dilluns, 13 d’abril del 2009

El líder natural.

Si alguien es aclamado como "líder natural" de un pueblo es porque cualquier otro líder ha de considerarse "artificial", supongo. Es uno de los sentidos de "natural". Hay otro que no es tan favorable, cuando se establece por similitud con los hijos. Si uno es líder "natural" es porque el otro es "legítimo", igual que el hijo "natural" se contrapone al "legítimo", símil que aquí no es pertinente porque lo que el PNV intenta ante todo es deslegitimar al gobierno de Euskadi.

El problema está en el empleo de ese término "natural", sea cual sea su significado que presupone, en definitiva, la no aceptación de los resultados electorales del 1º de marzo pasado. Eso es lo que permite decir a los jeltzales que el PSOE se dispone a gobernar contra la mayoría social y política del País Vasco. Pero lo único aquí cierto es que la mayoría política es la que apoya al Gobierno del PSE. La mayoría social, como cualquiera otra que no se cuantifique en votos, pertenece al brumoso mundo del organicismo nacionalista, el de los "verdaderos" hijos de la madre tierra y semejantes fábulas contadas por amama al amor de la lumbre.

Sostiene el PNV que es el mismo parlamento de Vitoria el que no es representativo porque las elecciones se hicieron con una ley de partidos que considera injusta y si esa ley injusta no existiera, ellos, el PNV, podrían contar con los votos de la izquierda abertzale impedida de presentarse. Está bien esta afirmación porque confirma lo que todos sabemos pero el PNV juega a ocultar: que el PNV cuenta siempre con los votos de la izquierda abertzale que no hace ascos a la violencia para conseguir sus objetivos, o sea, los subalternos de ETA. ¿No dijo el señor Ibarretxe que para sacar adelante su plan no iba a aceptar votos de la violencia pero el plan del señor Ibarretxe pasó el trámite parlamentario de Vitoria con los votos que no iba a aceptar?

Finalmente las jeremiadas del señor Urkullu por la pérdida de Sión se resuelven en dos patadas. Quien no quiera verse perjudicado por la ley de partidos, quien quiera verla suprimida sólo tiene que hacer una cosa: acatarla y obedecerla, que no es tan difícil.


(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 12 d’abril del 2009

Una forma de razonar.

Hay muy pocas imágenes de María Dolores de Cospedal en la red en creative commons. Es una pena. El PP le interesaría dejar reproducción libre de imágenes de una persona tan fotogénica, tan guapa y tan seductora. Al fin y al cabo, lo que el partido quiere es que se vean los rostros de sus líderes, que el nombre y logo del partido vayan asociados a imágenes gratas y es el caso de esta señora, a quien da gusto ver. Y esto, por cierto, no tiene nada de machista. También se dice de los hombres. Todo el mundo sabe que en España hemos tenido dos presidentes del Gobierno guapos, Adolfo Suárez y Felipe y dos feos, Leopoldo Calvo-Sotelo, que más que feo era "saborío", y Aznar López, feo sin paliativos. Rodríguez Zapatero ocupa un tertium locum, el de los "guafeos" o "feoguas"; a algunos les parece guapo, a mí como el culo de una mona.

Pero lo que me interesa de la señora De Cospedal es lo que ha dicho en una entrevista en la COPE, ayer sábado de Gloria.

Escuché la entrevista íntegra y aún no salgo de mi asombro. El razonamiento de la señora De Cospedal parece no tener nada que ver con la lógica ordinaria de las cosas, es un conjunto de enunciados surrealistas que dejan pasmada a la gente pero por lo absurdo y sin sentido. Veamos: insistió varias veces, hasta el aburrimiento en que los nombramientos de nuevos ministras eran un fracaso del señor Rodríguez Zapatero, sobre todo en el caso de los dos nuevos vicepresidentes porque, en lugar de nombrar gentes capaces de hacer políticas contrarias a las que se estaban haciendo y tenérselas tiesas al presidente, ha venido a nombrar dos "Ángel Síseñor". Se queda uno un poco perplejo, ¿verdad? Esta señora piensa en serio que el deber de un presidente del Gobierno es nombrar ministro de Hacienda a alguien que vaya a hacer lo contrario de lo que él opina. Y, si no lo piensa, ¿por qué lo dice? ¿Porque sí piensa que el señor Rodríguez Zapatero es tonto y va a hacer lo que ella le diga? ¿Más tonto que ella?

Sostiene asimismo la señora De Cospedal que los andaluces quieren elegir a su presidente, vamos que es un clamor abrumador en Andalucía porque los andaluces, dice, "están desconcertados" pues a menos de un año su presidente los deja para más altos vuelos. Pero no sé si estarán más desconcertados que ella. No parece entender que los andaluces no eligen presidente. Los andaluces ni nadie en España. Aquí se eligen diputados de partido que es (el partido) el que decide quién será presidente. Y eso de que los andaluces quieran elegir otro presidente (o lo que sea) debe de habérselo soplado el Espíritu Santo, dado que nos acercamos a Pentecostés. Otra cosa es que hable en nombre del señor Javier Arenas que se ve abocado a perder las próximas autonómicas en 2012 frente a "un tal Griñán" y quiere ver si puede batirlo ahora mientras todavía se oye responder: "un tal ¿qué?".

La guinda vino al final. Había la señora criticado que el señor Chaves estuviera de vacaciones en Huelva después de que el presidente hubiera dicho que los ministros iban a trabajar en fiestas. Cuando criticaba ya todo el mundo sabía (al parecer menos ella) que el señor Chaves había pasado el día anterior con el señor Blanco y el siguiente seguía con el via crucis laboral con que los castigó el señor Rodríguez Zapatero. Faltó a la verdad la señora de Cospedal, ella dirá si voluntaria o involuntariamente. De lo que no hay duda es de que, preguntada al respecto, dijo que ella estaba de vacaciones en Málaga. La mentira suele ir coronada con la hipocresía.

(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).

Caudillo López

La definición es de ETA que así pone de relieve el carácter siniestramente españolista del señor López. Usan el término con el que se designaba al dictador, el gallego Francisco Franco. Franco era caudillo por la gracia de Dios; López por la de ETA. Caudillo era también el Cid Campeador, cabdiello que venia a decirse en la época, es decir, el que va en cabeza y por lo tanto dirige, el dirigente, leader, lehendakari. Lehendakari es caudillo en vascuence que siempre gratifica los oídos de la gente de estos valles rumorosos.

En realidad las declaraciones de ETA vienen a ser el contrapunto de las del PNV en este tristísimo Aberri Eguna, Otumba de las huestes nacionalistas. Un contrapunto como los dos bocinazos que da Harpo Marx en Un día en la Ópera por cada orden de Groucho que luego los traduce como: "¡y dos huevos duros!". El contrapunto ya no es de huevos duros sino dos tiros, que los tiempos y costumbres han cambiado algo.

Lo gracioso es que estos bocazas podían empezar por aplicarse sus propias reglas: esa de que "no renunciará a la lucha con las armas mientras no se pase de los discursos a los hechos". Que lo mismo se puede decir de ellos: menos palabras y más hechos. Mientras ladran no muerden.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 11 d’abril del 2009

La estafa de la enseñanza concertada.

A la hora de decidir qué educación recibirán sus hijos, Vd. puede enviarlos a una escuela pública, (enseñanza gratuita y nivel variable, generalmente satisfactorio excepto en las Comunidades gobernadas por PP, empeñado en desamparar la educación pública y privilegiar la privada concertada). También puede enviarlos a una escuela privada no concertada, (la enseñanza le costará un pico, pero podrá Vd. elegir la que prefiera en concreto y tendrá una calidad satisfactoria). Por último, cabe optar por la enseñanza privada concertada, mayoritariamente religiosa y subvencionada con dinero público (la enseñanza también le saldrá gratis y podrá Vd. elegir el tipo de educación que quiera). Pero es muy frecuente que esa enseñanza no sea gratuita sino que tenga un coste. Véase este vídeo para hacerse una idea.

Está claro ¿no? La ley dice que no se paga, pero muchos centros se las ingenian para cobrar por unos u otros conceptos, con unos u otros pretextos y con más o menos morro. En teoría esto es una estafa y parece que la presentadora del programa, señora García Campoy así lo piensa y así lo denuncia.

Según las estadísticas del Ministerio de Educación, el año pasado el 67,4 por ciento de los alumnos de enseñanzas no universitarias las cursaron en centros públicos, el 26,0 en centros privados no concertados y sólo el 6,6 por ciento en centros privados no concertados. Es de suponer que no todos los centros concertados recurran a estas prácticas fraudulentas pero está claro que éstas están muy extendidas sin que, sin embargo, la denuncia que hace la presentadora se haya trasladado a la calle. ¿Por qué?

Muy probablemente porque, aun pagando, las familias piensan que obtienen un beneficio: no pagan tanto como en la enseñanza privada no concertada, sino mucho menos, entre una tercera y una cuarta parte y, a cambio, se garantizan una educación para sus hijos más acorde con sus convicciones y, lo que no es asunto baladí, evitan la concentración de hijos de inmigrantes en las aulas. Según datos del mismo Ministerio el porcentaje de hijos de inmigrantes en la enseñanza no universitaria española es del 9,4 por ciento pero ese porcentaje está muy desigualmente repartido. La gran mayoría de esos casi 700.000 alumnos extranjeros se concentra en los centros públicos. De hecho hay zonas del país en las que los extranjeros son más que los autóctonos, con las consecuencias que son fáciles de imaginar. Mientras que ese porcentaje desciende drásticamente en los colegios privados concertados, entre otras cosas porque ese sobreprecio que estos cobran ya disuade a las familias inmnigrantes de enviar a ellos a sus hijos.

En consecuencia, el sobreprecio que cobran los colegios privados concertados que lo hacen es una estafa con la que los estafados parecen estar muy de acuerdo pues no se denuncia. Y no se denuncia porque es una garantía de que sus centros educativos, sostenidos con los dineros de todos, no entrarán los hijos de los inmigrantes o lo harán en una proporción irrisoria en comparación con los centros públicos. ¿Queda claro?

Siempre a tu lado.

Ha fallecido Corín Tellado, una escritora prolífica, al parecer la más leída en español después de Cervantes. Reconozco que sólo leí seis novelas de su ingente producción y eso por casualidad. Veraneábamos hace ya mucho años en Santoña porque nos pillaba cerca del penal de El Dueso a donde mi madre iba a cumplir tareas de socorro a los presos políticos y nos alojábamos en una casa de huéspedes. Un verano de los dos o tres que pasamos allí, se encadenaron varios días de mal tiempo con lluvias tan intensas y persistentes que no se podía salir de casa. Descubrí entonces un lote de novelas de la autora que alguien había dejado en la mesilla y las devoré. No recuerdo nada de las respectivas tramas que tenían notables similitudes y, por supuesto, menos los títulos, pero sí me hice una idea del estilo, la narrativa, el ambiente en que bañaba sus relatos, todos con conflictos amorosos en tercera persona en los que solía triunfar el amor, la belleza y el deseo por encima de las acechanzas no sólo de adversarios exteriores sino, lo que era más frecuente, de las incomprensiones, los equívocos producidos muchas veces por presunciones y prejuicios. Siendo novelas absolutamente especializadas y unidimensionales resultaban realistas porque se ambientaban en lo cotidiano de aquella España de los años cincuenta. Las profesiones de los chicos, las ambiciones de las chicas, las relaciones familiares, el mundo inmediato, todo era perfectamente reconocible, natural, ordinario.

Leo en la prensa que los grandes monstruos de la literatura contemporánea, García Márquez, Vargas Llosa, Cabrera Infante tienen en alta estima a Corín Tellado porque dicen que acercó la literatura a la masa de la población. Seguramente. A la femenina. Estoy convencido de que su público era casi exclusivamente de lectoras. Dudo de que hasta quienes, como los citados, la valoran, siendo hombres, la hayan leído. Los chicos, simplemente, no leían a Corín Tellado, ni los jóvenes, ni los mayores. Era una autora de mujeres; pero de esas, la leían todas, las chicas y las mayores. Y sería interesante averiguar algo de su impacto por clases sociales. Supongo que la autora era bastante transversal. Confieso que yo no la hubiera leído de no haberme encontrado atrapado por el mal tiempo en un pensión de Santoña.

Buscando imágenes de la novelista he encontrado en Flickr ésta tan curiosa que demuestra que Corín Tellado también se implicaba en cuestiones colectivas, aunque fueran tan problemáticas como la de la cooficialidad del bable.


(La imagen es una foto de doilacara, bajo licencia de Creative Commons).

Peregrino de la memoria (LVI).

Me sumerjo.


Como este relato se ha hecho ya muy complicado y me obliga a continuas revisiones que fuerzan a cambiar los textos anteriores, lo que me da excesivo trabajo, he decidido suspender su publicación. Es decir, sigo escribiéndolo y colgándolo en el blog porque he descubierto que es una buena disciplina para estructurar la narración, pero no de forma visible, sino como borrador que sólo puedo ver yo. Y paso a bortador también todos los anteriores. Continúo, pues, trabajando en él, sobre todo ahora que, habiendo alcanzado un volumen respetable, requiere mucha atención. Cuando lo tenga terminado daré aviso. Para entonces ya no tendrá sentido subirlo al blog sino que lo publicaré en papel.

divendres, 10 d’abril del 2009

Vuelven los curas pederastas.

En realidad nunca se han ido. Están siempre por aquí, tratando de aprovecharse de los chavales a los que los incautos padres católicos ponen entre sus perversas manos. Por eso no extraña nada leer en Público que Miles de menores sufrieron abusos de sacerdotes, según el arzobispo de Dublín. Esos miles se suman a los cientos y miles de los Estados Unidos, España, Italia y otras partes. A saber qué habrán hecho en América Latina y el África. La pederastia no es el comportamiento excepcional de un desequilibrado sino la regla de la congregación en cuanto entra en contacto con los niños.

Hacen voto de castidad pero son sacos de inmundicia.

La pederastia es el aliviadero de ese disparate del celibato del clero. Y además...

Estos pedófilos impenitentes que no pueden contenerse cuando tienen un niño cerca, a pesar de la maldición que cae sobre ellos en el Evangelio, son los que se permiten después escuchar en confesión los pecados ajenos.

Esta congregación de pederastas que abusa de la inocencia de los críos es la que después va por ahí oponiéndose el aborto en nombre del derecho a la vida. Quieren que nazcan más y más niños para abusar de ellos.

¿Cómo puede esta asociación de pervertidos arrogarse autoridad moral alguna para decir a la gente lo que tiene que hacer en ningún aspecto de la vida?

(La imagen es una foto de juglar del zipa, bajo licencia de Creative Commons).

Sin vacaciones.

Lo primero que hay que agradecer al nuevo Gobierno es que no haya tratado de dárselas de ejemplar y trabajador, dejando sin vacaciones a los funcionarios, que fue más o menos lo que hizo el primer Gobierno de Felipe González para dar imagen de entregado a la causa. Nadie obliga a los políticos a ser políticos y, por lo tanto, si quieren dar ejemplo, que lo hagan entre ellos y no obliguen a quienes no son políticos sino que se limitan a ganarse la vida como pueden a hacer lo que no quieren hacer.

El segundo agradecimiento tendrá que ver con la ya manifiesta voluntad de los nuevos gobernantes de ponerse manos a la obra, a tomar medidas que palíen en algo este desastre que se nos ha venido encima. Lo más importante, en efecto, el capítulo de obras públicas, en donde el Gobierno debe echar el resto. Pero sin descuidar los otros flancos. Es de esperar que haya planes en marcha para rescatar a las entidades de crédito si, como es de temer, la burbuja inmobiliaria sigue desinflándose y la morosidad y los impagos ponen a aquellas en peligro. Un plan de nacionalización de bancos no estaría nada mal. Y se supone que los conservadores no se opondrán ya que, como se sabe, es la línea que está tomando el Gobierno estadounidense, punto de referencia para la derecha española.

Y no son solamente los mencionados ministerios los que deben mostrar resultados ya. Lo mismo deben hacer otros: Agricultura, Industria... ¿A qué se dedica la ministra de la Vivienda? Porque si algunos van a quedarse sin vacaciones para calentar sus poltronas, más vale que se vayan. Así no consumen electricidad.

Haciendo coalición y pasando el cazo.

Joaquín Artés Caselles, Gobiernos minoritarios y promesas electorales en España, CIS, Madrid, 2008, 212 págs.

Un interesante trabajo de considerable base empírica para responder a dos preguntas encadenadas, una de orden general y otra más específica: ¿en qué medida cumplen las fuerzas políticas las políticas económicas propuestas durante la campaña electoral? ¿En qué medida se han cumplido las promesas electorales de Convergencia i Unió (CiU) en las cuatro últimas legislaturas y cuánto se ha beneficiado de ello la coalición? Para responder a ambas cuestiones el autor hace un estudio estadístico de los programas electorales de los partidos, en este caso, CiU, PP y PSOE. Ha codificado las promesas en función de una serie de variables y les ha aplicado unas técnicas estadísticas de las que dos en concreto, el análisis de correspondencias múltiples y el análisis cluster (o de conglomerados) son innovaciones. El trabajo se refiere a los casos de gobiernos minoritarios en España sostenidos mediante coaliciones parlamentarias.

Dibuja previamente el estado de la cuestión de las teorías de las coaliciones a partir de la obra iniciática de Downs, desarrollada luego por Riker y su supuesto de que siempre se llegaría a coaliciones mínimas ganadoras (CMG) y, cuenta habida del olvido del factor ideológico en la obra rikeriana, corregida después por el modelo de Leisserson que, sin embargo, también considera residual la ideología. Expone por último el giro de De Swaan, que cambia la perspectiva office seeking por la policy seeking, y consigue justificar la formación de gobiernos excedentarios no forzados fatalmente a las CMG, si bien tampoco está libre de críticas por su unidimensionalidad (p. 13). En los años 80 y 90 aparecen nuevos modelos que explican la formación de coaliciones políticas a base de juegos de estrategia mezclando la idea de la policy seeking y las constricciones institucionales en busca de equilibrios. Una de las conclusiones principales es que el partido que obtenga más votos siempre entrará en el gobierno, cuestión que el propio autor relativiza a la vista del caso actual de Cataluña (p. 20) y, con posterioridad, lo que parece está a punto de suceder en el País Vasco.

Existen varios métodos para ubicar a los partidos en el espacio de la escala izquierda-derecha, como encuestas a votantes, consultas a los expertos y los análisis estadísticos de los documentos políticos que es el preferido por el autor por ser el más objetivo, aunque laborioso (p. 26). Entre los documentos políticos, los más adecuados para el análisis son los programas electorales . El análisis estadístico de estos sigue las pautas del Comparative Manifest Group del Consorcio Europeo de Investigación Política, luego convertido en Comparative Manifest Project. Éste toma como unidad de análisis la cuasi-frase que luego se clasifica por categorías; se calcula el porcentaje de unidades de cada programa dedicado a cada categoría y se clasifica cada categoría en la escala izquierda-derecha (p. 51). La pertinencia de este análisis viene dada por la "paradoja del votante", esto es, los votantes no creen que los programas se cumplan y, sin embargo, las pruebas empíricas muestran que se cumplen en altos porcentajes porque, como dice Downs, cumplirlos es lo racional (p. 62).

En el caso español el estudio toma cinco elecciones generales, 1989, 1993, 1996, 2000 y 2004 y cuatro legislaturas, un gobierno de mayoría absoluta del PSOE, dos de mayorías relativas del PSOE y del PP respectivamente y uno de mayoría absoluta del PP. Los documentos analizados, los programas electorales de los citados CiU, PSOE y PP por cuanto CiU constituyó alianza parlamentaria para sostener un gobierno minoritario del PSOE en 1993 y uno minoritario del PP en 1996 (p. 69). El autor hace una base de datos con las promesas electorales de contenido específico: 1739; de ellas, 1026 de CiU, 362 del PP y 351 del PSOE. Las variables son: materia, grupo favorecido, tipo de medida, instrumento y órganos de cumplimiento (p. 79) conformadas en una serie de categorías. Luego hace un análisis multivariable (correspondencias múltiples) de las promesas electorales que se completa con otro de conglomerados, todo coronado con uno de regresión logística para ver las probabilidades de cumplimiento de cada promesa electoral en función de sus características (p. 80). Después se especifican los datos en función de las materias (agricultura, comercio, energía, política fiscal, etc), los destinatarios (consumidores, empresarios, exportadores, trabajadores, etc), los medios de actuación, esto es, los tipos de medida (legislación, gasto, ingreso, etc) e instrumentos (legislación general, tasas, IRPF, etc) y órgano encargado del cumplimiento (ejecutivo, legislativo). De todo ello se sigue que el programa electoral de CiU es "flexibilizador en materia laboral y liberalizador en materia económica", lo que lo distancia del del PSOE. A su vez, se acerca al del PP, con el que coincide más en materia económica (p. 111). Por cierto que el análisis de conglomerados permite visualizar las correctas distancias entre CiU, PSOE y PP, al tomar en consideración el doble eje izquierda-derecha y nacionalismo-no nacionalismo en el caso del CiU, una interesante precisión (p. 131).

Al analizar cómo ha ido a CiU en cuanto a cumplimiento de sus promesas electorales entre 1989 y 2004, plantea el autor tres preguntas: 1ª) si la colaboración con los gobiernos centrales (1993, 1996) ha sido beneficiosa para la coalición; 2ª) si la colaboración con el PP ha sido más beneficiosa que con el PSOE; 3ª) en qué parte del programa cabe esperar un grado de cumplimiento más significativo cuando cambia el partido en el Gobierno central o el poder parlamentario de CiU (p. 119). Para responder desglosa el autor los datos en cinco modelos en los que la variable dependiente es la probabilidad de cumplimiento de las promesas electorales y las dependientes las categorías de todos los datos. Las conclusiones muestran que hay un aumento muy significativo de cumplimiento en las legislaturas en que hubo gobiernos minoritarios con apoyo de CiU y, además, a la coalición le resulta más rentable colaborar con el PP que con el PSOE. La tercera pregunta, en cambio, no tiene una respuesta unívoca (p. 125).

Cierra el autor el estudio comprobando el conjunto de hipótesis respecto a la racionalidad política en materia económica, de las que se corroboran todas menos una: 1ª) la de la salience theory; 2ª) los programas de los partidos se cumplen (teoría del mandato electoral); 3ª) las promesas de los partidos que forman gobierno tienen más probabilidades de cumplirse que las de los que forman oposición; 4ª) en un gobierno minoritario la política del gobierno es una combinación de las preferidas por los partidos que forman la coalición parlamentaria de apoyo; 5ª) las promesas de los partidos de gobiernos minoritarios tienen menos probabilidades de cumplirse que las de los gobiernos mayoritarios; 6ª) los gobiernos minoritarios son una solución racional al juego coalicional; 7ª) la cercanía ideológica entre los miembros de la coalicion favorece el cumplimiento; 8ª) las promesas electorales en las que coincide más de un partido de los que forman la coalición tienen más probabilidades de cumplirse; 9ª) las promesas electorales reflejan el fenómeno de la "ilusión fiscal"

Como puede verse, las conclusiones del análisis empírico coinciden con lo que dicta la sabiduría convencional y el sentido común. Pero es importante que su fundamento sea empírico porque, de este modo, cuando se hagan las propuestas en momentos de deliberación, tendrán mayor peso.

dijous, 9 d’abril del 2009

Franco se va de Melilla.

Según parece, las autoridades melillenses van a dar por fin cumplimiento a la llamada Ley de la Memoria Histórica y, en los próximos días, retirarán la estatua de Franco que, a estas alturas, debe de ser una de las últimas, si no la última, de las que había en España. Bien hecho. Las generaciones futuras no entenderán cómo pudimos tener durante más de treinta años estatuas y otros monumentos de un asesino en plazas y calles de nuestras ciudades.

Esta estatua de Melilla, por cierto, no está mal y tiene cierta originalidad. No es ecuestre, sino que representa a Franco pie a tierra, como la que había en Guadalajara. Pero no con capote militar y rango de general, como en la capital alcarreña, sino con uniforme de regulares de África y grado de comandante que era el que tenía al llegar a la plaza.

No es esa la única peculiaridad de la estatua melillense. La otra, más significativa, es que la erección de la estatua la decidió el entonces Ayuntamiento de la ciudad en 1975 y se puso sobre su pedestal en 1977. Es decir, es una estatua póstuma de Franco.

Que ya hace falta ser franquistas...