirre. Hostias es lo que vamos a recolectar como sigamos así.
Botella. Por favor, Esperanza, modera tu lenguaje.
Aguirre. Hostias; os lo digo yo. ¿Habéis visto la última encuesta de El País?
Cospedal. Las encuestas las hace todas el PSOE.
Botella. ¿Cómo lo sabes?
Cospedal. Una regla sencilla: si ganamos, vale; si perdemos, el PSOE.
Aguirre. Sí, sí, lo que quieras; pero no levantamos cabeza. ¿Tenía Alberto que meter la pata con el asunto del aborto?
Botella. Por Dios, Esperanza, qué cosas tienes. Cuanto antes. Y además lo borda desde el punto de vista de la filosofía jurídica. Eso de la igualdad de derechos de los discapacitados, a ver cómo te lo refutan los rogelios.
Cospedal. No es difícil; lo harán. Estoy de acuerdo con Esperanza: no había necesidad de enemistarse con más gente. Estamos sembrando el camino de cadáveres. Nos estamos metiendo con los ingresos de la gente, su trabajo, sus derechos. No es preciso ir a tocarle un punto débil con esto de los abortos.
Botella. Me dejáis sorprendida y consternada.
Aguirre. Bueno, vale. En todo caso, Albertito se ha dado una castaña porque ha descubierto que la gente no le sigue y así no conseguirá ser presidente del gobierno o califa en el lugar del califa
Botella. Alberto no es de esos. Tiene principios.
Aguirre. Sí, y finales. A otra cosa, mariposa; otra metedura de pata de Rajoy. ¿Por qué tiene que subir los impuestos?
Cospedal. Nos obligan en Europa.
Aguirre. No creo, mi niña. En Europa lo que quieren es que tengamos la pasta, la pastuqui, lista para pagar las deudas. De dónde la saquemos, les trae sin cuidado.
Cospedal. Pero, ¿de dónde la sacamos?
Aguirre. Hay que seguir reduciendo gasto público.
Cospedal. Pero ¿de dónde? Ya hemos recortado todas las partidas. El otro día Soraya me dijo que ya no hay de donde sacar más.
Aguirre. Esa cría acaba de caer del nido. Hay un montón de sitios donde ahorrar. Se pueden privatizar más cosas.
Cospedal. Como ¿cuáles?
Aguirre. La justicia, por ejemplo. ¿Por qué tiene que ser pública? ¿Por qué vamos a pagar todos los ciudadanos las manías de un litigioso compulsivo? O las cárceles. ¿Por qué tenemos que pagar la manutención de delincuentes? ¡Qué se la ganen!
Cospedal. Y ya no te digo nada las pensiones.
Aguirre. ¡Coñe, todas privadas!
(La imagen es una reproducción de un cuadro de Grant Wood de 1932 titulado Hijas de la Revolución, en el public domain).

diumenge, 29 de juliol del 2012

Un estado de ánimo

Tenía que pasar. No era verosímil que la apatía, la abulia de la población, la falta de crítica, de resistencia pudiera seguir interpretándose como apoyo a una labor de gobierno que está revelándose incompetente, a la par que tiránica. Las decisiones se adoptan por decreto ley, se soslaya el parlamento, son drásticas, muchas veces exageradas y no se consultan ni se consensuan con nadie. Es un gobierno que va de trágala en trágala, amparado en la falacia de que no hay alternativa cuando en política siempre hay alternativa.
Los distintos gobernantes, gobierno central y CCAA, hablan con altanería y desprecio a los gobernados, incluso a sus seguidores entre quienes se encuentran muchos que sufren directamente las consecuencias de las medidas restrictivas del gobierno. Y todo esto genera desapego y animadversión. Lo que llaman desafección, que empuja al parecer a la gente hacia la abstención. Los datos del barómetro de Metroscopia de El País son reveladores, a la par que esperados. Cuando toque el próximo barómetro del CIS, si trae la pregunta por la valoración de los políticos, será muy de ver la de Rajoy.
Parece que el hartazgo nacional ha tomado forma. El desplome del apoyo al gobierno es descomunal. Y lo que más llama la atención es el altísimo porcentaje de gente que se opone al intento de Gallardón de criminalizar el aborto eugenésico, con el apoyo de la iglesia y los más agresivos círculos "pro vida". Oposición muy llamativa entre católicos y votantes del PP. Eso demuestra que los planes gallardonianos no responden a una demanda de sus bases puesto que esta no se da. ¿A qué responden? Al interés de los sectores eclesiásticos y ultras que Gallardón quiere confundir con un clamor popular que, supone, llegado el momento, lo llevará a La Moncloa. Este ambicioso político que solo parece tener en el ñpunto de mira su carrera personal, ha cometido un error mayúsculo. No se moleste más en rebuscar sofismas sobre que la prohibición que planea será "progresista" y se ajustará a los textos de la ONU. La gente no quiere que el Estado decida por las mujeres cuando se ven en el trance de un embarazo con malformaciones. La gente quiere que las mujeres decidan. Y él ha perdido el apoyo de quienes le creían el representante de la derecha moderada y moderna.
Por último, parece que el barómetro registra modorra en el PSOE. El PP desciende en picado pero los socialistas no remontan. Si el PP pierde más de 14 puntos porcentuales, siete de ellos en el último mes, el PSOE pierde cuatro en relación al 20N. Otro dato revelador y también muy esperado. Es de suponer que el PSOE lo sopese detenidamente. Si sus fortunas no ascienden cuando las de su adversario descienden, algo tendrá que hacer, alguna explicación que ofrecer, alguna medida que adoptar.
La evolución apunta una tendencia estilo griego, de debilitamiento del bipartidismo y consolidación del multipartidismo. Visto con perspectiva más histórica, habrá quien hable de que, por fin, acaba el régimen de la segunda restauración. Y, si no el régimen, el bipartidismo de los dos partidos dinásticos uno de los cuales, el PSOE, se ha hecho dinástico de modo voluntario, hace relativamente poco tiempo y con claridad, desde las últimas tribulaciones de la Corona con el caso Urdangarin y el episodio del elefante en Botsuana. Un giro descorazonador. En resultados concretos, de haber elecciones hoy, los dos partidos dinásticos obtendrían algo así como 54,7% del voto electoral, la menor concentración desde el comienzo de la segunda restauración que se reflejaría en una bajísima concentración del voto parlamentario, teniendo en cuenta que ya el resultado del 20N era del 84,5% (concentración en cantidad de parlamentarios) la más baja desde 1989. Puede que sea un giro cíclico; pero también puede ser una tendencia estructural que podría consolidarse si los dos partidos dinásticos siguen haciéndolo igual de mal.

dissabte, 28 de juliol del 2012

El presidente oculto que se cree el Rey

Nadie sabe a qué se dedica Rajoy. Su agenda oficial está vacía, no mantiene contactos con nadie y no se sabe qué decisiones toma para sacar a España de la crisis. Una crónica de Carlos E. Cué en El país deja claro que el estilo de gobierno de Rajoy es secreto. Preguntada la vicepresidenta Sáez de Santamaría sobre el asunto, matiza que Rajoy no mantiene reuniones secretas sino privadas. Alguien ha enseñado a esta señora que en política es peligroso quedarse callado ante una pregunta y lo mejor es contestar siempre, aunque sea diciendo una tontería como en este caso porque, a los efectos de la publicidad obligada de los actos del presidente del gobierno, tanto da lo secreto como lo privado.
Esa sabiduría de contestar siempre las preguntas no la comparte Rajoy quien no da ruedas de prensa y, cuando las da, no admite preguntas. Luego van diciendo sus doctrinos que el gobierno tiene un problema de comunicación. Lo que le sucede es que no tiene nada que comunicar porque habitualmente no hace nada, cuando lo hace está mal y cuando trata de comunicarlo, no sabe hacerlo. 
Se dirá -y se dirá bien-que la comunicación no es solamente oral y que hay otras formas de comunicar. Ciertamente y en todas ellas Rajoy suspende sin paliativos: nunca está en donde se supone que tiene que estar, en los momentos de peligro (los incendios forestales), de angustia (escalada de la prima de riesgo), de determinación (los planes restrictivos del gobierno); en cambio suele ir a donce no hace falta y en donde puede estorbar y duplicar la acción del Estado, esto es, en actos simbólicos, inauguraciones y finales deportivas, en donde quien debe estar es el Rey. Las razones de estos comportamientos son evidentes: Rajoy no acude a los lugares en los que lo reclama el deber y hay que dar la cara porque es un cobarde; aparece, en cambio, en donde no tiene por qué estar sólo para chupar cámara y porque tiene megalomanía y cree que es el Rey.
En Europa lo tienen ya muy calado. Los líderes europeos piensan de él que es un incompetente al frente de un gobierno que no consigue coordinar en el que cada ministro dice una cosa y, encima, todas distintas y contradictorias. Su función es alimentar lios prejuicios antiespañoles a base de actuar como el típico bravucón matasiete que quiere siempre engañar a los demás y, a la postre, es el único engañado.
Pues bien, a este cobarde que no tiene ni idea de lo que habla, que miente tanto como respira,  que escabulle el bulto, sale por las puertas traseras, huye del Parlamento, esquiva la prensa, no contesta las preguntas, solo habla de intrascendencias y trata ponerse en el lugar del Rey porque hasta desconoce el lugar que le corresponde es al que los españoles hemos elegido por mayoría absoluta.
A pechar con las consecuencias, amig@s
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

WikiLeaks

La designación de Garzón como director del equipo jurídico de defensa de Assange habla mucho en favor del activista y del juez. Del activista por haber elegido a un juez que combina su respeto por las garantías legales con una firme voluntad de lucha política en pro de causas justas, entendiendo por tales aquí las que afectan a los derechos fundamentales de los individuos. Del juez porque el nombramiento demuestra el gran prestigio mundial del nombrado que sus oscuros colegas de profesión no han conseguido aniquilar condenándolo por un delito; al contrario, lo han magnificado. La persecución injusta ennoblece las causas ya de por sí nobles. La combinación es perfecta. Son dos personajes extraordinariamente mediáticos situados en el centro de un huracán mundial en el que intervienen los más diversos actores, desde grandes potencias hasta organizaciones radicales secretas y servicios de espionaje de lo más variado, incluido, probablemente, el Vaticano.
Al comienzo de la aventura de WikiLeaks, Palinuro, dejándose llevar por su atávico optimismo, calificó a Julian Assange como un héroe de nuestro tiempo, una especie de caballero andante de la era digital, enfrentándose a los poderosos, deshaciendo entuertos, revelando maquinaciones, amparando a los débiles. La organización es una especie de estado mayor de un movimiento difuso de masas ilustradas que tienen acceso privilegiado a informaciones sensibles por muchos conceptos. Las fuentes de WikiLeaks son los miles de ojos de los internautas que, como si fueran cien Argos, todo lo ven, lo escanean y se lo hacen llegar a la organización. Ningún servicio secreto estará seguro mientras exista WikiLeaks que se nutre de informaciones de multitudes anónimas. De ahí que sea una organización sometida a persecución implacable por los poderes de la tierra y del cielo. Se observa en las cuatro afirmaciones que hace la página y que, traducidas al español, dicen:
  • WikiLeaks: 602 días de bloqueo bancario - sin decisión judicial
  • Assange: 599 días de detención - sin cargos
  • Manning: 796 días en la cárcel - sin proceso
  • Gran Jurado: 682 días de Tribunal secreto estadounidense - sin transparencia.
Es muy fuerte: tribunales secretos, penas de prisión prolongadas sin juicio. Es un asalto a los derechos fundamentales casi de carácter absolutista. Tratan de esfixiar la organización económicamente y por eso esta pide donaciones. El que pueda hacerlas que las haga. La causa merece la pena. Es acabar con el secreto en el poder político antes de que el poder político acabe con las libertades.
Leo en Twitter, en @wikileaks"El opio de los Juegos Olímpicos encubre un caso de corrupción de la policía británica, los disparos contra manifestantes saudíes y otro robo de tierra de Israel. ¿Qué viene después?" Se me ocurren varios temas más que podrían ocultarse tras las competiciones deportivas, por ejemplo, una posible guerra entre la China y el Vietnam o una crisis bancaria de la India o el efecto de la pérdida del hielo en Groenlandia.
WikiLeaks se ha convertido en una pieza esencial del edificio de las libertades humanas.
(La imagen es una foto de R_SH, bajo licencia Creative Commons).

divendres, 27 de juliol del 2012

La política de la mentira y el engaño





El PSOE acaba de hacer público un vídeo en el que se resume de forma contundente el sentido de la larguísima campaña electoral del PP antes del 20-N. Duró tres años y medio, ya que la derecha, si no está en el gobierno, está en campaña electoral por conquistarlo pues no sabe hacer oposición democrática, cuyo rasgo esencial es la lealtad, un rasgo que desconoce. El vídeo recoge una a una todas las mentiras reiteradas, machacadas una y otra vez en mítines y discursos, la más desaforada demagogia mezclada con la inepcia. Ese corte en el que Rajoy grita que "quieren subir los chuches, demostrando que no sabe de lo que habla ni en esto, es para conservar en un museo. Todo ello ha quedado registrado para que la posteridad pueda hacer comparaciones entre lo que dijeron en campaña y lo que hicieron en el gobierno. La finalidad del vídeo es denunciar la más absoluta desvergüenza de unos gobernantes que hacen lo contrario de lo que dicen y prometen para que quede patente ante todo el mundo y ante ellos mismos que su triunfo electoral es ilegítimo y no tiene valor moral alguno porque fue producto de la mentira, el engaño, la demagogia, la falsedad.
Esfuerzo meritorio y muy de aplaudir pero, me temo, inútil ante la piel coriácea de esta gente a la que la moralidad de sus actos resulta indiferente si gracias a ellos consiguen lo que perseguían, en concreto, controlar el gobierno para poner en marcha sus políticas de desmantelamiento del Estado del bienestar, destrucción de los derechos de los trabajadores, eliminación de los servicios sociales, expolio de los fondos públicos, represión de las libertades, manipulación de los medios y criminalización de las minorías en el ejercicio de sus derechos.
Y todo esto mientras, gracias a su fabulosa incompetencia en todos los órdenes, arruinan el país.

Tres reflexiones melancólicas.

I.- Fuera.
Todo el mundo lo señaló: unas palabras ambiguas de Draghi, una llamada a la fe y a la creencia en él, tuvieron un efecto balsámico rotundo sobre los escocidos lomos hispánicos que llevan más palos recibidos que don Quijote y Sancho Panza juntos. Era algo diabólico pero es de creer que Rajoy no hablaba porque ya sabía que, en cuanto lo hiciera, nos llovería otra mano de estacazos y la prima seguiría escalando. Resultado y conclusión perfectamente visible de este maravilloso triunfo de la etérea palabra: en España manda Draghi y quien a Draghi dé las órdenes. Merkel, por ejemplo. Los mercados no escuchan a Rajoy y, si lo escuchan, hacen lo contrario de lo que él quiere. Pero a Merkel sí la escuchan. ¿Alguna otra duda? Rajoy ha recibido a los dos capi sindicales, no porque se haya convertido de repente a las doctrinas sindicalistas sino porque Méndez y Toxo se han visto con la Führeresa (como diría la lideresa), y quiere saber qué dice la jefa por ahí. A Rajoy no se le caen los anillos de recibir a dos proletas en La Moncloa cuando se trata de salvar a la Patria. Para colaborar al entendimiento, los empresarios (que esos sí se ven mucho con el presidente) piden otra reforma laboral, o sea, despido gratis total y que se eche a todos los funcionarios, incluidos los porteros de La Moncloa. Rajoy puede abrir la puerta a las visitas ya que, de todas formas, no gobierna.

II.- Dentro. 
 La comparecencia de Rato ha sido muy curiosa. Él lo hizo todo bien y si, luego ("luego" es 24 horas después de su comunicado de despedida según el cual dejaba una entidad boyante) ha habido un desastre, la culpa ha de ser de otro, pues él lo hizo de cine. Ese otro es el Banco de España. Bien, es posible, pero la culpa ¿de qué? Aquí los términos se hacen vagarosos y hasta poéticos: de un "desastre", de un "desfase", de un "agujero" gracias al cual Bankia necesitaba 30.000 millones de euros (creo recordar o algo así). Bien de nuevo, pero ¿para qué? ¿Para cubrir riesgos o encubrir delitos? En todo caso, sea cual sea la teoría, se trata de situaciones de quiebra, quizá fraudulenta, que se arrastran desde hace años. ¿Por qué ninguna autoridad de ningún tipo dijo nada? Si los bancos, los gobiernos, las entidades financieras, las comisiones de vigilancia se confabulan en contra del interés general, ¿qué confianza se puede pedir a los ciudadanos para los planes de reconstrucción pergeñados por quienes han ocasionado la gran destrucción?

III.- De ayer a hoy. 
Es un puntazo periodístico la foto del anciano atleta español y la historia que se insinúa de tratarse de un "niño de la guerra" que llegó a competir en natación en representación de España en las olimpiadas de 1948. No acaba de encajarme, aunque la explicación, sin duda, estará en el reportaje completo. Siempre he creído que lo de "niños de la guerra" se refería a los críos que salieron de España como refugiados de guerra o familiares de exiliados. Dudo que alguno de esos compitiera nueve años después en representación de España. A lo mejor es un "niño de la guerra" del bando sublevado, que también los tendría, al menos como refugiados. Sea como sea, debe de ser emocionante ir a contemplar algo en lo que tú participaste hace 64 años.  La melancolía viene de que he ido a consultar el palmarés de esas olimpiadas. España mandó 64 atletas y recogió dos platas en hípica, probablemente dos militares o nobles. No digo más.

Una gran portada la de El País. Agenda setting lo llaman los especialistas, con conclusión lapidaria: los que gobiernan no gobiernan y cuando gobiernan, no dicen la verdad.

Todo es ideología.

Hace unos días Palinuro recibió una invitación a un acto de presentación de la revista Geoeconomía, del Instituto Choiseul sobre el tema de La industria del deporte que el malvado piloto enseguida tradujo en El deporte como industria. Al no interesarle el deporte ni como religión, iba a desechar la amable invitación de cuya procedencia ignoraba todo. Pero por último fue en compañía de un amigo, también hombre de negocios, pero honrado y trabajador, y sus respectivas esposas que eran quienes en el fondo habían urdido el plan por la curiosidad de ir a un lugar mítico para los madridistas: el palco de honor del estadio por excelencia o estadio de los estadios como España es nación de naciones.
El acto, muy concurrido, con amplia presencia de medios, mucha foto, autoridades y personalidades de distintos rangos y canutazos a diestro y siniestro, discurrió por las previsibles sendas de este tipo de eventos. Se trataba de vender la idea de que el deporte es buena oportunidad de negocios y que forma parte de la marca España. Allí estaba Espinosa de los Monteros, actual adalid de la tal marca, cuyo nombre, dice Palinuro, no puede ser más chato. En su opinión falta imaginación para sustituir ese trillado marca España por una Marca Hispánica, más castiza y con más mercados abiertos en los Estados Unidos, objetivo de exportación del máximo interés pero en donde la gente cree que España está en al Asia Menor, cerca de Palestina y eso que no se ha enterado que Juan Carlos I es Rey de Jerusalén.
El tono general, bastante conservador porque el Instituto Choiseul es uno de esos think tanks que tiene la derecha en el mundo entero con la tarea de formular doctrina/ideología para preservar la hegemonía neoliberal y neoconservadora al mismo tiempo. Este es francés. Supongo que los franceses, como los españoles, carecen de versión literal aceptable de Think tanks. Chars d'assaut de la pensée suena cómico, igual que carros de combate del pensamiento y Tanks de la pensée, como tanques del pensamiento carecen de sentido. Así que Think tanks, instituciones generalmente feroces en sus demoledores ataques al pensamiento de izquierda o al meramente centrista y a sus ideologías. Este Instituto parece algo más moderado, quizá por ser francés y ese era el tono del por lo demás bastante aburrido acto.
Hasta que saltó un buen hombre, el actual secretario de Estado de Comercio, García-Legaz, quien ha sido y supongo sigue siendo secretario general de la Fundación FAES el think tank aznarino cuyo extremismo, radicalidad, unilateralidad y agresividad lo legitiman para ascender a la condición de Battleship FAES, más acorde con la noble vena marítima de la raza hispánica. El caso es que el joven García-Legaz derramó su entusiasmo de neófito sobre el auditorio y arremetió contra la Universidad pública (confesando de paso que solía hacerlo en universidades públicas, lo cual lo cualifica como moderadamente sádico) a la que descalificó por mala, por no tener ninguna entre las 150 primeras del mundo. Olvidaba decir que él viene de la privada, de Comillas, que tampoco figuran en la clasificación o ranking, como dice él, en recio castellano. El ataque se coronaba con un triunfo: la Universidad pública es un desastre por ser lo contrario del modelo de gestión de las empresas privadas competitivas, la honra y prez de España y su fuente de ingresos, caramba. La empresa española, sí señor. Leo en la determinación de las exportaciones españolas que lo que más exportamos son coches (un 24 % más o menos del total de exportaciones). Coches con patentes extranjeras. No hay una sola empresa española no ya entre los primeros 150 fabricantes de coches del mundo (si los hay) sino entre todos los fabricantes. No hay un coche español en el mundo, así que la marca España de la octava o novena potencia económica se refiere a eso, a España, al deporte, unos equipos de fútbol de ensueño pero que, por desgracia, no se pueden exportar, un banco y docena y media de empresas de obras públicas en diversas partes del planeta. Suena algo bombástico en un continente en el que países más pequeños que España tienen empresas que cubren continentes enteros.
Pero el secretario de Estado de Comercio iba a sentar doctrina, teoría, ideología, el abc de las fantasías neoliberales de los años ochenta y noventa del siglo pasado, de los furibundos ataques al Estado de la revolución neoconservadora de Reagan y Thatcher, que han traído la mayor crisis del capitalismo desde la de 1929 y quizá esté sobrepasándose ya esta fecha como barrera psicológica. Lo malo de estos fundamentalistas del mercado (en realidad, de todos los fundamentalistas, también los del Estado) es que son incapaces de reconocer sus errores. Siempre son culpa de otros pues ellos están en lo cierto y no se equivocan nunca. La única cuestión abierta es si no los reconocen porque no pueden o porque no quieren, cuestión nada irrelevante, pues tiene un matiz moral. Pero, en todo caso, quien no reconoce sus errores no puede remediarlos.
El público aplaudió a rabiar al doble secretario, orgulloso de exponer aquellas antiguallas y lugares comunes con tanta fuerza de convicción. Pero su intervención agrió el acto. Palinuro andaba muy quejoso. Decía estar interesado en las perspectivas de negocio del deporte, pero de eso, en concreto, nadie habló. Mucha marca España pero poca chicha. Me confió que estaba madurando una idea de negocio consistente en crear un santoral de deportistas, pedir permiso a la iglesia -con correspondiente pago de derechos- y representarlos en la mejor tradición de las estampas religiosas, asociando cada deportista a un santo protector. Por ejemplo: "San Sebastián y Francisco Crujientes, oro en arco, te protejan del reuma" o "San Vicente Ferrer y Pedro Hornillos, bronce en natación, te amparen en la mar". Se lo quité de la cabeza.
Por cierto, el estadio Bernabéu, una pasada y el palco de honor, pasada y media.

dijous, 26 de juliol del 2012

La hora de la revolución.

El capitalismo es un desastre. No solamente no puede evitar las crisis periódicas sino que no sabe cómo salir de ellas. La última crisis va ya por su quinto año sin perspectiva de mejora. Al contrario. Se ha abordado con una panoplia de políticas neoliberales que solo han conseguido empobrecer a la gente y hundir más los países en la crisis, como ya habían advertido muchos críticos. Lo importante era imponer la doctrina.
Resulta así que, después de abundantes políticas de reducción del gasto, austeridad, aumento de la fiscalidad y otras medidas tan duras como ortodoxas, en Francia sigue subiendo el paro, el infiel de Moody's rebaja la calificación de la deuda alemana y la pone en lo que se llama perspectiva negativa, algo de todas formas menos crudo que el solemne batacazo de Inglaterra. Creían los ingleses estar a salvo de la enfermedad continental y se desayunan con la noticia de que están hasta el corvejón en una depresión y que el crecimiento negativo trimestral del PIB ha sido de 0,7%, en lugar del modesto 0,2% que anticipaban los linces de la City. Por supuesto, Grecia, Portugal e Irlanda no levantan cabeza.
Cualquiera diría que las políticas de austeridad neoliberales no funcionan. El problema es que no parece haber otras. La socialdemocracia, desde luego, no aporta ninguna salvo la mayor sensibilidad hacia las cuestiones sociales de las políticas neoliberales compartidas. La izquierda algo más radical sí propone medidas concretas alternativas a las que se están tomando. Son medidas parciales, fragmentarias, ya que no se postula un cambio completo del modo de producción, y que afectan sobre todo a cuestiones fiscales, los impuestos a las altas rentas, las empresas, el impuesto de sucesiones, el impuesto sobre el patrimonio, el combate al fraude fiscal, el afloramiento de la economía sumergida, etc.
Con todo, la dificultad de esta visión de reformismo radical es su viabilidad. Su aplicación consecuente sin duda provocará una huida general de capitales de España. La teoría presupone un concepto de soberanía anterior al Tratado de Maastricht de donde salió la moneda común. Hoy, con esa moneda única, la soberanía está muy mermada. Al Estado le molesta y debilita mucho la libertad de circulación de capitales, pero no le queda otro remedio que aceptarla porque forma parte indisociable de la idea del mercado único. Y, mientras esto sea así el capital tiene un arma poderosísima frente al estado: la amenaza de expatriación. No, no hay doctrinas alternativas completas apuestas al neoliberalismo sino reformas del capitalismo más o menos radicales.
Y, sin embargo, rara vez ha estado tan claro en la historia el surgimiento de una conciencia revolucionaria, de un deseo muy extendido de reiniciar el sistema, como reza el lema del 15-M o en las distintas propuestas de abrir un proceso constituyente a través de las asambleas. Pero la huida de capitales de España pone sordina a las alegrías de los eventos mencionados para ir a fundirse con esos 17 billones de euros en paraísos fiscales que son la cifra del escándalo, el baremo de la injusticia, que es consustancial al sistema.
La Unión Europea ha estado muda en todo el proceso. Pareciera haber quedado reducida al Banco Central Europeo y a las agencias financieras que el Consejo dice que va a crear para complicar aun más la situación. Quizá sea llegada la hora en que el Parlamento Europeo convoque una suerte de Estados Generales de Europa para tratar de hacer realidad esa unión política que reclaman los alemanes. A lo mejor así puede dar comienzo una revolución europea..

dimecres, 25 de juliol del 2012

La mamandurria.


Con esa voz gutural impostada de rabanera aristocratizada que hace las delicias de las señoras bien de toda la vida, Aguirre pide acabar con los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias. Las manifestaciones de la dueña son tan habituales, desatinadas y provocativas que, de vez en cuando, tiene que añadir alguna novedad para llamar algo la atención. En este caso, el término "mamandurria", poco frecuente. Si duda lo ha tomado de las que quizá sean sus únicas lecturas, las venenosas columnas del difunto escritor fascista Jaime Campmany que lo empleaba mucho para hablar de los socialistas.
Al igual que Campmany, defensor del régimen franquista, que no era otra cosa que una monumental mamandurria erigida sobre una fosa común, Aguirre recurre a la figura que los psicólogos llaman "proyección", esto es, a acusar a los demás de lo que ella hace. Porque su forma de gobierno no es otra cosa que pura mamandurria:
  • ¿Qué fue el "Tamayazo"? Una mamandurria de varios kilos a favor de unos sinvergüenzas, gracias a lo cual Aguirre consiguió ser presidenta.
  • ¿Qué es Fundescam? Una misteriosa Fundación/mamandurria al servicio personal de Aguirre que financia presuntamente las campañas electorales de esta neofranquista liberal, perfectamente opaca y de la que la señora se niega a dar explicaciones.
  • ¿Qué fue la gestapillo? Una mamandurria para que unos cuantos granujas se dedicaran supuestamente a espiar a los rivales políticos de Aguirre con el fin de extorsionarlos y sobre la que es muy difícil saber nada porque Aguirre no da explicaciones y boicotea toda investigación.
  • ¿Qué es la Gürtel? Una mamandurria de corruptos y delincuentes por la cual varios responsables de ayuntamientos a las órdenes de Aguirre han estado llevándoselo crudo y expoliando los caudales públicos sin que la señora mueva un dedo por esclarecer los hechos.
Esperanza Aguirre ha edificado un gobierno a base de mamandurrias y, como las suprima, tendrá que ir a gobernar a la isla de los pingüinos. Y no solo son estas. Toda la gestión de Aguirre rebosa de mamandurrias. Después de haber enchufado una recua de allegados, parientes, hijos, hermanas, primos, tíos, etc en distintas mamandurrias, todos ellos parasitando el erario público, Aguirre puede contemplar con orgullo su gestión que es pura mamandurria:
  • Telemadrid. Una mamandurria en la que chupa del bote otra recua de juglares, embusteros, demagogos y puros imbéciles, supuestos periodistas que rivalizan en las tareas de agitación y propaganda al servicio de Aguirre y que han conseguido llevar la televisión a la quiebra.
  • Hospitales. La galopante privatización de la sanidad pública madrileña, cuyo botón de muestra es el chanchullo de la contratación de hospitales públicos con gestión privada, es una inmensa mamandurria de la que se benefician las empresas que probablemente hayan sido más generosas con el PP.
  • Escuelas y colegios. El destrozo de Aguirre en la enseñanza pública -completado con el que está perpetrando el ministro Wert, otro de la mamandurria- se compensa con la concesión de todo tipo de facilidades (suelo gratis, por ejemplo) para la enseñanza privada (normalmente de curas) a la que Aguirre concede todo tipo de mamandurrias que abarcan el 30% de los costes; prácticamente lo que ha arrebataso a la enseñanza pública.
  • Los toros. Hasta 2.000 millones de euros destina la mamandurriana Aguirre a las corridas de toros pues, en su autorizda opinión, esta práctica cruel y estúpida es un bien cultural inmarcesible.
Si Aguirre suprime las mamandurrias, quizá no lleguen a fin de mes ella, sus parientes, nepotes, enchufados y amigos en general. Y sería una desgracia. ¿con quién cabría reírse si se va? (La imagen es una foto de Esperanza Aguirre, bajo licencia Creative Commons).