dissabte, 2 de febrer del 2013

La comparecencia del presunto trilero y la tarea del Rey.

Rajoy ha escenificado el enésimo atentado contra la decencia, la honradez, el derecho a la información y la libertad de expresión. Parapetado tras una pantalla, encerrado en una sala con los suyos, habiendo confinado a los periodistas en otra, sin admitir preguntas, ha espetado un insultante declaración a la ciudadanía como podría hacer Big Brother. Y sin preguntas. Quien no admite preguntas es porque quiere ocultar las respuestas, porque está pringado, como lo está este individuo, vergüenza de su partido, del país y de Europa entera.

La ridícula comparecencia con monólogo balbuciente y leído, para no cometer algún desliz procesalmente relevante, se resume en el típico discurso exculpatorio de todo delincuente: la inocencia y nobleza de sus actos, todos impolutos, señor juez. Son las envidiash e insidiash de los enemigos. Las mentiras vienen en tres niveles:

La persona. Juro que yo no he sido. Además, pringaos, sabed que he perdido dinero viniendo a la política y dejando mi lucrativo puesto de registrador. Mentira. Lleva 34 años en política. Ha ejercido meses como registrador y, si sumamos todo lo que ha pillado, ha amasado una fortuna a base de sueldos, supuestos sobresueldos, dobles sueldos, dietas indebidas, presuntas rentas de la plaza de registrador y todos los gastos pagados, incluidos los trajes. (¡Pobre Camps! ¡Qué tonto fuiste!) Como todos ellos, este pájaro ha venido a la política a forrarse. Añade, tomando a la audiencia por imbécil, que mostrará su inocencia publicando sus declaraciones de la renta. Pero ¿qué tienen que ver las declaraciones al fisco con el dinero que se haya pillado en negro? Nada. ¿Desde cuando declaran los ladrones a Hacienda lo robado? Si de verdad quiere refutar las insinuacionesh y las insidiash y probar su inocencia, queréllese contra El País y, sobre todo, contra Bárcenas. Todo lo que no sea querellarse e ir a los tribunales es puro trilerismo, hocus pocus de chorizo y mangante.

Caballero ¿no dudará usted de mi honradez? No, señor presidente, no dudo: la niego rotundamente.

El Partido. Ya lo dijo Cospedal: es un ataque al PP. Envidia de fracasados en las elecciones. El PP no tiene contabilidad en negro ni cuentas en el extranjero. Ya hay una fiel mandada escrutando los libros de Génova (y no los bolsillos de los peperos que es en donde, al parecer, está la pastuqui) y el partido no tiene cuentas en el extranjero. La prueba, contra la innegable evidencia en contrario, está en su palabra y la de Cospedal (otra presunta sebrecogedora) que valen tanto como una ñorda de vaca en un prado. Según parece, hay montones de peperos pringados en cobros ilegales e inmorales. Si de verdad el PP quiere salir impoluto y probar su inocencia que vaya al juez también y se querelle. Que ponga todo en manos de la justicia y en lugar de obstaculizar, hacer trampas, amenazar a diestro y siniestro; que colabore con los tribunales para que se vea con claridad si, como insinúa el presunto trilero mayor de la banda, el culpable de todo es el sibilino Rubalcaba con sus asechanzash.

Caballero, ¿no dudará usted de la limpieza del PP? No, señor presidente, no lo tengo por un partido sino -si las informaciones son ciertas y ustedes siguen sin desmentirlas fehacientemente- por una banda organizada de delincuentes.

España. Ya lo dijo el Caudillo, además de su fiel seguidora, Cospedal: quien me ataca a mí, ataca a España. ¿Acaso no es hoy lo mismo? Un ataque a España en un momento gravísimo de su historia. La Antiespaña en acción. Quieren los judeomasones de hoy apartar al líder indiscutible de su entrega total a la salud de la Patria. Otra vez mentira. La gravedad del momento la ocasiona, precisamente, que el gobierno esté en manos de una pandilla de presuntos ladrones encabezada por un embustero empedernido a quien no parece preocupar otra cosa que seguir mangando. Si el gobierno quiere quedar limpio y defenderse, pues es su presidente el considerado ladrón, debe igualmente ir a los tribunales, querellarse también. Todo lo que no sea eso es presentarse ante Merkel como un unverschämte Dieb o "ladrón desvergonzado".

Caballero, ¿no dudará usted de la acrisolada honradez y la entrega del gobierno de España? No, señor presidente, no lo tengo por gobierno sino, a la vista de las informaciones no refutadas, por una pandilla de ladrones. Y, a propósito, cuénteme cómo va a evitar que en Berlín los periodistas le pregunten ante el mundo entero lo que no pudieron preguntarle hoy? Hay trileros que, además, son imbéciles.

Y esa es la situación. Rajoy se niega a asumir responsabilidad alguna, rechaza la evidencia, no se querella, no informa, se esconde o parapeta, balbucea estupideces y pretende seguir arrastrando el país al abismo de indignidad a que se dirige él. Confía en que las fuerzas de seguridad seguirán reprimiendo a la población y protegiendo a la manga de sinvergüenzas que dan las órdenes; que sus lacayos en sus televisiones y los lameculos de los medios privados sigan desinformando sistemáticamente; que no salgan más papeles ni más pruebas de una corrupción en la que parecen estar tod@s hasta las cejas.

¿Y qué pasará si mañana saca El País más pruebas? Por ejemplo, algún recibí.

Creo que, si Rajoy se obstina en escabullir el bulto y en seguir ignorando la opinión pública (por cierto, ya van 683.813 firmas pidiendo la dimisión de la cúpula del PP, esto es, de lo que parece ser una asociación de delincuentes), si, a pesar de todo, el mayor responsable de esta catástrofe nacional se aferra desvergonzadamente al cargo, hay que forzarlo a irse. Y como en su partido parece faltar la  honradez, el coraje y la decisión para exigir su marcha y dado que el país se encuentra en un callejón sin salida. habrá llegado el turno del Rey, una de cuyas funciones es (art. 56) arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones. Siendo evidente que las instituciones no funcionan pues quienes las rigen en todos los órdenes están ocupados a salvar su pellejo procesalmente, el Rey debe llamar a Rajoy y pedirle la dimisión.

De uno en uno, con las manos en alto.

Por fin se cierra la trampa sobre el zorro. Los papeles de la Gürtel engarzan a la perfección con los de Bárcenas. Los han pillado. La partitura y el guión están completos y la escena que ofrecen es terrorífica. Con la primera salva de Bárcenas, sale la señora Cospedal, bastante fuera de sí, a amenazar a la ciudadanía. De Rajoy, en cambio, solo se ha sabido su ausencia y su silencio. Le han preguntado en público si cobraba sobres en negro y todavía no ha contestado. Y mira si es sencillo decir sí o no. Claro, no es tan sencillo, sobre todo si es sí. Para seguir con la danza, según parece, la señora Ana Mato, la que no veía un Jaguar en su garaje pero sí el copago en las recetas, vivía a cuerpo de reina a cuenta de la red Gürtel, cosa reiteradamente negada por ella.

Pero estos son casos concretos. Hay un clima general de frustración, de rabia, de indignación que va encendiéndose por días según se conocen los detalles de este piélago de corrupción. La "clase política", sección derecha, pues esto es un asunto exclusivo del PP, aparece como una manga de corrupt@s que cobran dos o más sueldos, dietas indebidas, sobresueldos a pelo o en sobre y comparten el expolio con una red de amig@s, parientes, allegad@s y compañer@s de partido a fuerza de enchufes, por decenas, por cientos, como en Ourense. Es un festín que evoca de inmediato el banquete del Rey Baltasar, el comienzo de su caída por designio divino. Aquí no interviene la mano de Dios o, si lo hace, no vamos a enterarnos, sino el aguante de las personas. Si no sé con qué cara va Rajoy a verse con Merkel el lunes, menos sé con qué autoridad va a pretender el gobierno imponer las próximas medidas de austeridad y rigor. ¿Con qué legitimidad pueden pedir sacrificios, moderación salarial y resignación cristiana gentes que supuestamente se lo llevan crudo?

Rajoy está, como siempre, bravamente desaparecido, cual corresponde a la concepción postmoderna del liderazgo. Hoy pretende escenificar una de esas ceremonias de idiocia que le salen tan bien y en donde no se admiten preguntas. Es para pellizcarse. No se admiten preguntas. En una situación en la que está en juego la honorabilidad de la persona y la respetabilidad del cargo, no se admiten preguntas. Es obvio, el presidente del gobierno carece de toda idea de dignidad pero, llegados a este punto, es preciso plantearnos (a nosotros mismos, pues contestamos) algunas cuestiones. Si el presidente del gobierno incumple tan flagrantemente su deber de dar cuenta de sus actos, ¿no habrá nadie en el PP que se lo recuerde? ¿Se espera, en cambio que los demás cumplan con el suyo, que los médicos curen, los abogados defiendan, los profesores enseñen, los periodistas informen, los policías mantengan el orden público? ¿Por qué? ¿Con qué ejemplo? ¿Con qué autoridad?

Cuando comparezca, Rajoy lo hará como un hombre con una mancha en el honor, de esas que antaño, según la recia moral castellana, solo se lavaban con sangre. Ahora, al parecer, no hace falta la sangre porque, sencillamente, no se lavan. Si, a pesar de no admitir preguntas, en su alocución, Rajoy no responde a la que ya se le ha hecho públicamente de si recibió o no sobres, saldrá de su comparecencia con el honor más manchado aun. Cierto, no debemos convertir los piques de honor en código de conducta; pero mucho menos los de deshonor. Porque, además, este empieza a rozar el esperpento valleinclanesco. ¿Pues no resulta ahora que, al parecer, Rajoy tampoco se pagaba sus trajes? Por eso sostuvo siempre a Camps hasta el final. Era su alter ego, una afinidad electiva a lo Beau Brummell.

Gobernar en democracia no es que a uno lo elijan para hacer lo que le dé la gana los cuatro años siguientes, incluso saltarse la ley, si llega el caso. Gobernar en democracia es, sobre todo, predicar con el ejemplo, porque solo así se consigue el objetivo de que los gobernados respeten a los gobernantes. Y no es el caso ni por asomo. El partido como tal, importantes miembros del gobierno, cargos en todas las instituciones a todos los niveles parecen estar involucrados en esta gigantesca red de corrupción en donde se expoliaba y supuestamente se sigue expoliando el erario público a mansalva. Tod@s l@s polític@s involucrad@s en esta red mafiosa están deslegitimad@s para gobernar.No son respetables.

 Realmente, aunque ya sea solo por sentido del ridículo, el gobierno como Dios manda debe dimitir cuanto antes, disolver y convocar elecciones. Urge poner al mando quien sepa lo que hace y se interese más por el interés general que por su propio beneficio y el de sus amig@s.

Por cierto, change.org tiene abierta una campaña para conseguir un millón de firmas pidiendo la dimisión de la cúpula del PP. En el momento de escribir esto llevábamos 600.811. Seguro que llegamos al millón. Y lo pasamos. Es un record para el Guinness: el presidente que más votos negativos expresos ha recibido en la historia de la humanidad. Es la ciberpolítica.

Vampira.

Hemos montado un cineclub en casa porque salir al cine con toda la familia, al precio a que el gentil ministro del ramo lo ha puesto, solo está al alcance de políticos sobreados. Lo hemos inaugurado con una película que llevaba años fuera de todo circuito: Vampyr, de Carl Th. Dreyer, un film de 1930 que no es de los más afamados suyos, desaparecido y del que se conservaban copias en no muy buen estado en un par de filmotecas europeas. En 1998 se hizo una versión integral, se rehizo en 2009 y vienen las dos juntas. Por exigencias del productor (que es también el protagonista, medianejo actor), había que rodar los diálogos en inglés, alemán y francés a la vez. Por eso se redujeron al mínimo y el director recurrió a las técnicas del cine mudo, incluidas leyendas a plena pantalla. La copia remasterizada es la alemana con subtítulos en español.

La peli es magnífica, una mezcla de expresionismo y surrealismo. Tanto el carácter del héroe, Allan Gray, como la peripecia del enterramiento en vida vienen directamente de Un perro andaluz (1929). Directamente. La parte expresionista está en deuda con el Nosferatu (1922), de Murnau. ¿Qué tiene, pues, la peli de Dreyer? El movimiento de la cámara, los planos dislocados, refinados, hasta rebuscados que mantienen siempre alerta la atención del espectador. Estamos obligados a interpretar cada escena a causa de la multiplicidad de enfoques y puntos de vista, incluido el llamado cámara subjetiva que, por entonces, era revolucionario. El equilibrio perfecto entre la figura humana en acción y su escenario. Un baile permanente, ligero y sutil, de una gran belleza plástica.

La historia es de vampiras. Ya sé que el femenino de vampiro es vampiresa pero prefiero vampira porque, como suele suceder con los nombres femeninos vistos como duplicados de los masculinos, vampiresa ha sufrido una degradación de significado. Así pues, Vampyr debe traducirse por Vampira. Creo. Hace justicia además a la inspiración de la historia, dos cuentos de Sheridan Le Fanu, publicados en 1872 en una recopilación titulada In a Glass Darkly, la obra que mencionan los títulos de crédito del film. Pero este no se basa en todas las historias, sino en dos:Carmilla y la habitación en el "Dragon volant". Carmilla es la historia de la vampira, publicada veinticinco años antes que el Dracula de Bram Stoker. Con todo, tampoco Le Fanu era original en esto. Uno de los primeros, si no el primer vampiro de la literatura occidental, a mi conocimiento, es el de John Polidori, publicado en 1819. Bueno, tampoco era enteramente de él. La idea se le ocurrió a Lord Byron, quien comenzó a redactarla en una noche de tormenta en los Alpes en la que también se concibió el Dr. Frankenstein, que esos sí son hermanos, Drácula y Frankenstein y no Frankenstein y el hombre lobo. Pero Byron la dejó apenas esbozada (de hecho, se publica como Fragmento). Polidori, su médico y amigo, se inspiró en ella y en otras de Byron y produjo The Vampyre. Pero, por una serie de circunstancias, se publicó como obra del ilustre poeta. Lo que sucedió después parece una trama de vampiros. La historia fue un éxito de superventas porque era de Byron, aunque este lo desmintió noblemente. Cuando Polidori la publicó bajo su nombre, dejó de venderse. Y Polidori se suicidó. Si bien puede que tampoco haya sido exactamente así, pues la muerte fue certificada por causas naturales. La historia del vampiro ya empieza con una incertidumbre sobre la muerte.

No obstante, la de Le Fanu, además de la atmósfera cerradamente gótica, añade un elemento de amor lésbico que está puritanamente convertido en la película en otro entre hermanas, cosa que choca especialmente cuando la hermana vampira mira con ojos ávidos a la inocente paloma. Esa línea homosexual ha tenido muchos seguidores contemporáneos por la vía de las Dráculas femeninas, en donde se hace evidente la carga erótica de todo el vampirismo. Dreyer prefiere enlazar con los cultos diabólicos, la magia y el propio vampirismo. Trae en su apoyo un extraño libro que supongo imaginado de Paul Bonnat, La extraña historia de los vampiros, aparentemente editado por los herederos de Gottleib Faust , en Leipzig, h. 1870. Aunque con l@s vampir@s nunca se sabe.

divendres, 1 de febrer del 2013

Visión de un nacionalista español atípico.




No lo tome la lectora a mal si comparto con ella este vídeo de un servidor sobre la llamada "cuestión catalana" que, en realidad, es también "cuestión española", quizá más. El punto de vista que en él se expone y ha sido el mío de siempre, no suele encontrarse en los medios de comunicación españoles. "No suele" es un understatement: no aparece nunca en los medios de la derecha ni de la izquierda. Es una posición (o discurso, como dicen l@s leid@s) invisible e inaudible. Está, sí, parcialmente presente, en Cataluña y el País Vasco en boca de gentes que no se consideran españolas. Pero en absoluto en España y argumentado por gentes que, como yo, se consideran españolas. Hagan la prueba: traten de defender este punto de vista en cualquier medio español de derecha, de centro o de izquierda. ¡Si todavía me acuerdo de cómo me echaron de una patada de El periódico de Cataluña por mostrar una cauta simpatía por el Pacto de Lizarra! Y voto a tal que El Periódico es un idem de izquierda. La prueba es que escribe Catalunya en castellano. Ahí es nada. Solo en lugares como La Tuerka, de TeleK con la que me honro en colaborar pueden defenderse libremente estas ideas.

La originalidad del vídeo, tengo la osadía de pensar, radica en que siendo un enfoque nacionalista español abierto, democrático y de izquierda, reconoce el derecho de autodeterminación de otras naciones del Estado. No es que lo tolere, no. Es que lo reconoce como preexistente y no dependiente de tolerancia o permiso ajenas algunas; y aboga porque sus titulares lo ejerzan en un clima de entendimiento democrático y mutuo respeto.

Desde el punto de vista del nacionalismo español de la derecha nacionalcatólica más reaccionaria, el de Palinuro equivale a una alta traición a los intereses de una Patria española definida en términos de cuarto de banderas, sacristía y, hoy, las cloacas financieras, repletas de sobres. Desde el punto de vista de Palinuro es el verdadero nacionalismo patriótico, muy superior al que la larga línea de persas, serviles, tradicionalistas, facistas, falangistas y últimamente neoliberales, ha impuesto a nuestro desgraciado país, pues se basa en una concepción de España integrada por las gentes y tierras que voluntariamente quieran pertenecer a ella. Ese es el éxito de naciones y Estados como Alemania, Francia o los Estados Unidos: sus partes componentes quieren serlo por voluntad propia, no a base de decretos de nueva, novísima y requetenovísima planta.

Dimisión de un gobierno bajo sospecha.

El bombazo de El País deja al gobierno noqueado. Su reacción ha sido típica del pánico. Rajoy, como acostumbra, se ha escondido, parapetándose detrás de la segundona. Esta, tras postergar su comparecencia, salió a dar la descompuesta cara que se aprecia en las fotos y lo hizo siguiendo la acrisolada doctrina de que la mejor defensa es un buen ataque. La defensa consistió en reiterar la transparencia, legalidad y limpieza de las cuentas del PP. Con lo cual no se entiende por qué se ha ordenado una investigación interna. El ataque mostró un fondo de resentimiento y odio. Cospedal anunció "acciones legales" contra todo aquel que difunda estas falsas afirmaciones. Amenaza de matar al mensajero y, de paso, al conjunto de la audiencia. Nostalgia de la censura franquista. ¡Ah, aquellos plácidos tiempos en que se podía robar y la gente, punto en boca! Por cierto, el de los "plácidos tiempos" también figura entre los presuntos sobrecogedores. Y su hermano, al parecer, como dadivoso. Y es que esto es muy fuerte: la dama de la austeridad castellano-manchega no solamente tiene unos ingresos desaforados, presuntamente legales, sino que está bajo sospecha de haberlos incrementado con otros presuntamente ilegales.

Muy, muy fuerte. El partido de los recortes, de la supresión de derechos, de la reducción de salarios, subvenciones de todo tipo y pensiones, de la negación del acceso a la educación, la sanidad y la justicia, aparece acusado de llevar veinte años repartiéndose sobresueldos en negro, de una contabilidad B, presuntamente delictiva. Las sospechas recaen, además, sobre el presidente del gobierno quien, sobre no haber sido claro jamás respecto al volumen y origen de sus ingresos, lleva desde el comienzo del escándalo Bárcenas, sin responder a la pregunta de si él ha cobrado alguna vez sobres en negro. Y es bien sencillo: sí o no. Por fin, ayer, Rubalcaba se lo preguntó en una conferencia de prensa. Una nueva evidencia de la falta de fuelle del secretario general del PSOE. Eso tenía que habérselo preguntado el miércoles en el Parlamento, en la sesión de control del gobierno.

En todo caso, este terremoto (los datos muestran también el vínculo entre Bárcenas y la Gürtel) es una crisis de Estado y el gobierno ya tendría que haber dimitido en pleno. Esa es la convención democrática imperante hoy en la Unión Europea. El escandalazo se ha internacionalizado. Hasta el embajador gringo, Solomont, salió dando su opinión, un poco al estilo proconsular que los Estados Unidos adoptan con los hispanos. Los europeos no dan crédito a lo que ven y se preguntan cómo aún no ha dimitido el gobierno. Es más: a ver cómo se presenta Rajoy en la cumbre de Bruselas del lunes, con qué cara y a decir qué. Si piensan poder engañar a los europeos, van dados. Todos nuestros vecinos están ya al cabo de la calle. Para eso tienen embajadores no del estilo de Trillo y servicios de inteligencia que funcionan a la perfección.

Afortunadamente para nosotros, los españoles. La salvación, como siempre, nos vendrá del extranjero. No creo que Frau Merkel, en año electoral, acepte hablar con Rajoy. Si no fuera por esta feliz circunstancia, si no estuviéramos en Europa, aquí no pasaría nada. La respuesta del gobierno sería negar la evidencia, atacar la libertad de expresión, recurrir a la censura, reprimir las manifestaciones de protesta y mantenerse gobernando por decreto hasta las elecciones de 2015. Mientras tanto, de batacazo en batacazo. Hace unos días, Rajoy decretaba silencio en el caso Bárcenas hasta ver las conclusiones de su irrisoria investigación interna. Creía el hombre ganar tiempo. Resultado: más ruido que nunca. Ahora quiere seguir oculto y en silencio hasta el sábado en que comparecerá tras una reunión con su gente.

Pues a lo mejor no llega ni al sábado. El Fiscal General del Estado quien, hace unos días, no veía razón alguna para investigar de oficio los sobres barcénigos, ahora no descarta la posibilidad de llamar a declarar a la cúpula del PP. Y eso quiere decir, el presidente del gobierno, que lo es del partido y por eso también cobra. Pero, además, está el chorreo de arrepentidos. Ya el primero del día, García Escudero, desmentía las afirmaciones de Cospedal y obligaba a la dama a encontrar un alambicado sofisma: García Escudero es cierto; el resto no. Pero el resto, sí. Detrás de García escudero vinieron Matas y del Burgo. Y vendrán más. Es el sálvese quien pueda.

Sobre todo porque El País parece estar en posesión de más y más graves pruebas.

A todo esto, llamativo el silencio de dos pesos pesados habitualmente gárrulos: Aznar y Aguirre.

dijous, 31 de gener del 2013

PPl, o Partido de Presuntos ladrones.

Hace unos años, Rajoy no contestó a una pregunta que le hizo en televisión una señora acerca de cuánto ganaba al mes. Y siguió sin contestar cuando se le planteó en los años siguientes. La razón está hoy clara: no lo sabía porque dependía de lo que contuvieran los sobres que trimestral o semestralmente le entregaba Bárcenas, el tesorero de su partido bajo cuerda y con dinero supuestamente negro, procedente, según parece, de donaciones o vaya usted a saber qué. Porque, a estas alturas, cualquiera puede hacer las suposiciones que se le antojen sobre el origen de esos fondos turbios que durante años, si la información de El País es correcta, han estado untando a un puñado de dirigentes de la derecha. Años.

Rajoy llevaba años cobrando en negro hasta, según se dice (pero de nuevo vaya usted a saber), 2008. Es legítima la pregunta: ¿sigue usted cobrando o ya ha "regularizado" su situación, buen hombre? El protagonista del mayor paquete de recortes y rebajas de la historia de España, el que empuja a la emigración a la gente y sume en la pobreza a quienes se quedan, llevaba años llenándose los bolsillos de forma vergonzosa, fraudulenta, propia de mafiosos. Siempre supuestamente, claro.

Álvarez Cascos, ese hombretón que amenaza con querellarse cada vez que alguien proyecta una mínima sombra sobre su "honorabilidad", igualmente años pillándolo crudo mientras sembraba el desconcierto en torno suyo con su desastrosa política de obras públicas que solo ha dejado detrás de sí un reguero de ruinas y se iba de caza como medida de emergencia ante catástrofes del tipo del "Prestige".

Javier Arenas, el campeón del trinque, el que ha salido al proscenio a contener la indignación general cuando empezó a saberse que este grupo de mangantes recibía dinero en sobres, el que prometía que se harán investigaciones exhaustivas y se tomarán las medidas adecuadas, también cobrando en negro durante años.

María Dolores de Cospedal, la dama de hierro de Castilla La Mancha, la que ha dejado sin sueldo a los diputados de la oposición, sin urgencias médicas a los vecinos de los pueblos pequeños, sin empleo a cientos, miles, de trabajadores públicos, la que se compra mansiones y olvida declarar picos de 7.000€ igualmente en la pomada de los sobres, pillando para casa mientras predica austeridad a todos los demás.

Todos parecen haber cobrado de Bárcenas: Aznar el puro, Acebes, Rato, figura familiar en donde se mueva dinero, el ínclito Mayor Oreja, azote de etarras. Todos.

Ignoro cuáles serán las consecuencias penales de esto y si las hay. Por lo pronto, ya pueden traer de prisa a Trillo de Londres y ponerle al frente de un bufete de emergencia. Tampoco sería tan nuevo, dado que, al parecer, es uno de los más y con mayor regularidad, lleva cobrando cantidades en negro por actividades probablemente más negras.

Con independencia de otras cuestiones esta es una crisis de Estado. El partido del gobierno lleva años en manos de un puñado de supuestos apandadores a quienes la gobernación del país importa menos que sus ingresos mensuales. Un hatajo de ladrones sin escrúpulos, demagogos baratos que han mentido sistemáticamente a la gente, a los medios, a sus electores, a todo el mundo. Una manga de sinvergüenzas que han convertido la muy problemática democracia española en un estercolero.

La situación solo puede resolverse mediante la dimisión inmediata de este gobierno de randas y la convocatoria de nuevas elecciones.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

¿De qué está hecho el capital?

El capital; no el dinero. El pobre dinero no tiene la culpa de nada. Cuando, en mis años mozos, traduje La filosofía del dinero, de Simmel, quedé convencido de que se trata de uno de los más maravillosos inventos de la humanidad. El dinero es la materialización de una idea, de algo que, en sí mismo, carece de consistencia: la idea del valor y la necesidad de medirlo. Por eso al principio la idea estaba adherida a la cosa que era valiosa normalmente por escasa, la moneda (que viene del latín Moneo, de Venus Moneta) era la cosa misma: la sal, la piel, la oveja, la vaca. Luego se descubrió el valor nominal y apareció el papel moneda, el dinero, que ya era rizar el rizo de la segunda abstracción. Pero el valor seguía midiéndose en términos de escasez.

Lo anterior se ve claramente con un ejemplo cotidiano: ¿es hoy el trabajo escaso? No, hay de sobra. El trabajo, por tanto, vale muy poco, casi nada. Y los salarios tienden a cero. Esto, sin duda, es inhumano, dado que el trabajo, la fuerza de trabajo, es todo con lo que cuenta la inmensa mayoría de la humanidad para sobrevivir. Pero la culpa no es del dinero, sino del capital que no son lo mismo, aunque a veces se confundan. No todos los ricos son capitalistas, pero seguramente todos los capitalistas serán ricos.

El capital es el dinero en acción, igual que el viento es el aire en movimiento. El capital es una relación social, como decía Marx. Esa relación se da en una sociedad con una determinada distribución del dinero, de la riqueza, en la que algunos tratan de incrementar la suya a base de cambiar la vida de los demás. Es entonces cuando actúan como capital y pueden hacerlo de modo legal o ilegal, moral o inmoral. El capital tiende a saltarse la legalidad y la moralidad, las que experimenta siempre como enojosas restricciones al logro de su objetivo del máximo lucro. Un ejemplo bien claro y evidente es la noticia de que algunas afamadas empresas españolas o extranjeras pero con presencia en España explotan trabajo infantil en otros continentes. Y, de seguir las cosas así, quizá se haga también en este y en este país.

Le viene de antiguo al capital. Prácticamente todas las empresas capitalistas del mundo comenzaron con eso que los economistas llaman "acumulación primitiva" de capital. Fundamentalmente actividades de robo, saqueo, piratería o rapiña luego consagradas con el paso del tiempo y las leyes y hasta ennoblecidas. El capital tiende al delito como la cabra al monte. Por eso se inventaron las regulaciones, intervenciones, legislaciones que el capital está siempre tratando de sacudirse. Es legítimo preguntarse ¿de qué está hecho el capital?

Pues básicamente de lo que un juez -obligado siempre a hablar de casos y personas concretas- acaba de dictaminar en el de Urdangarin, que este está poseído por un desmedido afán de lucro. Un desmedido afán de lucro lleva a alguien a traspasar la línea de la legalidad y jugarse su buen nombre y el de los suyos en actividades empresariales, de acumulación primitiva, en las que todo vale, el nombre del Rey o de una amiga del Rey.

Más o menos lo mismo que impulsa a Bárcenas. Sus actividades empresariales parecen ser muy variadas, desde el sector agropecuario al comercio de obras de arte. Pero están fundamentadas en un dinero acumulado de modo presuntamente ilícito. El capitalista, ya se sabe, tiende a ignorar las barreras legales y, cuando estas se levantan, a aprovecharse de ello. Por eso Bárcenas se acogió a la amnistía fiscal de su compañero de partido, el ministro Montoro. Y, de paso, ha creado un nuevo problema político al gobierno. Sin duda por orden de este, Hacienda se columpió negando en declaración pública que Bárcenas se hubiera acogido a la amnistía fiscal. Bárcenas ha probado ante el juez que, en efecto, "blanqueó" casi once millones de euros. Es decir: ahí, señoría, están once milloncejos del ala, "regularizados", como dice la ley y no "blanqueados", como dice la chusma. De los otros once hasta los veintidós que había en un principio, aquí nadie sabe nada.

¿De qué está hecho el capital? De lo que dice el juez, "el desmedido afán de lucro". Y otro día hablamos de la Iglesia.

dimecres, 30 de gener del 2013

España cañí.

Según mis noticias, TVE ha censurado una escena de homosexualidad en una serie propia, que se emite en horario de máxima audiencia, pretextando la audiencia infantil. Los niños no pueden ver cómo dos hombres (o dos mujeres) se besan. Pero sí pueden ver que se odian, se engañan, se envenenan, se asesinan, incluso entre hermanos. Tampoco es tan extraño. Al fin y al cabo, Caín y Abel no se llevaban muy bien. Desde luego, es una curiosa forma de entender la moral. La serie, según parece, es una imitación de Falcon Crest. Eso sí que me parece obsceno: adaptar productos culturales extranjeros, copiarlos, adoptar pautas culturales, formas de vida, costumbres extrañas, exponiendo situaciones que aparentan ser reales pero están fuera de la realidad cotidiana de la gente. Es un asalto, una imitación lacayuna y una renuncia a elaborar ficciones y relatos en los que la gente pueda reconocerse.

Pero, en fin, lo cañí es tomarla con la homosexualidad. Como ya no pueden tratarla de delito, han dado en la flor de considerarla una enfermedad, aunque la OMS hace años que la ha eliminado de la lista oficial de dolencias. No importa, en la España eterna se la sigue considerando una efermedad en virtud de la superior autoridad del obispado, experto en estos asuntos. Por eso hasta ofrece curarla. La autoridad secular, algo más prudente que la espiritual, prefiere invisibilizarla. Los matrimonios homosexuales, la homosexualidad han desaparecido de la Educación para a ciudadanía. Por supuesto, en la tele los chicos no se besan y, si se besan, se corta la escena. Y eso que esta no se rodó en el procaz extranjero sino en el viril solar patrio.

Claro, el Consejo de Europa la ha tomado con TVE, a la que acusa de someterse a las presiones del gobierno. TVE lo niega en solemne comunicado y tiene razón. TVE no se somete a las presiones del gobierno. Es el gobierno. O, mejor dicho, parte de él. Es su aparato de publicidad y propaganda con absoluta desfachatez. No saben los señores del Consejo de Europa qué es la España cañí. Podrían darse una vuelta por el foro.

El Rey está para el arrastre pero no puede abdicar porque es un momento muy malo para el prestigio de la Monarquía. La abdicación de la Reina de Holanda, frecuentemente empleada como espejo de la Corona española, no tiene nada que ver. Si se quiere emplear el caso como ejemplo, compárese con Isabel II de Inglaterra, que en tres años habrá reinado tantos como la Reina Victoria. La Monarquía no es una institución racional y no se atiene a pautas racionales. Cada cual abdica cuando le parece. Lo cañí de la historia es que el Rey no puede abdicar debido a la maraña de complicaciones procesales en que se encuentra su familia. Visto lo visto, quién sabe si él mismo. Siendo Rey, es irresponsable; pero no siéndolo, estando abdicado, cabría sostener lo contrario. El Rey Juan Carlos I no está sujeto a responsabilidad. ¿Y el ciudadano Juan Carlos de Borbón? Esa sería otra historia.

Lo último en cañí vuelve a los niños. Los escolares de la pública que lleven fiambrera (ahora llamada tupper por la misma razón por la cual el rompecabezas de toda la vida se llama puzzle) pagarán 3,8€ en concepto de ignoro qué. El precio del menú en el Congreso de los Diputados es de 3,5€. Sus señorías tienen el papeo subvencionado con cargo a los fondos públicos. Los escolares pagan incluso sin tener por qué. No comprendo cómo se puede permitir algo así.

Y cañí del todo es el asunto de los sobres. Rajoy ha prohibido a los suyos, gobierno y partido, hablar de él. Igual que la TVE escamotea los besos entre hombres. Pero los besos existen y los sobres, también. Los últimos han salido hasta en el New York Times. Es decir, son la comidilla mundial. En definitiva, un nuevo ataque, una nueva infamia de la conspiración judeo-masónica antiespañola. Eso sí que es cañí.

dimarts, 29 de gener del 2013

A las puertas del infierno.

El caso Gürtel/Bárcenas es descomunal. Responde a todos los esquemas interpretativos de la corrupción: la teoría de la mancha de aceite, la de la bomba de relojería, la de la traída y llevada manta, la de los colores de la corrupción (blanca, marrón y negra), la del ventilador, la del sálvese quien pueda, la de la venganza. Este caso de corrupción tiene tantas ramificaciones, tal calado en el tiempo y en el espacio y afecta a tal cantidad de personas de relieve político, económico y social que se confunde con la realidad misma. Y eso sin contar las cantidades cienmillonarias, quizá milmillonarias defraudadas, indebidamente apropiadas, malversadas.

Es, además, un asunto con una intensa carga emocional. El fenómeno en sí produce indignación y consternación en concreto el hecho de que se vean afectadas las más altas instituciones del Estado: la Corona, el Tribunal Supremo, el Gobierno y el Parlamento. En estas condiciones el Estado de derecho es muy problemático. Si a ello se añade que el único condenado hasta la fecha en el caso Gürtel es el juez que inició la investigación, se entiende el clima de fuerte tensión reinante.

Frente a este asunto, el caso de la Fundación Ideas, del PSOE es peccata minuta. No se trata del partido del gobierno, ni del gobierno, ni de los legisladores, ni de jueces o magistrados, ni de un miembro de la familia Real. Tampoco se trata de cientos de millones de euros. Se trata de una pareja de empleados de una institución que han decidido lucrarse indebidamente con un ardid rocambolesco, extraído de la trama de una novela, de inmediata aparición, escrita por la parte femenina del dúo. Un lucro cifrado en 50.000 euros. Calderilla para la Gürtel; la propina del guardacoches. Además, cuando la novela salga a la venta, seguramente se venderá como rosquillas. La autora se compensará por el mencionado lucro cesante y ya no estará obligada a escribir artículos en inglés y español sobre el cultivo de dátiles en Mauritania.

El caso Bárcenas es más de lo que el gobierno puede digerir a pesar de su mayoría absoluta. El nombre de Rajoy aparece en una cuenta suiza de Bárcenas; los recibís en poder de este ponen contra las cuerdas a una cantidad indeterminada de altos cargos; sus temibles cuentas parecen estar en relación con la financiación de la campaña electoral del PP en 2008; la lista Falciani, cuyo contenido empieza a conocerse lentamente, contiene nombres de políticos y empresarios suficientes para hacer saltar aun más de indignación a los ciudadanos.

No, no es posible tapar ni diluir el caso Bárcenas porque es un proceso abierto al sistema político surgido de la transición y secuestrado por los partidos, singularmente, los dinásticos. Ciertamente esa falla no es generalizable por igual a todos ellos. Ni siquiera al segundo dinástico, el PSOE, hoy en la oposición. Los socialistas han tenido y tienen episodios de corrupción. Pero nada comparable a la que afecta al PP en el que parece tener carácter estructural. Porque allí donde no alcanzan los tentáculos del núcleo corrupto de la Gürtel, como en Castellón, Ourense o las Baleares ello se debe a que han erigido sus propias estructuras clientelares, caciquiles, corruptas.

Gobernar como Dios manda ya no es gestionar "razonablemente" la realidad, aplicar "sentido común" a una realidad "previsible" de un modo "normal". Gobernar es luchar por mantenerse de pie sin saber de dónde vendrá el próximo golpe, si del exterior en forma de algún nuevo desaire a España o del interior en forma de alguna decisión de los tribunales que obligue a las autoridades a revocar sus normalmente drásticas decisiones; si de la rebelión creciente del catalanismo o de la contumacia de otras comunidades no nacionalistas; si de una posible revelación de Bárcenas o de una querella por presunta comisión de delitos.

Ciberutópicos y ciberpesimistas.

Noticias de la corte.- La presentación del libro La comunicación política y las nuevas tecnologías en la librería Juan Rulfo de Madrid,  estuvo muy bien, muy concurrida y animada. Los dos invitados estelares, el alcalde de Jun y Félix Ortega, catedrático de Sociología de la UCM, tuvieron unas intervenciones interesantísimas. Muchas gracias a ambos. Las crónicas de este Real Sitio guardarán recuerdo emocionado de ellos y Palinuro los saluda efusivamente. Los dos defendieron puntos de vista encontrados y lo hicieron con enorme competencia.

Antonio Rodríguez, el alcalde, hizo una exposición completa de esa gran aventura que protagoniza hace ya casi quince años y ha convertido a Jun (Granada) en un punto de referencia mundial del gobierno abierto. Y cuando digo mundial quiero decir mundial. Jun muestra el camino del gobierno adaptado a la ciberpolítica. José Antonio es un ciberutopista nato. Con una extraña virtud: vive su utopía en la cruda realidad; mejor dicho, la convive con sus conciudadanos y, vía ciberespacio, con más de 160.000 seguidores en Twitter.

La réplica vino de Félix Ortega ciberrealista con un pellizco de ciberpesimista. Su gran capacidad analítica señaló los puntos cuestionables en el planteamiento ciberoptimista, compartido, como se sabe, por Palinuro. La parte más contundente, indubitable, de su razonamiento llegó al comienzo mismo de su intervención. Fue, por así decirlo la preparación artillera de la contienda que se siguió. Todo el avance, la ejemplaridad, el prodigio de Jun, argumenta Ortega, es indudable pero, en lo esencial, no se debe a las nuevas tecnologías, sino a la voluntad política de su alcalde. Algo indiscutible. El resto fueron agudas escaramuzas de infantería.

El animado coloquio a continuacion entró por esa línea de fractura. La de siempre, por lo demás, cuando se trata del impacto de lo nuevo en la acción humana. ¿Qué podemos esperar de las redes? Es desesperante pero cierto: todo y nada. ¿Son las redes o son los seres humanos? Las redes sin los seres humanos no serían nada; ni siquiera concebibles. ¿Y los seres humanos sin las redes? Seríamos lo que fuimos y lo que fuimos nos ha traído a las redes sin las cuales no es imaginable la vida. Por supuesto, no estoy diciendo que sea la situación del mundo entero. Pero lo será.