divendres, 9 de gener del 2009

De Santa Bárbara cuando truena.

Ya tenemos aquí la temible secuela de toda crisis de subconsumo: el desempleo en masa. Más de tres millones de parados en España y subiendo. Más de diez en los Estados Unidos (un 6,7 % de la población activa) y subiendo. Las últimas previsiones anuncian veinte millones en Europa al finalizar 2009 y me parece un cálculo por lo bajo.

El paro es el problema económico más importante precisamente porque no es sólo económico sino político, social y psicológico; especialmente psicológico y, si no lo creen, salgan a la calle y pregúntenle a un hombre de cincuenta y cinco años que se ha quedado sin curro cómo ve la vida.

La estúpida balumba neoliberal de los últimos veinticinco años con las doctrinas desreguladoras, liberalizadoras y otros camelos repetidos hasta la náusea en los medios, las fundaciones, los sedicentes think tanks, las cátedras universitarias por gentes que se llamaban a sí mismas "ortodoxas", como si los demás fuéramos monofisitas, acabó consiguiendo que perdiéramos de vista el hecho elemental y básico de que la economía se hizo para el hombre-mujer y no al revés.

Cualquiera que escuche hoy a los principales mandatarios occidentales, los señores Obama, Brown, Sarkozy, Rodríguez Zapatero etc cómo hablan todos de bajar los tipos de interés, nacionalizar bancos, intervenir entidades financieras, rescatar empresas con dinero público, regular el crédito, multiplicar el gasto, bombear recursos al mercado de trabajo, recurrir al déficit, etc pensará que se han hecho todos de repente furibundos keynesianos. Bueno, si lo han hecho han hecho bien. Parece haberse olvidado que la famosa Teoría General keynesiana era una Teoría General del empleo, el interés y el dinero porque el economista de Bloomsbury sabía muy bien que sólo una economía en pleno empleo o cercana a él está a salvo de las crisis. De ahí que su teoría general lo sea del empleo ante todo, algo que para la escuela clásica no es un problema económico ya que, en términos ideales, su eliminación se producirá cuando se llegue al punto de equilibrio entre oferta y demanda; por ejemplo, con la gente trabajando a cambio del almuerzo y gracias.

¿Y cómo se va hacia el pleno empleo? Actuando sobre la demanda, que es lo que hacen todos los dirigentes políticos occidentales que saben en dónde están, utilizando la intervención del Estado y la inversión pública para generar puestos de trabajo. El señor Obama anda ya echando las bases de lo que en Gringolandia empieza a llamarse el New New Deal, que es lo que tendrán que hacer los dirigentes europeos sin quieren salir de la recesión y evitar la depresión. El viejo y denostado keynesianismo está de vuelta para sacar de nuevo las castañas del fuego a una economía en crisis.

Por cierto, no es superfluo recordar que esta idea de recurrir a los fondos públicos para dar trabajo a la gente tampoco era tan nueva en tiempos de Keynes. Ya se le había ocurrido a Louis Blanc durante la Revolución de 1848 con los "talleres nacionales", en los que se emplearía a los trabajadores a cargo del Estado hasta que estuviesen en situación de establecerse por su cuenta. El dinero para la operación pensaba sacarlo Blanc de la explotación de los ferrocarriles. El asunto terminó como el rosario de la aurora. Era demasiado pronto para algo tan maduro que sólo cuajó con brillantez y eficacia cien años después, en el Estado del bienestar, salido del desastre de la crisis de 1929.

Y menos mal que tenemos Estado del bienestar. Si los genios neoliberales, los reaganistas, thatcheristas y sus similares y asimilados se hubieran salido con la suya por entero de desmantelarlo acusándolo de ruinoso, incompetente, burocrático y contraprodecente para el crecimiento económico, ahora tendríamos un problema real, como el que hubo en 1929: decenas de millones de parados sin subsidios de desempleo ni redes de seguridad social. Gente abocada a reventar en la calle, recurrir a la beneficencia... o apuntarse a un partido revolucionario fascista o comunista para armarla, desde luego.

La crisis puede poner a prueba la capacidad de respuesta de los sistemas políticos democráticos pero, en todo caso, estos sistemas encajan hoy mejor las situaciones difíciles gracias al Estado de bienestar que sin duda seguirá porque se articula sobre los derechos de las personas, que es un argumento de validez universal.

Los neoliberales, que son como los bajos de los cuadros de Rubens, poblados de monstruos, salvajes y espantosas quimeras, siempre vencidos pero siempre ahí, amenazando con auténticos disparates, objetan al neokeynesianismo que el alegre recurso al déficit es algo que tendrán que pagar las generaciones futuras.

Eso es evidente y vale para todos los seres humanos en todos los tiempos. Las generaciones futuras siempre tienen que pechar con lo que les dejan las anteriores, unas veces mejor y otras peor. Lo que es absurdo es impedir que se arranque en el presente por temor al futuro que es, curiosamente, la actividad primera y más representativa del capitalismo. Quien no proceda así, con riesgo, no tendrá futuro con lo que las generaciones futuras tampoco tendrán presente. Cosas nada fáciles pero ¿quién dijo que la política fuera fácil? No lo será aquella que, como dice Foucault, es la "continuación de la guerra por otros medios".

(La imagen es un retrato de John Maynard Keynes en un número atrasado de la revista Time, de 1963.

Belcebús.

Teófobos y teófilos van a sacar su debate a la calle como si publicitaran desodorante. No me parece mal; al contrario: estoy encantado de vivir en una sociedad que solventa sus querellas teológicas pacíficamente, a la luz pública, in itinere y pagando anuncios. Pero ese dinero, ¿no estaría mejor empleado enviándolo a Gaza para paliar los indecibles sufrimientos de la población civil, masacrada por los del dios de los ejércitos?

En fin, cuando los autobuses circulen me pregunto si los creyentes subirán a los agnósticos o lo considerarán pecado y los boicotearán.

En cuanto a los no creyentes que piensan que Dios probablemente no existe es porque obviamente admiten que probablemente exista, aunque sea con menor probabilidad y, si es así, ¿no harían mejor apuntándose a la apuesta pascaliana?

dijous, 8 de gener del 2009

Las imágenes del genocidio.

Mientras la diplomacia se mueve entre terciopelo y raso, la ONU muestra su inoperancia, los dirigentes occidentales callan valerosamente, excepto el señor Chávez que ha expulsado a media embajada israelí en Caracas y el señor Rodríguez Zapatero que, sin llegar a tanto, ha criticado a Israel y hoy recibe al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, los israelíes siguen bombardeando Gaza a mansalva en la operación más salvaje, despiadada y genocida que se haya visto hasta la fecha.

El caso es que, cuando se habla de genocidio, masacre, matanza indiscriminada, bombardeo de civiles, se mueve uno en el terreno abstracto de las palabras. Pero esas palabras denotan hechos, realidades, cadáveres de niños, personas mutiladas, caos, destrucción... Quien quiera ver las imágenes del furor genocida de Israel sobre Gaza que pinche sobre la imagen o vaya a Islamboutique. Pero ojo porque son muy fuertes.

Gracias, Josetxu.


A la vista de las imágenes puede calibrarse el valor del artículo del filósofo francés André Glucksman que publicaba el martes El País llamado ¿Qué significa desproporcionada? una pregunta perfectamente retórica porque el autor sabe de antemano la respuesta: no lo que haga Israel.

Por cierto, el relator de la ONU para la situación en los territorios palestinos ocupados, el señor Richard Falk, acusa a Israel de crímenes contra la humanidad en Gaza. Hombre probo este Falk. Es lo que menos que cabe hacer. La ONU no se moverá pero los crímenes contra la humanidad, el genocidio, están ampliamente documentados en las imágenes de más arriba.

Mr. Cizaña vaticina.

La fórmula de Mr. Cizaña para concitar unánime atención de los medios parece infalible: primero se insulta un poco a alguien y luego se dice una barbaridad contraria al sentido común y todos los datos empíricos porque, ¿para qué hacen estos falta cuando se tienen principios?

Lo del exotismo histórico cubre con creces el capítulo del insulto.

¿Y el previsible desastre económico? ¿No es para fliparlo en colores? ¿A qué llamará "desastre económico" quien califica de "gran estadista" a uno que deja un déficit de un billón doscientos mil millones de dólares (1.200.000.000 $), el 8,6 por ciento del Producto Interior Bruto, el más alto desde la Segunda Guerra Mundial? De la crisis financiera, la recesión, las quiebras en cadena de bancos, el aumento vertiginoso del paro no hace falta hablar. ¿Más desastre que eso? No sé yo...

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Literatura Zek

Vasili Grossman está conociendo un año de retorno en España. En 2007 se editaba su obra magna, Vida y destino (reseñada por Palinuro en la entrada Guerra y literatura) y ahora se publica su novela póstuma (Todo fluye, Círculo de lectores, Barcelona, 2008, 288 págs.) que en lo esencial es una especie de coda de la obra sobre la guerra y el sitio de Stalingrado. Tiene, con todo, elementos que la diferencian de la anterior. Es más condensada ya que, así como el fresco tolstoiano de Vida y destino retrata decenas de personajes en muy variadas situaciones y tiempos, esta otra se reduce a media docena de personajes con uno principal y una sola peripecia. Es la historia de Iván Grigórievich, un científico que ha pasado veintinueve años en campos de trabajos forzados de Stalin y, liberado a la muerte de éste, regresa a Moscú, en donde comprueba que las cosas siguen igual que cuando lo detuvieron. Otros han compartido su destino, muchos han desaparecido para siempre, quienes lo delataron han hecho carrera y el resto es una enorme masa acobardada e indiferente que lucha por sobrevivir en condiciones muy adversas.

Aunque Vida y destino contenía algunas interrupciones de carácter ensayístico, en esta otra hay mucha mayor mezcla de ensayo y novela. La novela tiene el mérito de relatar las abominables condiciones de los campos de trabajos forzados. Se reiteran algunos temas de Vida y destino, como la distinta clasificación política de los presos y se añaden algunos otros especialmente angustiosos, como el capítulo dedicado a las condiciones en los campos de mujeres.

En lo que se refiere a los campos los libros de Grossman no alcanzan el grado de exhaustividad del Archipiélago Gulag de Solchenitsin, no están tan abrumadoramente documentados pero, en lo esencial, coinciden con él, con lo cual cabe decir que se refuerzan mutuamente. Los dos autores conocen muy bien el mundo de los Zek (abreviatura de Zakliuchonni, penitenciario), si bien Soltschenitsin lo experimentó en propia carne. La historia es el retrato de un mundo podrido, corrupto, inhumano, de arbitrariedad, esclavitud y abyección: lo que fue el estalinismo y los tiempos posteriores a Stalin. En definitiva, el comunismo soviético.

Ese es el tema de la parte ensayística: Stalin fue el continuador de la obra de Lenin o, si se quiere, en Lenin estaba ya Stalin. De esta forma, la obra niega la interpretación a que recurrieron los comunistas poststalinistas que tuvieron que recomponer su ideología después del demoledor informe secreto de Kruschef al XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética sobre los crímenes de Stalin y con el que dio comienzo lo que se llamó la "desestalinización de los partidos comunistas". Dicho recurso consistía en sostener que Stalin había traicionado el espíritu y la obra de Lenin, que en éste alentaba la llama prístina de la revolución bolchevique, la idea soviética, pero que el perverso georgiano se las ingenió para: primero, eliminar a la vieja guardia; segundo: imponer su régimen tiránico y de terror; y tercero: traicionar el leninismo, substituido por su dictadura personal sobre una estructura burocrática. Toda esta interpretación se viene abajo con la obra de Grossman. Decirlo ahora que ya sabemos mucho más sobre Lenin tiene escasa novedad; decirlo en 1958, cuando el libro empezó a escribirse era revolucionario.

La obra contiene asimismo un largo capítulo dedicado a narrar con la fuerza de una crónica periodística y literaria la gran hambruna de 1932, a consecuencia de la colectivización de la tierra en 1928 y la política de "deskulakización". Vale la pena citarlo en extenso: "La dirección regional trazaba el plan con el número de kulaks que debían eliminar en cada distrito, los distritos dividían esa cifra entre los diversos sóviets rurales, y los sóviets rurales confeccionaban las listas. Y conforme a esas listas los arrestaban. Pero ¿quién las preparaba? Una troika. Tres personas de dudosa reputación decidían quién debía vivir y quién morir. Muchas cosas entraban en juego, naturalmente: sobornos, historias de mujeres, viejas rencillas. Los pobres siempre acababan siendo acusados de kulaks mientras que los ricos compraban su libertad" (pp. 165/166). La descripción de la hambruna es estremecedora y recuerda algo el mundo de Las almas muertas, de Gogol. Hay incluso alguna referencia al autor de Tarass Bulba.

En definitiva, Todo fluye es una especie de Vida y destino en dosis concentrada.

dimecres, 7 de gener del 2009

Los asesinos de niños y sus cómplices.

Nada, nada, absolutamente nada, justifica el asesinato de niños. En la guerra o en la paz. En este mundo o en el otro. En estado de locura o en estado de cordura. Ayer, hoy o mañana. En la vida y en la muerte. Nada, absolutamente nada, ninguna razón o sinrazón, ninguna causa, verdadera, falsa, inventada o soñada. Nada, nunca, jamás. Nunca se podrá perdonar a quien asesina niños. Aunque se hunda el mundo, se abra la tierra, nos traguen los mares, estalle el sol o se pudra Jehová.

A esos individuos incalificables que ayer justificaban el asesinato de niños en Gaza en las radios y periódicos de la derecha sólo se me ocurre desearles algo: que nunca les maten a sus hijos y que por lo tanto sigan ganándose la vida tranquilos sin que, al parecer, los torture la conciencia.

Decían que desde la escuela en que los israelíes han asesinado a los últimos niños se disparaba contra las tropas invasoras. Decían que los milicianos de Hamás usaban a los niños como "escudos humanos". Mentira. La escuela estaba bajo protección de la ONU que había facilitado las coordenadas al ejército israelí para proteger a los refugiados que había en ella, no para que los masacraran.

Pero aunque fuese verdad ¿qué? Si te disparan desde un lugar en que hay niños, si los niños corren peligro, tendrás que ingeniártelas, hacer algo, buscarte la vida, cambiar tus planes. Cualquier cosa menos asesinar niños. Eso lo entienden todos los seres vivos excepto, al parecer, algunos supuestamente racionales.

(La imagen es una foto de khawaja, bajo licencia de Creative Commons).

Echando una manita.

Aparte del deseo de poner la zancadilla al señor Rajoy para que se partiera los morros, por decirlo de un modo familiar ¿alguien entendió alguna vez cuál era la discrepancia concreta de los señores Mayor Oreja y San Gil frente a la dirección del partido? ¿En qué diferían? ¿Qué aspectos específicos de táctica y/o estrategia los enfrentaban? Nunca se supo. Se mencionaron difusamente unos "principios" y "valores" (recurso muy socorrido de quienes carecen de ellos o no saben en qué consisten) y se insinuó, contra toda evidencia, que el señor Rajoy pretendía contemporizar con el nacionalismo vasco. Es decir, nadie aclaró nunca las razones del enfrentamiento entre el dúo dinámico Mayor Oreja/San Gil y el señor Rajoy probablemente porque no las había, fuera del deseo del sector más raccionario del PPde seguir monopolizando el partido. Lo cual explica este resultado tan curioso del rifirrafe a cuenta de los principios: el señor Mayor Oreja confirmado en su importante puesto de mando europeo y la señora San Gil voluntariamente apartada de la política y libre para valorar la lealtad de su mentor.

Todos hemos interpretado el nombramiento del señor Mayor Oreja como una claudicación del señor Rajoy frente al conglomerado neocón de la FAES y la división azul. Ahora, el rescate de la señora San Gil de las tinieblas exteriores para colaborar con ese centro de luminarias de la derecha sans souci parece abonar la tesis de que lo más retrógrado del PP quiere seguir acosando al señor Rajoy a quien, y nunca mejor dicho, le crecen los enanos.

Está claro que el fichaje no tiene justificación alguna (la señora San Gil no es experta en nada, que se sepa, ni atesora conocimientos o méritos intelectuales que la hagan codiciable para una fundación de ideas) salvo la de seguir acosando al señor Rajoy. Segunda edición, pues, del plante del dúo dinámico en los pasados meses de abril y mayo.

A propósito, esto demuestra también qué ingenuos somos los analistas políticos españoles. Porque ¿quién nos ha dicho que el objetivo del señor Mayor Oreja al frente de la lista del PP en las próximas elecciones europeas sea ganarlas y no perderlas?

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 6 de gener del 2009

¿Es Israel una democracia?

Sí, sin duda. Hay elecciones periódicas y libres, con multiplicidad de partidos, y gobierna siempre una representación de la mayoría. Las decisiones de gobierno están pues respaldadas por la mayoría. ¿Se sigue de aquí que, por ser una democracia, Israel puede llevar la política exterior que le plazca, por ejemplo, una de agresión? Está claro que no. La democracia legitima la acción interior de Gobierno, pero no la exterior, ya que ésta afecta a terceras personas que no han elegido representantes en los órganos de decisión de Israel. Esa acción exterior habrá de legitimarse a través de las normas y usos del derecho internacional que rige entre naciones civilizadas.

No es difícil entender que en un Estado democrático pueda darse una mayoría a favor de una política exterior agresiva, de ocupación, de confiscación, incluso de exterminio. Basta con que la mayoría crea que esa política le es beneficiosa y no considere que haya razones morales para rechazarla. En el fondo es una versión del conocido problema de la tiranía de la mayoría que suele considerarse en sus aspectos internos pero no en los externos. En estos sólo cabe contrarrestar la tiranía de la mayoría mediante decisiones vinculantes de organismos internacionales que el Estado agresor se vea obligado a respetar. No es el caso de Israel que hasta la fecha ha ignorado todas las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que lo incomodaban y, gracias al apoyo incondicional de los Estados Unidos, ha bloqueado cualesquiera decisiones del Consejo de Seguridad que restringieran su política exterior.

A veces se escucha decir que , siendo Israel una democracia y muchos de los países musulmanes que se le oponen no, debemos apoyar al primero en contra de los segundos. Pero esto no es cierto necesariamente en política exterior. Estar a favor de la democracia no implica estar a favor de cualquier política exterior de la democracia. La política exterior ha de ser respetuosa con las normas y usos del derecho internacional civilizado y, desde luego, con los derechos humanos con independencia del tipo de régimen político que tengan los otros países. Podría argumentarse en favor de un derecho de injerencia en esos otros países en defensa precisamente de los derechos humanos de sus respectivas poblaciones, pero esa no puede ser nunca una decisión unilateral de un país sino una adoptada en un contexto multilateral y con acuerdo de algún organismo internacional legitimado para ello.

Hay quien dice que la política exterior israelí es de legítima defensa lo que justificaría que no se atuviera estrictamente a los criterios más arriba señalados aunque fuera deseable que lo hiciera. Pero eso tampoco es cierto ya que la política exterior de Israel ahora es inseparable de las consecuencias de una situación de guerra que ha prevalecido en los últimos cuarenta años en que, siendo Israel la potencia vencedora y ocupante, no puede esgrimir el argumento de legítima defensa que opera en cambio en el caso de sus víctimas.

Igualmente se dice que Israel tiene derecho a vivir en seguridad dentro de sus fronteras, pero eso tampoco es cierto sin más. En primer lugar Israel no está actualmente "dentro de sus fronteras" sino fuera de ellas y ocupando territorios. También puede decirse, por supuesto, que la ocupación de territorios está legitimada por el derecho de conquista en cuyo caso todo el debate sobra ya que se está en presencia del derecho del más fuerte en la guerra, lo cual es inaceptable. En segundo lugar, la actividad permanente de ocupación y asentamiento territoriales, de hostigamiento, de estrangulamiento y restricción arbitraria de las actividades económicas son actos de guerra que niegan la validez de aquel derecho a la seguridad. No se puede exigir derecho a la seguridad a quien se le niega esa misma seguridad.

También puede argumentarse que la política de Israel en los territorios ocupados y resto de Palestina no es estrictamente hablando "política exterior" ya que no afecta a otro Estado como sujeto de derecho internacional. Pero este argumento es aun peor porque si no es política exterior es política interior y, en tal caso, el comportamiento de Israel se ajusta todavía más al modelo de comportamiento delictivo tipificado por la Convención de las Naciones Unidas para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1946 como genocidio.

En resumen, Israel es una democracia cuya política exterior en relación con los palestinos es inaceptable por ser genocida.

(La imagen es una foto de seccad, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 5 de gener del 2009

El genocidio en Palestina. ¿Qué se puede hacer?

Desde luego manifestarse y seguir manifestándose hasta que nuestras autoridades encuentren el coraje perdido en algún oscuro lugar de su miedo cerval a desagradar a los Estados Unidos y a los grupos de presión sionistas y hagan alguna declaración medianamente digna. Porque parece mentira que no se les caiga la cara de vergüenza por las abyectas majaderías que protagonizan. ¿Qué pintaba ayer la señora vicepresidenta del Gobierno español en la India hablando muy seria de la "alianza de civilizaciones" mientras los sionistas israelíes masacran palestinos? ¿Es que está en Babia esta respetable señora o es que Palestina y los palestinos le importan tan poco que no los tiene en cuenta? ¿Piensa el señor Rodríguez Zapatero seguir hablando de la consabida "alianza" sin haber dicho aún esta boca es mía respecto al genocidio de Gaza?

Lo mismo sucede con esa ridícula delegación de la Unión Europea en El Cairo compuesta por la comisaria (in)competente y los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Suecia y la República Checa (esos que dicen que el ataque israelí en Gaza es "defensivo", que ya hace falta carecer de escrúpulos) a la que, al parecer se sumará hoy el aerodinámico señor Sarkozy que cada vez se parece más a supermicky mouse y viene a obtener parejos resultados. Según dicen van a mediar pero no tienen previsto entrevistarse con nadie de Hamás. Van a hacerlo con los criminales israelíes y sus serviles criados de Al Fatah, pero no con los bombardeados, los que mueren, los que se desangran en los hospitales sin medios porque esos, ya se sabe, pertenecen a una "organización terrorista". Cada vez me quedo más asombrado de cómo hemos podido llegar a este grado de encanallamiento moral que ni las más flagrantes injusticias nos conmueven.

De los Estados Unidos ya ni hablo. Esos son responsables directos del genocidio porque alientan, arman y empujan a los israelíes y, encima, culpan a los palestinos de la desgracia que se abate sobre ellos. Es lo que hace el presunto criminal de guerra, señor Bush, en una muestra perfecta no sólo de estupidez sino de inmoralidad.

Aparte de manifestarnos, cada cual puede intentar hacer algo en su respectivo campo. En la Universidad, por ejemplo, podemos iniciar una campaña para pedir el boicot de Israel en tanto siga practicando el genocidio de palestinos y la política del Apartheid. Ayer recibí un texto de una Asociación de Profesores Universitarios de Gaza pidiéndonos que decretemos ese boicot, cosa que me parece bien. He subido el documento a Google docs. Quien quiera verlo, que pinche aquí.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).


Actualización a las 14:00 del lunes, 5 de enero de 2009.

Diez días después del comienzo de la masacre fríamente planificada y sistemáticamente realizada por Israel en Gaza, el señor Rodríguez Zapatero ha comparecido para decir que Desde la amistad con el gobierno de Israel, tengo que decir a sus responsables que éste no será el camino que lleve a la paz y a la seguridad de su pueblo, un lenguaje de trapo y bastante hipócrita que contrasta con las duras condenas sin paliativos que profiere cuando se trata de hablar de otros terrorismos y otros genocidios. Pero, en fin, menos da una piedra. Los otros dirigentes occidentales siguen callados, por ejemplo, el señor Obama, o si hablan es para jalear a Israel y acusar a los palestinos, como hace esa desgracia del género humano que se llama George W. Bush.

Creo útil señalar que, a estas alturas, los buenos propósitos formulados por el señor Rodríguez Zapatero de "lograr la paz mediante la existencia de dos estados con fronteras 'justas' y el respeto a Naciones Unidas" están ya lamentablemente desfasadosy demuestran que los asesores del presidente viven en la luna o son sionistas más o menos encubiertos. Después de la sistemática rapiña de territorios realizada por Israel, consagrada por los asentamientos judíos y protegida por ese infame muro, la reivindicación justa ya no es la de dos Estados independientes en Palestina sino la de un solo Estado en el que convivan israelíes y palestinos en democracia, libertad y mutuo respeto.

La autonomía del líder.

Acosado por los sectores más carcundas de su partido, hostigado desde la frontera radiofónica episcopal, baqueteado por lo más retrógrado del columnismo patrio, el señor Rajoy ha dado un puñetazo sobre la mesa y, mostrando su gran independencia de espíritu, ha confirmado al candidato de la reacción, señor Mayor Oreja, como cabeza de lista del PP para las próximas elecciones europeas. De paso ha dejado de nuevo en desairada situación a su fiel escudero, eterno aspirante a más altos designios, el señor Ruiz Gallardón, vara mayor del Reino.

Triste sino el de este dirigente dirigido, lider perpetuamente liderado, que comprobará una vez más en propias carnes el magro negocio que hacen siempre los pusilánimes. Porque si el PP sale airoso de tales elecciones, el mérito será del inefable candidato, y si aquel sucumbe ante el PSOE y queda segundo en la convocatoria, la responsabilidad y culpa exclusivas serán suyas y sólo suyas. Y que se prepare entonces, cuando las aguerridas huestes de ultraliberales de FET y de las JONS tratarán de echarlo por inútil.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).