dimarts, 29 de gener del 2008

La política de la torpedera.

Felicísimo el final del llamado "caso del hospital Severo Ochoa" o "caso Leganés", el de las supuestas "malas prácticas" o incluso homicidios en las sedaciones de casos terminales a cargo del Dr. Montes que queda exonerado tras la última y definitiva decisión de la Audiencia Provincial de Madrid. Estamos todos de enhorabuena: el citado Dr. Montes y todos sus colaboradores, los pacientes del hospital y los ciudadanos indignados de ver cómo desde el Gobierno de la CA de Madrid se atacaba a un servicio público, se difamaba a sus profesionales, se sembraba la duda y la zozobra entre los pacientes con la muy evidente finalidad de torpedear la prestación sanitaria pública y justificar así la voracidad privatizadora de esta derecha que trata de quedarse con el país a precio de saldo.

Dice el señor Montes -y tiene mi aplauso- que no piensa otorgar perdón alguno y que tratará de sentar al señor Lamela (el consejero de Sanidad de la CA que comenzó la agresión contra el hospital público y acusó falsamente al doctor Montes) en el banquillo de los acusados. Deseo fervientemente que lo haga. Dice asimismo el ministro de Sanidad, señor Soria, y lo dicen muchas otras personas, que la señora Aguirre y el Gobierno que preside deben pedir perdón públicamente a los profesionales a los que en su día insultaron y calumniaron. También aplaudo fervorosamente pero soy muy escéptico respecto al resultado de esta intención. No está en el carácter retrógrado, agresivo y manipulador de la señora Aguirre pedir perdón por algo. Al contrario, que se prepare el doctor Montes para las seguras represalias que le lloverán a partir de ahora.

El ataque a la sanidad pública orquestado por la CA de Madrid en 2005 no era un hecho fortuito ni aislado, sino que responde a una política deliberada de hostigamiento, abandono, deterioro y desmantelamiento de los servicios públicos a favor del sector privado.

Lo mismo, exactamente lo mismo acaba de perpetrar la CA en contra de las clínicas que practican abortos legales en Madrid: persecución y amedrentamiento de las usuarias las cuales no sólo no parece puedan contar con el preceptivo amparo judicial sino que se encuentran que los jueces son los primeros en perseguirlas, de acuerdo con los deseos de los políticos carcundias.

Es el estilo propio de gobierno de la señora Aguirre, el que podemos llamar de la torpedera, que consiste en tirar en contra del sector público siempre que se pueda con el fin de destruirlo, descapitalizarlo y entregárselo luego a empresas privadas en claro detrimento de los intereses públicos. Que consiste asimismo en torpedear sistemáticamente toda iniciativa del Gobierno socialista: lo ha hecho con la ley contra el tabaquismo, resultando así que Madrid es la CA en la que se permite fumar en muchísimos bares o establecimientos cerrados; lo ha hecho con la Ley Orgánica de la Enseñanza, a la que la presidente Aguirre no prestó atención alguna, hasta que vió que se podía empler como arma para hostigar al Gobierno nacional; y lo ha hecho también con la asignatura de Educación para la ciudadania que este año no podrá cursarse en Madrid.

La señora Aguirre entiende que su función al frente de la Comunidad de Madrid es cortocircuitar todas leyes del Parlamento que no le gusten o con las que no esté de acuerdo. Es una actitud de rebeldía y boicoteo permanente que lesiona los intereses de los ciudadanos madrileños que son madrileños, sí, pero también españoles y tienen derecho a que se les aplique el mismo régimen legal que a sus compatriotas y no el peculiar que le pete a la señora Aguirre, en función de sus convicciones o manías personales.

Se trata de un estilo de hacer política que ya quedó retratado en la forma vergonzosa en que la señora Aguirre se calzó la presidencia de la Comunidad Autónoma a raíz de las elecciones de 2003, aprovechándose de dos tránsfugas inmorales que fueron en contra de su propio partido en medio de sospechas de compra del voto y soborno. Y todo en la actitud de la señora es de este jaez: maniobras, boicoteo, artimañas (la última la ha padecido su compañero de partido, señor Ruiz Gallardón), acusaciones infundadas, manipulación de los hechos, recurso a la vía judicial siempre que se pueda para enredar al adversario político; una táctica que la señora ha copiado de su mentor, el señor Aznar.

El procedimiento es siempre igual: se formula una denuncia -tenga o no fundamento, eso es igual- contra un adversario político y se le embarranca en los tribunales. En los meses -normalmente, años- en que el contencioso se substancia, los medios afines al denunciante, singularmente la COPE y El Mundo largan un alud de insultos, descalificaciones, injurias. Cuando, por fin, se pronuncia la justicia -como en este caso del doctor Montes- los perseguidos quedan moralmente restablecidos pero el daño político ya se habrá producido, así como el beneficio económico para el denunciante, sus allegados y sus dos o tres corifeos en los medios, mientras que los responsables se llaman andana, como acaba de suceder en el caso del doctor Montes. El señor Güelmes por el señor Lamela o el señor Privatín por el señor Privatón, nadie tiene que pedir perdón porque la denuncia fue institucional y las instituciones sirven para esconder la mano que tiró la piedra.

A la vista de la decisión del tribunal, la señora Aguirre ha dicho que ella "no tiene nada personal" contra el doctor Montes y que se hará lo que se tenga que hacer. A duras penas oculta su ira la señora. Ya la excusa mueve a risa: claro que no hay nada personal; si en lugar del doctor Montes fuera el doctor Valles, su Gobierno hubiera hecho lo mismo, esto es, acusar falsamente y organizar un pifostrio para arruinar el prestigio de la sanidad pública. Claro que no hay nada personal, por supuesto; lo que hay es político.

En algunos países civilizados del mundo, por ejemplo los EEUU, existe una institución que se llama revocación, esto es, la posibilidad que conserva el electorado de destituir a un cargo electo en mitad de su mandato cuando haya realizado actos contrarios a los intereses de quienes lo eligieron. En mi opinión es claramente el caso de la señora Aguirre quien utiliza el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid para ir contra el Gobierno de España, en función de los intereses de su partido; y quien también va contra los intereses de su partido en función de los de ella misma, la "lideresa", la única. Lo que no sea allanar su camino hacia La Moncloa es confusión y socialismo.

La gente pide la dimisión de esta señora, pero es poco probable que una persona capaz de llegar a donde ésta ha llegado y con la falta de escrúpulos que muestra y su escasa sensibilidad sienta el impulso moral de dimitir de algo.

No, la señora Aguirre debiera ser revocada por la ciudadanía por entender el gobierno de la Comunidad como un negociado de intereses.

(La primera imagen es de Olmo González con Licencia Flickr.

La otra es de fenriquedice, también con licencia Flickr.

dilluns, 28 de gener del 2008

Campaña del 80%.

En esto de las elecciones andamos todos muy preocupados con la participación. Mi amiga Marita me envía un pásalo con una bienintencionada campaña que se ha puesto en marcha en pro de alcanzar el 80 por ciento de participación. La ha iniciado el blog La sombra de Aznar y quien quiera leer el manifiesto, que vaya a la entrada correspondiente al día seis de enero en curso en dicho blog.

La idea es que el electorado de derechas está mucho más movilizado y que acude en masa a votar a los suyos como un solo hombre, mientras que la izquierda es un voto más crítico y desconfiado, que exige tener las cosas claras o se abstiene. La división y las banderías de la izquierda son ya historias antiguas que hay que revivir periódicamente. ¿Qué le interesa a la derecha en estas elecciones? Está claro: una alta abstención. Una participación lo más baja posible, la desmovilización de la izquierda. ¿Qué le interesa a la izquierda? La más alta participación posible.

La campaña viene acompañada de un video explicativo de la necesidad de alcanzar el 80% de participación.

Por lo demás, no es la única campaña en la red. Hay otras que no tienen un tono tan exclusivamente socialista, sino que están abiertas a más formaciones de la izquierda. Así, por ejemplo, los de No nos resignamos tienen también su campaña en pro de una alta participación y llamando a votar a la izquierda, a cualquier izquierda no terrorista. Su idea es que el voto izquierdista no se quede en casa, no se abstenga; que vote a cualquier sector de la izquierda pero que vote. Lo importante es que no gobiernen los señores Aznar y Rouco Varela por la persona interpuesta del señor Rajoy.

Almoneda.

Como si de gordos tempranos se tratara un veintidós de diciembre, aún no ha empezado la campaña electoral y los partidos han largado ya las promesas más voluminosas. Ayer el señor Rodríguez Zapatero clausuró la Conferencia de su partido para hacer el programa electoral anunciando que, si ganan las elecciones, el Estado nos devolverá 400 euros de los que le pagamos hace unos meses como impuesto de la renta o IRPF. En realidad esto es lo mismo (aunque a otra escala) que lo que ha anunciado el señor Bush de devolver impuestos a los contribuyentes para hacer frente a la amenaza de recesión en los EEUU; sólo que aquí se hace para captar el voto de la gente.

¿Son lícitas o no estas prácticas? En principio, sí, aunque no sean muy elegantes. Dice el señor Arias Cañete que se trata de "comprar el voto con el dinero de todos los españoles", profunda observación que sería muy digna de tenerse en cuenta de no ser porque lo mismo cabe decir de las promesas del señor Rajoy de rebajar 1.000 euros de una tacada en el salario de las mujeres si es él quien gana las elecciones. Porque ¿con qué dinero piensa hacerlo? ¿Con el de su peculio? ¿Con el del señor Arias Cañete?

No menor importancia tienen las promesas de crear puestos de trabajo. Se recordará la metedura de pata de don Felipe González prometiendo crear ochocientos mil empleos, cuando lo único que sucedió al acceso de los socialistas fue que el paro aumentó. Se recordará asimismo cómo el señor Rodríguez Zapatero o alguno muy próximo a él, con cierta desmemoria, volvió a prometer setencientos u ochocientos mil puestos de trabajo. Pues bien, el señor Rajoy ha decidido dejarse de minucias y promete crear dos millones doscientos mil (2.200.000) empleos. Propongo que uno de ellos sea el de "atador de perros con longanizas", de recia estirpe ibérica.

Por lo demás, el mismo señor Rajoy ha estado ocho horas confesándose con el señor Ramírez en otra entrevista de esas maratonianas que no se hacen para desentrañar algún misterio o explicar el significado de algo complejo, sino para darse pote. El momento más simpático de este infumable interrogatorio es cuando el señor Ramírez pregunta: "¿Cuándo decidió usted que Gallardón no iba a ir en las listas? A lo que el señor Rajoy contesta: "Es difícil saber exactamente cuándo lo decidí". Y tanto, sospecho, puesto que no lo decidió él sino que se lo decidieron. Como casi todo lo que dice el señor Rajoy, es producto o está controlado por la Triple A (Acebes, Aguirre, Aznar) que es la que manda en el PP.

El cine como parábola.

El cine es el arte más característica del siglo XX y probablemente también la manifestación más cercana que quepa pensar al ideal wagneriano de la "obra de arte total" ya que en él se dan (o pueden darse) cita todas las demás, desde el teatro a la música, desde la pintura a la literatura. Consecuentemente sobre el cine se ha escrito prácticamente de todo, ensayo filosófico, musical, literario, poesía e historia.

Era sólo cuestión de tiempo para que alguien descubriera y explorara la idea de convertirlo (el cine) en una especie de vademecum profesional del directivo informático. Que es lo que hace Pedro Maestre en este libro (Un informático en el cine, Madrid, Fundación Dintel, 2007). Esta Dintel es una fundación consagrada a difundir las ingenierías informática y de telecomunicación y el libro, una agenda parte de esa tarea. Su contenido se compone de trescientas sesenta y cinco películas de las que se recoge una ficha técnica (título en español y año, nacionalidad, intérpretes, guión, música, fotografía, dirección, producción y género) y una breve sinopsis comentada. Por cierto, estos comentarios son en muchos casos spoilers, esto es, que revelan el final de la película, incluso cuando es policiaca, de intriga o de misterio. Menos mal que la lista contiene películas clásicas y modernas y que lo más probable es que ya se hayan visto todas. En caso contrario, convendrá no leer aquellas que no se conozcan. Pero, en principio, es un repaso al dicho siglo XX y a la historia que uno ha vivido, a través de sus obras cinematográficas más representativas, lo que contiene un punto de nostalgia.

La selección de títulos no parece seguir orden alguno, salvo el que dicte el gusto del recopilador lo que, tratándose de cine, es un criterio tan bueno como cualquier otro. Se incluyen tres índices, uno de títulos, otro de directores y otro de intérpretes todos ellos por orden alfabético, si bien se trata de orden alfabético de nombres, que es una costumbre muy típica de la informática. Dado que es en los índices y clasificaciones donde la informática más relumbra, podría haber otros, uno por géneros, por ejemplo o por países. Por curiosidad lo he hecho yo a mano y, título arriba, título abajo, de las 365 me salen 276 películas estadounidenses, 27 británicas, 18 italianas, 16 españolas, ocho francesas, cinco alemanas y 15 de diversas nacionalidades (japonesas, suecas, danesas, argentinas, australianas y mexicanas), lo que refleja la realidad de las cosas, esto es, la abrumadora hegemonía del cine estadounidense en todo el mundo y en la selección que ha hecho el autor, con el que coincido aproximadamente en un ochenta por cien; en el otro veinte, hubiera recortado películas estadounidenses (especialmente de Clint Eastwood) y hubiera metido más cine francés, en especial de Renoir, Goddard, Chabrol o Truffaut. Pero eso va en gustos.

Lo más notable de la obra, sin embargo, y lo que justifica el título es el hecho de que, tomando cada película por separado, el autor añada a lo anterior un comentario, una "explicación" o "ilustración" de la película respecto a algo del mundo de la informática aplicada a la dirección de empresas. De ahí que hable del cine como parábola: de cada película se extrae una enseñanza que, al modo de los antiguos almanaques, consiste en la reflexión del día. El texto viene así a ser una especie de prontuario moral, breviario de recomendaciones, análisis estratégico, arte de saber vivir y manual de campaña, al estilo de los viejos tratados filosóficos, militares o de costumbres. Es curioso observar que aun tratándose del ámbito específico de la informática y la dirección de empresas, las enseñanzas combinan puntos de vista nuevos con los viejos postulados de la sabiduría ancestral: la importancia del comportamiento ético (a propósito de Excalibur, la de la tenacidad bien empleada (Moby Dick), el convencimiento personal (Ciudadano Kane), la flexibilidad ante situaciones comprometidas (Juana de Arco), el saber retirarse a tiempo (La condesa de Hong Kong), el valor de la amistad (Klute), no atarse al pasado y saber adaptarse a las innovaciones (El último mohicano), la autenticidad personal y el no dejarse doblegar por la opinión (Las cuatro plumas), tener claro el orden de prioridades (El puente sobre el río Kwai), la necesidad de atenerse a la legalidad y la moralidad (Vacaciones en Roma), etc.

No está de más que, aparte de los valores estéticos de las películas se subraye su valor instrumental y pragmático para la tarea de la dirección de empresas. El libro es, pues, útil por lo que revela acerca de un mundo poco conocido.

diumenge, 27 de gener del 2008

El alcance de la crisis.

Hasta los analistas financieros se han enterado ya de que esta crisis es crisis de confianza o sea, de crédito porque la confianza es la base del crédito. Y por ahí sigue la doctrina de que en algún momento hemos de enterarnos de quiénes están pringados en los subprimes y, mientras no haya trasparencia total, seguirán los sobresaltos como los batacazos y rebotes de las bolsas la semana pasada.

Pues sí, está claro; pero hay otra vía de acceso a la información con la que hasta ahora nadie ha parecido contar, que es la judicial. El ministerio fiscal del Estado de Nueva York ha empezado una investigación acerca de qué fondos, qué bonos, quiénes están "contaminados" por los subprimes y ahí van a salir muchas cosas sobre todo porque parece que una agencia tasadora de la solidez de los préstamos hipotecarios para los bancos de inversores colabora con el ministerio público. Está claro que ya no se trataría de simples errores de cálculo o decisiones poco avisadas sino directamente de delitos. Es posible que los bancos de inversiones ocultaran a los clientes la información de que disponían sobre la salud de los productos que les estaban colocando.

La crisis, se dice, es financiera, como si se quisiera decir: no hay cuidado, no tocará a la "economía real" y, por lo tanto, no afectará a la vida de la gente. Lo cual no es decir nada: claro que es financiera y muy centrada en el sector inmobiliario porque ese capital financiero se ha hecho a base de hipotecas. Si las hipotecas fallan, ¿cómo diablos no va a verse afectada la vida cotidiana de la gente?

(La foto es de xeni's photos y con una licencia Flickr).

Obama en Carolina.

Mr. Obama ha batido en toda regla a Mrs. Clinton en Carolina del Sur pues la ha más que doblado en cantidad de votos. En un tercer vergonzante lugar aparece el candidato de la izquierda demócrata, Edwards. Parece lógico pensar que la carrera por la nominación en el Partido Demócrata será entre la señora Clinton y el señor Obama.

Ambos llegan muy igualados al "supermartes", cinco de febrero. Cada uno de ellos ha ganado en dos circunscipciones: la señora Clinton en New Hampshire y Nevada y el señor Obama en Iowa y Carolina del Sur. La victoria de Mrs. Clinton en Michigan no es significativa dado que en ese Estado no se presentaron Mr. Obama ni Mr. Edwards. Pero hay una diferencia importante: las victorias del senador por Illinois son más holgadas que las de la senadora por Nueva York. En New Hampsire la distancia entre los dos candidatos fue de unas tres décimas y en Nevada, aunque la señora Clinton obtuvo más votos, el señor Obama se llevó más delegados. En estas condiciones todas las opciones están abiertas, como dicen los yankees y el señor Obama puede ganar la nominación como puede hacerlo la señora Clinton. Lo lleva claro Mr. Obama pues de aquí al cinco de febrero puede pasar cualquier cosa; hasta que vuelva a aparecer el señor Clinton atacándole y haciendo campaña en favor de su mujer y con el fin de retornar a la Casa Blanca, esta vez como primer esposo.

¿Cómo no van a despertar interés las elecciones en los EEUU si por primera vez en la historia puede ganarlas una mujer o un negro? Lo curioso de este enfrentamiento es que la señora Clinton, que se presenta como feminista, ocupa en esta relación el territorio que normalmente ocupan los hombres: es la mayor de los dos, la que acumula más experiencia, la que reside en una gran ciudad y la que representa los intereses creados de las maquinarias electorales de los partidos.

Si el "supermartes" gana el señor Obama, habrá ganado el sentido de rebelión frente al establishment del partido. Todo muy moderadamente, desde luego. Pero, mira, menos da una piedra.

Nuestro lugar en el mundo.

Mi amigo François me manda el enlace de este vídeo en el que se pueden ver claras algunas proporciones que nos afectan como pertenecientes al primer Mundo. Sirve para ilustrarnos sobre una situación de gran injusticia. Está en inglés.

La extremada pobreza y la extremada opulencia conviviendo en el mundo de hoy.

Gracias, François.

dissabte, 26 de gener del 2008

Gaza.

Lo que está pasando en Gaza, ¿no es un genocidio? Que el Estado con el mayor y mejor armado ejército de la región que cuenta, aunque no se diga, con armamento atómico, esté exterminando de hambre, sed y necesidad a millón y medio de civiles indefensos, ¿no es una repetición del Holocausto? Que la llamada Comunidad Internacional no pare los pies a los criminales israelíes ¿no es monstruoso? Que se responda con un bloqueo en toda regla a los miserables cohetes katiushas que lanzan los militantes de Hamas, ¿no es una medida cruel, desmesurada y despiadada, ejemplo típico de las demasías nazis? Que Israel no haya cumplido ni una sola de las decisiones de la ONU que le afectan ¿no es una muestra de desprecio al foro mundial y de ánimo delincuente en la vida práctica? Que la Unión Europea siga considerando a Israel un Estado democrático cuando está empeñado en el exterminio de un pueblo, ¿no es tan criminal como hacerlo? Que los Estados Unidos continúen prestando su apoyo militar y económico y su pleno respaldo a la política genocida del gobierno israelí ¿no es una canallada? Que Egipto, supuesto hermano musulmán de los palestinos no sea capaz de reaccionar de otra forma ante la desesperación de esos palestinos que con la represión ¿no es propio de sicarios, cipayos y asesinos a sueldo? Que se haya obligado a los palestinos a realizar elecciones democráticas y luego no se hayan aceptado los resultados, forzándolos a admitir gobiernos que no son los que eligen ¿no es un acto de prepotencia y abuso que nos hace a todos cómplices de la barbarie israelí? Que se siga engañando a los palestinos prometiéndoles hoy una paz anhelada y mañana un Estado propio, mientras los israelíes siguen asesinándolos, robándoles sus tierras, derribando sus casas, en definitiva, exterminándolos, ¿no es una de las grandes vergüenzas, de los grandes baldones que racaen sobre este Occidente civilizado, tolerante y democrático?

Hay que fastidiarse.

(La imagen es una foto de 3arabawy - صَحـَـفي مِصـْـري's photos, bajo licencia Flickr).

Sábado negro.

Las primarias de hoy en Carolina del Sur son decisivas para el Partido Demócrata. El Republicano ya las hizo el 19 de enero y ganó McCain. Luego, ya sólo quedarán las de Florida y las de Maine para los republicanos antes del vendaval del cinco de febrero. Para el Partido demócrata es una primaria decisiva a causa del enfrentamiento entre la señora Clinton y el señor Obama en un Estado con un treinta por ciento de población negra que supone el cincuenta por ciento del electorado demócrata. El otro cincuenta por ciento se está escorando a favor de Mrs. Clinton. Así que, al final de todo, ¿habrá un voto partido racialmente? Es como para pensárselo.

Por cierto, sigue habiendo tres candidatos demócratas y el tercero, Mr. Edwards, cuenta con lucir bonito hoy en su Estado. Las encuestas le auguran un segundo puesto y muy trabajoso. En realidad, estos tres candidatos han monopolizado hasta ahora el interés del proceso estadounidense de nominación porque representan las tres líneas que cuentan en política con sus divisorias: ideología (derecha/izquierda), raza (blanca/mulato) y género (mujer/hombre) pero el factor ideología cuenta poco y Edwards quizá tenga que abandonar.

Los dos principales han reducido bastante el ruido de sus respectivas baterías y no se acusan ya -o no lo hacen con tanta virulencia- de cosas malas, falta de experiencia, complicidad con mafiosos, etc. Pero las cosas son como son. El venerable New York Times (NYT) acaba de hacer públicas sus preferencias en el campo demócrata y en el republicano: Hillary Clinton y John McCain. Y cuando el NYT habla el mundo retumba. Claro que la clientela del señor Obama entenderá que se trata del buen viejo establishment washingtoniano, del norte, vaya, que hace causa común contra la amenaza del cambio de verdad que representa él por su condición africana. La raza es una issue. Pero también puede ser verdad un cierre de filas wasp.

Con lo que el señor Obama no contaba era con el clan "Clanton" de OK. Corral, esto es, los Clinton. Hace poco lo decía, supongo que desazonado,: "a veces no sé con quién estoy compitiendo", si con el señor o la señora Clinton/Clanton, porque los dos están haciendo campaña. Incluso más el marido porque es al que le toca decir las cosas fuertes, hacer de policía malo, meterse con el señor Obama para que luego su mujer se permita el lujo de no mencionarlo. Inteligente, pero juego muy sucio. Para colmo de las desgracias de Mr. Obama, el señor Clinton es conocido como "el primer Presidente negro de los EEUU" por el gran apoyo que tenía de la población negra.

En efecto, será interesante ver qué sale de las primarias de hoy. Las de Florida el próximo 29 también lo serán pero en menor medida ya que los demócratas no se juegan allí delegado alguno pues el Comité Nacional del partido ha dejado al Estado sin delegados como castigo por convocar primarias demasiado pronto. Al día de hoy, si gana el señor Obama, esto le permitirá llegar al supermartes en condiciones de igualdad con su adversario. Si gana la señora Clinton será un golpe muy fuerte para el otro campo

Esto promete.

Tiene chispa el cartel que ha sacado el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC): dentro del señor Rajoy está el señor Acebes, dentro del señor Acebes, el señor Zaplana; en el señor Zaplana habita la señora Aguirre y el espíritu mismo de la señora Aguirre es el señor Aznar. Más o menos, así es. El señor Rajoy está tan vano como un huevo de Pascua con menos color. Yo hubiera pintado las matriuschkas con tonos más vivos, propios del folklore ruso.

La voz del señor Aznar se abre paso en diferentes etapas hasta el gaznate del señor Rajoy, pero el señor Aznar es el señor Aznar; así que la voz dice que "el señor Zapatero está inhabilitado para ser presidente del gobierno" porque, sostienen el señor Aznar y sus amigos, lleva más de un año mintiendo al pueblo español. ¿Y quién lo ha inhabilitado? Nada más y nada menos que el señor Aznar, expresidente del Gobierno, actual asesor de empresas foráneas, dimisionario del Consejo de Estado y hombre que, al parecer, ha abandonado la política, como puede deducirse de la observación anterior. ¿Y qué autoridad tiene el señor Aznar para inhabilitar a nadie cuando apoyó, popició y completó una aventura ilegal de rapiña en el Irak que todavía pesa sobre el mundo como un grave error, aparte de un gran horror y, por supuesto, un presumible delito contra la Humanidad?