divendres, 15 de maig del 2009

El aborto y la píldora.

Gran ofesiva del Gobierno en pro de la regulación de la natalidad en España, cosa muy puesta en razón, avance evidente sobre formas anteriores de sociedad, sobre costumbres periclitadas que han dominado hasta la fecha en el noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento del caminar del ser humano sobre la tierra forzándolo a aceptar los hijos que vinieren y como vinieren porque eran enviados por Dios y paridos con dolor. Esta forma de organizarse, obligada debido a la ignorancia de la especie humana, a su falta de conocimientos científicos sobre los procesos reproductivos, era al mismo tiempo causa y efecto de la condición subalterna de las mujeres. Porque la esclavitud de éstas en todas sus variedades (la doncella, la virgen, la casada fiel, la madre abnegada, la puta, la amante, la mujer florero, la esposa resignada, la desconsolada viuda, etc, etc) en provecho de los hombres surgía directamente de su falta de control sobre la reproducción de la que son fisiológicamente pero no racionalmente responsables, como si fueran cobayas.

A su vez la gran ofensiva que han desatado las organizaciones provida, Hazte Oír, etc apunta todos los cañones contra las dos últimas decisiones del Gobierno de poner la píldora postcoital a la venta libre en farmacias y aprobar la reforma de la vigente ley del aborto que hace la interrupción voluntaria del embarazo libre hasta la semana décimocuarta y desde los dieciséis años de edad. Hacen bien estas organizaciones llamadas "provida" en montar la marimorena, negar que el aborto sea un derecho, insistir en que siga siendo delito y tronar calle arriba calle abajo en favor del nasciturus. Es un discurso muy impactante y mucha gente se lo cree. Todos los que no se percatan de que a los antiabortistas la vida del nasciturus les da igual y su pelea no es por los sedicentes derechos del embrión sino por el mantenimiento de la situación supeditada de las mujeres en nuestra sociedad. De lo que se trata es de impedirles que lleguen a controlar su reproducción porque eso contribuye también a liberar su sexualidad y, como todos sabemos, la liberación sexual de las mujeres será también la de los hombres. No hace falta ser Wilhelm Reich para darse cuenta de que esta actitud equivale a un cambio radical del orden social. Así que de eso se trata en las campañas antiaborto: de mantener a las mujeres sumisas, templo de Dios, seno materno, descanso del guerrero, báculo de la vejez ajena, todo menos permitir que sean ellas mismas y puedan decidir por sí mismas.

La pelea entre abortistas y antiabortistas se da en dos planos semánticos distintos por razones evidentes. Para los primeros se trata de la lucha por los derechos de la mujer; para los segundos de la lucha por los derechos del embrión. Tenían que invocarlo así y hacer como que se lo creen porque es muy difícil invocar una causa social consistente en negar derechos a alguien, en este caso a los mujeres y no cualesquiera derechos sino el fundamental a decidir qué vida quieren para sí y para los suyos, incluidos los hijos, si los quieren.

Así que menos monsergas: en este debate nos jugamos la consolidación de la emancipación femenina en España u otro retroceso a tiempos de inseguridad jurídica, amedrentamiento de las mujeres, malos tratos, etc.

La interrupción voluntaria del embarazo, como el tomar la píldora del día después, son manifestaciones del derecho de las mujeres a controlar su vida. Para los provida no es un derecho sino un delito. Eso es lo que ha estado siendo desde el origen del cristianismo hasta hoy con los resultados escasamente halagüeños que cabe ver. Digo yo que sólo esta consideración justificaría el cambio de actitud para dar a la libertad una oportunidad y devolver a las mujeres el derecho sobre su propia vida. La oposición a esta actitud es lo que da la medida del verdadero liberalismo de los neoliberales españoles al estilo de la señora Aguirre: todos partidarios del derecho irrestricto a decidir del individuo... salvo que se trate de una individua y el decidir sea ahí sobre su reproducción. En tal caso estos seudoliberales afirman que ese derecho no corresponde a la mujer sino a Dios, al cura, al marido, al padre, al Estado, a cualquiera menos a ella.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 14 de maig del 2009

ETA y Carrero Blanco.

El domingo pasado, en unas declaraciones en Granada, el novelista inglés Martin Amis afirmó que habría que agradecer a ETA que atentara contra Carrero Blanco. Desde ese día estoy esperando a ver qué reacciones suscita una afirmación tan provocativa, tan sin ambages, tan directa y patente. Pues bien: ninguna; al menos ninguna que yo haya visto. Silencio denso y profundo. Los gacetilleros, plumillas y columnistas que tachonan los medios con la densidad de las estrellas el cielo, de ordinario vocingleros y parlanchines, han dado la callada por respuesta. Creen, probablemente, que es lo más prudente.

Sin embargo, la observación de Amis plantea una cuestión que afecta al modo en que el saber convencional de historiadores y cronistas entiende la transición. Viene a decir que si ETA no hubiera asesinado al Almirante, a saber lo que hubiera sido la ejemplar transición democrática española. De entrada cualquiera que conozca el paño se malicia que a Carrero presidente del Gobierno, el muy demócrata Rey Juan Carlos no le hubiera tosido y mucho menos se hubiera atrevido a ponerlo en la calle como hizo con Arias Navarro, Carnicerito de Málaga. Es decir, ETA eliminó uno de los principales obstáculos al restablecimiento de la democracia en España. En consecuencia tiene razón Amis y a fuer de nobles hemos de agradecérselo.

Ante algo tan trascendental el silencio de los opinion makers resulta incomprensible. Podría entenderse, en efecto, como una reacción prudente ante lo que cabe considerar como una injerencia intolerable de un extranjero en los asuntos internos patrios. Pero algo así es muy improbable en un país acostumbrado a conocerse en buena parte por lo que los afuereños le cuentan de sí mismo.

Entonces, ¿qué? En realidad no se dice nada por canguelo o, si se quiere, por cautela que es lo mismo pero en fino. Los comentaristas y analistas de derecha, verdadera turbamulta, creen que el asesinato del Almirante fue un acto execrable, penalmente perseguible y condenable como se debe con todo el peso de la ley, tanto como los asesinatos posteriores de guardias civiles y policías durante la democracia, pero no quieren criticar directamente a Amis para que no se los confunda con nostálgicos del franquismo.

A su vez los de izquierda, también abundantes, para quienes, en efecto, ETA posibilitó en buena medida la democracia española al asesinar a Carrero, tampoco quieren reconocerlo en público por temor a que se los acuse de simpatías con ETA, una organización terrorista, una acusación que les cayó con frecuencia en el pasado, dado que esas simpatías eran reales en tiempo del franquismo. Por ello, prefieren mantener un incómodo silencio antes que verse en la obligación de explicar sus liaisons dangereuses o de que alguien les pida que condenen la violencia etarra de hace treinta y cinco años como ellos piden que se condene la actual.

Sin embargo el asunto es bien sencillo y fácil de entender. Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno español en los últimos tiempos de Franco, formaba parte de un régimen ilegal, ilegítimo, compuesto por rebeldes y delincuentes que oprimió a los españoles durante cerca de cuarenta años, hasta octubre de 1975. En realidad hasta más tarde, hasta diciembre de 1978, fecha de promulgación de la Constitución, pero la de 1975 es buena porque permite visualizar el fin de un régimen en el de su fundador. Asesinar a Carrero entra dentro de la acrisolada doctrina occidental del derecho de resistencia contra la tiranía, hoy recogido expresamente en la vigente Constitución alemana, cuya manifestación más expresa, práctica y directa es el tiranicidio, defendido, entre otros, por el jesuita español Juan de Mariana en el siglo XVI en De Rege et regis institutione.

El asesinato de Carrero Blanco fue un acto de tiranicidio del que personalmente -y supongo que conmigo muchos, muchísimos más- me felicito y por el que felicito a la ETA de entonces por lo que afirmo que el señor Amis tiene razón. Gustará más, gustará menos pero gracias a que ETA eliminó físicamente al incondicional de Franco y en quien éste confiaba para que el atado y bien atado funcionase, en buena medida fue posible la democracia en España. Astucias de la razón o ironías de la historia; pero así fue.

Esto no quiere decir que apoye o defienda en modo alguno a ETA en su actuación posterior, durante la democracia. Bien al contrario: la tengo por una execrable organización terrorista compuesta por asesinos bastante estúpidos cuya existencia carece de todo sentido y justificación a partir de la entrada en vigor de la Constitución de 1978.

El graduado se jubila.

Estoy seguro de que todos quienes vieron la peli de Mike Nichols El graduado (1967) y les gustó se entusiasmarán con esta otra de Joel Hopkins,treinta y dos años más tarde. Las pelis no tienen nada que ver entre sí por supuesto aunque hay escenas al final de ésta (que aquí se llama Nunca es tarde para enamorarse) que recuerdan a aquella, con Dustin Hoffman, mucho mayor claro, corriendo desesperadamente para tratar de salvar su relación con la chica a la que está a punto de perder.

Pero no sería justo reducir los valores de este film a lo que pueda recordar o no recordar de aquel otro. Last Chance Harvey tiene méritos suficientes por sí misma. Es una bonita historia, romántica, sentimental con algo de ironía; la interpretación mano a mano de esos dos monstruos que son Hoffman y Emma Thompson es soberbia; está dirigida con sabiduría, equilibrio y energía; el guión es ágil y la fotografía brillante. ¿Qué más se puede pedir? Sí: que sea genial, que nos asombre, desconcierte y cautive. No pasa nada de eso porque es todo bastante previsible y moderado y quizá sea ese otro de los encantos de la peli. Los amores pasado el prime of life no suelen ser pasiones volcánicas y los relatos que los cuentan tampoco.

Es una historia de chico encuentra chica ya en el otoño de la vida. Los dos solitarios, frustrados pero no amargados ni vencidos; los dos sensibles, que no han encajado en sus respectivas historias y con vidas familiares insatisfactorias pero que saben entenderse, apoyarse el uno al otro y enamorarse, aprovechando el último tren que pasa por sus existencias.

La ambientación está muy bien. La historia del yankee en Inglaterra no por esperada y a veces repetida deja de cautivar y de ofrecer buenos instantes de la curiosa interculturalidad que hay entre estos dos pueblos, el estadounidenses y el británico. Ya sólo escuchar el inglés con acento newyoooker del estadounidense y el perfecto Queen English de Emma Thompson es un placer. Y el momento en que Thompson explica a Hoffman cómo los ingleses llevan el labio fruncido ya merece el aplauso. Aparte de la historia de amor que a veces es algo sensiblera, si bien los dos actores la ennoblecen, hay un elemento de ruptura biográfica, personal, laboral del protagonista que recuerda también el cine de los años sesenta del siglo XX por su visión iconoclasta y su valoración de que lo importante en la vida es vivirla de modo auténtico, siendo uno mismo y no vendiendo su tiempo vital para comer, asumiendo el riesgo, abriéndose a la aventura como si tuviera treinta años menos.

Es grande el cine pues crea una curiosa unidad de sentido entre dos historias que se imponen por sí mismas. Me explico: cualquier aficionado que haya seguido las carreras de Hoffman y Thompson acude a ver la película sabiendo que va a ver dos en una: la historia en sí misma por un lado y, por el otro, cómo Hoffman y Thompson dan vida a dos personas mayores y no por artificios del maquillaje sino porque ellos ya lo son.

dimecres, 13 de maig del 2009

El debate sobre el estado de la Nación.


Para tan interesante tema remito a mi artículo de hoy en Público titulado El estado de la confianza.

Una pila de millones.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha impuesto al señor José Galeote, exconcejal de Boadilla del Monte, Eldorado de la presunta mangancia popular, un millón de euros de fianza de responsabilidad civil por su supuesta implicación en varios delitos de la trama Gürtel. Con estos ya suman 2.075.000 euros de fianza a los caballeros populares que han estado sirviendo denodadamente al pueblo en los últimos diez años. De ellos 955.000 corresponden a Benjamin Martín Vasco y 755.000 a Alberto López Viejo, dos parlamentarios de Madrid que tampoco han tenido otro norte en sus vidas que sacrificarse por el bien común. Verdaderas fortunas. No hay duda de que estamos tratando con presuntos delincuentes de mucho ringorrango y prestancia, unos verdaderos graduados del trinque. Hace bien doña Esperanza Aguirre en protegerlos (a los que puede), manteniéndoles su condición de aforados pues, de otro modo, caerían en manos del juez Garzón que, dado el sadismo de su señoría, haría punto cadeneta con ellos.

La trama de corrupción del caso Gürtel, que afecta a tantos cargos del PP es, sobre todo, un comportamiento de clase. A ver ¿cuándo se ha impuesto un millón de euros de fianza a algún corrupto del PSOE, ni siquiera a alguno de aquellos pillastres del GIL? En términos marxistas, los del PSOE (cuando los hay) son el proletariado de la corrupción; los de GIL el lumpenproletariado y estos del PP, la burguesía. Como corresponde.


(La imagen es una foto de Funka-Lerele, bajo licencia de Creative Commons).

Fábula de la fábula.

Todos los años mi amigo Pedro Maestre, ingeniero de caminos, politólogo y alto directivo de una empresa, una mutua, escribe un libro de reflexiones de esas de moral de empresa, administración de personal, recursos humanos, etc, apoyado en la recopilación de algún tipo de material convencionalmente alejado del tema tratado. El año pasado fueron películas y este año son fábulas y cuentos infantiles de toda la vida. El libro (Fábulas, cuentos e informática, Madrid, Dintel, 2009, 432 págs) tiene como cubierta "Actividades estratégicas 2009". El término estratégico tiene mucho prestigio tanto dentro como fuera de las empresas, porque hace referencia a una actividad de largo alcance que se juzga siempre decisiva con relación a los fines que se pretendan. El "strategos" es el general y la estrategia la actividad del general o comandante en jefe.

En este año las reflexiones de Pedro sobre su estrategia empresarial se cuelgan de una selección de fábulas y cuentos, una por día y dos cuentos por mes. Las fábulas proceden todas de Esopo, La Fontaine, Samaniego e Iriarte y, aunque conservan de vez en vez algún trozo rimado, vienen todas en prosa. Se hace raro leer las fábulas en prosa. Al faltar la versificación, que tiene mucha fuerza nmotécnica es como si uno no se quedara tanto con el sentido de las historias, muchas de ellas tremendamente famosas.

Como quiera que el sentido del género fabulístico mismo es moralizante -de hecho, en muchas de las fábulas, especialmente en las de Samaniego e Iriarte, se incluye la moraleja- al vincular los textos clásicos con las reflexiones estratégicas sobre procedimientos de gestión etc, se produce una especie de duplicación, como si se tratara de fábulas de fábulas y, luego, de moralejas de moralejas.

Es curioso que casi todas las fábulas incluidas hablan de un número muy reducido de animales: el lobo, el zorro, la serpiente, la liebre, la tortuga, el cuervo, el águila, la corneja, la oveja, la cabra, el cisne, el oso, la comadreja, el león, la pulga y poco más. Todos ellos, los animales, muy antropomorfizados, casi constituidos en caracteres al estilo de Teofastro o La Bruyère, siendo muy típicos los temperamentos que se les atribuyen: el zorro es taimado, astuto, inteligente y de pocos escrúpulos; el lobo es fiero, cruel, glotón, orgulloso de su libertad y a veces un poco estúpido; el perro es reflexivo, prudente, fiel y un poco indigno; el cuervo, vanidoso; la serpiente, malvada, etc.

Como todo género moralizante, algunas fábulas parecen escritas para definir situaciones que uno vive cotidianamente y en la actualidad. Por ejemplo, adivínese en qué personaje español puede uno estar pensando cuando lee la moraleja de una fábula de Esopo que reza: "abundan individuos insignificantes que, aprovechando épocas de confusión, llegan a creerse grandiosos" (p. 67). Pues exactamente pero, como rezaba una veja historia polaca: "lo han dicho Vds.; yo, no".

En otros casos lo que sorprende es el alcance filosófico de alguna fábula, por ejemplo, El lobo y la oveja, de Esopo en la que el animal carnicero deja libre a la oveja porque ésta en efecto le ha contado tres verdades en las que la pobre, resignada a ser comida, hace de necesidad virtud (p. 117). Si bien se mira es una ilustración práctica de aquel supuesto de Hegel de que la libertad es el conocimiento de la necesidad pues la oveja es liberada precisamente por haber dicho la triste verdad de lo que la espera, de su necesidad.

En otros casos, las fábulas suelen tener valoraciones morales sobre la avaricia, la vanidad, la codicia: todas las veces en que un animal (normalmente un cuervo o un perro) abre la boca porque lo han halagado o trata de arrebatar algo en un reflejo, deja caer lo que en ella tenía.

El territorio moralizante de la fábula adquiere a veces fuerza de convicción uno diría que universal. Así, por ejemplo, cuando La Fontaine adaptaba a su siglo una expresión común ya en la Grecia clásica, de nada demasiado. Expresión que goza de casi unánime respeto. El problema es que el término "demasiado" implica una valoración negativa en sí misma, siendo así que no resiste un mínimo examen: ¿que significa "demasiada" cultura? ¿Qué "demasiada" justicia?

En algunos casos, mis querellas con las fábulas son desde el punto de vista objetivo, de las cuestiones de hecho. Por ejemplo, la celebérrima de La cigarra y la hormiga, en la que, como se sabe, hay una glorificación de la virtud de la previsión que, sin embargo, está basada en un conocimiento superficial y erróneo de la naturaleza. En el verano la cigarra canta mientras, además, cuida de su manutención personal porque, no siendo un insecto social, no tiene grandes graneros de especie que llenar. Para el invierno es inútil que almacene insecto alguno que no llega a él.

Leer los cuentos es siempre un placer porque son compendios clásicos de situaciones maravillosas que cada niño, probablemente, ha experimentado a su manera.

Dado que algunas de las fábulas (singularmente, las de Esopo) suponen episodios de la mitología griega, mi sugerencia es que el libro del año que viene vincule el saber de gestiòn de empresa con avatares mitológicos.

dimarts, 12 de maig del 2009

Un ciudadano ejemplar.

Héteme aquí que el señor Carlos Fabra, presidente hereditario de la Diputación de Castellón, prohombre del PP, al que el señor Rajoy no hace mucho consideraba un ciudadano ejemplar pese a estar imputado en una maraña judicial de presuntos delitos, finalmente verá cómo se le incoa procedimiento abreviado en el proceso penal por el de falsedad en documento. Desde luego, si este hombre con tal historial y antecedentes es un "ciudadano ejemplar" es cosa de preguntarse qué sea para el señor Rajoy un granuja, un sinvergüenza, un delincuente.

Este señor Fabra es el que hace un par de meses ponía la mano en el fuego por el señor Camps quien, a su vez, aparece como sospechoso de otros presuntos ilícitos a cual más chusco, probablemente urdidos y realizados en comandita con su amigo el bigotes. Como esto siga de este modo van a acabar todos en el PP como San Lorenzo.

Lo que comenta todo el mundo es que estos indicios, sospechas, imputaciones, incoaciones por comportamientos presuntamente corruptos que atañen a un buen puñado de altos dirigentes y cargos del PP, no parezcan hacer mella en las intenciones de voto de los electores que siguen manifestando que votarán por él en las próximas elecciones europeas en mayor medida que por el PSOE.

Si esto es así, tampoco es tan raro y no creo que se trate de una peculiaridad de los electores de la derecha, como si estos fueran más correosos que los de otros partidos y dispuestos a tragar carros y carretas en corruptelas de sus dirigentes. En los años noventa del siglo pasado, las pruebas sobre los casos de corrupción en el PSOE eran abrumadoras. Y no solamente de corrupción económica con algunos pillastres como Roldán, Urralburu, Otano, etc, sino de terrorismo de Estado y, con todo, el PSOE ganó las elecciones de 1993 y perdió las de 1996 por unos míseros 300.000 votos después de catorce años de gobierno y tres mayorías absolutas seguidas.

No, parece que el electorado español no penaliza la corrupción. Hasta cabe pensar que la premia. Dada la peregrina cultura política de un país que no ve vituperable defraudar a la Hacienda pública, cuyas universidades pueden fichar como conferenciantes a mangantes empedernidos o cuyas televisiones contratan a sinvergüenzas de toda laya, no se ve por qué los votantes tendrían que tener repentinamente un comportamiento virtuoso y castigar en las urnas a un partido como el PP en el que no solamente parecen abundar los casos más clamorosos de corrupción y pillaje sino cuyos dirigentes se guardan mucho de sancionarlos como la ética democrática exige. Al contrario, no solo no lo hacen sino que los protegen y, encima, mienten asegurando lo contrario. Con motivo de las últimas imputaciones a destacados militantes del PP de la Comunidad Autónoma de Madrid, la señora Aguirre afirma que estos han abandonado sus cargos, pero eso no es cierto: han abandonado los cargos de nombramiento, pero no los de elección que son los que les permiten blindarse frente a la justicia merced a práctica del fuero parlamentario que Palinuro insiste en que habría que abolir, precisamente para evitar que pase esto, que se utilice para obstaculizar la administración ordinaria de justicia.

Volviendo al inefable señor Fabra y sus exquisitas maneras se recordará cómo en estas Navidades pasadas decía que, si le tocaba la lotería "Me sacaré la pirula y mearé en la sede de Izquierda Unida". No es muy edificante, pero es absolutamente verídico y da una idea bastante aproximada de qué tipo de políticos son populares en estas tierras indómitas de Giles, Roldanes, Naseiros, Juanes Guerra y demás elenco de la picaresca millonaria.

(La imagen es una foto de Periódico La Democracia, bajo licencia de Creative Commons).

Diálogo de Ranza con su alter ego.

El hombre providencial, el milagro, el paladín de la Cristiandad, el salvador de España, el prodigio, el centinela de Occidente presentó ayer un libro cuya reseña está pendiente en Palinuro, flanqueado por lo más vistoso del pleistoceno del PP, almas en pena como el señor Pizarro, estantiguas como la señora San Gil y el señor Acebes o reliquias del paleofranquismo como el señor Mayor Oreja, terror del indómito vascón. Antes del entrañable acto, el señor Aznar, pues no es otro el aquí referido, accedió a mantener un diálogo abierto con su alter ego, el señor Ranza para delicia de los lectores de Palinuro. Lo transcribo íntegro:

- Ranza: estás que te sales por las costuras, Jose; eres la estrella mediática del momento.

- Aznar: no te creas. ¿Has visto cómo me odian? Aún no me hacen responsable del 2/6 del Madrid-Barça, aunque todo se andará.

- R: pero eso es lo que haces tú con Zapatero que, según dices, tiene la culpa de todo, de la crisis, del desguace de España, del aumento del paro, de la fiebre porcina, de la piratería en el Índico...

- A: ¡es que la tiene! A las pruebas me remito pues yo no miento jamás: recibió un país próspero y va camino de los cinco millones de parados; España se rompe por la política genuflexa de Zapatero ante los nacionalistas.

- R: no lo veo más genuflexo de lo que estuviste tú en 1996, que casi no consigues formar gobierno. Además, España no se rompe...

- A: te digo yo que sí y tú no leas tanto la prensa de izquierda ni oigas la SER, que vienes luego con dudas como de rogelio. España se rompe. Ese Pachi López es un nacionalista encubierto. Ya verás como sale queriendo negociar con ETA.

- R: Rubalcaba ya ha dicho que no varias veces y Patxi López asistió a un homenaje al guardia civil asesinado hace un año en Legutiano.

- A: ya hablaremos de esto más despacio cuando vuelvan a decir que quieren negociarlo. De momento, la posición internacional de España se ha debilitado. El Gobierno de Zapatero ha perdido todo crédito internacional desde que nos metiera en la aventura de Irak.

- R: ¡si ese fuiste tú!

-A: bueno, pero él nos sacó y, con eso se organizó el lío con nuestros aliados y ya no pudimos encontrar las armas de destrucción masiva.

- R: que tú crees que las había y que las hay, ¿no?

- A: por descontado; no seas pardillo. Y no se han encontrado porque la conjura criminal de ETA con los moros de Atocha y los socialistas del Irak lo han impedido.

- R: vamos a ver si me entero, entonces, según tú los atentados de Atocha...

-A: cortina de humo de ETA para, mientras el mundo miraba a Madrid, escamotear las armas de destrucción masiva que estaban, vaya si estaban. Yo sé muy bien en dónde las escondían.

- R: ¿igual que sabes cómo sale de la crisis?

-A : percibo un deje de recochineo en tus preguntas. Estoy acostumbrado en este clima de persecución universal contra mi persona y no me importa, la respuesta es: sí; sé cómo salir de la crisis.

-R: ¿cómo?

-A: despido libre, bajada de impuestos de las rentas más altas, privatización de los servicios públicos, fuera el Estado de la economía, desregulación total, subvenciones de todo tipo a las empresas, supresión del gasto social de cualquier clase, eliminación paulatina del sistema público de pensiones.

-R: eso es como una declaración de guerra social

- A: en crisis como ésta no valen politiquillos de tres al cuarto. Se necesitan grandes estadistas como yo.

- R: ¿se lo has contado ya a Rajoy?

- A: ¡qué dices! Si ese no sabe hacer la "o" con un canuto y se pondría a largar enseguida, sobre todo entre los enemigos de España, la Antiespaña que vive tan ricamente a la sombra de Zapatero cuya fórmula no es "más España", sino menos.

- R: sí, eso ya te lo he oído antes, pero no te admires de que la situación sea compleja y mucha gente honesta, de la que va a misa, no sepa qué quieres decir con "más España". Al fin y al cabo, España no es un zumo de naranja, del que puede pedirse "más", como de muchas otras cosas. "Más España" es literalmente un expresión absurda. En España no puede haber más ni menos España.

- A: ¿lo ves? Hasta a ti han manipulado: joven decidido de las juventudes de PP, con un proyecto brillante y grandes posibilidades, con las puertas de la FAES abiertas... Que no cunda el desánimo, que eso sí que es crisis. ¡Zapatero, dimisión!

(La imagen es una foto de World Economic Forum, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 11 de maig del 2009

Una sociedad de sicarios.

El visionado del vídeo del metro de Madrid en el que se ve cómo un soldado neonazi de asueto apuñala en el corazón a un joven de dieciséis años es estremecedor. Se aprecia con claridad que el hombre se prepara fríamente, saca el arma al entrar el vagón en la estación y se mantiene alerta, tenso, esperando una excusa para asestar un golpe fulminante, mortal, un golpe de maestro del puñal (sica en latín) o sea, un golpe de sicario. Algo similar al crimen que cometió ayer en Irún Enrique Sanclemente, quien asesinó, también de una certera puñalada a su mujer, Yasmín Rodríguez y malhirió a un hombre que salió en defensa de ésta. Otro maestro en el manejo del puñal, otro sicario. Y también con premeditación pues parece que ya había anunciado sus intenciones a su víctima sin que éste se lo tomara en serio.

Son momentos terribles, gestos fugaces y medidos; brilla un instante la hoja del cuchillo que asesta certera puñalada y la víctima, sorprendida e indefensa, se desploma sin tardar en morir. Cálculo exacto del sicario, ejecución precisa, sin titubeos ni posterior arrepentimiento. Y de nada sirven las concentraciones, las protestas, la normativa en vigor, los programas de concienciación: siempre habrá sicarios; hombres que, al blandir el acero se convierten en fríos asesinos, gente que mata deliberadamente, para afirmarse a sí misma, para que el mundo tome nota y se horrorice y para esparcir el miedo. Igual que en toda sociedad hay una cantidad de gentes altruistas, dispuestas a entregarse al prójimo, hay un porcentaje de sicarios para los que matar a otro de una certera puñalada entra dentro de su forma de relacionarse con los demás. En este caso, un neonazi y un machista; dos sicarios.

El hombre a caballo.

Onfray debe de ser uno de los autores más frecuentemente reseñados en este blog. Su decidida propuesta a favor de una filosofía no académica, hecha en el libre trato con las gentes, de una ética hedonista y su sistemático ataque a las religiones, especialmente la cristiana a la que, en consonancia con su maestro Nietzsche, considera culpable de la degradación del espíritu en Occidente lo hacen particularmente interesante para Palinuro.

En este libro (La escultura de sí. Por una moral estética., Madrid, Errata naturae, 2009, 221 págs), escrito a raíz de un viaje a Venecia, parte, entiendo de un periplo mayor a Sils Maria en pos de la memoria de Nietzsche, Onfray concentra su atención en la famosa estatua del condotiero Colleoni, de Verrochio y toma pie en ella para desarrollar una serie de interesantes reflexiones que él agrupa en una ética, una estética, una económica y una patética.

En la Ética Onfray se manifiesta fascinado por la fabulosa estatua ecuestre del condotiero que, dice, no gustará a "los aficionados a tibiezas éticas o revendedores de viejas virtudes bajo oropeles pordioseros" porque muestra demasiado narcisismo y orgullo, demasiada vanidad, arrogancia y hedonismo (p. 26). El condotiero de quien también habla Maquiavelo (Castruccio Castracani) es una fuerza de la naturaleza, un discípulo de Baco, Venus y las divinidades de la elegancia (p. 28). Es un individualista radical, un taumaturgo que tiene fuerza pero no ejerce la violencia que es más cosa de Tánatos (p. 35). Es un hedonista y un virtuoso en el sentido de la virtú clásica. Pero no en el sentido que le da Maquiavelo al decir que el hombre virtuoso ha de combinar las facultades del zorro y el león o en el de Gracián, que entendió el virtuosismo como el arte de la apariencia, la máscara, el falso pretexto (p. 40). Onfray prefiere los animales de Zaratustra, el águila y la serpiente porque el condotiero es un individualista como quería Nietzsche, es decir, alguien completamente ajeno a las estrategias sociales.Y así, frente al cinismo vulgar de Maquiavelo y Gracián se alza el cinismo filosófico de Nietzsche (p. 41). El condotiero es también el doble del artista así como un conductor (está en el nombre) que lleva a los demás fuera de los caminos trillados (pp. 45-46). He aquí un inconveniente que suele manifestarse cuando se alaba el individualismo más radical, más solipsista: que siempre se propone como ejemplo, luz y guía de los demás, lo que demuestra que tampoco el individualismo era tan radical. El condotiero también es ateo, ajeno a toda religión, que es un religare, en el fondo un gregarismo, el comienzo de todo contrato social (p. 47). Nada de contrato: si el hombre es un lobo para el hombre todo lo que invente irá en incremento de su naturaleza carnicera. Hay que evitar igualmente las religiones del siglo: Dios, Estado, Raza, Proletariado, Dinero (p. 48). El condotiero es esencialmente libertario y nominalista que "dispensa de amar la idea que uno se hace de lo real para preferir lo real mismo (p. 50). "La historia es para él (para el condotiero) una reserva de afinidades electivas fuera de las cuales prefiere la soledad" (p. 53). El rebelde es único y Onfray encuentra los paralelismos en el dandi baudelairiano, el único de Stirner, el Hagakure japonés, el anarco de Jünger (p. 56). El condotiero representa la desconfianza más absoluta frente al poder (p. 59) y constituye una "bella individualidad".

En la Estética se manifiesta el artista de sí, el que quiere hacer de su vida una obra de arte, el filósofo-artista de Nietzsche (p. 71). Se trata de la figura del esteta, trazada según el modelo de Des Esseintes (A rebours) y otros cuyos ejemplos serían Nerón, Alcibíades, Dorian Gray o Swann. Frente al burgués precavido Onfray prefiere al esteta porque algunos triunfan con sus fracasos y fracasan con sus triunfos (p. 73). A su vez, un paso más allá, contrapone el esteta al artista. El esteta necesita del público, depende de él; el artista se libera de la contingencia histórica y hace que su época se pliegue a su vara de medir (p. 75). La misión del artista es la creación, en la que es de mucha ayuda la mayéutica y el desarrollo de un estilo (p. 80). El estilo es unicidad e individualidad y por eso es lo contrario de la religión. El estilo fragmenta y divide; la religión sintetiza y asocia (p. 83). El arte contemporáneo en su componente escultórica es el lugar de una reactualización singular de la gesta cínica antigua (p. 93). Con la evolución de las vanguardias, en el centro del teatro de la crueldad se encuentra el condotiero, artista, actor, autor y obervador del espectáculo que ofrece él mismo (p.101).

En la económica Onfray sienta los principios de una ética que llama dispendiosa, a favor del hombre del gasto, el que cultiva el placer de dilapidar. El artista dispendioso es lo contrario del burgués parmenídeo al que encanta echar raíces (p. 109), el burgués aburrido (entendiendo por aburrimiento"una voluntad sin objeto") (p. 112). El ejemplo del dispendioso lo tenemos en Heliogábalo (p. 116). La magnificencia del condotiero va de consuno con el solipsismo. Está solo y las modas no lo afectan (p. 133). Su reflexión es muy clara: tenemos el tiempo contado, la muerte espera y ganara de todas formas; sepamos, pues, hacer del tiempo un instrumento para pulir y hacer brillar nuestra existencia (p. 139). En la gestión dispendiosa del tiempo hay que dejar de lado la costumbre (p. 140). El reloj nacerá de las voluntades deseosas de pulverizar el principio del placer en aras del de la realidad (p. 142).

En patética predica el hedonismo porque es gozoso (p. 146). El amor propio es lo que queda de animal en el hombre después de siglos de domesticación ética (p. 155). El amor propio nos hace desear el placer aun a costa del dolor de otros, transformándonos en animales de presa (p. 156). Dedica buenas páginas al concepto de lo sublime, que es el tema de los románticos. Lo sublime es aquello que, por su grandeza, empequeñece lo que no es él (p. 161). Onfray defiende una concepción aristocrática de la relación con el otro, una ética aristocrática estructurada mediante las afinidades electivas (p. 167). Es curioso cuántos anclajes en la cultura alemana tiene este filósofo francés. Por descontado, lo que menos vale es el mandato del amor al prójimo que le parece un disparate y un imposible porque el prójimo puede ser cualquiera, por ejemplo, un asesino, un torturador (p. 168) a los que Onfray encuentra imposible de amar. Lo que sucede es que el carácter provocador del mensaje de Cristo es precisamente ese: que hay que amar incluso a quienes nos asesinen. El principio aristocrático obliga a la consideración, virtud cardinal de una ética hedonista. Su valor es sublime. Aprecia la cortesía; no la desfigurada por la burguesía sino la que Nietzsche llamaba el "pathos de la distancia", la que formula Schopenhauer con su fábula del erizo (p. 173). La cortesía bien llevada conduce a la presciencia del placer del otro (p. 175). Es un utilitarismo bien entendido, una eumetría en cuya cima coloca Onfray la amistad, "soberana, viril y afirmativa" (p. 176). Viril es lo que manifiesta la esencia del hombre como espacio tendido hacia lo sublime; es el gesto andróforo, un neologismo similar al psicopompo (p. 181). El lenguaje es el medio más seguro de ir hacia el otro y por lo tanto hay que cuidarlo. La delincuencia lingüística sirve a los fines de la dominación (p. 183). De nada vale que las palabras se las lleve el viento. El hedonista tiene que hacer lo que dice y decir lo que hace (p. 184). Cabe aquí la ironía como complicidad con el otro; porque las relaciones con el otro, mediadas por palabras, suponen un mínimo de destreza y talento en ambos (p.187)

La escultura de sí es en resumen un manual de ética hedonista estupendamente expuesta por el autor con motivo de las reflexiones que le suscita la contemplación de la estatua ecuestre de Colleoni, el hombre virtuoso y el héroe.