dissabte, 6 de juny del 2009

La agonía de la izquierda.

La izquierda se bate en retirada en Europa. Estas elecciones al Parlamento europeo pueden ser su toque de difuntos. ¿Qué fue de los otrora orgullosos y triunfantes partidos socialistas y socialdemócratas europeos? Parecen fantasmas del pasado. Su visualización está hoy ligada a fenómenos de hace una docena de años, no más, pero que parecen del pleistoceno. La Third way de Tony Blair (Tony... who?), como el Dritter Weg, de Gerhard Schröder (Gerhard... wie?) carecen de toda consistencia conceptual. Ya no la tenían en su origen, en virtud del principio del tercio excluso pero ahora la carencia se ha hecho clamorosa. De hecho el laborismo británico, reducido a la peligrosísima tercera posición en las elecciones municipales, puede augurar un cambio decisivo en el sistema de partidos ya que el político, encuadrado en el principio mayoritario, no es tan fácil de cambiar. En Alemania, la escisión de Oskar Lafontaine entraña cierto riesgo de supervivencia para el viejo SPD. De los socialismos francés e italiano merece poco la pena hablar. El italiano, después del sórdido asunto de Bettino Craxi, no volvió a levantar cabeza y el francés quizá tuvo su última oportunidad con Segolène Royal pero hoy puede verse despedazado entre lo izquierdistas de Olivier Besancenot o y los centristas de François Bayrou. El socialismo europeo está en crisis. Gobernar lo hace en Portugal, Austria y Noruega, países poco decisivos en Europa y uno de ellos, encima, fuera de la Unión Europea, como lo está Suiza. En los demás países europeos occidentales excepto en España el socialismo es una dimensión política en decadencia. Y no parecen signos de que vaya a a salir de ella.

Este fenómeno debe de tener algún tipo de correlación con la actual crisis económica. Sin embargo, la manifestación externa viene a mostrar lo contrario. Es en los momenos de crisis cuando deberíamos esperar socialismo pero nos llega conservadurismo. En España está por ver pero lo cierto es que según va pasando la crisis, la oposición va cobrando fuerza. En el resto de Europa, el viejo socialismo no suele ser mas que un nostálgico recuerdo. En los años noventa, a raíz del hundimiento de la Unión Soviética, el comunismo salió del escenario político normal: unos renegaron del partido, otros lo disolvieron y otros, por fin, lo mantuvieron en todo ese tiempo. como el que mantiene una reminiscencia cuando no el brazo incorrupto de Santa Teresa o la momia de Lenin. Hoy parecería que es el socialismo quien tiene que librar una intensa batalla histórica por la legitimidad de un símbolo, el socialismo, la izquierda.

Por lo demás, el panorama teórico de la izquierda se ajusta como un guante a la concepción de la filosofía postmoderna: nada de relato único, de verdades absolutas, de necesidad o generalización históricas, nada de pretensiones de validez universal, nada de Kant. La izquierda es, así, un pensamiento fraccionado que ella misma tiene que disimular diciendo que no está fraccionado sino que es una situación plural: por plural ha de entenderse una situación en que conviven convicciones distintas y hasta contradictorias sin conflicto, muchas veces al borde del caos pero sin que pase nada porque la condición es que la convivencia lo sea en la inoperancia. Es lo que se llama la multiculturalidad, feliz estado de promiscuidad civilizatoria en la que distintas formas de entender la acción humana conviven en cuanto que se ignoran. Cuando, por algún motivo, levantan acta de la mutua existencia, se entredespedazan en una guerra de todos contra todos.

Lo dejo de momento aquí. Mañana veré las relaciones entre izquierda y socialismo, ecologismo, feminismo, pacifismo y (a modo de contundente resumen) capitalismo. Hasta mañana.

(La imagen es una foto de Roberto Rizzato >pix jockey< , bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 5 de juny del 2009

El discurso de Obama.

Mañana llegarán los especialistas, expertos y estudiosos a demostrarnos que nada de lo que oímos ayer es posible porque las relaciones internacionales son lo que son y mucho más importantes que la mera voluntad bienintencionada de un individuo; vendrán asimismo los enterados, los que saben la verdad verdadera y no se tragan las apariencias con que nos engañan a los demás, a explicarnos que este es el últmo ardid sionista para coger a los musulmanes con la guardia baja y acabar de una vez por todas con los palestinos; vendrán también los que creen en las leyes de la historia que dicen que el imperialismo norteamericano está perdido y lo sabe frente al despertar revolucionario de los pueblos del mundo y trata de ganar tiempo para sobrevivir, aunque sea unas semanas.

Todo eso será mañana. Hoy estoy encantado todavía de haber presenciado un hecho de gran importancia y momento: un presidente negro de los Estados Unidos hablando en un recinto del saber al mundo islámico y diciendo algo que ningún otro presidente de los Estados Unidos había dicho antes en público o en privado. Ninguno. De pronto Obama ha vuelto a ganar, al menos a mis ojos, la estatura y el valor que tuvo durante la campaña electoral y en sus primeros días de gobierno, antes de parecer que flaqueaba ante la tortura y Guantánamo y que buscaba triquiñuelas para zafarse de sus responsabilidades.

Pero aquí está de nuevo, el hombre más poderoso del mundo, el Emperador, ocupándose del asunto más vidrioso, más complicado, más difícil y, en buena medida, causa de muchos otros, de la política internacional. Y lo hace con un estilo también nuevo: cierto que llamó al señor Netanyahu antes para ponerlo en guardia, pero no cedió a sus presiones como hicieron todos los antecesores en la Casa Blanca y ha adquirido dos compromisos firmes ante la opinión pública mundial: a) detener los asentamientos; b) forjar un Estado palestino. Cuando eso haya sucedido, ya tendremos tiempo de añadir que el muro tiene que desaparecer o que hay que buscar un estatuto especial para Jerusalén.

Y en ese discurso que fue como una manifestación del espíritu hegeliano en que el mundo ha vuelto sobre sí, lo español ha estado presente por partida doble: en lo histórico y en lo político. En lo histórico por la referencia a la tolerancia de Al-Andalus y en lo político por la invocación de la "Alianza de civilizaciones", aunque haya atribuido la iniciativa erróneamente a Turquía. O sea que mira por donde, los gorgoritos de Leire Pajín hablando de la coincidencia astral entre los mandatos de los señores Obama y Zapatero no son tan limitados y paletos como los vio el muy limitado, paleto y engolado señor Mayor Oreja.

Obama ha admitido que los Estados Unidos han torturado y han quebrantado derechos humanos en Guantánamo y ha reconocido que en Irak tomaron la decisión equivocada pues, en lugar de la guerra, debían haber acudido a la diplomacia, que era lo que todos los demás, excepto los señores Blair y Aznar, les urgieron a hacer. Pero esos reconocimientos, lejos de disminuir o debilitar la imagen de los Estados Unidos, la fortalecen y la ennoblecen. Al menos a mis ojos.

Se nota que el presidente de los Estados Unidos es demócrata y es negro. Se acabó el reinado de los criminales imbéciles que primero disparaban y luego preguntaban. Y, a propósito, parece que el señor Aznar vuelve a sembrar veneno sobre los responsables del 11-M. Por el mismo precio a lo mejor puede volver a decir que sí, que había armas de destrucción masiva en el Irak.

(La imagen es una foto de jmtimages [is it Friday yet??], bajo licencia de Creative Commons).

Al cuidado de la mamma.

Quien quiera divertirse un rato y reír de buena gana, que vaya a ver esta peli que aquí se titula Vacaciones de Ferragosto porque deja incólume lo que requiere explicación a ojos españoles, que es el término Ferragosto. Para mantenerlo, hubieran hecho mejor traduciendo el título original como se debe El almuerzo de Ferragosto.

Esta comedia de Gianni di Gregorio, es una mezcla de "nuevo cine italiano" y viejo neorralismo. Un don nadie de mediana edad, Gianni, magníicamente interpretado por el mismo Di Gregorio, sin trabajo ni oficio conocido, que habita con su madre viuda en el viejo caserón de alquiler en el centro de Roma cuyos gastos, sin embargo, hace años que no paga, ha de quedarse en la capital un 15 de agosto (ferragosto) porque no tiene con quién dejar a su anciana madre. Tampoco hubiera podido ir a ninún sitio porque está sin blanca. El caso es que, presionado por el administrador de la casa, que le recuerda sus ingentes deudas, se ve obligado a quedarse en tan señaladas fiestas también con la madre del propio administrador y una tía ya que él debe ir con la familia a un balneario al que su madre no quiere ir. En realidad se va un par de días con una jovencita. Cuando Gianni empieza a hacerse a la idea de pasar el ferragosto encerrado en su casa con tres viejas, héteme aquí que viene su médico de cabecera, le hace un rápido reconocimiento y le pide por favor que se haga cargo también de su mamma, ya que él tiene guardia en el hospital.

La película son las vicisitudes de Gianni, encerrado un 14/15 de agosto en casa con cuatro viejas que no se conocen entre sí pero que acabarán haciéndose grandes amigas y pasando una estupenda noche de fiesta.

El pobre Gianni, quien anega su fatalismo en buen vino blanco tiene que hacer la cena de las ancianas y acostarlas. Al día siguiente habrá varios conflictos en marcha que dejarán a Gianni exhausto pero que nos permiten ver el carácter de cada una de las cuatro viejas, trazado con una concisión, una sobriedad, elegancia y maestría muy poco habituales: todo a base de incesantes travellings y planos cortos que se suceden sin parar (en claro contraste con un arranque de cámara fija preponderante) y componen unos escenarios llenos de vida. Como están los cuatro personajes, a los que el director saca en primeros planos crudelísimos, con sus arrugas, sus pelos, pellejos, todo y, sin embargo, las cuatro acaban resultando muy simpáticas: la madre de Gianni, un remedo italiano de Gloria Swanson en Sunset bulevard, llena de afeites; la madre del administrador, una ligona casquivana; la tía del mismo, una aburrida abuelita simple que sólo habla de la pasta al forno y la madre del médico, condenada por este a dietas severas y que padece bulimia de pasta al forno precisamente. Y Gianni tratando de sobrevivir, cosa que consigue cuando, al final, las viejas lo compran.

Es una peli verdaderamente agradable.

dijous, 4 de juny del 2009

Respuesta a mis críticos.

El otro día, a raíz de la mentira y sucia estratagema de la candidatura de Iniciativa Internacionalista de condenar el recurso de la violencia para obtener fines políticos un día y desdecirse al siguiente, Palinuro publicó una entrada llamada Las mentiras de Iniciativa Internacionalista en la que, entre otras cosas, se decía: "El asunto no tiene mayor importancia que la de que unos granujas hacen honor a su condición de tales, mintiendo sobre sus propósitos e intenciones. Como todos los granujas. Cualquiera que conozca este mundo de los pistoleros y sus correveidiles en las instituciones, sabe que este brusco giro (de condenar a no condenar) probablemente se debe a que los pistoleros han amenazado a sus correveidiles y estos han vuelto al redil, acojonados". Al poco apareció un par de artículos y docenas de comentarios en la prensa digital dizque de izquierda (Rebelión, Insurgente, Kaos en la red) llamándome de todo, incluso, poderoso y original numen, "rata" de no sé qué. No voy a contestar a los ataques porque no merecen la pena. Pero sí voy a hacer tres precisiones para dejar las cosas en su sitio.

1ª) En cuanto al fondo del asunto. Mi querella no era con lo que II defienda o deje de defender que no es cosa mía, sino con algo previo en las relaciones humanas: el valor de la palabra dada, que distingue a las personas de bien de los granujas. Si uno se compromete hoy a algo y mañana lo niega, uno se arriesga a que lo llamen, y con razón, no sólo lo que se leyó más arriba, sino también embustero, sinvergüenza falto de principios, etc. Porque antes que defensor de esta o aquella causa, antes que político, entiendo que hay que ser persona cabal y de bien, para lo cual hace falta tener palabra.

2ª) En bastantes de los ataques hay invitaciones más o menos explícitas a que no se me permita escribir no solamente en los medios de la "izquierda" llamada alternativa, sino en los de la comercial también, incluido el diario en que ahora lo hago, Público. Estoy acostumbrado. He sufrido prisión y todo tipo de censuras y expulsiones durante la dictadura y en la etapa democrática. Me han echado de radios y periódicos por no marcar el paso y no voy a hacerlo ahora ni acompasarlo al paso de la oca de estos censores . Por eso tengo un blog, en donde ningún comisario político puede callarme. Pero que quede claro que es lo que pretende buena cantidad de los soliviantados borregos de la "izquierda": censurarme. Y no sólo en el papel.

3ª) En otros ataques se insinúa que expongo a los miembros y/o simpatizantes de II a peligro de represalias incluso mortales y que soy un cobarde por ello. La mentira tiene vuelo corto. Hoy, aquí, en España, quienes defienden lo que defiende II y/o simpatizan con ello, no corren riesgo físico alguno. Ninguno necesita escolta y no la lleva. Nadie los amenaza. Viven seguros. El peligro lo corren quienes pacíficamente se les oponen. Esos sí necesitan escolta, porque viven amenazados de muerte. Estos "izquierdistas" que no corren peligro son los que señalan a quien, no pensando como ellos y oponiéndose a ellos, cual es su derecho, puede que tenga que empezar a llevar escolta. Lo digo por lo que pueda pasar y para que quede clara la dimensión moral de estos atacantes que compran su seguridad al precio de su abyección. La intelectual ya lo estaba.


Actualización a las 10:00 horas de hoy.

La polémica de que aquí se habla ha seguido hoy por la mañana (véase la respuesta del señor Frabetti y mi nueva y última respuesta).


Y corono aquí con una declaración:

Si alguien asesina a civiles indefensos en nombre de las ideas que profeso, una de dos:

- No son las ideas que profeso.


- Si lo son, repudiaré, despreciaré y condenaré sin tregua ni pausa al asesino con independencia de cualquier otra consideración.

Todos contra el PSOE.

Estuvo bien el programa de debate de anoche en la TV1 entre cinco representantes de las cinco listas electorales que obtuvieron representación parlamentaria en las elecciones anteriores. Fueron los cabezas de listas de Coalición por Europa (CiU, PNV, Bloc Nacionalista Valencià, Uniò Mallorquina, Uniò Menorquina, Coalición Canaria y Partido Andalucista), Ramón Tremosa; Europa de los Pueblos (ERC, BNG, EA, Chunta Aragonesista, Confederación de los Verdes),Oriol Junqueras; Izquierda Unida, Willy Meyer y los segundos del PSOE, Ramón Jáuregui y del PP, Luis de Grandes. El formato de 59 segundos es muy eficaz porque obliga a los intervinientes a ser concisos y claros, no deja a nadie fuera y es muy vivo.

Si tuviera que ordenar a los candidatos por la impresión que me causaron, la jerarquía sería: Jáuregui, Junqueras, Meyer, Tremosa, De Grandes. Jáuregui es un gran político y gran parlamentario, un hombre que habla bien, con un discurso inteligente y flexible. Junqueras tuvo intervenciones muy brillantes. En especial una en que señalaba la contradicción del Gobierno español, que habla de europeísmo pero luego pretende que España entre en el G 8 o G 20 como España, no dándose por satisfecho con la representación institucional de la UE. Willy Meyer argumentó bastante bien las propuestas de IU respecto a la UE si bien es poco probable que vaya a aplicarse alguna ya que su Grupo Confederal de Izquierda Unitaria, tiene en torno a un 0,5 por ciento de los escaños. El señor Ramón Tremosa (CiU) tiene un discurso en el que mezcla el soberanismo con el pensamiento conservador. Don Luis de Grandes dio la impresión de no haberse preparado el programa en absoluto. No tomaba notas de lo que decían los demás ni les contestaba y se limitaba a reproducir el argumentario del PP, viniera o no a cuento. Ese argumentario en lo esencial es: cuatro millones de parados; siete mil parados por día; España fabrica tanto paro como Italia, Francia y Alemania juntas siendo así que, en tiempos del PP, fabricaba tanto empleo como los tres países juntos; el PP salvó al país de la ruina en 1996 y lo dejó en prosperidad en 2004; el PP pidió un crédito para pagar las pensiones en 1996 porque el PSOE había dejado la seguridad social en la quiebra; el PP creo cinco millones de puestos de trabajo; el PP puso a España en el mapa del mundo, mientras que con Zapatero España es irrelevante; etc. El señor De Grandes saltaba de uno a otro y los reiteraba pero su discurso no se ajustaba a lo que se discutía; su sola obsesión era negar todo al PSOE.

Es inevitable que, siendo el partido del Gobierno, el PSOE concite la inmensa mayoría de las apelaciones, de forma que más que un "multílogo" el debate fue un diálogo sucesivo en que el PSOE fue uno de los dialogantes en cerca de un 75 por ciento de las intervenciones. Por eso ha sido tan importante que el representante fuera el señor Jáuregui, curtido en estos menesteres quien expuso las políticas del Gobierno mejor que éste.

Los dos catalanes/catalanistas coincidían claramente en lo referente al autonomismo/soberanismo pero diferían muy agudamente en política económica y política social. Ello probablemente explica por qué fracasó la oferta de ERC de hacer una lista catalanista conjunta con CiU.

Por último, la obstinada táctica de Willy Meyer de fundamentar la teoría anguitista de las "dos orillas", con una alianza permanente de PSOE/PP en un lado e IU en solitario en el otro, era evidentemente errónea porque permitía visualizar un desequilibrio monumental pues ¿adónde van los 41 diputados del grupo Confederal de Izquierda Unitaria frente a los 501 de los grupos popular y socialista?

El humor del embajador.

Mi maestro y amigo, Raúl Morodo, ha sido hasta hace poco embajador de España en Caracas ante Hugo Chávez con quien es leyenda que tenía hilo directo. Observador irónico de la realidad que lo rodea, hombre de rara sensibilidad para los aspectos más insólitos de esa realidad, con cierta inclinación poética, era cosa de tiempo hasta que Morodo se orientase por la línea de los embajadores literatos, algunos de los cuales, como Roger Peyrefitte o Lawrence Durrell, han alcanzado justificado prestigio. El caso es que, ya mediado el mandato diplomático que preveía, compuso esta especie de fantasía teatral, (Ovidio en Barlovento, Madrid, Aguilar, 2007, 149 págs.) que se representó leída en la embajada de española en Venezuela en la Navidad de 2006. La obra es una especie de farsa realista con elementos simbólicos y costumbristas y cierta atención a los aspectos linguísticos con una especie de curiosa antología de venezolanismos para interpretar la cual el autor nos provee con un vocabulario.

La trama es ingeniosa: unos venezolanos de clase media, bien chéveres, deciden hacer un negocio de rendimiento inmediato, elevado y seguro, consistente en un secuestro con petición de rescate. Lo ponen en marcha con el auxilio de Corina, la novia de uno de ellos y de dos delincuentes (malandros) negros. El secuestrado será el embajador de España. No se dice que sea de España pero se da a entender. Una obra de teatro que se interpreta en la Embajada de España y cuyo asunto es el secuestro del embajador.

Los secuestradores quieren un millón de dólares y los que acaban soltándolos, tras convencerse de que son imprescindibles para seguir adelante con sus proyectos y de que constituyen en realidad una buena inversión son el Obispo, el Banquero y el Senador, que son la parte simbólica de la obra: el poder religioso, el económico y el político con sus distintas formas de mediación. El embajador tiene una idea elevada del valor de la embajada y ello le sirve para reflexionar en un triálogo entre estos tres símbolos acerca de los principios mismos del orden. Así, valorando que, por fin, han conseguido convencer al Banquero (reticente al principio) de la necesidad de pagar el millón de dólares, que ya será resarcido, dice el Obispo: "¡Ah el poder! El poder es, al mismo tiempo, nombrable e innomabrable, pero sempre cierto y seguro. Y afortunada y aparentemente confuso: la trasparencia lleva siempre al desorden. Usted será felicitado y nosotros también: al final, querido Banquero, se trata de una buena inversión. No lo olvide" (p. 112). Los secuestradores han puesto en marcha un plan que llaman Pacto de Barlovento y trasladan al secuestrado a una hacienda en esta región. Pero luego sucede que, cuando se están poniendo en ejecución todas las predicciones para materializar el resultado del secuestro y los secuestradores reciben el pago, otros delicuentes, malandros, irrumpen en escena, arramplando con todo lo que encuentran y apropiándose de medios informáticos que no son suyos. Al menos, es lo que la pareja de criollo y negro que gestionó el intercambio ha contado a la otra pareja que quedó a la espera. Y eso puede ser cierto o no. La crítica es aquí costumbrista: la sociedad venezolana no es de fiar; ¡ni los delincuentes son de fiar...!

La obra muestra cierta influencia del teatro de Oscar Wilde, sobre todo en algunos diálogos chispeantes. Así, Ricardo Antonio tiene que tranquilizar a su novia Corina respecto a las consecuencias de sus planes. Por eso le dice: "No olvides que es un secuestro de fin de semana, de viernes a domingo, y también un secuestro diplomático, es decir, muy civilizado." (p. 44).

Se trata, por tanto, de una obra ágil, amable e irónica hacia todas las instituciones establecidas, incluidas las embajadas y, por cierto, muy bien escrita. Sería magnífico verla representada y que, como en la lectura en Caracas, el propio autor hiciera el papel del embajador secuestrado. Lo que no he acabado de entender es qué tenga que ver aquí el poeta romano Ovidio, fuera de que aparezca el nombre de una de sus amadas, Corina.

dimecres, 3 de juny del 2009

Paco, estamos contigo.

Llenazo hasta la bandera en la plaza de toros de Valencia. Tarde de exaltación, de emoción, de nervio y arena, de entusiasmo en el peor sentido del término, como enajenación. Miles de personas proclamando a gritos la inocencia de un imputado en un proceso penal en un acto emotivo y peligroso porque implica condicionar ese mismo proceso. Y con los líderes atizando las pasiones en lugar de refrenarlas, cual es su deber, con el señor Rajoy diciendo Querido Paco, yo creo en ti. Creo en lo que haces. Te he visto actuar muchas veces. La inmensa mayoría de los españoles creen en ti, yo siempre estaré detrás de ti, delante o al lado, me da igual, quiero que me oigan todos en la plaza, lo cual equivale a decir que si los tribunales encuentran culpable al señor Camps, el PP se habrá quedado sin Presidente.

El acto de ayer no es enteramente comprensible desde el punto de vista del Estado de derecho porque casi parece como si unos héroes estuvieran protegiendo a una pobre víctima de un linchamiento o de una persecución ilegal cuando lo único que aquí sucede es que el señor Camps es sospechoso de haber cometido un delito de cohecho. Nada más y nada menos. Todo lo demás, las declamaciones, los gritos, los "a por ellos, oé, oé", el barullo, sobra. Claro que según todos los indicios el resultado de las elecciones en Valencia va a ser desmesuradamente a favor del PP, pero eso no querrá decir nada a la hora de fallar en el proceso por cohecho que se sigue al presidente de la Generalitat. Muy español. Si José María el Tempranillo se presentara a unas elecciones saldría elegido. Muy humano, pues también saldrían elegidos Robin Hood o Francis Drake y hasta Jack el Destripador.

Los datos del paro.

El paro bajó en el mes de abril y a los conservadores casi les da una lipotimia del disgusto. De inmediato salieron diciendo que es cosa veraniega, estacional y que, a la vuelta del verano volveremos a las andadas. Es posible, pero no es cosa estacional y la prueba es que en mayo de 2008 el paro aumentó en España. Es una tontería que los del PP se molesten en negar la evidencia de que se apuntan a la doctrina leninista de "cuanto peor, mejor", que se alegran de los problemas del país, prefieren que todo salga mal y no se confortan con las soluciones. Creen que así ganarán las próximas elecciones. En el caso de las europeas es posible, aunque también es posible que las pierdan, pero en el de las legislativas de 2012, aún hay mucha tela que cortar.

Una prueba, ¿por qué no intentan hacer en Madrid lo mismo que en Valencia? ¿Por qué no volcarse con la señora Aguirre como con el señor Camps, teniendo en cuenta que, aunque no personalmente imputada, está asediada por varios procesos penales? Sin duda porque sus estudios internos les anuncian que la reacción del público madrileño no sería comparable ni de lejos a la del valenciano. Por una vez en la vida, el "vivan las caenas" no arraiga en la villa y corte.


(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Ética y futuro de la democracia.

Con este título ha organizado Monseñor Rouco unas jornadas en el CEU, paralelas al tramo final de la campaña electoral y con el muy evidente ánimo de influir en ésta en el sentido que cabe imaginar. Están llamados a impartir su sabia doctrina sobre asunto tan intrincado, entre otros, los señores Bono y Aznar, de quienes se esperan grandes aportaciones teóricas, sobre todo, claro es, del segundo quien, desde que dejó el Gobierno de España, no ha parado de largar en todos los foros imaginables y siempre en defensa de las ideas más reaccionarias, anticuadas, agresivas y autoritarias, expuestas con la suficiencia y el engolamiento que sólo da la ignorancia.

En el día de ayer sentó cátedra Monseñor Francisco Javier martínez, arzobispo de Granada y presidente de la Comisión Episcopal para la doctrina de la fe. Es Monseñor Martínez un personaje peculiar por cuanto su condición de clérigo no le impide haber sido condenado en firme por un tribunal de justicia a una multa de 3.500 euros por un delito de injurias y coacciones a un cura de su jurisdicción. Pero, como la justicia del Señor sigue caminos que sólo Él conoce, este príncipe de la Iglesia, en lugar de pasar una temporada callado, comparece en el foro de Monseñor Rouco a explicar la verdadera doctrina católica acerca de la democracia que ya no es un pecado y un mal, como en tiempos no ha tanto tiempo pasados cuando, por ejemplo, en España se hablaba del "demoliberalismo" como el que habla hoy del crimen organizado. Hoy, la democracia es un bien que hay que proteger y del que hay que difrutar... pero dentro de un orden. Para evitar que la sana libertad engendre el feo vicio del libertinaje. Por ejemplo, cultivando y respetando determinados valores, porque, como dice este doctor sutil, una democracia sin valores se convierte en una dictadura afirmación que me parece tan dictada por la osadía como por la falta de juicio. No porque yo crea que la democracia no tenga nada que ver con los valores sino porque la Iglesia de la que es purpurado Monseñor se regía por un Concordato con la dictadura de Franco que, al parecer, estaba basada en solidísimos valores nacionalcatólicos, al extremo de que el Dictador gozaba del privilegio de derecho de presentación muy útil para nombrar obispos en España.

En cuanto al asunto concreto de la democracia y los valores, aunque como buen instrumentalista y procedimentalista a mí los valores me parecen indiferentes a la hora de que la democracia funcione eso depende de que haya normas y procedimientos y estos se cumplan. Con respecto a los valores la democracia es tan respetuosa con ellos que admite que (casi) todos son legítimos y lo lógico es que prevalezca un pluralismo axiológico. Pero no es esto lo que dice Monseñor, no quiere Monseñor una democracia basada en todos los valores sino solamente en los suyos. De ahí que exija terminar con el "relativismo", con la creencia de que los valores son "subjetivos", para defender, sin duda la de que hay valores "objetivos", lo que quiere decir que hay que terminar con la idea de que todos los valores valen lo mismo y defender la de que unos valen más que otros o se imponen a esos otros. ¿Cuáles? Los de Monseñor, por supuesto.

Así que, como se ha visto bien a las claras, el único peligro real para la democracia es Monseñor Martínez que, además de estas peligrosas falacias en pro de la dictadura y en contra de la democracia, dice sinsorgadas como la siguiente: educar en valores es como quitarse de la cocaína con metadona, que no se sabe si le parece bien o no.


(La imagen es una foto de desaparezca.net, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 2 de juny del 2009

El aborto y la pederastia.

Hasta el señor Mayor Oreja parece haber comprendido que relativizar el delito de la pederastia para ir en contra del aborto como han hecho él y el obispo Cañizares no es una muestra de inteligencia. Lo ha comprendido hasta el señor Mayor Oreja que ayer introdujo una nota de insólita sinceridad cuando decía en el debate de la tele que no estaba haciendo comparaciones y que lo que él más detesta es la pederastia. Se sabe cuánto aborrece las comparaciones porque suelta otra de inmediato. Y, si no, vayan al señor Mayor Oreja y pregúntenle a quien salvaría entre dos personas en peligro, un pederasta y un abortista. A ver qué sale.

De una vez por todas: el pederasta destroza una o varias vidas; el abortista es el que evita que haya vidas destrozadas. En el primer caso el mal se identifica de inmediato, en el segundo el bien no es evidente. De ahí que se siga discutiendo.

El debate de la tele fue un muermo y ninguno de los dos candidatos hizo nada espectacular pero si de algo cabe hablar es de ese intento del señor Mayor Oreja de hacernos creer que el modo actual de "hacer" Europa consiste en ir a los organismos europeos a defender exclusivamente "los intereses de España". Si todos hicieran lo mismo, no habría Unión Europea. ¿Es tan difícil de entender?

Fin de una era.

Todo el mundo se acuerda: "Lo que es bueno para General Motors es bueno para América". Parece que no. O sí. Vivimos tiempos tan confusos que ya no se sabe si la suspensión de pagos de General Motors (GM) es algo bueno o malo. Aunque lo más seguro es que, como siempre, será bueno para unos y malo para otros y luego todo depende de cuántos sean los unos y los otros. Pero, en todo caso, es el fin de una era. La era de la sociedad automovilística como la hemos conocido hasta ahora. La era en que las tres grandes compañías, GM, Ford y Chrysler (los del edificio modernista de la calle 42 en Nueva York) de Detroit competían ferozmente entre sí. La era en que se inventó el "fordismo", esto es, la cadena de montaje que criticaría acerbamente Charlot en Tiempos modernos y que también inmortalizó Diego Rivera en los años treinta del siglo pasado cuando pintó en comisión dos frescos que se conservan en el Instituto de Arte de Detroit y representan la comunión del hombre y la máquina. Y todo eso en el marco de su genialidad con esos seres simbólicos madre/padre tierra y esas manos que simbolizan los pueblos que surgen de América Latina. Criticado o ensalzado el fordismo (y, luego, el taylorismo) hizo que Detroit produjera los coches más competitivos del mundo. A mediados del siglo XX, GM fabricaba la mitad de los coches que se vendían en los Estados Unidos. Por entonces y ya antes, GM era los EEUU mismos. En una carta de ayer, Michael Moore recuerda que los fascistas perdieron la segunda guerra mundial el día en que GM fue capaz de dejar de fabricar automóviles y, en cambio, fabricó carros de combate, aviones, baterías...GM dominaba el mundo y era un Estado dentro del Estado, con su propio sistema privado de pensiones en el que muchos piensan hoy con temor.

En alguno de aquellos profetas del neoliberalismo que empezaron predicar la doctrina en los años setenta recuerdo haber leído una anécdota que es aplicable a la crisis actual y muy significativa. Se trataba de llevar al ánimo del personal en el siglo pasado que carecía de sentido pedir un empleo "para toda la vida" pues el capitalismo es sinónimo de inseguridad e incertidumbre, ese es el sentido mismo del beneficio, apostar con riesgo de perder. La anécdota era una estadística: de las cien grandes empresas que empezaron el siglo XX como Armadas empresariales, pocas quedaban vivas a mitad del decenio de 1980. ¿Nadie se acuerda? ¿Qué fue de TWA, de Pam Am? ¿Qué de Kodak, dos grandes spressos europeus o de Lloyd's? Todas desaparecidas. El capitalismo es un Moloch que, en su paso tremebundo, va devorando otros Molochs. Es lo que Joseph A. Schumpeter llamó la "destrucción creadora" como espíritu del capitalismo. Una antinomia parecida a la "asocial sociabilidad" kantiana del ser humano. Nuestra falta de imaginación (y el hecho de que el libro de Schumpeter se escribiera durante la guerra) hizo suponer que la "destrucción creadora" era la guerra misma. Hoy asistimos pasmados al espectáculo de que se destruya riqueza a gran velocidad sin que haya bombardeos, cañonazos ni actividades armadas. Basta con ver cómo mes tras mes se produce lo que los economistas llaman un "crecimiento negativo" del PIB; quiere decir, menos PIB, menos riqueza de la nación. ¿Cómo se ha podido producir este desastre? Porque, una vez alcanzada la cima, GM dejó de estar dirigida por la obsesión de la competitividad o, si lo hizo, tomó decisiones erróneas a lo largo de años y fue perdiendo poco a poco pero indefectiblemente cuotas de mercado, incluso en los EEUU a favor de las marcas extranjeras, mucho más competitivas, primero las alemanas y luego las japonesas. A partir de cierto momento, el declive industrial gringo se hizo visible cuando Toyota desplazó a GM como principal fabricante mundial de automóviles. Y lo peor es hoy que el problema lo plantean no los japoneses sino los chinos con unos automóviles a 5.000 euros la unidad con una competitividad que nadie en Europa puede igualar y tampoco en los EEUU, ni en Japón.

Y aquí es donde estará el nudo gordiano de esta crisis: si los planes de relanzamiento del Gobierno del señor Obama quien, como si fuera Lenin, ayer nacionalizaba GM, salieran, cabría pensar en una recuperación de la GM más saludable, dejando a la repleta todo el papel tóxico y las deudas incobrables. Pero también es posible que los planes no salgan. Por mucho que se adelgace a GM, se despida a más de la mitad de la plantilla y se cierre la mitad de los concesionarios en los EEUU, eso no tiene por qué garantizar que sus coches sean más competitivos que los chinos, lo que haría inviable la recuperación. Téngase en cuenta que la historia no acaba aquí. No sólo no son competitivos los coches occidentales; es que tampoco lo son los textiles, ni los electrodomésticos, ni la óptica, la informática o la ofimática. Por no ser competitiva no lo es ni la mano de obra y no sólo la de baja cualificación. Cada año se graduan en la India miles de ingenieros perfectamente capacitados, polivalentes, hablando inglés y cobrando la décima parte que un europeo .

En todo caso, de ser la salida imaginable lo es en el terreno tradicional de la industria del automóvil. Es posible que el señor Obama lea las recomendaciones de Michael Moore en cuanto a un radical cambio de modelo productivo y probablemente deba pero, si lo hace, no creo corra a ponerlas en práctica ya que da la impresión de que se le detienen las meninges en la previsión de un plan de salvamento que ponga a la industria sobre los pies de nuevo. Pero los pies del siglo pasado y no cabe augurar que esos cambios hacia el transporte público, los ferrocarriles de alta velocidad, los coches no contaminantes, los eléctricos, etc, sea cosa de mañana ni fácil de poner en práctica. Nadie parece ser capaz de prever una salida de la crisis mediante un cambio real del modelo productivo. Es más, se rechazan airadamente las propuestas de iniciarlo por algún lado; por ejemplo, cuando GM propuso comercializar ella misma los famosos y terribles coches chinos en los EEUU.

Esta crisis del automóvil es mucho más que una crisis del automóvil. La ciudad de Detroit ha perdido casi el sesenta por ciento de sus habitantes, ha pasado de dos millones a unos novecientos mil y una de cada cinco casas está vacía. Según Michael Moore, el cuarenta por ciento de los habitantes de Flint, Michigan, se ha ido también. ¿Pueden llegar Detroit y Flint a ser ciudades fantasmas? Pueden. De hecho, ya lo son en buena medida. Tengo noticias de que se venden casas a cien dólares y menos. Es más, grupos, tribus de artistas están tomando los centros urbanos porque las viviendas están abandonadas o los alquileres andan por los suelos. ¿Hay algo más artístico que pasear a solas el perro por una ciudad desierta de dos millones de habitantes? En estas condiciones, ¿puede suceder en otras partes lo que está pasando en Michigan? Puede. Quizá no de modo tan drástico pero muy notable. Aunque GM se ha desecho de sus filiales europeas Opel en Alemania (y otros país de la Unión) y Vauxhall en Gran Bretaña, las posibilidades de salvación de estas otras empresas dependerán de las medidas de corrección que se lleven a cabo. En España hay una planta de Opel que corre peligro y, aunque es la más competitiva de las que hay en Europa, está en una posición de debilidad política al no ser alemana.

Adiós a la era del Cadillac de Elvis, el de Franco, del cadillac amarillo, del rosa, del Pontiac, el Oldsmobile, el Chevrolet, el símbolo de rebelde sin causa, adiós a la civilización del automóvil. Adiós a una forma del capitalismo y un tipo de sociedad de expectativas crecientes que había materializado en el automóvil el signo externo del éxito en la vida. Eso se ha acabado.

(La primera imagen es una foto de dave 7, la tercera de Jim Frazier, bajo licencia de Creative Commons).