¡Gallardón, Ruiz Gallardón,
ambicionabas un puesto
y te dieron un revolcón!
Habías ganado en mayo,
colorido, manso, en flor;
creías en tu futuro:
“¿A qué más aspiraré yo?”
dijiste con aire serio
y en Génova se te oyó,
que anhelabas ser miembro
del parlamento español.
¿A dónde vas tú, pardillo,
con tus votos y tu centro
sin ver que en tu partido
te tienen por el pedrisco,
el rayo y el aguacero?
Sólo te ama el contrario,
el sociata convencido,
“El País” ya de corrido,
Gabilondo con “la cuatro”
y algún rojillo pazguato.
Los tuyos, sin un desmayo,
te han sentado la mano.
Angel te mide el cuero,
la COPE te reta a duelo,
Edu se te tira al cuello
y Espe te marca a fuego.
Te han dado para el pelo,
centrista de chicha y nabo
y ahora lloras humillado
tu derrota sin consuelo.
Levanta, rapaz, el ánimo,
sal por fin de ese nido
donde reina el caciquismo.
Devuelve ciento por uno,
define tu pensamiento,
habla a tu amado pueblo,
el que te vota sin cuento,
predica tu fe en el centro
busca de Bono consejo.
Fundad un nuevo partido,
demócrata, moderado,
con el bien bien alineado,
nacional, abanderado
de la España del consenso.
Y colorín colorado
este cuento y otro ciento
se dará por acabado.
(La foto es de Brocco Lee's Photos, licencia Flickr).
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