dilluns, 21 de gener del 2008

¿Mintió ZP a raíz del atentado de la T4?

Con motivo de la supermaxiguay entrevista de ¡ocho horas! con el señor Rodríguez Zapatero que su acendrada megalomanía llevó a hacer al señor Ramírez, los estrategas de la derecha sostienen exultantes que el presidente del Gobierno se pasó el año 2007 mintiendo a los españoles a propósito de la existencia de contactos con ETA. Para ello se basan en una afirmación suya en la tal archientrevista de que, luego del atentado del treinta de diciembre de 2006, diversas entidades internacionales siguieron explorando, con su beneplácito, las posibilidades de que el proceso de paz no se rompiera.

Están tan contentos con el hallazgo los tales estrategas que han decidido convertir la gran mentira de Zapatero en el tema "estrella" (como dicen los locutores) de la campaña electoral, devolver con creces a los sociatas todas sus críticas acerca de sus trolas cuando el atentado de 2004 e invitar a quienes, como San Mateo, desconfíen de las apariencias, a ir a sumergirse en las hemerotecas para que vean cómo el desvergonzado Zapatero estuvo meses y meses engañando a los españoles. De ahí que, según los señores Aznar y Acebes, éste haya quedado "inhabilitado" para gobernar España; nueva forma del "¡Váyase señor González!" en la que es especialista Mr. Cizaña. Además, para quienes no quieran o no puedan ir a las hemerotecas pero deseen informarse, los estrategas mencionados han hecho un vídeo, del que están tan contentos y que han colgado en su página, en una parte que se llama "Rajoy TV", con un título drámático: La gran mentira de Zapatero. Hélo aquí:

He ido a la hemeroteca y me he tragado el vídeo y no veo que el presidente del Gobierno haya mentido. Desde luego, en el vídeo no sale ni una sola vez mintiendo y no será porque los estrategas no hayan revuelto Roma con Santiago y con las Aleutianas para sacarlo diciendo trolas. Mi respuesta, pues, a la pregunta del título del post sobre si ZP mintió es NO.

¿Qué ha pasado entonces? Pues lo que cualquiera puede ver en el vídeo o leer en ejemplares atrasados del periódico: que, cuando los señores del PP le preguntaban sobre si había o no negociaciones, el señor Zapatero tiraba balones fuera, daba rodeos y acababa diciendo que los contactos estaban rotos y las negociaciones clausuradas, pero siempre añadía después que naturalmente era lógico que se tomara la temperatura al mundo de ETA o fórmulas de ese jaez que eran las que precisamente atacaba el PP por ambiguas pero que autorizan a decir hoy que el señor Zapatero no mintió porque, en primer lugar, los contactos estaban rotos y, en segundo, otras instancias internacionales estaban haciendo gestiones ("tomando el pulso") para que el proceso negociador no se rompiera. Y la prueba de que no hubo una sola mentira clara, taxativa es que, si la hubiera habido:

  • Ya la habría sacado el PP en videoscope.
  • Ya la habría sacado ETA en Gara, que viene a ser lo mismo.

  • Se podrá así acusar al señor Zapatero de ser más o menos escurridizo, cínico si se quiere, marrullero, pero no de ser mentiroso. No, al menos en el sentido de quien llama a los directores de los periódicos para contarles una milonga; de quien obliga a los embajadores de España a culpar del atentado de Atocha a ETA contra toda evidencia; de quien sostiene contra viento y marea que es ETA la responsable del atentado y quien crea otra cosa es un miserable.

    No, hombre, no, todavía hay clases y cree el ladrón...


    LAS PENAS DEL SEÑOR GALLARDÓN

    En cuanto al PP, nadie duda de que la defenestración del señor Ruiz Gallardón, tendrá un coste. Y más que va a tener si ese partido sigue haciendo ridículos como ayer en que algunos de los dirigentes que asistían a un acto electoral no se dirigían la palabra. Desde el punto de vista de la unidad, condición que los políticos valoran mucho: cero, aunque la división es muy desigual, esto es, todo el partido contra el señor Ruiz Gallardón (RG). Quizá por tener el pelo rizado, el señor RG recuerda un poco al cordero sacrificial. Y la verdad es que tiene un aire, con ese gesto compungido, esos ojos bajos de hereje relapso, doblemente traidor.

    La cobardía del señor RG es triste. ¿Cómo no se da cuenta de que no hay sitio para él en el PP, pase lo que pase? Si el señor Rajoy gana las elecciones, se habrá demostrado que era por su tirón y no por el de RG, que ya puede ir haciendo las maletas; si Rajoy pierde, RG aparecerá al partido como el enemigo que hay que batir antes de que se crezca, con lo que la maleta se la harán ellos; la maleta, la cama y lo que haga falta. Así que lo mejor es que se largue.


    FELIPE.

    Una última nota sobre Felipe González. Entró ayer el ex-presidente como un torbellino en la campaña, a petición de Bambi, en Barcelona y hay que ver qué tirón tiene. Probablemente mayor que ningún otro político español. Es curioso: sobre él se han lanzado toneladas de infundios, calumnias, insultos, falsedades. He visto de todo. Hasta le atribuían la propiedad de una isla en el Caribe. Hay gente que ha dedicado su vida a destruir la imagen de Felipe, que si Mr. X, Y o Z, que si los GAL o los GOL; y ahí está Felipe, rodeado del cariño, la admiración y el respeto de cientos de miles, de millones de personas, aquí y fuera de aquí. La diferencia con sus detractores es patente.

    El fragor de lo cotidiano.

    Mi buen amigo Antonio Gutiérrez Resa acaba de publicar un libro muy curioso con el título y subtítulo que se ven a la izquierda (por si no se viera: Ontología del mercadillo. Sociología de la vida diaria) en Ediciones Académicas, Madrid, 2007. La portada, según parece, reproduce el mercadillo de Via Verdi junto al Duomo de Trento. El libro es una especie de apología de esta popular institución, entendiendo por tal lo que se ve en la imagen o cosas parecidas: tenderetes con toldos o estructuras más sólidas pero siempre provisionales en los que se vende de todo: textil, cerámicas, calzado, menaje, viandas, alimentos sin cocinar, crudités, ferretería, etc. Y no es una apología vulgar, de esas que se expresan en ditirambos, sino una apología formulada en tres territorios distintos, uno filosófico, otro sociológico y un tercero literario.

    En el aspecto filosófico ya se ve que el mercadillo es considerado como una realidad suprema puesto que tiene una ontología en cuanto que una doctrina del ser. Es en el mercadillo en donde se produce la autotrascendencia del hombre, que es el concepto vertebral de la obra de Gutiérrez Resa, aquel por el que el hombre se realiza plenamente en la forma, por lo demás inmanente, del "ser ahí" heideggeriano. Pero esa "autotrascendencia" no es un existencialismo ya que en otra parte de la obra el autor establece que hay diferencias entre la autotrascendencia y la trascendencia inmanente.

    Este proyecto filosófico se hace en tiempos de indiscutible postmodernidad, de desaparición de los metarrelatos. Gutiérrez Resa presenta aquí una cumplida reelaboración de algunos de los filósofos y ensayistas más notables de los últimos tiempos, como Zizek, Rorty, Steiner o Zygmunt Bauman. El mercadillo es el locus por excelencia de la postmodernidad, en donde se articulan relatos fragmentarios, interconectados de formas caprichosas, donde reina una pluralidad de verdades pues ninguna puede imponerse; sería hasta cómico que intentase hacerlo.

    Eso en los términos filosóficos. En los sociológicos (la obra se titula "Sociología de la vida diaria"), el estudio de Gutiérrez Resa parte de dos puntos claves: de un lado, la sociología de la vida cotidiana que acometiera Henri Lefebvre y se extendiera por todo el estructuralismo; del otro, el espejo, la construcción social de la realidad, la etnometodología y la madre fenomenología. El mercadillo es un lugar de comunicación extraordinario, en donde tiene lugar el interaccionismo simbólico. No es una "institución cerrada", de las que estudia Ervin Goffman, pero el comportamiento en él está ritualizado. Se me antoja que hay aquí una contradicción que el autor sabrá como resolver: cómo pueda ser lugar de autotrascendencia uno en que el comportamiento esté ritualizado.

    Estos dos puntos de vista -filosófico y sociológico- animan al autor a una visión tan optimista del mercadillo que acaba considerándolo como superior a cualesquiera otras formas sociales en el sentido de Georg Simmel. Y desde luego de tal superioridad está el autor convencido, al menos frente a internet (p. 53) y frente a las grandes superficies, lugares desangelados donde no se habla (p. 101) y en los que no llueve ni hace sol y todo es artificial. (p. 142)

    No voy discutir la idea de la superioridad del mercadillo sobre las grandes superficies porque no me parece discutible ya que se trata de realidades inconmensurables, por no hablar de internet, que pertenece a otro planeta: me limitaré a suponer que habrá quien sostenga lo contrario, que el núcleo humano de la sociedad es la gran superficie y no el pequeño comercio que no lleva a ningún sitio. En el fondo, me atrevo a pensar que esta historia es como una réplica de la de Todo lo sólido se desvanece en el aire.

    Por último, el autor considera los mercadillos desde un punto de vista de crítica literaria. Creo recordar que era Lionel Trilling quien decía que en todo sociólogo hay siempre un novelista más o menos frustrado. Gutiérrez Resa se acercaría al supuesto, no por novelizar él mismo sino por sus profundos conocimientos de literatura, especialmente sobre la novelística española contemporánea, esto es, la Generación X, Ray Loriga, Espido Freire, Lucía Etxebarría y que se me perdone si me olvido de alguien. No puedo seguirle aquí porque mi conocimiento de estos autores es muy somero. Pero puedo seguirle en su visión acerca de la novela como claro reflejo de la realidad social (p. 105) y más en su referencia a la concepción marxista de la sociología de la novela, al estilo Lucien Goldman. Y es aquí (p. 121), en la novelística de la Generación X, el de las Historias de Kronen y sobre todo las novelas de Paul Auster donde se hace patente el sentido de nuestra época, según dictamen de L. Goldman, aprobatoriamente citado por Gutiérrez Resa: En nuestra opinión, la forma novelesca es, en efecto, la trasposición al plano literario de la vida cotidiana en la sociedad individualista nacida de la producción para el mercado. Eso de la "producción para el mercado" no podía fallar.

    Ya bastante avanzado el relato sobre los relatos del mercadillo, ese lugar en el que el autor se siente tan a gusto y al que siempre vuelve, se cede la palabra brevemente a varios protagonistas en una especie de resúmenes de historias de vida, lo que supone una adición más de interés al libro, aportándole más verosimilitud dado que estos relatos de protagonistas se nos ofrecen como muestra de una realidad infinitamente más viva, variada y compleja: se trata de una refugiada-inmigrante, un inmigrante económico-político, dos jubilados, una mujer trabajadora y una joven universitaria. Historias de vidas cotidianas de gentes insignificantes, de relatos de familias, de penurias, alegrías, altibajos de la existencia. Claro, si alguien puede traducir la realidad porque la replica es la literatura.

    La obra de Gutiérrez Resa es un gran trabajo de apología de ese ente en que se desarrolla y florece el ser humano. Y este juicio tiene tanto más valor cuanto proviene de quien piensa lo contrario, esto es, que es la mar océana sin límites ni fronteras, internet, el ciberespacio infinito y anónimo los lugares en que yo me siento mejor y puedo dar lo mejor de mí, donde los encuentros son fortuitos, azarosos y no quieren decir gran cosa desde el punto de vista del establecimiento de relación alguna. Donde no hay convenciones, las normas son mínimas, está todo por inventar, la imaginación navega por su cuenta y los diálogos son absolutamente libres, basados en la buena fe de la gente, frecuentemente defraudada.

    diumenge, 20 de gener del 2008

    EE.UU.: todo sigue abierto.

    En los caucus de Nevada se han impuesto la señora Clinton por los demócratas y el señor Mitt Romney por los republicanos. La segunda victoria de Mrs. Clinton, luego de New Hampshire (Michigan no cuenta) afianza mucho su posición y sus posibilidades. El señor Obama encaja su segunda derrota de una tacada. La verdad, sin embargo, es que es una derrota por la mínima (50,2% de la señora Clinton frente al 45,2% de Mr. Obama y 3,8% del señor Edwards) y, al ser un caucus proporcional, Mr. Obama se llevará poco menos de la mitad de los delegados. (Actualización a mediodía del 20/01/2008: de hecho, el señor Obama saca un delegado más que la señora Clinton, al calcularse los delegados no en todo el Estado, sino en los distritos). Con todo, tiene mala lectura y el candidato negro ha puesto sus esperanzas en la próxima cita, que son las primarias democráticas de Carolina del Sur (veintiséis de enero; las republicanas fueron ayer) donde más de la mitad de los electores demócratas es negra.

    Es muy pronto para valorar qué peso tiene este asunto de las razas en la política estadounidense y en estas elecciones. En Nevada era importante el voto hispano. Éste parece decantarse más por la señora Clinton, lo cual corresponde al saber convencional en los States: los hispanos y los negros no hacen buenas migas; y eso que muchos hispanos son negros. Hispanos y mujeres fundamentalmente, han llevado a la señora Clinton a la victoria. El tercer puesto del izquierdista Edwards, con 3,8% no merece comentario. Edwards espera ganar en Carolina del Sur, que es el estado en el que nació y que ya ganó en primarias en 2004 .

    Eso será la semana que viene. Para entonces, los dos candidatos demócratas principales, la señora Clinton y el señor Obama continuarán poniéndose mutuamente a bajar de un burro, aunque asegurando que es el otro el que lo hace. En New Hampshire ya vimos de lo que son capaces los Clinton/Clanton. Aquí, en Nevada, hemos visto al señor Obama, cuyo equipo pagó un anuncio en español en todas las emisoras del Estado denunciando que Mrs. Clinton no se ocupa de los hispanos.

    En el campo republicano, Mitt Romney, el millonario mormón se lleva el caucus de Nevada y John McCain gana en Carolina del Sur. Los delegados de Romney en Nevada están por determinar; McCain en Carolina del Sur se los queda todos porque es sistema mayoritario. Por cierto, aquí en Carolina del Sur, con muchos conservadores y un buen porcentaje de evangélicos, el señor Huckabee pensaba tener posibilidades y, en efecto, con 29,6% del voto, se ha quedado a 3,6 puntos porcentuales del 33,2% del ganador, señor McCain. Como es sistema mayoritario, da igual ser el segundo que el cuarto pues a ninguno corresponde nada, pero resulta alarmante que tenga posibilidades de salir un integrista. Hemos estado ocho años con un presidente, George W. Bush, que dice que Dios le habla, para pasar a estar con un baptista que será quien hable a Dios y hasta le dé órdenes.

    La idea de que el mundo pueda estar regido por la voluntad de un fanático preocupa; un fanático que cree a pies juntillas en el relato de la Biblia sobre la creación y lo de la costilla de Adán. Claro que ya ha estado ocho años gobernado por otro que cree lo mismo. Es curioso, qué gran importancia tiene la religión en la política estadounidense. La separación entre las iglesias y el Estado es radical, pero la fe es un elemento esencial en las elecciones presidenciales. La fe, dice Huckabee, "no me condiciona; la fe me define". Cada vez que uno de estos habla así, puede pasar cualquier cosa.

    (La imagen, Aurora borealis, de Frederick Edwin Church, 1865. Church fue un gran paisajista y no sólo de los EEUU sino del mundo entero).

    La próxima alcaldesa.

    He aquí una persona que está fumando en un lugar público en el que se permite fumar. ¿Cómo diantres resulta que el hecho de fumar en un espacio en el que fumar está permitido se convierte en primera de un importante periódico como es El Periódico de Catalunya? Tanto por quien lo hace como porque lo hace. La señora Botella es concejala del Ayuntamiento de Madrid y puede ser la próxima alcaldesa. Alcaldesa una señora que hace gala de quebrantar la ley. Ya sé que un decreto de la Comunidad de Madrid da cobertura legal a estas ilegalidades. Sí, sí, la conducta de la señora Botella es ilegal; no lo es formalmente, pues se atiene a la letra de la ley, pero lo es materialmente desde el momento en que la norma de la Comunidad de Madrid atenta contra el espíritu (no sé si la letra, pues no lo he averiguado) de la ley contra el tabaquismo.

    El comportamiento de este matrimonio en estos asuntos en debate sobre el consumo de drogas (si por droga entendemos cualquier substancia que cambia el estado anímico de las personas, el tabaco y el alcohol son dos drogas) deja mucho que desear. Basta con echar una ojeada el infausto video en el que el señor Aznar hace burla pública de la campaña de la DGT que finalmente está consiguiendo bajar la cantidad de muertos en la carretera. Véase:

    Es algo tan sorprendente como ver a su señora fumando cual si fuera Gilda en un espacio público cerrado en un país que pretende ir a la cabeza en medidas preventivas. Con todos mis respetos me parece que el comportamiento en público de la señora Botella y su marido es más propio de gamberros que de personas que han tenido y tienen tan graves responsabilidades en representación de sus conciudadadanos. Y ahora que son abuelos por tercera vez quizá va siendo hora de que sienten la cabeza y se comporten como adultos.

    dissabte, 19 de gener del 2008

    La economía contraataca y en España también.

    Que estamos en mitad de una crisis económica es del dominio público. El nombre que se le haya de dar aún está en discusión. Nadie quiere reconocer una recesión y se habla de "probabilidad de recesión"; pero esa probabilidad es alta; Greenspan la cifraba en un 50%, o sea 1/2, una de las dos caras de una moneda. Hasta ahora he leído términos como slowdown y ralentissement, esto es, "desaceleración" y el presidente Bush ha hablado de riesgo de downturn que es algo así como "descenso".

    Los especialistas dicen que para que haya recesión se precisan cuando menos dos trimestres seguidos con tasas de "crecimiento negativo". Esa expresión es un oximoron perfecto cuya razón de ser debe de ser meramente diplomática, esto es, evitar el término "decrecer". Pero eso es algo absurdo. Considérese que uno tenga una empresa de gestionar capitales de terceros que se los confían para que los haga crecer, para que los aumente. Considérese la cara que se le pondrá a un cliente al que le decimos que su capital ha tenido un crecimimiento negativo de diez por ciento. No será de alegría.

    En todo caso, la economía, ciertamente. El presidente Bush, el señor Matorral, ha presentado un paquete de reducción de impuestos a personas y empresas en los EEUU por valor de unos ciento cincuenta mil millones de dólares. En algún sitio he leído que esto es una medida típicamente neoliberal. Es sorprendente. El abc del keynesianismo, la bestia negra de los neoliberales, es que, en tiempos de amenaza de crisis o crisis, el Estado, los poderes públicos intervengan para mantener elevada la demanda. Hay diversas maneras de conseguirlo y una es reducir los impuestos, lo que hace que los individuos tengan más dinero para gastar. Igual que las empresas para invertir. Podemos discrepar sobre el carácter de las medidas, sobre si son mejores las exenciones o las políticas activas de empleo, pero decir que la intervención pública en el sistema económico es práctica neoliberal simplemente es no saber lo que se dice.

    No había terminado de hablar el señor Matorral explicando su plan y ya había bajado la bolsa de Nueva York, que empezara el día al alza. Y ello no porque Mr. Matorral sea gafe sino porque, como se sabe muy bien, los mercados suelen descontar las medidas extraordinarias porque, en parte, las provocan ellos mismos. Esto es, en definitiva, el solo anuncio de este tipo de medidas intensifica la conciencia de crisis y la recesión se hace más cercana. Si uno quiere provocar un sobresalto y quizá una crisis, lo primero que hace uno es salir pidiendo medidas "brutales", como el señor Arias Cañete, experto del PP en asuntos económicos hasta que el señor Pizarro lo ha dejado en la sombra.

    Efectivamente, como resulta que al final en las elecciones españolas va a hablarse de economía, la derecha ha "fichado" como número dos por Madrid al señor Pizarro. Ese fichaje, que estaba pensado para eclipsar el mal efecto de la decapitación del Robin Hood de Chamberí, ha sido una clase perfecta de cinismo político, algo que parece sacado directamente de Maquiavelo. Dice el interesado que viene "como uno más", que es el "último afiliado al PP" y que "viene a sudar la camiseta". Las expresiones no pueden ser más vulgares y topicazas y, además, absurdas con absurdo surrealista, que es el que le da el tono maquiavélico en el sentido de negar con todo descaro lo que está haciéndose a la luz del día. Dice el señor Pizarro: "como uno más" y sale de la nada para ocupar el segundo lugar de la lista por Madrid. Dice el señor Pizarro que es "el último afiliado del PP" pero trae la ficha firmada por los señores Rajoy y Aznar. O piensa que quienes lo escuchan son idiotas o es un perfecto idiota.

    Desde luego, el rasgo más característico de esta luminaria de la ciencia económica es que no dice más que lugares comunes y frases manidas que carecen de sentido. Eso de que "donde está mejor el dinero es en el bolsillo de los ciudadanos" es una cita de una frase de otro sin citar al otro, un expolio, vamos. O lo de que la economía se maneja como "un buen padre de familia, ahorrando más y gastando menos". La verdad, es difícil tomarse esto en serio. Debe de ser porque recuerda que allá por los tiempos de sus orígenes, los de Jenofonte, se entendía por "Economía" la ley que rige el hogar. Un país, sin embargo, es algo distinto. Un país nunca es una familia (término de comparación que encanta a la derecha) sino un conjunto de familias, muchas veces enfrentadas entre sí a muerte. Y eso ya no es fácil de explicar ni de predecir, ni hay un solo modelo que imponer, digan lo que digan los obispos o el monago.

    Se hablaba en un post anterior de que un servidor no compraría un coche usado al señor Pizarro y éste afirma ahora que él se lo compraría al señor Rajoy y llegaría con él al "final del mundo". Ahí es posible, pero no algún otro lugar de la tierra menos incómodo. En fin, puede que el señor Pizarro sea la revelación en algún momento. Por ahora parece un hombre bastante limitado pero muy seguro de sí mismo, lo que mueve un poco a risa. Aunque no ya tanto el verlo usar a las víctimas del terrorismo en el primer día de su aparición pública como candidato del PP. Es de esperar que se detenga esa odiosa costumbre de poner color de partido a los muertos.

    Lo más característico que he leído acerca del señor Pizarro es el propósito de la señora Aguirre de que viene a servir al Partido y no a servirse del Partido. Que cada cual entienda lo que quiera. Que no va a "servirse del partido" lo remacha él asegurando que viene "a dar el callo con pico y pala, como todos", otra vulgaridad así como de club de futbol y, además, falsa, salvo que se entienda que los ministros (éste lo será y vicepresidente, si el PP gana) trabajan a base de pico y pala. Lo dicho, aquí alguien se está pasando con la credulidad de la gente.

    (Foto: presidente Bush. Fuente: omestes' photos. Licencia Flickr).

    El mercader de Venecia.

    Estuvimos viendo ayer la versión que de El mercader de Venecia hace en el teatro del Arenal la compañía Galo Real, bajo la dirección de Gustavo Galindo y hasta el diez de febrero. Es una compañía de gente muy joven, lo cual está bien porque la obra de Shakespeare es para gente joven, impulsiva, temperamental, pero la versión que hacen de la comedia (es su denominación originaria) no es convincente. La cuestión no es que la versión se ambiente en un no-tiempo que toma muchos elementos de lo contemporáneo sino que ha quedado reducida a su mínima expresión: se cuentan los dos episodios de las cajitas para conseguir la mano de la bella Porcia y el asunto del contrato de préstamo entre Antonio y Shylock. Todo lo que parezca distraer de esos dos temas se elimina. Y así desaparecen episodios enteros como la fuga de la hija de Shylock con el cristiano Lorenzo o los amores de Nerissa, la dama de Porcia con Graciano, un amigo de Basanio y Antonio, todo ello sacrificado ante el altar de una "interpretación libre", libre de ataduras con el texto. Y es que estos episodios no solamente no obstaculizan el entendimiento sino que sirven para contextualizarlo, matizarlo, hacerlo más rico. Por último, mi amarga queja por la manía de meter a las obras piezas musicales. Ésta arranca con un fado que podía excusarse perfectamente, o ballets que no les corresponden. Quitar texto de Shakespeare para poner estas simplezas no enriquece sino que empobrece la fábula.

    En cuanto al contenido, el debate es si El mercader... debe figurar como muestra de arte antisemita o de arte tolerante. Yo tengo la pieza por claramente antisemita. El famoso monólogo de Shylock sobre si los judíos no ríen, no lloran, no sufren al igual que los demás seres humanos es muy bueno, pero es lo que el propio Shylock dice en defensa de los de su raza y lo único que muestra es que Shakespeare es genial reproduciendo formas de pensar y actuar que no son las suyas. Poco antes del monólogo Shylock cuenta la razón profunda de su desavenencia con Antonio y es que éste presta sin interés, es decir, la obra es una defensa de la prohibición cristiana del interés, algo que el judío no entiende. No obstante, Shakespeare no podía dejar de ver en torno suyo que no era la idea cristiana de préstamo desinteresado la que había triunfado sino la del judío, así que lo que hace es contraponer el capital productivo, el que emprende y arriesga, en el caso del mercader Antonio, al meramente especulativo y usurario en el del judío Shylock. Eso está muy bien, pero nadie ha conseguido demostrar que el primero pueda sobrevivir sin el otro.

    El segundo asunto es el de la homosexualidad de la obra en las relaciones de Basanio y Antonio, cosa que es palmaria por cuanto Basanio sacrifica la promesa a su mujer, la bella Porcia, por el amor o la lealtad al amigo. Los personajes dan la impresión de ser bisexuales. A ello ayuda mucho que Porcia y Nerissa se disfracen de hombres para llevar adelante su designio. Ahora se pierde un elemento que era típico del teatro isabelino, una especie de ambigüedad al cuadrado porque, al estar prohibido que las mujeres actuaran, los papeles femeninos eran interpretados por muchachos. En consecuencia, cuando Porcia se disfraza de hombre se trata de un muchacho que se disfraza de mujer que se disfraza de hombre. Realmente complicado.

    Por eso nadie puede ver ya El Mercader con los ojos del siglo XVII. Pero es que tampoco hace falta, siempre que el rico fluir de las razones de Shakespeare a través de sus personajes, se produzca en el adecuado marco de riqueza conceptual que caracterizaba al genio. Y es que esto tampoco es así porque la versión es desnuda y conceptista cuando Shakespeare era más bien culterano.

    divendres, 18 de gener del 2008

    La UNED.

    Hace algo más de un año que he vuelto a ser profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), tras haberlo sido durante mucho tiempo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y estoy muy contento por ello. La UNED es una gran universidad, su personal, tanto el docente como el de administración y servicios, tiene elevada competencia porque, además de atender a su trabajo con diligencia, ha de adaptarse a las peculiares necesidades, no siempre bien comprendidas fuera de la casa, de la enseñanza a distancia. Pero, sobre todo, lo más importante en esta Universidad es el alumnado, gente que en su inmensa mayoría está trabajando y no puede asistir a una universidad presencial, pero que se esfuerza por mejorar sus conocimientos, adquirir una titulación, ascender socialmente con un trabajo ímprobo, que hay que haberlo realizado u observado de cerca para hacerse una idea de lo que significa en términos de vida cotidiana, que es preciso compaginar con el trabajo y la familia. Un esfuerzo y una abnegación tanto mayores cuanto que la Universidad plantea niveles muy altos de exigencia que dan un mérito especial a las titulaciones que otorga.

    Al igual que las demás universidades españolas, la UNED realiza una destacada labor social. Pero en su caso es su misma razón de ser: no sólo representa muchísimas veces una oportunidad en la vida para gente que careció de ella en edades más tempranas, sino que posibilita educación universitaria a sectores sociales que por motivos distintos no pueden acceder a ella o no pueden en condiciones satisfactorias, personas con cualquier tipo de discapacidad, población reclusa y nacionales residentes en el extranjero. Es cierto que las demás universidades también tienen estudiantes discapacitados y procuran atenderlos lo mejor que pueden, pero en cantidades insignificantes en comparación con la UNED. En cuanto a los alumnos reclusos y residentes en el extranjero, la UNED realiza su tarea casi en solitario.

    Pues bien, a pesar de que se trata de una institución de tan fortísimo carácter social y que es la única que les resta al Estado, ya que las demás fueron transferidas a las CCAA y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo no ofrece enseñanza reglada ordinaria, no recibe el trato que su peculiar condición requiere. Este simple cuadro comparativo, cuyas cifras, correspondientes a 2007, pueden contrastarse en las respectivas páginas güeb de ambas instituciones, esto es, la UNED (los presupuestos se encuentran en la página del Vicerrectorado de Planificación y Asuntos Económicos) y la UCM es suficientemente ilustrativo.

    Con un presupuesto que es más de tres veces el de la UNED, la UCM atiende a menos de la mitad de los alumnos. Si extraemos el "coste" por alumno y año de ambas universidades, el resultado es que un estudiante de la Complutense cuesta seis veces lo que uno de la UNED. Si atendemos a las demás magnitudes, las diferencias son abismales: aproximadamente la sexta parte de los profesores y la cuarta de personal de administración y servicios. Y si nos referimos al capítulo de estudiantes en condiciones especiales, la comparación es imposible porque la UCM no tiene estudiantes en centros penitenciarios o, cuando menos, no constan en su memoria de actividades, mientras que la UNED, que carga con casi toda la tarea de rehabilitacion de los reclusos, tiene casi mil. Igualmente, la UCM no tiene estudiantes residentes en el extranjero mientras que la UNED atiende a más de dos mil. La conclusión es que la UNED, la primera universidad del país por cantidad de alumnos y la más claramente social, por atender a los sectores más desfavorecidos, está infradotada y en condiciones de penuria.

    Por supuesto es muy fácil hacer demagogia con estas cosas y no caeré yo en la tentación. La comparación con la UCM es sólo a efectos ilustrativos. No se me oculta que también la UCM está muy necesitada e insuficientemente atendida, que sus instalaciones son pobres y los salarios del personal docente y administrativo bajos; aunque los de la UNED, a pesar de ser universidad estatal o quizá por ello, aun lo sean más. Esto es, la comparación no trata de señalar un agravio de la UNED frente a la UCM o las demás universidades; en absoluto. El sistema universitario español está todo él necesitado de inversiones actualizadas.

    Tampoco se me oculta que la comparación está viciada en otros aspectos: en el reflejo presupuestario faltan los presupuestos de los cincuenta y tantos Centros Asociados (columna vertebral de la enseñanza a distancia) que en parte están financiados por la Sede Central de la UNED y, en parte, por muy diferentes instituciones. Faltan asimismo los más de seis mil profesores tutores (y una cantidad que desconozco de personal de administración de los centros), que no están vinculados a la Sede Central y cuyo régimen retributivo, supongo, depende exclusivamente de los centros, pero realizan labores valiosísimas, pues sin ellos la UNED sería imposible. Igualmente no ignoro que, al no haber enseñanza presencial y carecer la UNED de alguna de las facultades más "caras", como la de Medicina, sus costes son por necesidad inferiores a los de las universidades presenciales.

    Con todo, un hecho se mantiene: parece ser política de Estado en España no atender como se merece a la única universidad que le queda, la que se ocupa de todo el territorio nacional y de los estudiantes españoles en todos los continentes, y la que realiza una función social de primer orden. Algo a lo que los dos partidos podrían poner remedio, ahora que estamos en tiempos de programas electorales, abriendo un apartado específico para la UNED en ellos, a fin de darle la dignidad que merece, especialmente por el esfuerzo que realizan los alumnos. Y conste que no estoy hablando sólo de cuestiones salariales, sino sobre todo, de que la Universidad tenga la dotación de medios, especialmente en materias de tecnologías de la información y la comunicación, que son su misma esencia y que al día de hoy dejan mucho que desear.

    ¿No cree el actual equipo rectoral de la UNED que, en atención a esas casi 180.000 personas (aproximadamente medio millón si consideramos sus familiares), cabría solicitar que la UNED albergara un debate sobre enseñanza universitaria no presencial en el siglo XXI entre los candidatos a las presidencia del Gobierno español?

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    Romance de Ruiz Gallardón.

    ¡Gallardón, Ruiz Gallardón,
    ambicionabas un puesto
    y te dieron un revolcón!
    Habías ganado en mayo,
    colorido, manso, en flor;
    creías en tu futuro:
    “¿A qué más aspiraré yo?”
    dijiste con aire serio
    y en Génova se te oyó,
    que anhelabas ser miembro
    del parlamento español.

    ¿A dónde vas tú, pardillo,
    con tus votos y tu centro
    sin ver que en tu partido
    te tienen por el pedrisco,
    el rayo y el aguacero?
    Sólo te ama el contrario,
    el sociata convencido,
    “El País” ya de corrido,
    Gabilondo con “la cuatro”
    y algún rojillo pazguato.

    Los tuyos, sin un desmayo,
    te han sentado la mano.
    Angel te mide el cuero,
    la COPE te reta a duelo,
    Edu se te tira al cuello
    y Espe te marca a fuego.
    Te han dado para el pelo,
    centrista de chicha y nabo
    y ahora lloras humillado
    tu derrota sin consuelo.

    Levanta, rapaz, el ánimo,
    sal por fin de ese nido
    donde reina el caciquismo.
    Devuelve ciento por uno,
    define tu pensamiento,
    habla a tu amado pueblo,
    el que te vota sin cuento,
    predica tu fe en el centro
    busca de Bono consejo.
    Fundad un nuevo partido,
    demócrata, moderado,
    con el bien bien alineado,
    nacional, abanderado
    de la España del consenso.

    Y colorín colorado
    este cuento y otro ciento
    se dará por acabado.
    (La foto es de Brocco Lee's Photos, licencia Flickr).


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    Convocatoria.

    El hostigamiento político-judicial a que se está sometiendo a las clínicas en las que se practican interrupciones voluntarias del embarazo y a las mujeres que han abortado no es de recibo. Los jueces no pueden atropellar los derechos de las justiciables, arrojarlas a la vindicta pública, quién sabe si a la insania de algún pariente. Esa maniobra huele a la legua a una colusión entre los sectores más carcundas de la sociedad civil, el poder político sectario de la Comunidad de Madrid, que tan pronto tira por tierra el trabajo de los profesionales hospitalarios como persigue con saña a unas personas que ejercen su derechos y una judicatura parcial, ideologizada, que trata de cercenar la ley aterrorizando a las ciudadanas que se amparan en ella.

    Tan poco de recibo me parece que suscribo de la cruz a la fecha el manifiesto firmado por cuarenta y tantas organizaciones feministas y de diverso tipo que me han remitido los de No nos resignamos y que se titula Despenalización del aborto voluntario. En él se convoca a una manifa el próximo miércoles día 23 de enero, a las 19,00 horas en la Puerta del Sol de Madrid con el lema: ¡Fuera el aborto del Código Penal! Me parece estupendo: hay que parar el pie a los curas, a los meapilas, los carcundas, los sectarios de la ultraderecha, todos esos fariseos que tiran la piedra y esconden la mano y, en general, a esa panda de sectarios que no luchan por ampliar o consolidar sus derechos, sino por restringir y eliminar los de los demás.

    Asimismo propongo que no sean solamente las mujeres quienes se autoinculpen de haber abortado, sino que lo hagamos también los hombres y, si nos parece que es un poco fuerte autoacusarnos de haber cometido un "delito" que fisiológicamente no podemos cometer, autoacusémosnos de complicidad y encubrimiento en la comisión del "delito" que ambas figuras están también penadas.

    (La imagen es una foto de Gaby de Cicco, bajo licencia de Creative Commons).

    dijous, 17 de gener del 2008

    El ejemplo italiano.

    La autoridad académica de la Universidad La Sapienza, de Roma, había invitado a S.S. Benedicto XVI a pronunciar la lección inaugural de la apertura del 705 curso académico de esta venerable institución. Pero héteme aquí que hace unos días, un grupo de sesenta y siete docentes del centro hicieron público un escrito pidiendo que se retirara la invitación debido a que en 1990 el entonces cardenal Ratzinger, que era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe así como Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional, declaró que el proceso contra Galileo Galilei había sido "justo y razonable".

    En esta situación, el Papa, muy sensatamente, ahorró al Rector el bochorno de una prohibición explícita y renunció a participar en el acto, no sin dejar claro que en su juicio de 1990 lo que hacía, al parecer, era citar o parafrasear al filósofo austríaco Paul Fayerabend, el del "anarquismo metodológico". Como era de esperar, la renuncia del Papa ha levantado todo tipo de críticas a la Universidad por faltar a su espíritu de libertad de expresión, por convertirse en un recinto intolerante y sectario, incapaz de escuchar todas las razones, especialmente las ajenas. ¡Vergüenza, vergüenza! Sí, sí, vergüenza, vergüenza, digo yo, y pasmo absoluto: ¿Será verdad que alguien impide la libertad de expresión de la Iglesia Católica?

    Porque no se crea que ese grito lo ha puesto en ese cielo algún representante del oscurantismo religioso; nada de eso. Han sido el señor Napolitano, presidente de la República y antiguo teórico comunista, el señor Prodi, el señor Berlusconi, el Cardenal Bertone e così via... y da la impresión de que casi todos ellos dicen lo que creen que tienen que decir y no lo que piensan. Porque supongo que es razonable que los cristianos puedan hablar como cristianos en la Universidad, si bien luego resulta que son esos mismos cristianos los que dicen que los de la Cienciología, por ejemplo, no pueden hablar en sede académica porque son... una secta, presumiendo contra toda evidencia que ellos no lo son.

    Pero dar la lección magistral de la apertura de curso no es un mero "hablar en la Universidad", sino hacerlo en un momento solemne, con especial valor simbólico y eso, se me antoja, es un disparate. Así como nadie llamaría a dar la lección magistral a un astrólogo o a un alquimista , por muy respetables que sean (y no digo ya a un Gran Rabino como Gran Rabino o al Gran Mufti de Túnez, por ejemplo), tampoco al Papa de Roma, aunque luego pueda éste -y aquellos- hablar por los pasillos lo que quieran. La charleta es libre. La doctrina desde la cátedra también es libre, pero de otra forma. Desde ella no se puede defender la superstición y la creencia en los milagros, por ejemplo; para eso ya está la Cátedra de San Pedro..

    El caso es que, con una inteligencia muy papuna, Benedicto XVI ha hecho pública la lección que pensaba pronunciar en L'Osservatore romano. Es interesantísima y conviene leerla porque no tiene desperdicio y quizá así se comprenda que la inteligencia papuna es pura soberbia y que este Papa no debe de tardar mucho en ver a Dios porque, de hecho, está en Babia y cree que vive en el siglo XIV. Comienza su doctrina S.S. recordando a los estamentos docente y discente de La Sapienza que ésta fue fundada por un su antecesor, Bonifacio VIII, pero se guarda de decir que es el de la Unam Sanctam, el más firme sostenedor de la supremacía del poder papal sobre los seculares, el que se enfrentó al Emperador Alberto I de Habsburgo y a Felipe "El Hermoso", de Francia, el que afirmaba que todos los seres humanos están sometidos a la autoridad del romano Pontífice.

    Y la termina (la doctrina) afirmando que (traducción de un servidor):

    "Sin embargo, si la razón -engreída de su presunta pureza- deja de escuchar el gran mensaje que le viene de la fe cristiana y de su sabiduría, se seca como un árbol cuyas raíces no reciben el agua que les da la vida. Pierde el valor de la verdad y, de ese modo, no se engrandece sino que se achica. Aplicado a nuestra cultura europea esto significa que si la razón pretende construirse sólo a base de buscar sus argumentaciones propias y de lo que la convence en el momento y, preocupada por su laicidad, se separa de las raíces de las que vive, no se hace más razonable y más pura, sino que se descompone y se destruye."

    Entre medias, veinte minutos de retorcidos sofismas de este frío y orgulloso intelectual que cree saber hablar el lenguaje de los no creyentes. Pero lo esencial está aquí, en esa fabulosa pretensión de convertir la fe en sub-stancia de la razón, en requisito, condición, fundamento mismo. Es lo mismo que Bonifacio VIII. La razón que se deja convencer por sus opiniones del momento (léase el evolucionismo darwinista) perece. La razón que se separa de la fe, muere. Y quiere el Santo Padre que le dejen ir a decir eso como lección magistral de una Universidad que se llama La Sapienza, no La Fede. No me extraña nada la reacción de parte del profesorado; yo hubiera hecho lo mismo y hubiera firmado el escrito.

    Pero, claro, aquí los curas no quieren ir a dar lecciones magistrales a las Universidades, sino arengar a las turbas creyentes desde el púlpito y, como las turbas creyentes no van a la iglesia, desde las tribunas callejeras.

    (La imagen es de Benedicto XVI. Fuente: elkit's photostream Licencia Flickr).