diumenge, 4 de maig del 2008

Blogorismos.

DISTINTO Y DISTANTE.

Dicen sus hijos que el señor Calvo-Sotelo falleció de pronto e inesperadamente. Me da que era lo que cabía esperar de su forma de ser. No lo conocí personalmente, pero he leído sus libros la Memoria viva de la transición y Pláticas de familia. Me falta Papeles de un cesante. Además, he leído bastante sobre él y escuchado numerosas anécdotas contadas por gentes que lo trataron. Todos coinciden en señalar que su cualidad más llamativa era la discreción, aunque parezca un contrasentido. Tocaba el piano, pero no presumía de ello. Tenía un curioso sentido del humor con un toque de ironía. Y abundante campo para ejercerlo pues llegó a presidente del Gobierno literalmente en medio de una intentona militar, casi como en una puja, a ver quién se hacía con el Gobierno, si los chusqueros o el civil de carrera. El asunto tenía un aura como a julio de 1936, con otro Calvo-Sotelo, su tío (que suele haber un Calvo-Sotelo en el Gobierno de españa; ahora mismo hay una ministra), apodado "el protomártir" durante la Dictadura.

El señor Calvo-Sotelo, grande de España, la presidió brevemente. Pero dejó hecho algo que todo el mundo sabía que había que hacer pero nadie lo reconocía abiertamente: meter a España de cabeza en la OTAN. Se daba perfecta cuenta de que aquel ingreso era tan impopular que el Presidente que lo hiciera perdería las elecciones siguientes. Por eso, caballero como era, cedió la candidatura a la presidencia del Gobierno al señor Landelino Lavilla, cuya ambición era tan desmedida que no veía que iba a un batacazo electoral. Se lo dio y renunció al acta de diputado con lo que el señor Calvo-Sotelo, que iba segundo por Madrid y no había salido, pudo recuperar su escaño una vez pasado el burel de las elecciones. A esta suerte muy vistosa y elegante llaman chicuelina

(La imagen es una foto de20Minutos, bajo licencia de Creative Commons).


BOLIVIA. LOS RICOS SE VAN.

Y algunos no tan ricos. Hoy se celebra el llamado "referéndum de autonomía" en la provincia de Santa Cruz, referéndum que el Gobierno boliviano de Evo Morales considera ilegal pero que no parece en condiciones de impedir. Y es el primero de los que vienen detrás para las otras provincias "secesionistas", Tarija, Beni, Pando, Chicahuasca y Cochabamba, entre las que hay ricas y pobres. Pero todos los prefectos son de derechas y todos relacionados con la oligarquía terrateniente, las "n" familias, o siendo parte de ellas. O bien gentes que ya llevan eso del separatismo metido en los huesos, como el dirigente de una organización cívica separatista cruceña, el croata Branco Marinkovic.

Desde que Evo Morales accedió a la presidencia de la República el país andino está amenazado de partición y en una situación pintoresca: las provincias "separatistas" no reconocen la Constitución indigenista que el señor Morales ha sacado adelante, el señor Morales no reconoce la autoridad de las provincias para convocar referéndums y las provincias no parece reconocer la autoridad del señor Morales.

Los oligarcas quieren la independencia, pero sostienen que sólo pretenden la autonomía a la usanza española. Algo lleno de enseñanzas para todo el mundo.

(La imagen es una foto deSzeke, bajo licencia de Creative Commons).


TIRAD SOBRE EL PIANISTA .

Pide el PSOE consenso al PP para una reforma de la Constitución de 1978 limitada a la sucesión en el Trono de España y al Senado. No me va mucho en ello pues, como republicano, lo que quiero es que no haya Monarquía y no que, habiéndola, la línea sucesoria sea una u otra. No obstante como se trata de eliminar una muestra de discriminación por razón de sexo la apoyo y la apoyo con tanta vehemencia que solicito que sea con efectos retroactivos y se reponga en su derecho a la infanta doña Elena. Que ya está bien.

Por lo demás, sugiero al Gobierno que en lugar de pedir consenso para una reforma doble lo pida para dos reformas y que separe los asuntos porque tengo para mí que sera facil alcanzar un acuerdo sobre la sucesión al trono y no lo será en modo alguno alcanzarlo respecto al Senado al que, estamos todos de acuerdo, habrá que reformar a fondo. La cuestión es y ¿por qué no abolirlo? La II República fue unicameral y algunas de las democracias más avanzadas del planeta, como los páises nórdicos, también lo son, habiendo abolido las cámaras altas a mediados de los años cincuenta.

A favor de la abolición hablan multitud de razones empezando por el hecho de que la cámara es inútil. En contra, el de que España es un país tan descentralizado que casi parece federal y el bicameralismo es rasgo constitutivo de todo Estado federal. Sin embargo las Islas Comores (aunque no sean buen ejemplo por la cantidad de golpes de Estado que han tenido) son un Estado federal y unicameral.

(La imagen es una foto de Lademocracia.es, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 3 de maig del 2008

Bicentenario II.

¡Qué oportuna filtración traía ayer La Vanguardia del proyecto de sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña! Según el periódico El Tribunal Constitucional avala que Catalunya sea nación. Ni más ni menos. Luego, la letra pequeña es menos rimbombante: el término "nación" se encuentra en el preámbulo del texto estatutario que, según el TC carece de valor jurídico. Además, no se dice expresa o taxativamente que Cataluña sea una nación sino que se emplea la alambicada forma de que, recogiendo el sentir popular, el Parlamento catalán ha definido a Cataluña como nación y que la Constitución Española (CE) reconoce este extremo en su artículo 2, al hablar de "nacionalidad". Por último, según cree saber La Vanguardia, el TC pretende compensar esta concesión con la eliminación de los aspectos de bilateralidad que contiene el Estatuto.

Un galimatías: ¿se reconoce o no condición nacional a Cataluña? Me parece que sí: a) el TC dirá lo que quiera sobre los preámbulos, pero está claro que orientan e informan al resto del articulado y que, aunque no tengan efectos jurídicos inmediatos, habrán de tenerlos mediatos. Por "efectos jurídicos" debe entenderse aquí derecho a constituirse en Estado independiente (véase mi post de ayer más abajo).

b) La referencia al artículo 2 de la CE está envenenada y viene paradójicamente a dar la razón a los parlamentarios de derechas, empezando por el señor Fraga que, en el debate de la Constitución hace treinta años, advirtieron de que el término "nacionalidad" acabaría siendo sinónimo de "nación". Con esta interpretación del TC, de ser cierta la filtración, ya se ha realizado la sinonimia y, de paso, se ha convertido al artículo 2 -que nunca fue un prodigio de elegancia o claro razonamiento- en un texto perfectamente absurdo pues proclama la exclusividad de la "nación" española para negarla a continuación al afirmar que reconoce y ampara las nacionalidades siendo así que éstas también son naciones.

c) La negativa del TC a admitir la "bilateralidad" será un jarro de agua fría a las aspiraciones catalanistas que ya creían haber hecho realidad su antigua pretensión de relacionarse con España de igual al igual. No obstante, al admitirse que el Principado es nación, esta nación volverá a plantear la reclamación, que viene de antiguo, de que se aplique al caso el principio eclesiástico del aeque principaliter.

Entre tanto el Rey engolaba ayer la voz para hablar de la "conciencia nacional" del pueblo sublevado el dos de mayo de 1808, y la señora Aguirre gorjeaba admiraciones al sentido de la libertad de aquel y su seguridad acerca de lo que era España. Por supuesto, al hacerlo como reproche implícito al desvaimiento nacional actual lo que hacía era poner de manifiesto que tampoco aquel heroico momento fundacional de la nación debió de ser tan exitoso cuando a los doscientos años hay que seguir luchando por imponer un concepto de nación que, al parecer, no es una verdad apodíctica. Y tan no lo es que el TC sanciona que en el solar patrio hay cuando menos dos naciones (aunque una sea "sin efectos jurídicos"), abriendo así el paso a que sean más, quien sabe si tres o diecisiete o incluso más porque, ya puestos, también tendrá algo que decir el Cantón de Cartagena.

Al comienzo de la Historia de la Revolución Francesa, Jules Michelet dice lleno de orgullo que la France a fait la France ("Francia ha hecho a Francia"), de donde se sigue que la condición de "nación" es un avatar que una Francia preexistente experimenta, un atributo que se asigna para constituirse en sujeto jurídico frente al Rey. Por lo que entiendo del discurso del Rey (el español) y el punto de vista de quienes se lo hayan redactado, la constitución de España en nación es simultánea con la constitución de España a secas. Antes de ser nación, España ni siquiera es España. De forma que habría que proseguir la propuesta de Michelet para que diga que la France a fait la France et l'Espagne.

Por el contrario, en el discurso de la señora Aguirre, la sublevación del dosde es la de una nación preexistente, humillada por el infame gabacho. No me importa decir que coincido con ella en este punto porque será el único en el que coincida y de modo limitado. Yo también creo que los españoles poseen una clara conciencia de formar una colectividad específica que se va abriendo paso en la Edad Media y cuaja en el Siglo de Oro. El problema es lo que vino después, en el siglo posterior (de la "decadencia") en el que se deshizo lo que se había hecho antes y el hecho de que, aun con la llamarada de la guerra contra el francés, esa nación española más o menos en agraz entonces ha mostrado estar muy mal avenida en los siguientes doscientos años, hasta llegar al día de hoy en que se discute acaloradamente (incluso a tiros y bombazos) si hay o no una única "nación española" en la parte de la Península Ibérica que corresponde con el Estado español o esta nación española coexiste con otras a las que, de paso, oprime.

Se celebren los fastos que se celebren, ¿es posible soslayar este debate en España hoy? A la vista de la interpretación que según La Vanguardia da el TC al artículo 2 de la CE está claro que no.

El arte y el poder.

La revista de mi Facultad en la Universidad Complutense acaba de sacar un interesante número monográfico dedicado a las relaciones entre el arte y el poder político (VV.AA., Arte y poder, vol. 44, nº 3, 2007, Madrid, 228 págs.) desde una perspectiva sociológica. Es una recopilación de trabajos de variado alcance y, dentro de las naturales diferencias, con un tono medio bastante decoroso.

El primero es un ensayo de Roberto Goycoolea Prado sobre "Papel y significación urbana de los espacios para la música en la ciudad occidental" en el que se analiza la evolución desde los teatros cortesanos en régimen de mecenazgo, hasta las construcciones actuales, pasando por los primeros teatros públicos (el de San Cassiano, en Italia, que fue el que empezó cobrar entrada en 1637), las aulas de música de las monarquías y los teatros concebidos como monumentos, ya en la época de hegemonía burguesa, integrados en una nueva concepción de los espacios urbanos. Las actuales construcciones, dice el autor, se caracterizan por a) recuperar teatros históricos, b) constituir espacios multifuncionales, c) ser elementos mediáticos de revalorización urbana. En su opinión (que no comparto por entero) así como hasta los primeros decenios del siglo XX se construían teatros para satisfacer una demanda, ahora se pretende generar la demanda construyendo auditorios espectaculares. Que los auditorios sean espectaculares a la vista está, pero más me parece se deben a una política de boato y representación urbana que a otra que podríamos llamar de "keynesianismo artístico".

Sendos trabajos de Xan Bouzada y Emmanuel Grénier exploran la siempre problemática cuestión de las políticas públicas culturales. Bouzada toma tres ejemplos: la política cultural de la II República española, con especial referencia a las Misiones Pedagógicas, la creación del muy original y dinámico Arts Council londinense, a propuesta de John Maynard Keynes (precisamente) y del grupo de Bloomsbury y la del Ministerio de Cultura francés, obra del General De Gaulle, bajo gestión de André Malraux. Por su parte, Grénier compara las políticas culturales de España, Portugal, Italia y Grecia con Francia, prestando especial atención a las cuestiones de centralización/descentralización.

Manuel Trenzado Romero, que es un reconocido especialista en cuestiones cinematográficas, publica un trabajo sobre el cine español de la transición con interesantes datos y observaciones acerca de cómo se resistió la Iglesia católica a perder su hegemonía en la censura.

Hay un muy interesante (aunque algo desorganizado) trabajo de Juan A. Roche Cárcel, "A la conquista de la tierra y el cielo: rascacielos y poder tecno-económico" que, en síntesis viene a decir que los rascacielos, de los que hay contabilizados unos 65.000 en el mundo (el autor trae unas interesantes relaciones de cómo se llaman y en donde están los más altos de ellos) simbolizan el poder económico y empresarial. Según él, los más recientes reflejan el nuevo espíritu capitalista que se caracteriza por: "a) la globalización, la externalización y la extraterritorialidad; b) el individualismo y la competitividad; c) el carácter especulativo, conexionista y en red; d) la virtualidad, la flexibilidad, la ligereza, la fluidez, el desarraigo, el azar, el caos, la inestabilidad, el nomadismo y la movilidad; e) la invisibilidad; y f) finalmente la disminución de la jerarquía y la carencia de signos tangibles de poder." (p. 96) Encuentro ilustrativa su explicación sobre cómo los modernos rascacielos reproducen la estructura y figura de los antiquísimos zigurats mesopotámicos y, a lo largo del trabajo, me ha venido a la memoria en varias ocasiones la glorificación de los rascacielos que hay en la famosa novela de Ayn Rand, El manantial, al punto incluso de que puede decirse, con algo de exageración, que son ellos, los rascacielos, los verdaderos protagonistas de la obra.

Hay dos trabajos sobre música. Uno de Antonio Ariño Villaroya sobre "Música, democratización y omnivoridad" y otro de Michèle Dufour sobre Glenn Gould. El primero, en la línea de las apreciaciones de Bourdieu sobre el gusto, trata de desglosar qué sectores sociales se caracterizan por la "omnivoridad" en gustos musicales y llega a la conclusión de que son los amantes de la música clásica los que son más omnívoros puesto que hasta un 34% dice combinar la audición de clásica con música moderna. El perfil es de joven, con nivel educativo elevado y estatus socioprofesional alto. No obstante, este grupo es minoritario pues sólo representa al 5,5% del conjunto de la población. El trabajo de Dufour sobre Glenn Gould viene a ser como una especie de análisis de una variación de la idea de Benjamin sobre la reproducibilidad mecánica de la obra de arte. Gould lo ejemplifica muy bien pues se retiró de los escenarios en 1964, con treinta y dos años y ya no volvió a interpretar en público, sino que se concentró en las grabaciones de su repertorio.

Por último, Irene Martínez Sahuquillo presenta un trabajo llamado "El literato frente a la política: entre el repudio aristocrático, el compromiso militante y la crítica al poder", que está dentro de los estudios sobre la función social de los intelectuales si bien aquí se restringe a siete conocidos novelistas (D. H. Lawrence, Hermann Hesse, Ernst Jünger, Thomas Mann, Arthur Koestler, George Orwell y Jean-Paul Sartre) y se concentra en la cuestión específica del compromiso político del autor, desde el antipoliticismo de Lawrence y Hesse a la idea sartriana del compromiso del intelectual. El caso de Koestler es representativo de los intelectuales arrepentidos del comunismo (y de los que Sartre se reía, como se ve en su pieza teatral Nekrasov), mientras que el de Sartre es el del mantenimiento de compromiso hasta las últimas consecuencias. Me parece muy interesante la inclusión de Lawrence, de quien casi nadie se acuerda hoy y no estoy muy seguro de que la autora haga justicia a la complejidad del pensamiento de Jünger.

Una iniciativa la de la revista Política y Sociedad que supone una buena aportación a un campo de estudio muy poco desarrollado en España.

divendres, 2 de maig del 2008

Bicentenario I.

El Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid, el Gobierno y hasta el Estado, representado en la figura de los reyes felizmente reinantes, todos se han volcado en la celebración del alzamiento popular contra el gabacho el dos de mayo de 1808. Madrid será hoy una enorme fiesta con actividades callejeras de todo tipo, desde las fritangas de churros por lo simple hasta la escenificación de cuadros famosos de Goya como el del propio dos de mayo, pintado el año 1814, por lo complicado. Habrá pasacalles, mojigangas, majos y manolas a cientos y un sabor castizo por ser la sublevación de los españoles contra los franceses. Por cierto, que eso lo celebre un Rey francés, llamado Borbón, no sé cómo se pueda interpretar.

A lo que voy, parte de esas celebraciones consiste en atribuir al dos de mayo una importancia genética de la Nación española. Hay otras gentes que sostienen que la Nación española sólo nace cuando las Cortes de Cádiz la proclaman atribuyéndole la soberanía. Y a ese tenor hay una polémica levantada sobre la partida de nacimiento de la Nación española, si el dos de mayo de 1808 o el diecinueve de marzo de 1812. Cuando, entiendo, ambas fechas pueden ser ciertas si se miran como los instantes de la Nación en sí (1808) y para sí (1812). Lo que sucede es que que si uno atribuye acta de nacimiento a la Nación está uno haciendo algo absurdo. En 1808 la Nación es "en sí" porque ya lo era antes y se subleva contra el francés porque es Nación, no es Nación porque se subleve contra el francés.

Al mismo tiempo, lo curioso de este bicentenario es la excitación que ha entrado para fundamentar más, si cabe, nuestra ideología de carácter estatal-patriota. Esta enfermiza obsesión por la nación española que es una obsesión por la nada más absoluta. El concepto de nación no quiere decir nada. La prueba es que todos quienes lo enarbolan y están dispuestos a matar y a morir por ella, cuando dicen "nación" quieren decir "Estado". Todos.

(La imagen, un famoso Goya pintado en 1814, representa la lucha del pueblo de Madrid contra los mamelucos de Napoleón y se encuentra en el Museo de El Prado).

Lord Mayor of London.

A lo largo del día de hoy se sabrá el resultado de las elecciones municipales de ayer en Inglaterra y Gales. Sobre todo, se sabrá el nombre del alcalde de Londres que es lo que verdaderamente importa a efectos simbólicos. A los reales, lo que importa es el resultado de todas las elecciones municipales. Pero la figura del alcalde de Londres parece que dice más sobre el futuro de los partidos británicos que el conjunto de los alcaldes de Inglaterra y Gales, lo que no es cierto.

Hace como semana y media que los romanos decidieron poner democrático fin a veinte años de gobierno municipal de la izquierda en la ciudad eterna, eligiendo a Gianni Allemanno en lugar de Francesco Rutelli, un típico representante de la hegemonía izquierdista finisecular y hombre del "régimen" anterior, que había sido ministro de esto o aquello en el Gobierno Prodi, procedente de la vieja casta de los políticos profesionales. El neofascista Allemanno, a su lado, parece una figura fresca, aun trayendo una reelaboración de una doctrina pasada.

La cuestión es que lo que se enfrenta en Londres es algo parecido. El alcalde actual, el laborista, ex-trotskista y, en general, izquierdista Ken Livinsgtone lleva dos mandatos seguidos de regidor de la capital, lo que equivale a decir todo el tiempo que este cargo ha existido ya que la actual figura de Lord Mayor de la Gran Autoridad Londinense (Greater London Authority, GLA) se creó en 2000. Con anterioridad, Londres había carecido de gobierno centralizado desde que en 1986 el Gobierno disolvió el Gran Consejo Londinense (Greater London Caouncil, GLC). Y quiere un tercer mandato, aunque las encuestas predicen que no lo conseguirá porque proyecta una imagen de político cansado, que ya debe ceder el paso a otros con nuevas ideas.

A su vez, su adversario, el conservador Boris Johnson, es un personaje pintoresco. Muchos de sus adversarios lo llaman "bufón" porque tiene costumbre de hacer y decir cosas extravagantes, lo suficiente, cuando menos, para que muchos electores lo consideren sincero y original, por atreverse a decir lo que mucha gente piensa pero no osa manifestar. En fin, hay declaraciones que permiten ver que por debajo de la imagen de un hombre conservador pero poco convencional puede estar formándose un peligro para la democracia: "si el matrimonio gay es legal -cosa que no tengo segura-, no veo razón alguna en principio por qué no podría consagrarse una unión entre tres hombres, igual que entre dos o, incluso, una entre tres hombres y un perro." Puede ser un chiste, pero tiene maldita la gracia. El posible señor Alcalde de Londres piensa que un matrimonio entre gays equivale al de un hombre con un perro. Este hombre es un peligro público y este peligro público puede ser alcalde Londres. El de Roma, fascista y el de Londres, racista. Quien lo dude, que eche una ojeada a estos disparates dichos con la mejor conciencia del racista: refiriéndose a un viaje de Blair a las zonas turbulentas del mundo como mensajero de la paz, dice: "los guerreros tribales sonreirán de oreja a oreja (watermelon smiles) al ver al gran jefe blanco, igual que se dice que a la Reina le gusta la Commonwealth en parte porque la recibe con muchedumbres aclamantes de negritos ondeando banderas." Los de su equipo dicen que se trata de un equívoco y que Boris Johnson (que, por cierto, es un pinta) odia el racismo. Nadie que odie el racismo se refiere a los habitantes de la Commonwealth como "negritos".

La elección de los londinenses, como antes la de los romanos, ha sido difícil, entre un burócrata adocenado de izquierda y un payaso emergente de la derecha. En Roma han elegido al payaso; a ver qué hacen los londinenses. A lo mejor se toman en serio una de las consignas electorales de Boris Johnson, según cuenta Der Spiegel, que es un semanario serio: si vota Vd. por los conservadores, su mujer tendrá las tetas más grandes y aumentarán sus probabilidades de comprar un BMW M3". Algo así como que a un tipo así habrá mucha gente, los más bordes en especial, que lo vote. Por cierto, tiene dos sitios web, uno como diputado del Parlamento y otro como Candidato a Alcalde en donde se ve que, a pesar de su pinta de payaso, es un tipo duro, que va a meter en cintura a la delincuencia en Londres y a luchar contra la corrupción. Por corrupción viene a entenderse cuatro años más de gobierno de Ken Livingstone, que la revolución devora a sus hijos

La prensa interpreta que el resultado en la elección del alcalde es significativo porque dice algo sobre quién ganará las eleciones parlamentarias. Quizá sí, quizá no, dado que faltan dos años. Lo que está claro es que las elecciones municipales y en concreto las de Londres son importantes por sí mismas, porque afectan directamente a la vida diaria de millones de personas. Ya solo la GLA organiza la vida de cinco millones y medio de londinenses. Hay algunos Estados en Europa que no llegan a los cinco millones de habitantes.

(La primera imagen es Claude Monet, El Parlamento, Londres, el sol entre la niebla, 1904, se encuentra en el Musée Quay d'Orsay, París; la segunda es André Derain, El puente de Charing Cross y se encuentra en Mark Harden's Artchive)

La danza de Duato.

Ayer se estrenaba el espectáculo de Nacho Duato en el Teatro Madrid, de la Vaguada y allí nos fuimos, que el asunto prometía. Y cumplió. Hubo dos piezas nuevas del propio Duato (nuevas, al menos, creo, en Madrid porque una de ellas tiene como diez años) y otra, sí, estreno absoluto, de Tony Fabre.

El conjunto está muy bien. Se abre con Gnawa que es, al parecer, unas gentes, algo así como tribus del África Subsahariana, en concreto del Sahel que utilizan esta música con melodías que mezclan lo africano con lo árabe para muy diversos fines, entre otros, según creo haber leído, de carácter extásico. De éxtasis, en el Madrid, poco, pero la coreografía es excelente, particularmente los pasos de conjuntos, que producen efectos caleidoscópicos y me recuerdan a los números de Maurice Béjart, en cuya escuela trabajó Duato.

La pieza Insected, de Tony Fabre es muy interesante. En algún sitio he leído que va de cómo la juventud se plantea su camino en la vida o algo así. No tengo ni idea. Yo vi insectos a todo lo largo y ancho de la pieza; insectos rastreros veloces como cucarachas, diversos tipos de artrópodos, algún alacrán y otros insectos voladores. La música mínima ayudaba mucho porque reproducía sonidos de insectos, el cri-cri de los grillos o el zumbido del abejorro. Efectivamente, a poca sensibilidad que se tenga, acaba uno insected.

La tercera pieza era la más curiosa, la segunda composición de Duato por encargo de una compañía estadounidense de ballet que la estrenó en 1998; tiene diez años. Es coreografía sobre música de Schubert, en concreto música de lieder a la que se le han quitado las palabras y se le ha añadido el movimiento y las tres dimensiones, lo que produce un efecto extraño. Parece que las voces se han transcrito para violoncelo pero uno se pregunta porqué no las han dejado porque al fin y al cabo, el registro de la voz humana es más variado que el del cello y eso se aprecia mucho en los Lieder de Schubert. El diálogo voz-piano es más emocionante que el de piano-otro instrumento y el movimiento se da por añadidura a cualquiera de los dos.

Los bailarines son estupendos y el espectáculo es de una sobriedad escurialense pues todo se confía a las luces, el sonido y la danza. La simplificación de la figura humana es completa; los bailarines van con el torso desnudo y/o con mallas tan justas que parecen desnudos, sin nada que distraiga de la esbeltez de los cuerpos cuyas contorsiones a veces los deshumanizan por entero y los convierten en abstracciones por ejemplo, en notas danzantes.

dijous, 1 de maig del 2008

En Valencia, la historia social.

Aquí me he llegado, a la hermosa ciudad del Turia en la que se celebra ahora una feria anual del libro, antecedente de la de Madrid. He venido invitado por mi amigo Javier Paniagua, director del centro de la UNED de Alzira-Valencia, para presentar algunas de las publicaciones del centro como tal y también del Instituto de Historia Social, que depende de él. Este Instituto está haciendo una obra muy interesante centrada sobre todo en la publicación de una Revista de Historia Social, cuyo número 60 era uno de los libros que había que presentar hoy.

Cuando en 1988 Javier y su amigo José Antonio Piqueras, hoy catedrático de la Universidad de Alicante, me contaron que pensaban poner en marcha el proyecto de la revista de Historia Social, mi vaticinio fue que esas revistas académicas no suelen pasar del tercer número. Como se ve, soy un zahorí catastrófico, pues la publicación lleva ya 60 números, tiene más de setecientos suscriptores y está a punto de ser traducida al inglés, lo que es todo un mérito. Aquí incluyo una portada de un número atrasado en espera de hacer la reseña del número 60, al que acompañará la correspondiente foto.

En estos veinte años la revista ha demostrado tener una gran calidad académica e investigadora, publicando tanto trabajos empíricos como temás de carácter teórico y cuestiones metodológicas de lo que, cuando se fundó la publicación, era una disciplina en ciernes en España y hoy, en buena medida gracias a ella constituye una rama del conocimiento historiográfico muy productiva, centrada en asuntos específicamente sociales. La revista ha publicado números monográficos sobre anarquismo, sindicalismo, populismo, antropología, cuestiones de género, huelgas, franquismo, nacionalismo, negocios y poder, la clase obrera, Edward Thompson, lenguaje, conflicto, familia, elites, artesanía, inquisición, nazismo, Iglesia, caciquismo, campo, ocio, migraciones, etc en muchos de los cuales es lectura obligada. Casi todos los temas se sitúan en los siglos XIX y XX, pero la publicación no desdeña tratar temas hasta en la Edad Media. La idea fundamental es no hacer la historia de los Reyes, príncipes, Estados, guerras, paces, tratados, sino la de las gentes, las clases sociales, los conflictos de todo tipo, las ideologías que han movilizado a muchedumbres, las mentalidades, los movimientos sociales, etc. Es hacer la historia de los avatares de los modos de producción y singularmente de las relaciones productivas. En el fondo, la historia social tiene patrocinador esencial en la persona de Karl Marx pero, por supuesto, no se agota en él, sino que ha incorporado otras perspectivas en un cuadro articulado y pluridisciplinar muy enriquecido. Casi da la impresión de que se trata de una respuesta muy articulada a aquel curioso problema acerca de la "función del individuo en la historia". Sea la que sea, parecen decir los historiadores sociales, no puede ensombrecer la historia colectiva, de los pueblos, las clases, los movimientos , los avances, retrocesos, triunfos y derrotas de las distintas causas en la historia.

La verdad es que esta revista es un lujazo para nuestro país en torno al cual se ha articulado una interesante línea de investigación historiográfica, como lo es el Instituto de Historia Social de la UNED, cuyo nombre reproduce el muy prestigioso del International Institute of Social History, de Amsterdam.

El Centro de la UNED de Valencia ha publicado también dentro de otras colecciones, tres libros recientes que también presenté y sobre los que hablaré con mayor detenimiento en posts posteriores, uno sobre los efectos del cambio climático en el Mediterráneo español, conjunto de trabajos de diversos especialistas recopilados por María José Estrela Navarro; otro que me parece del máximo interés acerca del impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (tics) sobre las relaciones laborales, El trabajador distante, de Emilio Sáez Soro y un tercero, breve pero muy enjundioso, un conjunto de crónicas sobre el conflicto entre palestinos e israelíes escrito por José Luis Ferrando Lada, que es un gran conocedor del país por haber residido largos años en él. Me quedé con ganas de hablar algo más con José Luis, porque Palestina es uno de mis mayores intereses.

Pero no fue posible porque estas jornadas de presentaciones y actos públicos suelen ser trepidantes y sin pausas. Y hoy, primero de mayo, tomo el avión de vuelta a Madrid. Para quien quiera informarse más sobre ambas instituciones, aquí están las direcciones electrónicas: Centro Uned Alzira-Valencia "Francisco Tomás y Valiente" e Instituto de Historia Social.

(La primera imagen es una foto de Tonyç, bajo licencia de Creative Commons).

Primero de mayo pasado por bombas.

Las dos centrales sindicales mayoritarias han convocado manifas bajo un lema común: Es el momento de la igualdad, el salario digno y la inversión productiva. No es que sea muy ingenioso o nuevo porque ¿cuándo no es el momento de la igualdad o del salario digno? Y tampoco es especialmente combativo: estas consignas conectan bastante bien con lo que el Gobierno quiere hacer y viene haciendo. No es que me parezca que los sindicatos deban ir a la contra del Gobierno socialista, como lo hicieron en tiempos de Felipe González, pero sí que no deben rebajar un ápice sus exigencias frente al poder político, especialmente si es de izquierda. Un espíritu de colaboración crítica me ha parecido siempre lo más productivo para ambas partes. No obstante, en los últimos tiempos, vengo observando una creciente tendencia de los sindicatos, especialmente de Comisiones Obreras (CC.OO.), a aliarse con la patronal y a incorporar parte de las ideas de esta a su discurso. Sin pretender que esta política de diálogo sea necesariamente condenable, la verdad es que es poco apropiada para un sindicato, sobre todo en tiempos de pre-crisis económicas, en que se va a tratar de que las centrales hagan suyo el recetario patronal de congelar los salarios, endurecer las condiciones laborales y socializar las pérdidas. En todo caso, está muy bien que haya manifas del 1º de mayo, que sepan los empresarios que no todo el monte es orégano y que están los viejos cuchillos tiritando bajo el polvo, y ello aunque no vaya a la manifa por las razones que se deducen del post anterior.

ETA ha participado en la efeméride a su modo, esto es, plantando tres bombas en sitios diversos del País Vasco como medio de llamar la atención sobre su sórdida existencia. Habitualmente, estos bombazos de la organización terrorista están cargados de maldad y estupidez, que sirven como detonante de sus explosiones. Esta "hazaña" de las tres explosiones más o menos sincronizadas, además, apunta a impresionar a ese tipo de mentalidad, no infrencuente entre las gentes de escasas entendederas y bajo nivel cultural, que son la claque de los terroristas, los que admiran la eficacia tecnológica haciendo caso omiso de las consecuencias de su aplicación a la vida real desde un punto de vista moral. Quizá sean unos asesinos, parecen pensar quienes así se comportan, pero son unos asesinos eficacísimos, son, en el fondo, nuestros asesinos y alguna razón tendrán cuando son tan eficaces. Es una especie de calvinismo pervertido (si cabe) aplicado a una actividad criminal.

Hay quien dice que los tres bombazos etarras son la respuesta de la banda a la detención e ingreso en prisión de la alcaldesa de Arrasate-Mondragón, doña Inocencia Galparsoro. Es posible, entra dentro de su mentalidad, por dar algún nombre a lo que dicen que pasa en el interior de sus cabezas; pero es una respuesta inane. Si el juez ha mandado a la citada alcaldesa a prisión es porque ha apreciado indicios suficientes de culpabilidad y de ahí no la van a sacar todas las bombas que se arrojaron en la segunda guerra mundial. De ahí sólo la sacará su presumible inocencia o el cumplimiento de la pena que, de no ser inocente, se le imponga. Igual que todas las manifas que quieran organizar los abertzales independentistas no van a sacar de la cárcel al señor Otegi, que ahí sigue, igual que sus compadres de la mesa nacional.

La grandeza del Estado de derecho consiste en que, aunque los políticos sean incapaces de hacer que se respete la justicia, la Justicia sabe hacerse respetar por sí misma. Porque la señora alcaldesa es y será inocente mientras no se demuestre su culpabilidad; pero, si se demuestra, la conclusión sólo puede ser una, que ya hace falta ser majadero o irresponsable para poner en un cargo representativo de responsabilidad a una delincuente en las condiciones en que se encuentra el País Vasco.


(La imagen es una foto de CNT (en precario), un sindicato que no suele marchar con los mayoritarios, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 30 d’abril del 2008

Zaplana no está de gana.

El abandono de la política del señor Zaplana es una noticia estupenda para todos quienes, siguiendo la política española, estén hartos de verla convertida en una perpetua reyerta de jayanes el principal de los cuales es este político cartagenero, achulapado, dado a martingalas, fajador experimentado y capaz de arrostrar el ludribio general sin descomponer el gesto. Un hombre fiel hasta el final a su partido de quien podría decirse lo que un lord conservador inglés dijo en cierta ocasión de sí mismo, esto es, que en veinticinco años de actividad parlamentaria él jamás había votado según su conciencia, cual hacen los patanes, sino según le decía su partido, como hacen los caballeros. Algunos hasta se preguntan si el señor Zaplana tiene eso que se llama "conciencia". Se basan en que ha hecho una carrera política fulgurante, pasando por encima de lo que fuera necesario y al grito de que había llegado a la política "para forrarme", según consta en cinta de grabación telefónica que en su día el juez no admitió como prueba por haber sido obtenida sin autorización judicial, no porque no se hubiera dicho.

En todo caso parece que lo ha conseguido; forrarse, digo, porque casi un millón de euros al año lo convierte en un milloneurista. Un millón de euros, piensa uno, ¿por hacer qué con exactitud? No se sabe. Nada, probablemente. Quizá charlar con Berlusconi e intercambiar chistes de machos en la sobremesa. Aunque no sepa idiomas, el señor Zaplana tiene sus amigos y, total, para lo que tienen que decirse... Lo que me fascina es que una empresa pueda destinar un millón de euros a pagar a un contratado por realizar un trabajo tan impreciso como "relaciones con la UE". Es prueba, además, de que, al privatizar las empresas en su día, el PP sabía muy bien a quién ponía al frente de ellas. El señor Aznar nombró al señor Alierta en substitución de su amigo de pupitre, señor Villalonga. Desde entonces, año 2000, lleva el señor Alierta al frente de la primera empresa española y cosechando líos judiciales a consecuencia de una acusación de uso de información privilegiada de cuando procedió a la privatización de Tabacalera, en cuya presidencia también lo había nombrado el señor Aznar y que no acaban de cerrarse. En todo caso, vaya por Dios, quién va a nombrar a quién. A ver si nos toca una Terra Mítica de las telecomunicaciones.

Por cierto, la espantada del señor Zaplana llegó ayer en medio de una serie de sobresaltos en el Partido Popular. El señor Rajoy anda el hombre formando su equipo o shadow cabinet (que diría Xan Das Bolas) y, al prescindir de los que se consideraban in pectore y no contar con quienes lo han escoltado hasta la fecha como fieles escuderos, se le están formando frondas por doquiera. Lo que ha hecho el señor Rodríguez Zapatero en un santiamén, esto es, barrer a la vieja guardia y meter novatos y novatas, puede costarle varios disgustos al señor Rajoy. No es lo suficientemente fuerte y está dejando mucha gente resentida por el camino, cosa poco recomendable en política. A los resentidos hay que tenerlos delante, nunca detrás, y nombrarlos algo. Promoveatur ut amoveatur. Por ejemplo embajador, o presidente de un consorcio del Estado, o presidente del Congreso de los Diputados. Pero esas cosas sólo se pueden hacer cuando se está en el gobierno; no cuando se está en la oposición.

Además, el señor Rajoy ha aprovechado para hacer nueva gala esa cualidad (o, mejor, falta de cualidad) que lo adorna o deja de adornarlo, que es la indecisión. Tras decir que no iba a acudir a la fiesta del dosde de la señora Aguirre y señalar que se encontraría en la de Móstoles (el que declaró la guerra al francés), desdíjose en horas, de forma que acudirá a las dos fiestas porque no digan, dice. Como si no dijeran más al ver que es incapaz de resistirse a los caprichos de Lady Mcguirre. Cada vez que la dama envida, el otro se arruga.

(La imagen es una foto de Chesi fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).

Según nos va en la fiesta.

Acaban de salir los resultados de la primera oleada del Estudio General de Medios (EGM) que mide la difusión de los medios escritos españoles así como las audiencias de los audiovisuales y la penetración de internet. Y de inmediato se arma la zarabanda. Las oleadas del EGM, como las cifras periódicas de la Oficina de Justificación de Difusión (OJD) son para los medios como las elecciones para los políticos: todos participan y todos ganan.

De momento, lo de la izquierda es el cuadro de difusión de la prensa escrita (hay que abrirlo para verlo bien; no sé ponerlo para que se abra en una ventana independiente; a ver si aprendo), en donde se ve que el periódico que más se lee es el Marca, detrás va El País y detrás, El Mundo. Pero interesa observar que El País tiene un millón de lectores más que El Mundo, cantidad que éste no ha conseguido reducir ni parece que vaya a conseguirlo. Conviene recordarlo porque, tal como presenta la noticia El Mundo lo que viene a ser es que "el conjunto de cabeceras" del grupo Unión Editorial tiene más lectores que el grupo Prisa. Por "conjunto de cabeceras" etc hay que entender Marca (2.550.000 lectores) más El Mundo con 1.395.000 lectores, muy lejos de los 2.336.000 de El País, que es lo que verdaderamente duele.

En los meses de la oleada en que se ha controlado a Público el nuevo periódico de izquierda que hace la contra a El país sin que parezca que éste se resienta por ello, ha alcanzado 188.000 lectores. Habrá que ver cómo voluciona. De momento, el que ha perdido audiencia (y es razonable pensar que se haya ido a Público) ha sido El Mundo, en concreto, casi 50.000 lectores pues su cifra en la oleada anterior fue de 1.443.000. También se viene controlando ya a la prensa gratuita. Al fondo de la imagen aparecen 20Minutos, ¡Qué! Metro directo y ADN. Los de 20 Minutos salen a tambor batiente afirmando que '20 minutos' se convierte en el diario más leído de toda la historia de España. Cierto, ha ganado incluso al Marca. Pero queda por dilucidar si los gratuitos son periódicos en el sentido tradicional del término. Téngase en cuenta que esos 2.685.000 lectores de 20 Minutos parecen haber salido de la nada, pues ni siquiera han arañado las cifras de difusión de la prensa de pago, como puede verse en el gráfico superior que registra cómo la difusión de los periódicos han sufrido leves oscilaciones entre abril de 2004 y marzo de 2008. La prensa es un bien inelástico y cada lector parece aferrarse a la suya como a su iglesia.

En la radio, la supremacía de la SER es apabullante, como puede verse en el tercer gráfico. La radio del grupo Prisa tiene más del doble de audiencia que la COPE y su cifra es casi la misma que la de las otras tres emisoras juntas, COPE, Onda cero y Radio Nacional, 4.766.000 de oyentes de las tres juntas frente a 4.681.000 solo de la SER, en realidad, 85.000 oyentes de diferencia. Se entiende muy bien la irritación de los de la Cope: una sola emisora vale por tres en el mercado libre. Por eso habla de "los medios del grupo Prisa" e, incluso los acusa de monopolistas, cuando se está hablando de una sola emisora frente a tres.

La lucha es larga y da la impresión de que, si no cambian mucho las cosas, la COPE la tiene perdida, como puede apreciarse en la serie histórica de la derecha en que se ve cómo en los último cuatro años, las cuatro principales emisoras han mantenido sus respectivas distancias y la COPE no consigue separarse de las otras dos ni acercarse a la de Prisa. Se observará que hay un vacío en el cómputo de la cadena de los obispos; fue un tiempo en que los de la COPE estuvieron fuera del EGM porque los pillaron haciendo trampas, aunque ellos dicen que era para detectar el sesgo del organismo medidor. Luego volvieron. No es bueno para un medio estar fuera del EGM porque surgen problemas con la publicidad.

Por eso mismo es curioso que El Mundo no esté en la medición de sitios web donde elpaís.es tiene 1.955.000 visitas, por detrás de Marca y Terra.

Entiendo muy bien la situación y el fastidio de los señores Jiménez Losantos y Ramírez al ver cómo la SER es incuestionablemente mejor emisora que la COPE por decisión libre del mercado, como por decisión libre del mercado es evidente que El País es mucho mejor periódico que El Mundo. Decisión de los consumidores.