Hace unos años, Rajoy no contestó a una pregunta que le hizo en televisión una señora acerca de cuánto ganaba al mes. Y siguió sin contestar cuando se le planteó en los años siguientes. La razón está hoy clara: no lo sabía porque dependía de lo que contuvieran los sobres que trimestral o semestralmente le entregaba Bárcenas, el tesorero de su partido bajo cuerda y con dinero supuestamente negro, procedente, según parece, de donaciones o vaya usted a saber qué. Porque, a estas alturas, cualquiera puede hacer las suposiciones que se le antojen sobre el origen de esos fondos turbios que durante años, si la información de El País es correcta, han estado untando a un puñado de dirigentes de la derecha. Años.
Rajoy llevaba años cobrando en negro hasta, según se dice (pero de nuevo vaya usted a saber), 2008. Es legítima la pregunta: ¿sigue usted cobrando o ya ha "regularizado" su situación, buen hombre? El protagonista del mayor paquete de recortes y rebajas de la historia de España, el que empuja a la emigración a la gente y sume en la pobreza a quienes se quedan, llevaba años llenándose los bolsillos de forma vergonzosa, fraudulenta, propia de mafiosos. Siempre supuestamente, claro.
Álvarez Cascos, ese hombretón que amenaza con querellarse cada vez que alguien proyecta una mínima sombra sobre su "honorabilidad", igualmente años pillándolo crudo mientras sembraba el desconcierto en torno suyo con su desastrosa política de obras públicas que solo ha dejado detrás de sí un reguero de ruinas y se iba de caza como medida de emergencia ante catástrofes del tipo del "Prestige".
Javier Arenas, el campeón del trinque, el que ha salido al proscenio a contener la indignación general cuando empezó a saberse que este grupo de mangantes recibía dinero en sobres, el que prometía que se harán investigaciones exhaustivas y se tomarán las medidas adecuadas, también cobrando en negro durante años.
María Dolores de Cospedal, la dama de hierro de Castilla La Mancha, la que ha dejado sin sueldo a los diputados de la oposición, sin urgencias médicas a los vecinos de los pueblos pequeños, sin empleo a cientos, miles, de trabajadores públicos, la que se compra mansiones y olvida declarar picos de 7.000€ igualmente en la pomada de los sobres, pillando para casa mientras predica austeridad a todos los demás.
Todos parecen haber cobrado de Bárcenas: Aznar el puro, Acebes, Rato, figura familiar en donde se mueva dinero, el ínclito Mayor Oreja, azote de etarras. Todos.
Ignoro cuáles serán las consecuencias penales de esto y si las hay. Por lo pronto, ya pueden traer de prisa a Trillo de Londres y ponerle al frente de un bufete de emergencia. Tampoco sería tan nuevo, dado que, al parecer, es uno de los más y con mayor regularidad, lleva cobrando cantidades en negro por actividades probablemente más negras.
Con independencia de otras cuestiones esta es una crisis de Estado. El partido del gobierno lleva años en manos de un puñado de supuestos apandadores a quienes la gobernación del país importa menos que sus ingresos mensuales. Un hatajo de ladrones sin escrúpulos, demagogos baratos que han mentido sistemáticamente a la gente, a los medios, a sus electores, a todo el mundo. Una manga de sinvergüenzas que han convertido la muy problemática democracia española en un estercolero.
La situación solo puede resolverse mediante la dimisión inmediata de este gobierno de randas y la convocatoria de nuevas elecciones.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).