dimecres, 13 de juny del 2007

Navarra, crisol de la raza.

Tantas veces se dijo en la precampaña y campaña electorales que Navarra no podía ser (pero iba a ser) moneda de cambio si las recias huestes de la Hispanidad no se imponían mayoritariamente a los intentos de los masones progres e islamofacistas del PSOE que, al final, ha resultado que Navarra ha sido y está siendo en este momento moneda de cambio y moneda desgastada, la mala moneda de la copla, que de mano en mano va. Para los politólogos especialistas en coaliciones de gobierno, el vetusto reino es un laboratorio excelente. Así, a vista de pájaro, detecto la siguientes combinaciones posibles (tómese nota de las letras):

Pensables:

A.- Coalición de Gobierno UPN/PSN (con dos variantes, UPN/psn u upn/PSN).

B.- Gobierno minoritario de UPN con apoyo parlamentario de PSN.

C.- Coalición de Gobierno PSN/NaBai/EB.

D.- Gobierno minoritario de PSN con apoyo electoral de UPN.

E.- Gobierno minoritario de PSN con apoyo parlamentario de NaBai y EB.

F.- Gobierno minoritario de NaBai/EB con apoyo electoral del PSN.

Impensables.

G.- Coalición de Gobierno UPN/NaBai.

H.- Gobierno minoritario de UPN con apoyo de NaBai.

I.- Gobierno minoritario de NaBai/EB con apoyo parlamentario de UPN.

Como se ve, de los pensables, el elemento esencial es el Partido Socialista, el pivotal, en torno al que pueden actuar los demás. Todos los que tienen algún interés creado en una u otra de estas fórmulas amenazan con los posibles resultados electorales adversos del Partido Socialista; en Navarra si se aplican las fórmulas A (variantes A1 y A2), B y D. En España si se aplican las fórmulas C, E y F.

Por supuesto, innecesario perder el tiempo con las coaliciones impensables.

Las presiones, represiones, ofertas y contraofertas recuerdan ya un zoco magrebí. Y eso que Navarra no iba a ser "mala monea" o moneda de cambio. Los populares ya han dicho que esperan a ver qué se hace en Navarra y con las listas de ANV para calibrar la voluntad del gobierno. Es decir, se avecinan nuevas tormentas. Y eso que el señor Rajoy dice que hoy no preguntará sobre terrorismo al Gobierno en la sesión de control del Parlamento. Nos ha fastidiado, es que si preguntase sería cuestión de que todos a nuestra vez nos preguntáramos de qué había servido la escena del sofá en La Moncloa, de la que el señor Rajoy salió tan contento.

En todo caso, tengo una propuesta, pues a uno le gusta ser constructivo, a saber: ¿por qué no se desliga lo que pase en Navarra y con las listas de ANV de la unidad de la política antiterrorista? Se trata de cuestiones que se plantearon en mitad de la bronca, con anterioridad a este idílico clima de unidad que dicen se respira hoy y que yo no percibo en modo alguno; al contrario, lo que percibo es que el señor Rajoy y los rajoyes del PP están tan agresivos como siempre o más. Eso de la unidad sólo lo entienden cuando es de destino en lo universal; en todo lo demás, van a la yugular.

No obstante, como todo el mundo dice que se ha dado un paso hacia esa ansiada unidad (y una porra) ¿por qué no dejar las cuestiones navarras atrás, que salga el sol por Antequera y la unidad de acción contra el terrorismo comienza el día 17 de junio, un día después de la constitución de las corporaciones locales, con la propuesta, por ejemplo, de un nuevo pacto contra el terrorismo y por la libertad en el País Vasco, del que, en principio no debe estar excluido nadie salvo los terroristas y sus trujamanes? Y, entre tanto, que se hagan las coaliciones que a cada cual le convengan más. ¿A que eso no sale?

Por cierto, leo que el señor Otegi, desde el trullo, insiste en que el diálogo es la única vía de solución del conflicto. Ahora tiene tiempo para dialogar. Lo que no tiene, me temo, son interlocutores.


¿Bestia salvaje o demagogos amarillentos?

¡Vaya chorreo que cayó ayer a la prensa, sobre todo la de la red! Mr. Blair, ya a punto de despedirse, ha decidido ajustar cuentas con los tabloides y la prensa digital. De tabloides sé poco porque no los leo, pero de la prensa digital tengo una idea y en ella se encuentra de todo, prensa muy digna, de alta calidad y verdadera basura. Probablemente abunda más la basura por una ley escatológica que no hace falta explicar, pero tampoco me parece que sea basura por "destrozar la reputación de las personas", como señala Mr. Blair, sino porque, simple y llanamente, es basura.

Por lo demás, los términos empleados, "bestia salvaje" (feral beast) no están nada mal. Evocan la leyenda de "La bella y la bestia" (que, a veces, se dan en la misma persona, como en ese inquietante cuadro de Munch), esa bestia salvaje y tierna que se enamora de la bella tan tontamente como King Kong de la dulce Ann Darrow.

Más duro, en mi opinión fue el alegato definitivo de la fiscal Olga Sánchez en el juicio por el 11-M. Tiene carácter esta señora Sánchez y dijo verdades como puños. El juez Bermúdez, que está tan al cabo de la calle como todo quisque de que la señora Sánchez tiene razón, la instó a que no hiciera observaciones sobre personas ajenas al proceso...pero después de haber escuchado el atinado y contundente juicio de la fiscal que dijo que los periodistas que han inventado, dado pábulo, mantenido, alentado y utilizado el bulo de la conspiración no tienen categoría profesional. Pues claro que no. Pertenecerían más al gremio fabulador o literario que al estrictamente periodístico y, dentro de aquel, al de la literatura de ínfima calidad porque todas las historias inventadas para obstaculizar el proceso del 11-M demuestran que hay informadores -de hecho, en todos los periódicos y medios de la derecha que son la inmensa mayoría- al servicio del Partido Popular y que, además de estar al servicio de un partido (al servicio, como está el chico de los recados, vamos) carecen de sentido del ridículo. Claro que, a cambio de hacer este espantoso ridículo parece que ingresan pingües beneficios y, como decía Góngora, "ande yo caliente y ríase la gente". Calientes no; andan ardiendo.


dimarts, 12 de juny del 2007

ETA es una gran nación.

La miseria moral de la derecha española en general y del señor Rajoy en particular no tiene límites. En un momento crucial en que se trataba de hacer un acto de afirmación unitaria, para enfrentarse al enemigo común, han sido incapaces de estar a la altura de las circunstancias.

Se han negado a una rueda de prensa conjunta en La Moncloa por escatimar una baza al presidente del Gobierno. El señor Rajoy ha reiterado sus falsedades, aunque disfrazándolas con hipocresía ("el Gobierno tiene mi apoyo para derrotar a ETA, no para negociar con ella", como si alguien hubiera hablado de negociar tras la ruptura de la tregua). Ha mantenido su exigencia de rectificación y responsabilidades, si bien haciéndolo de modo esquinado, subrepticiamente, como si no lo hiciera: "No es el momento de pedir rectificaciones. Tiempo habrá para pedir responsabilidades". Y se ha lanzado a hablar como si fuera él el presidente del Gobierno, en una especie de alegato electoral, contando lo que él piensa hacer, sus propósitos, sus intenciones que, por cierto, tienen el valor que tienen.

Lo llaman a La Moncloa en un intento de lograr colaboración en beneficio de todos y trata ensombrecer al presidente que lo ha llamado y de ocupar su lugar, brillando con luz propia, como si la tuviera.

Así que ese lapsus increíble que tuvo en su afán por ocupar el centro del escenario y leer el texto provocador que le habían preparado es un justo castigo de los dioses.

"ETA es una gran nación". Toma ya, Demóstenes.

Al servicio de la mentira.

Los fiscales del juicio del 11-M han presentado sus conclusiones, han desgranado las pruebas abrumadoras que sustentan sus peticiones de condenas y los abogados de la defensa y de la acusación han hecho lo propio; algunos de estos han solicitado, además, la anulación del juicio por los más peregrinos motivos. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional ha estado magistral a la hora de opinar sobre el desarrollo de la vista y de valorar algunas de las estrategias de las defensas y de las acusaciones particulares y sólo cabe suscribir sus palabras.

La verdad judicial se abre paso de modo imparable porque, como suele suceder en estos casos, es sencilla y al alcance de todo el mundo: deseando dar un escarmiento a España por haber apoyado la guerra del Irak, un grupo de islamistas radicales, encuadrado en una célula a la sombra de Al-Qaeda, decidió perpetrar un atentado en Madrid antes de las elecciones de 14 de marzo de 2004. Para ello, se proveyó de dinamita que compró a unos delincuentes asturianos, la transportó a la capital, fabricó los explosivos, los colocó en unos trenes de cercanías en una hora punta, cuando mayor podía ser la carnicería y las hizo estallar. El resultado fue de 192 muertos y 1841 heridos. Se presume que alguno de los autores materiales del atentado se sienta hoy en el banquillo; el resto se suicidó cuando, días después del hecho, se vio rodeado por la policía.

Esos son los hechos que han quedado claros en el juicio. Pero esos hechos no interesaban al PP, partido en el Gobierno en el momento del crimen porque dejan bien a las claras que hay una conexión directa entre éste y la decisión irresponsable y criminal del señor Aznar de embarcar a España en una guerra de invasión injusta y pirata a miles de kilómetros de nuestro país. Por ello este partido, que ya intentó engañar a la opinión pública desde el primer momento sobre la autoría del atentado, atribuyéndoselo a ETA, puso en marcha una vasta campaña con ayuda de sus medios de comunicación (que son muchos), de sus intelectuales orgánicos y sus periodistas afines con el fin de sustituir la verdad por otra fabulación que cumpliera dos objetivos, el máximo y el mínimo. El máximo: sustituir aquella verdad por una historia distinta con otros culpables (ETA especialmente) que lo eximiera de la responsabilidad de haber mentido y le diera la razón ex post facto. El mínimo: de no poder armarse una historia sustitutiva, generar la mayor confusión posible sobre los hechos, obstaculizar su investigación, esparcir infundios y rumores, crear un clima de desorientación, sembrar toda clase de dudas e imposibilitar que la instrucción judicial primero y la vista de la causa después llegasen a buen fin.

Se puso así en marcha una gigantesca campaña que ha durado tres años de mentiras, insidias, falsedades, calumnias, testimonios comprados, puras invenciones, trolas, acusaciones malévolas que no se detuvo ante nada, ni siquiera ante el respeto a las víctimas, y que ahora se viene abajo con estrépito. Estos conspiradores llamaron a lo que se ha revelado la única verdad judicial "la versión oficial", con intención de contraponerle otra que habría de ser la "verdad real". Esta es la hora que de la tal "versión real" no hay ni rastro y sí solamente, intentos cada vez más a la desesperada de ensombrecer las conclusiones que han quedado diáfanas en sede judicial. A la vista de lo sucedido, se me ocurren tres conclusiones:

a) Aunque los dirigentes del PP han dejado de hablar del 11-M, de alimentar dudas, de arrojar sospechas, de exigir investigaciones estúpidas con el fin de retrasar el proceso, queda claro que, como partido de Gobierno y como Gobierno mintió en los días del atentado y como oposición ha seguido mintiendo durante tres años.

b) Los auxiliares en esta innoble tarea, los que han estado difundiendo patrañas, poniendo en cuestión la integridad de las fuerzas de seguridad y de la administración de justicia, van callándose poco a poco prudentemente, pero todavía quedan algunos payasos, dando a la máquina de fabular y esparcir infundios.

c) Precisamente por eso debiéramos ir pensando en hacer algún tipo de homenaje público a los funcionarios de las fuerzas de seguridad, de la administración de justicia y del resto de las administraciones que han intervenido en el esclarecimiento de los hechos y han tenido que estar soportando durante tres años que unos indeseables provistos de periódicos, radios y televisiones hayan estado acusándolos implícita y no tan implícitamente no solo de faltar a su deber, sino de ser responsables de la más espantosa matanza criminal de la historia de españa. Todas estas personas merecen nuestro reconocimiento y aprecio en medida proporcional al desprecio que merecen los sinvergüenzas que han intentado desacreditar su trabajo para obtener beneficios políticos y también económicos.

De excursión.

Dos de mis hijos, Inés y Andrés, los que viven en los EEUU, han hecho una excursión por las Smoky Mountains, allá en los límites entre Tennessee y Carolina del Norte. Y ayer me enviaron algunas fotografías verdaderamente chulas, como las que se ven aquí.

Esta primera deja ver claramente por qué las smokies se llaman smokies. Y por cierto, vaya paisaje, verdaderamente grandioso. En la zona en la que vivo yo gran parte del tiempo, en Guadalajara (y que sacaré mañana o pasado porque el ayuntamiento del pueblo ha tenido la humorada de hacer una exposición de instrumentos de tortura del siglo XVII) hay paisajes así también: rotundos macizos, moles montañosas en las que se enredan las nubes, que suspenden el ánimo y lo llenan de admiración. A la vista de estos fenómenos de la naturaleza siempre he entendido muy bien por qué los seres humanos tienden a considerar sagradas, mágicas, a las montañas.


En la otra foto, el paisaje aparece a mis ojos embellecido por la presencia de mi hija Inés y su hija Sofía. Utilizo el término "embellecido" porque es lo que me dicta mi más objetivo y neutral sentido de la estética. Nada de debilidades paternas pequeño-burguesas. El paisaje sigue siendo hermoso. No alcanzo a distinguir bien la vegetación; supongo que son robles frondosos entreverados de una conífera que no consigo identificar. Pero todo eso no es más que el marco con el que el fotógrafo ha conseguido realzar otro tipo de belleza, de paz y de magia; más espiritual.

Y el grupo al completo. He escogido esta foto de cierre porque tiene gracia. El paisaje, esta vez el interior de un bosque, que también es objeto de magia desde la antigüedad, enmarca el paralelismo de las dos figuras, el tío y la sobrina que nos miran cada uno en su estilo y con el ánimo propio del momento de la vida en que se encuentran.

¡Cómo me gusta mi gente!


dilluns, 11 de juny del 2007

¡Qué tío!

¡Qué zurda! Parecía una máquina de colocar bolas en los sitios más inverosímiles. Y los gabachos descaradamente a favor de Federer que había veces que no sabía por donde le soplaba el viento. (Saco la foto de El País).

La reválida de Sarkozy.

Ayer tocó primera vuelta de las legislativas en Francia y, como puede verse en la imagen que saco de Le Monde, la prensa habla de "plebiscito" de la derecha. Desde luego, aunque sólo estamos en primera vuelta y todavía falta la segunda, las proyecciones confirman los sondeos de una avalancha de la derecha, con el consiguiente desarroi en el campo de los adversarios. El Partido Socialista se mantiene a duras penas. Todavía está por ver si gana algún diputado o pierde un puñado de ellos.

Pero lo más llamativo es el hundimiento total del centro. M. Bayrou sale escaldado, después de lo felices que se las prometía en la primera vuelta de las presidenciales, con su flamante casi 19% del voto, que iba a replantear el sistema político francés. Ahora, con el 7% y de uno a cuatro diputados, como no se replantee a sí mismo, no se le ve mucho margen de maniobra. La otra opción del centro se ha alzado con cinco veces esa representación, a costa de plantear un curioso problema geométrico: ¿cómo puede haber dos partidos de centro? Son genialidades de la política. Los verdes pueden perder su representación parlamentaria. A ver qué interpretación le dan. Y el caso de los comunistas es patético. Hasta pueden perder el grupo parlamentario. El partido del futuro tiene un futuro tan negro que está pensando vender su sede en París (¡ah, tiempos!) para hacer frente a la merma de ingresos de dineros públicos. Desde el hundimiento de la Unión Soviética los partidos comunistas del mundo entero están más o menos en suspensión de pagos. Queda alguno, como el chino, pero es un partido tan proteico que parece estar presidiendo sobre la restauración del capitalismo en la república Popular. La historia tiene ironías que desbordan la imaginación humana.

Bueno, a estas horas, ya han salido elegidos sesenta y tres diputados y los comunistas parecen haber perdido Marsella, pérdida simbólica donde las haya. La abstención es enorme, casi y 40%. Ya imagino a los radicales izquierdistas dando saltos de alegría porque la abstención es el segundo partido en votos, prueba evidente de la irremediable podredumbre de este sistema repugnante. Este análisis suele estar hecho por gente que cree que todo el mundo está tan cabreado como ella.

La aplastante mayoría de la derecha se interpreta ya como un cheque en blanco a Sarkozy, un mandato de transformación tous azimuts. Vía libre a la "americanización" de la política en Francia. No obstante, quien crea que M. Sarkozy tiene la misma actitud de abediencia a los estadounidenses que tenía el señor Aznar, que se lo quite de la cabeza. M. Sarkozy ha visitado Alemania, Inglaterra y España antes que los EEUU. Sobre todo la visita a España ha sido muy significativa. Asimismo, ha protagonizado un enfrentamiento con Mr. Bush en Heiligendamm a propósito de la actitud de éste sobre los gases de efecto invernadero. O sea, americanización de la política, pero sin supeditación a los gringos y con fortalecimiento de Europa. Me gustará más o menos lo que haga M. Sarkozy en los próximos años pero, por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a tener claro que Europa tendrá una Constitución. Será un texto breve y genérico, según postula el flamante presidente, pero será.

Los socialistas franceses que, con un poco de suerte, pueden quedarse como estaban, tienen ahora cinco años (las malas lenguas dicen que diez) para arreglar los destrozos del enfrentamiento interno y recomponer la casa. El porvenir, no obstante, pinta oscuro. Para los socialistas y para el conjunto de la izquierda. Es difícil erigirse en abanderado de un cambio de sociedad sin tener ni idea de en qué dirección ni de qué características pueda tener. Y hablar de la "revolución" en un tiempo que se caracteriza por la inestabilidad, la extraordinaria rapidez de cambios y la volatilidad, casi no quiere decir nada.

Hoy, escena del sofá.

Dentro de poco (si no ya mismo) convendrá que los encuentros entre el presidente del Gobierno y el dirigente de la oposición mayoritaria, como las visitas de los jefes de Estado al Irak, se hagan en secreto, sobre todo para evitar que, cuando la visita se produzca, los dos interlocutores sepan ya de memoria lo que tienen que decir porque se lo han dicho a su vez los medios. A estas alturas, el país no espera nada de la reunión entre los señores Rajoy y Rodríguez Zapatero. El primero viene cargado de condiciones y el segundo no está dispuesto a admitir ni una. Si sale el nuevo pacto antiterrorista, ya será un milagro y ello porque ambas partes se han comprometido a estudiarlo "sin condiciones previas". A lo mejor sale.

De lo demás hay poca esperanza y eso que se avecinan momentos en que la cooperación de la leal oposición va a ser asunto de vida o muerte. Los no electos de ANV en los municipios en que fueron ilegalizadas sus listas, provistos de los votos nulos, que dan por propios, piensan presentarse el día en que se constituyan las corporaciones para exigir sus actas, no reconociendo la jurisdicción del Tribunal Supremo español. Me huelo que, en ayuntamientos donde las listas de ANV hubieran obtenido mayoría absoluta, las corporaciones tendrán que funcionar protegidas en todo momento por corchetes y alguaciles. Eran pocos los guardaespaldas y parió la abuela. Una de las diferencias más agudas entre los independentistas vascos y todos los demás es que aquellos son monotemáticos y tienen mucho tiempo libre, mientras que los demás son más dispersos y tienen menos tiempo libre y así no vamos a ninguna parte.


No resisto la tentación de reproducir un texto que he encontrado navegando por la red en el blog Accionistas Mayoritarios que, a su vez, dicen que no saben de dónde lo han sacado. Bueno, se trata de los once principios que, al parecer Goebbels creía esenciales para la tarea de propaganda y de ver cómo se aplican a la política de comunicación del PP. Está bastante bien, aunque sea de hace unos días:


Los 11 principios de propaganda de Goebbels y su aplicacion actual por el PP.

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. Está claro que es Zapatero. A él y solo a él hay que achacarle todos los males. Es el ‘‘anticristo’‘, el más tonto, el más maquiavélico (aunque estas dos últimas se contradigan, pero que más da …).
2.- Principio del método de contagio. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo.
El PSOE, por supuesto, es el adversario máximo, a los que hay que sumar a IU, los nacionalistas, ETA, etc. Porque en el fondo ‘‘todos son lo mismo’‘, unos progres a los que eliminar.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
En esto son maestros. En cuanto a lo primero, ya hemos oído ayer mismo por boca de Zaplana que si el PP excarcelaba presos era por culpa de las leyes del PSOE. Y en cuanto a lo segundo, también hemos visto que en cuanto se les ha empezado a caer el ‘‘¿quién ha sido?’’ por su propio peso en seguida han empezado a montar la trifulca por lo de De Juana y a volver a sacar el GAL.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Clavadito. Anda que no hemos tenido que oír durante estos últimos tres años cada dos por tres lo de ‘‘lo más grave que ha ocurrido en toda la Democracia’’. Lo último ha sido con lo de De Juana, pero yo estoy esperando a ver cuan es la ‘‘afrenta más grave al Estado de Derecho’’ de este mes. O de esta semana. [yo añado a los casos que aporta el autor todo el pollo montado últimamente con lo de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Con anterioridad vimos cómo la familia se iba a destruir de manera irremisible por culpa de las bodas gays o de la ley del divorcio.]
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. Llevamos viéndolo desde que perdieron las elecciones. Se mueven por eslóganes y frases hechas: ‘‘Váyase, señor González’‘, ‘‘Zapatero ha entregado Navarra a ETA’‘, ‘‘¿Quien ha sido?’‘, ‘‘El Estatut rompe España’‘, etc.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra
vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Lo hemos podido observar también mucho estos días, cuando se han olvidado (o casi, ahí está el Pepinillo sacando libros todavía …) del 11-M para empezar a machacar con lo de De Juana (sin retractarse de ninguna de las estupideces conspiranoicas anteriores, claro) sin darse ni un respiro. A ver con cual nos saldrán ahora. Se admiten apuestas …
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Esto es lo hacen a menudo los medios afines al PP. Uno suelta una trola, da igual que esté basada en algo más o menos creíble o no. El otro la recoge diciendo que ‘‘fuentes fidedignas han comentado que’‘ o ‘‘diversos medios de información publican que’‘ (como si porque PJ publicase algo esto se convirtiese en verdad de forma automática. Se da muchas veces el caso, incluso, de que el autor de la trola acabe citando a todos los medios que se han basado en sus propias mentiras para hacer intentar dar una pátina de credibilidad a sus pobres argumentos. Al caso del ácido bórico me remito.
9.- Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Y todos sabemos cuales son esos ‘‘medios de comunicación afines’‘, ¿no?. Aplican este principio cuando a la más mínima te sueltan lo del GAL o lo de Filesa, venga a cuento o no venga, a pequeña escala. A mayor escala vemos como tratan de tapar los grandes casos de corrupción PPera (Marbella o Terra Mítica, por citar solo un par de ellos) con cualquier caso de alcalde del PSOE que se ha llevado un par de miles de euros queriendo hacer ver que es tanto o más grave que aquello (que si, que ambas cosas están mal, pero no es lo mismo). Y así con todo.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Este es claro … y peligroso. Lo vemos cuando sacan a colación la Guerra Civil y eso de que empezó en el 34, para acto seguido compararlo (peligrosa y equivocadamente) con la situación actual (que ellos mismos han creado, por cierto). Y también es fácil ver en que mentes primitivas arraigan tales ideas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
Mariano lo repite constantemente: ‘‘Todos los españoles saben que …’‘, ‘‘La gente está harta de …’‘, ‘‘España entera pide que …’‘. Así el tercio mal contado de españoles que le escuchan (un tercio teniendo en cuenta los resultados de las últimas elecciones generales, pero cada vez son menos) se crecen y se piensan que es verdad que son ‘‘todos’‘ cuando la verdad es que los que no pensamos así somos más. Muchos más.

diumenge, 10 de juny del 2007

El problema es ETA.

Voy a empezar con una simpleza: el País Vasco vive convulso desde hace decenios. Ayer hubo dos manifestaciones de distinto signo, una en Bilbao de todos los partidos democráticos, pidiendo a ETA que desaparezca y otra en Elgoibar de los amigos de los etarras pidiendo la libertad del señor Otegi. Anteayer se había producido la detención de éste. El día anterior, el traslado a prisión del terrorista señor De Juana. Y así podríamos seguir y remontarnos a los años setenta. Algunos dicen que el Estado español mantiene un estado de excepción de facto en el País Vasco y algo de esto hay pero, obviamente, en respuesta al verdadero estado de excepción que es el forzado por las actividades terroristas de ETA, una organización de asesinos que trata de imponer por la violencia lo que no consigue por medios pacíficos y electorales, como muy atinadamente decía el miércoles el señor Imaz, del PNV.

Este es el origen, la causa fundamental, el aspecto primordial del problema del País Vasco y el único obstáculo a la normalización de la vida en él, la existencia de una organización de asesinos dedicada a matar a quienes no se doblegan a sus imposiciones con el fin evidente de aterrorizar a los demás para que cedan a ellas. Cuando ayer algunos independentistas se quejaban amargamente de lo que reputan la arbitrariedad de la detención del señor Otegi, el mismo señor Imaz contestó con toda contundencia que:

"Ahora, miles de personas viven en un tipo de cárcel, por la amenaza de que les maten cuando salgan de casa."
Y así es: miles de personas tienen que andar con escoltas, mirar los bajos de los coches, vigilar lo que hacen, variar sus horarios porque pueden llegar unos pistoleros y descerrajarles un tiro en la nuca por ser concejales de uno u otro partido o no ser suficientemente nacionalistas o no pagar el "impuesto revolucionario" o vaya Vd. a saber qué. El señor Imaz quería subrayar la indignidad de hablar de la situación en el País Vasco haciendo como si esa situación, que todo lo envenena y lo encanalla, no existiera. Yo añado algo más: esos que hacen como si la permanente amenaza terrorista no existiera son, precisamente, los que compran su impunidad a base de decir lo que los pistoleros quieren oír, son los portavoces de los pistoleros y viven tranquilos... siempre que no se aparten del guión, cosa que, bien se ve, no hacen nunca por la cuenta que les trae.

¿Y por qué si España es una democracia en la que cabe defender todas las opciones políticas, incluidas la autodeterminación y/o independencia de una parte, existe una organización de asesinos con la dicha finalidad? A las palabras del señor Imaz me remito: porque saben que en libre y leal competición electoral no pueden imponer sus peticiones. De ahí que pretendan hacerlo a tiros y bombazos. Por supuesto, no pueden decirlo así de claro y han de disimular, para lo cual tienen a sus portavoces y escribas hablando todo el día de que la española no es una "verdadera" democracia, que es una seudodemocracia, esto es, un discurso falso para consumo de sus por lo demás bastante primitivas huestes, que descansa sobre dos falacias: a) que el Estado no reconoce los "derechos de Euskal Herria", la autodeterminación y la territorialidad y b) que se da el susodicho estado de excepción de hecho en el País Vasco, una "permanente agresión" estatal a la "izquierda" abertzale en concreto y al "pueblo vasco" en general, frente a la que hay que "defenderse".

En cuanto a los famosos derechos ni el Estado ni nadie puede "reconocerlos", porque no son ni han sido preexistentes, sino que en todo caso deben argumentarse y defenderse en el debate político democrático, ponerlos a votación y sacarlos adelante si consiguen la mayoría. Pero, claro, no es eso lo que quieren pues no creen puedan obtener la mayoría nunca. Prefieren ver si pueden imponerlos a punta de pistola, matando a inocentes y tratando de amedrentar a los demás para que les concedan lo que quieren, aunque sea imposible.

En cuanto al "estado de excepción" y la "permanente agresión", de darse, obviamente, se debe a la previa existencia de la organización de asesinos y su trama de cómplices y encubridores. Todavía no he visto estado de excepción alguno ni agresión permanente o intermitente a las organizaciones independentistas en Cataluña que hasta forman parte del gobierno de la Generalitat. ¿Por qué en Cataluña no y en el País Vasco sí? No hay duda, por la existencia de ETA. Parece mentira tener que decir cosas tan elementales pero, si ETA no existiera, si no hubiera terrorismo, tampoco habría pactos antiterroristas, ni delitos de enaltecimiento del terrorismo, ni ley de partidos políticos, ni el señor Otegi estaría en la cárcel y los partidos independentistas podrían defender libremente sus postulados, como lo hacen en Cataluña.

Pero, claro, tendrían que conformarse con lo que les correspondiera en proporción a sus votos, en torno al 15%, que no es mucho. Así que prefieren asesinar para ver si pueden doblegar al 85% restante de la población.

Sí, sí, doblegar. Cuando el señor Barrena, dirigente de Batasuna, dice que:

"la represión nunca ha conseguido doblegar a la izquierda abertzale y tampoco lo conseguirá en este momento"
le baila algún sujeto y algún complemento, como diría Borges: es el terrorismo, del que él se vale y del que se beneficia, el que no ha conseguido ni conseguirá doblegar a quienes no piensan como él.

Porque ¿qué tipo de izquierda es ésta, que se vale del terrorismo para sus fines? Pues eso, una corriente política que no tiene empacho en prosperar a la sombra de unos asesinos, encargados de eliminar a la competencia y en emplear todo tipo de embustes y falsedades. Dice el mismo señor Barrena que el PSOE pretende que la izquierda abertzale "haga dejación de su proyecto político" y esto es falso. Lo que el PSOE y todos los demócratas de este país pretendemos es que dejen de ampararse en los asesinatos y de beneficiarse del terrorismo. Su "proyecto político", al 85% de la población (probablemente 95% en toda España) nos importa una higa.

Llego al final de esta consideración: ¿qué izquierda es esa que así razona? Hay quien dice que, con este comportamiento, esta izquierda no es verdadera izquierda porque atenta contra los principios morales que informaron a la corriente desde su origen como es el respeto al valor de la vida humana. No me parece muy convincente. Hay izquierdistas que han sido terroristas en algún momento de su vida. Marx, por ejemplo, o Lenin. Por otro lado, hay quien dice que la izquierda abertzale no es izquierda porque nunca se la oye hablar de cuestiones de izquierda (socializaciones, planificación, etc), sino que está siempre con la murga patriótica. Esto es bastante cierto, pero su mudez en temas tradicionalmente de izquierdas no quiere decir que los haya abandonado y, en todo caso, ellos dicen ser de izquierda.

El problema es de otro tipo: una izquierda que medra al amparo del asesinato y el terrorismo es una izquierda asesina. Una izquierda que, aunque haga todos los días profesión de hipocresía, llamándose andana, "lamentando" los atentados y diciendo que no es ETA, es la principal responsable del mantenimiento del terrorismo en el País Vasco. ¿Cómo no van a ver unas gentes de izquierdas que es una indignidad avanzar la propia causa sobre la sangre de inocentes? ¿Y no es evidente que ETA empezará a desaparecer de verdad el día que los señores de Batasuna condenen sus métodos de forma unívoca y le pidan que desaparezca? Pero, claro, tienen miedo. Prefieren que sean otros los que mueran y "lamentarlo" después.

El surrealismo.

La exposición que hay en el Reina Sofia y que se llama algo así como "se buscan ojos", no es muy allá. Trae algunas fotos de Man Ray (aunque no la famosa del "violín de Ingres" de la izquierda) y de dos o tres surrealistas menores. Claro que tampoco le hace mucha falta a este museo que tiene una magnífica exposición permanente de surrealismo. En realidad, merece la pena visitarla sólo por el placer de deambular por las galerías y el claustro del antiguo hospital de San Carlos, obra de Sabatini, el de los jardines.

Además, para llegar a alguna de las salas en que han puesto la exposición, hay que pasar por delante del Guernica, que siempre impresiona mucho, esa especie de mural en gama de grises que sobresalta de forma que no es posible fijar la mirada en ninguna de las figuras, sino que se va de una a otra, al azar, comprobando que todas ellas tienen un registro del horror, hasta los quinqués.

Por cierto, parte de la exposición es una serie de fotografías de Juan Pando del Madrid sitiado y bombardeado durante la guerra civil. Algunas también son impresionantes, las que retratan aspectos de la vida cotidiana, comercios, una farmacia bajo las bombas. Curiosas tres fotografías de niños jugando a ser voluntarios en un descampado en 1939. Si bien se mira, verdaderamente surrealista.

Lo mejor de la exposición, a mi gusto, es la posibilidad de ver El perro andaluz y La edad de oro, que se proyectan ininterrumpidamente. La edad de oro se puede ver íntegra en You Tube, basta con pinchar en el enlace L'Âge d'Or.La calidad de la copia deja bastante que desear aunque es una obra digna de verse. Dura una hora pero como hoy es domingo, se puede dar por bien empleada. Además, tiene momentos extraordinarios, como era de esperar cuando se pone a dos genios, como Buñuel y Dalí a trabajar juntos. Es una película de 1930, sonora, con una banda musical espléndida: hay Beethoven, Schubert y Mendelssohn, que yo haya reconocido, aunque suenan fatal, y por supuesto la última parte, siempre la más noble porque es la que acompaña el desenlace de la obra (aunque, al tratarse de una surrealista, no tenga trama), con los tambores de Calanda. Por cierto que esa última parte es una mezcla de las 120 jornadas de Sodoma, del divino marqués y la figura de Jesucristo, todo mezclado en una blasfemia, que es lo que viene a ser la película.

Adelantados en todo como son Buñuel y Dalí también se adelantan en asunto de violencia contra la mujer. No es Gilda, de Charles Vidor, la primera película en que un hombre (Glenn Ford) propina una bofetada a una mujer (Rita Hayworth), sino ésta de L'Âge d'Or, en que el protagonista (por llamarlo de algún modo), atiza un tortazo a la que me parece que es la madre de su novia.

La peli encaja muy bien en el título de "se buscan ojos" en la escena de un ciego pateado por el protagonista en mitad de la calle. Y de los ojos en El perro andaluz, ¿para qué hablar? Todavía no aguanto mirar el plano del globo ocular sajado con la navaja de afeitar. En fin, esto de los ojos me recuerda siempre al Dr. Coppelius de Hoffmann que para surrealista...