dissabte, 23 de maig del 2009

Las mentiras de Iniciativa Internacionalista.

Menos de veinticuatro horas después de que el Tribunal Constitucional autorizase la lista de Iniciativa Internacionalista ésta ha demostrado ser lo que el Tribunal Supremo supuso que era (y por eso anuló su candidatura) pero que el Tribunal Constitucional negaba que fuera (pero sí es). ¿En qué basaba el Tribunal Constitucional su decisión? Entre otras cosas, en el hecho de que la formación de izquierdas, en su escrito de recurso de amparo condenaba de modo explícito y taxativo el empleo de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado democrático: “ Esta parte quiere manifestar de forma clara y sin ambigüedades, que la coalición electoral 'Iniciativa Internacionalista –La Solidaridad entre los Pueblos', así como los partidos que la integran, Izquierda Castellana y Comuner@s, nunca han utilizado medios que no sean estrictamente políticos para la obtención de sus objetivos programáticos, siendo el uso de la violencia completamente ajeno a su forma de acción y cultura política, por ello expresan un claro rechazo y condena del uso de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado democrático”.

Pues bien, como se decía, menos de veinticuatro horas después de la legalización, la candidatura ya no condena la violencia etarra. A la reiterada pregunta de los periodistas sobre si condena o no a ETA el portavoz de la candidatura, un tal Ocampo, recurre al habitual jesuitismo esquinado para zafarse de la cuestión, sosteniendo que no la condena porque eso es simplista.

El asunto no tiene mayor importancia que la de que unos granujas hacen honor a su condición de tales, mintiendo sobre sus propósitos e intenciones. Como todos los granujas. Cualquiera que conozca este mundo de los pistoleros y sus correveidiles en las instituciones, sabe que este brusco giro (de condenar a no condenar) probablemente se debe a que los pistoleros han amenazado a sus correveidiles y estos han vuelto al redil, acojonados.

¿Y ahora? Ahora nada. La candidatura podrá presentarse a las elecciones al parlamento europeo y a los demás, a la gente de izquierda que no amparamos la violencia sólo nos queda esperar que no la vote nadie. Ojalá.

En otros términos, las cosas están muy claras: no creo que nadie de izquierdas en España que haya apoyado a la candidatura sorprendido en su buena fe, vuelva a avalar candidatura alguna de este jaez.

Las elecciones europeas y la corrupción.

En uno de los diferentes procesos que el señor Carlos Fabra tiene abiertos por la presunta comisión de diversos delitos, el fiscal pide para él dos años de prisión por falsedad en documento público. Y esa es la punta del iceberg de lo que este presidente de la Diputación de Castellón y "ciudadano ejemplar", según el señor Rajoy, tiene pendiente con la justicia. Se substanciará este y otros procesos, el señor Fabra dará con sus huesos en la cárcel, pero seguriá siendo un "ciudadano ejemplar" y presidente de la Diputación.

A su vez, el de la Generalitat de Valencia, señor Francisco Camps, está imputado por presunto cohecho en la parte valenciana de la trama Gürtel, la mayor concentración de políticos corruptos y presuntos delincuentes por metro cuadrado de moqueta del universo mundo. El señor Camps, al parecer, se ganaba buenos trajes de excelente paño a cambio de garantizar adjudicaciones por licitación a la dicha trama. Aunque su caso y algunas andanzas han estado en los periódicos, el señor Camps ha mantenido un obstinado silencio ante amigos, detractores y, por supuesto, los electores. Sostenía que estaba deseando comparecer ante el juez para dar las explicaciones pertinentes y restablecer su buen nombre. Compareció ante el juez y no solamente no dijo nada que lo exonerase ni aportó prueba alguna, sino que reconoció haber mentido a la ciudadanía cuando aseguraba no saber quién es don Álvaro López, "El Bigotes", siendo así que lo "quiere un huevo". También aquí terminará el proceso, el señor Camps será condenado pero seguirá siendo presidente de la Comunidad Autónoma.

En la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) se concentra el grueso del aparato de corrupción del PP, en el que pululan decenas de militantes y cargos del partido en todos los órdenes de la administración: municipal, autonómica y nacional. Y, dentro de la CAM, el meollo en el que se entrecruzan los distintos vectores de la corrupción es el Gobierno autonómico. En Madrid hay abiertos dos procesos penales en los que están involucrados distinguidos miembros del partido como alcaldes, concejales, consejeros o exconsejeros, diputados autonómicos y diputados nacionales. En uno de ellos se dilucida un oscuro caso de espionaje ordenado por alguien del Gobierno de la Comunidad y cuyo objeto eran otros políticos de su mismo partido. En el otro se lleva cuenta de las trapacerías hechas por los militantes y cargos del partido en relación con la trama Gürtel. La principal beneficiaria indirecta de esta trama corrupta en Madrid es la presidenta de la CAM, doña Esperanza Aguirre, cuya colaboración para esclarecer los hechos de los tres procesos es nula y hasta obstruccionista: dio carpetazo sin tiempo para averiguar nada a la comisión de investigación parlamentaria sobre los famosos espionajes. De otro lado está en el centro de la movida del caso Gürtel en la CAM que afecta a un buen puñado de alcaldes, concejales, exconsejeros de la Comunidad etc. sin que ella haya hecho gesto alguno de dimitir. Al contrario, recientemente, el diario Público ha destapado otra nueva trama en relación directa con el PP de la CAM, consistente en financiación privada del partido y probablemente irregular por cientos de miles de euros. Hasta la fecha la señora Aguirre, con su desparpajo característico, sugiere que quien quiera averiguar algo, que le pregunte a Pío, pío, pío. Llegará un momento en que quizá se acabe inculpando asimismo a la señora Aguirre pero ésta seguirá siendo inocente de toda culpa.

La corrupción no desprecia ningún nivel de la estructura del Estado y partido: la trama Gürtel tiene tocado, entre otros, al tesorero nacional del PP, señor Bárcenas, asimismo acusado de cohecho. El panorama del PP para las elecciones europeas es bastante sombrío. Está carcomido por la corrupción y, sin embargo, funciona para difundir los mensajes de esta derecha reaccionaria y meapilas, disfrazada de liberal que hay en España. Puede llegar un momento en que el Partido se debata en dos o tres conflictos muy agudos y, sin embargo, gane las elecciones al Parlamento europeo con lo que España será el país que más presuntos envíe a la Eurocámara, convirtiéndola en una especie de Santuario.

Por ultimo, tal como se desarrollan los hechos, no es inimaginable que el día de mañana aparezca imputado el mismo señor Rajoy. Momento en el que seguramente saldrá elegido presidente del Gobierno.

Hace unos años a los españoles les fastidiaba el uso de un lema de los tiempos del franquismo que se empleaba como atractivo del turismo: Spain is different. Y es que lo es y, desde luego, el PP, un partido en el que nadie dimite nunca, nadie acepta su responsabilidad y todos se llaman andana, como en el caso del señor Trillo.



(La imagen es una foto de Periódico La Democracia, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 22 de maig del 2009

Bravo por el Constitucional.

Me parece una sentencia fantástica la del Tribunal Constitucional en el recurso de amparo presentado por Inicitiva Internacionalista. Permítaseme la pequeña vanidad de decir que Palinuro ya la había delantado, en una entrada del sábado llamada La ilegalización, en la que se decía: "Ahora bien, la importancia de que los independentistas radicales hayan renunciado a la violencia abre tal cantidad de perspectivas que sería muy importante que se encontrara una fórmula política para conseguir que su candidatura estuviera presente en las elecciones del siete de junio. Sería la prueba de que en España no se ilegalizan ideas sino conductas, daría una imagen de normalidad a la vida política, demostraría que los demócratas somos magnánimos y si a la condena de la violencia siguiera la desaparición de ETA, quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos en España podríamos volver a argumentar nuestra posición sin riesgo de que se nos confundiera con asesinos. Pero todo ello depende de que el Tribunal Constitucional decida otorgar el amparo. Y eso no puede prejuzgarse."

Pues lo ha otorgado y ha anulado el auto del Supremo. Entiendo que lo decisivo aquí ha sido que la organización haya condenado expresamente la violencia para la consecución de fines políticos. Ese sí que puede ser el fin del terrorismo etarra y quienes lo anhelamos deberíamos expandir la nueva: se condena la violencia, se condena la idea de emplearla para obtener fines políticos. Es decir, se condena a ETA. Es una época nueva. El Constitucional lo ha visto así y así, diplomáticamente ,lo refleja en su sentencia. Al tiempo que dice que "No es necesario, en este caso, oponer a los indicios manejados, dada su insuficiencia probatoria, el contraindicio de la condena del terrorismo" añade que: "sí resulta oportuno señalar que tal condena se ha verificado en la demanda de amparo –dato que no pudo conocer el Tribunal Supremo- en los siguientes términos y reprouce en extenso el texto de la declaración: “ Esta parte quiere manifestar de forma clara y sin ambigüedades, que la coalición electoral 'Iniciativa Internacionalista –La Solidaridad entre los Pueblos', así como los partidos que la integran, Izquierda Castellana y Comuner@s, nunca han utilizado medios que no sean estrictamente políticos para la obtención de sus objetivos programáticos, siendo el uso de la violencia completamente ajeno a su forma de acción y cultura política, por ello expresan un claro rechazo y condena del uso de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado democrático”.

Pues, nada, bienvenidos al campo del juego democrático, basado en el respeto incondicional a los derechos de los demás, el más importante de los cuales a nuestros efectos es el derecho a la vida.

Ahora es el momento en que pueden Vds. luchar por el derecho de autodeterminación de los vascos en los términos civilizados y pacíficos en que ha de entenderse la gente.

Euroelecciones: empate

Según el sondeo preelectoral del CIS, al comienzo de la campaña electoral, los dos grandes partidos están empatados y la campaña es un reñidero de gallos. Ese empate puede resultar sorprendente a quienes han seguido otras encuestas que vienen dando ganador al PP, pero en realidad no lo es o no debiera serlo porque si en algo pueden estar pensando las gentes cuando hablan del PP es en la corrupción. Se dice eso de que el electorado del PP es a prueba de escándalo y vota a su partido haya hecho lo que haya hecho. Pero parece un juicio muy severo, probablemente movido por prejuicios y que contradice el sentido común. A nadie le gusta que su representante sea un ladrón y la corrupción tiene que estar pasando ya factura al PP. Eso explica por qué, a pesar de la crisis y de que ésta tiene que estar haciendo mella en los apoyos electorales del Gobierno, también está haciéndolo en los de la oposición. Es literalmente imposible que la impresión de tupida red de corrupción en que se encuentra sumido el PP en Valencia y Madrid no produzca efectos desmovilizadores. Tengo la impresión, por lo demás, de que este empate no es sino un cambio de tendencia a favor del PSOE que bien puede ganar las europeas.

Otro asunto, relacionado con lo anterior es el vídeo negativo del PSOE. Los del PP, como siempre, han lanzado las campanas al vuelo, han empezado a hablar de doberman y acusan al PSOE de extraordinaria agresividad. Pero no se ve por parte alguna. Lo que llaman agresividad intolerable, etc consiste en una serie de personas de diferentes aspectos que dicen lo que un votante medio del PP, en el fondo, lo que piensa el PP en su conjunto sobre los asuntos en debate en la política española, los derechos de las minorias, la cuestión de la inmigración, etc. Lo curioso es que se exciten de esa manera cuando les ponen un espejo delante. Al fin y al cabo si lo de Rdríguez Zapatero era "buenismo" a juicio de Rajoy, lo de Rajoy bien puede ser "malismo" al de Rodríguez Zapatero.


(La imagen es una foto de freshwater 2006, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 21 de maig del 2009

El Curita quiere un huevo al Bigotes.

Iba el señor Camps tan contento a declararlo todo, a hablar sin tapujos, a decir su verdad, a hacer que todo se arreglara. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a dejar en claro que, hubiera lo que hubiera en las grabaciones telefónicas, él no conocía al Bigotes. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a demostrar ce por be cómo sus enemigos sólo saben emplear insidias, calumnias, injurias. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a demostrar que todo "era nada". Iba; pero no fue.

El señor Camps ahora confiesa que no tiene las facturas porque se compra los trajes, los paga al contado y de las facturas se ocupa su señora. Es decir, no sólo no aclara nada sino que lo oscurece todo y lo hace concordando con la acusación.

Y si se pasa al señor Trillo, la situación como El que se lleva las bofetadas. El señor Trillo no iba a nada. Perro más viejo que el señor Camps, decidió mantener bajo el perfil y enrocarse a ver si los clamores de indignación al conocerse la sentencia no lo dejaban en absoluta y bochornosa evidencia. En todo caso, no hizo falta porque ya se dejó él mismo al comparecer con un facistol en el que se leía "PP soluciones", probablemente emblema producto de los desvelos de alguna de las empresas del señor Gürtel, como Get there first, Make it Fast, o Take it and Run.

¿Cómo no se dan cuenta estos dos experimentados hombres políticos de que ya sólo son un estorbo para su partido y lo mejor que pueden hacer es desaparecer? ¿Cómo están tan ciegos que no ven que ya no podrán salir a la calle sin que alguien los llame "chorizos" o "ladrones" o sin que se arme alguna trifulca a su nombre? Camps/Trillo, Trillo/Camps, unos amigos míos han abierto una lotería acerca de cuál dimite antes. Y también quién queda tercero de tres candidatos: Camps/Trillo/Bárcenas. El orden en que están es aleatorio. Si me preguntaran a mí, que me dejo llevar por mis preferencias, diría: Bárcenas, Trillo, Camps, porque es el orden en que deseo verlos desaparecer.

El señor Rajoy ratifica ayer su confianza en el señor Camps, pero no demuestra haberse enterado de la noticia porque asegura que el señor Camps salía sin cargos y lo cierto es que sale con el mismo que llevaba a declarar allí. Por lo tanto será interesante ver la reacción de mucha gente que estaría esperando la decisión a petición del president y ahora se encuentra que no hay tal. Es fácil prever las situaciones: apariciones institucionales del señor Camps a las que acudirán enjambres de periodistas a freírlo a preguntas; preguntas a las que no puede contestar porque ya no lo ha hecho en el juez. ¿Y qué pasa con el conocimiento del Bigotes? Viene de antiguo, reconoce ahora el señor Camps. Y ¡había dicho que no lo conocía de nada! Como San Pedro tres veces antes del canto del gallo. Y tan antiguo. Eran el Bigotes y el Curita, buena parejita. Y ahí, en esa antigua relación de amistad, el Curita y el Bigotes se ponían de acuerdo en cuántos trajes compraban y para quién y, a cambio, le caían al Bigotes las concesiones, los pagos, los chollos de la administración pública autonómica, esquilmada por estos presuntos mangantes.

Por último, Terre des hommes, sí señor, Trillo solo, esperando la primera batida. Con voluntad de vender caro su pellejo, retranqueado en su madriguera. No se le ha pasado por la cabeza dimitir. Pero no estaba en su lugar en el Parlamento. El fugitivo de Trebzon comienza ahora una nueva existencia. Como un ave de presa oteando el hrizonte. Tampoco podrá ir a lugar alguno sin que un periodista le pregunte si piensa dimitir por lo del Yak 42. Está claro, opera la mano invisible del mercado: el periodista que logre la respuesta "sí", alcanza la fama, la gloria, el estrellato. El mercado es ley de oferta y demanda. Así que Trillo no puede pisar el ágora. Y menos el Parlamento porque, si no lo hacen los periodistas, lo harán sus colegas los diputados. Como le sucedería en el Senado romano, en donde siempre encontraría a un Cicerón con un quousque tandem.


(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Diálogo desde la izquierda.

Las ediciones de La catarata han sacado la cuarta edición de este libro de José Luis Sampedro y Carlos Taibo (Conversaciones sobre política, mercado y convivencia, Madrid, La Catarata, 2009, 180 págs.) publicado originalmente en 2006 porque tiene éxito, se vende bien y, además, le han incorporado una conversación nueva sobre la crisis ("la crisis" por antonomasia es ya la que padecemos), lo que justifica que Palinuro lo reseñe en esta sección del blog dedicada a los libros que acaban de aparecer.

He aquí, por lo demás, una obra de acuerdo con una de esta técnicas mdernas, la de la conversación entre dos o más personas, grabada y transcrita posteriormente. Es un género relativamente nuevo; tiene el formato de un diálogo y es un diálogo, pero no uno de la tradición literaria que aparece ya en Platón y que era inmaginarios sino uno de incuestionable realismo y actualidad. Los dos participantes, que se hicieron amigos a raíz de esta experiencia son una pareja de viejos e impenitentes izquierdistas radicales muy conocidos en el país. No hace falta decir que Palinuro está claramente sesgado en sus simpatías hacia esta posición y que su valoración general del libro es buena porque se trata de un texto del que se obtienen provechos. Por supuesto, hay algunos puntos de discrepancia que saldrán inevitablemente a la luz entre los autores y el crítico, pero estoy seguro de que aquellos entenderán que se trata de discrepancias amparadas en la coincidencia en los asuntos de base, de raíz, los valores (que diría el señor Aznar) que compartimos.

Y empiezo por una de esas discrepancias que se repite a lo largo de la obra en comentario y que obedece a lo que a mi juicio es cierta soberbia intelectual de los autores. Ambos son demócratas y radicales, pero cuando la gente no hace lo que ellos creen que debe hacerse o hace lo contrario, su opinión sobre ella es muy negativa. La gente, llega a decir José Luis Sampedro, "no está en condiciones de pensar, que está condicionada. La democracia se halla absolutamente falseada gracias a unos mecanismos técnicos que sustituyen la opinión pública por la opinión mediática" (pp. 24/25). Se trata de una actutud elitista muy frecuente entre los intelectuales de izquierda que no comparto porque viene a decir que nosotros sabemos mejor que la gente lo que la gente misma quiere, cosa lógica , si bien se mira, cuando se admite y se dice que los poderes "tienen atontada a la población" (p. 26). Sospecho que algo así no es tan fácil y que va siendo hora de que reconozcamos que, cuando la gente no hace lo que nos parece razonable y hace, por ejemplo, lo que pide la derecha, en principio se debe a que no hemos sabido ganárnosla. Y eso es todo y la democracia implica trabajar denodadamente y sin soberbia por recuperar las mayorías que nos hacen falta y que quizá se nos han marchado por nuestra falta de cabeza, pero no insultar a los votantes de otras corrientes.

Los dos amigos tratan a continuación el fenómeno de la globalización al que se oponen con uñas y dientes. Se trata de otro frente de discrepancia con los autores. Taibo cree que el término mismo de globalización es una especie de trampa para evitar conceptos más críticos como "capitalismo" o "imperialismo" y, por ello, propone hablar de "globalización capitalista y/o globalización neoliberal. Esto quiere decir, y me parece cierto, que no tiene sentido hablar de "alterglobalización" porque, señala Taibo, nadie sensato hablaría de "alterimperialismo" o "altercapitalismo". Obviamente lo que quiere decir es que, siendo la globalización intrínsecamente mala, como el imperialismo, una solución alternativa de forma pero igual de esencia no sería aceptable, lo cual es muy cierto... siempre que se acepte que, en efecto, la globalización es mala cosa per se. Si tal cosa no se acepta, cual es mi caso, la observación no se tiene de pie. A mi modesto entender, la globalización, como proceso técnico que es, es axiológica y racionalmente neutro; es buena o mala según el uso que se haga de ella. A primera vista me parece una gran conquista en muchos terrenos; que también pueda ser un pepla desde otros puntos de vista no es, a mi entender, un argumento válido contra la globalización sino contra quien la utiliza con fines, digamos, bastardos. A Taibo, sin embargo, la globalización le parece, como el pecado del catecismo del padre Astete, "la suma de todo mal sin mezcla de bien alguno" y ello por cuatro rasgos, a saber: la especulación, la función de los capitales, la deslocalización y la desregulación, todo lo cual contribuye a crear un paraíso fiscal a escala planetario (pp. 33-35) en una expresión (paraíso fiscal) que es muy atinada. Corona su diagnóstico Taibo sosteniendo que la palabra clave de la globlización es "codicia". Muy cierto, sí señor.

Aunque Sampedro es economista (de hecho, recuerdo que yo lo tuve en la carrera, en "Estructura económica" de segundo de Políticas) su visión del shibolet más amado de sus colegas economistas, el mercado, es muy crítica. Sostiene que el mercado, lejos de ser esa especie de extraño taumaturgo que supone la teoría clásica es un mecanismo de distribución y nada más. Incluso toma un vuelo algo sacrílego al afirmar que la Economía no es una ciencia sino una ideología y que, de hecho, los premios Nobel de Economía no los otorga la academia sino el Banco de Suecia (p. 40) y, para romper con la teoría clásica justificativa del mercado, relata la famosa historia a base de un caballo de J. K. Galbraith acerca de cuán buena es la economía de mercado pues sobre tirar del conjunto (como los caballos), permite que los gorriones se alimenten con sus excrementos (que vendría a ser la famosa función redistributiva que se atribuye al mercado.

Ambos autores izquierdistas echan una ojeada pesimista sobre Europa. Según Taibo el continente no defiende una idea distinta de globalización de la que tienen los Estados Unidos (p. 57). Sampedro va más allá: sostiene que la vieja Europa producto de la civilización ya no se enfrenta a los EEUU que, sin embargo, incumplen el Derecho Internacional. En parte ello se debe a que los antiguos partidos socialistas ya no son socialistas, no se cuidan de la función intervencionista del Estado ni de la regulación del mercado (p. 65). Los socialistas no defienden ya ni el capitalismo social que ellos mismos crearon y, según Sampedro, hay que exigir que se abandonen las privatizaciones (p. 69).

En cuanto a las políticas del imperialismo y el terrorismo, según Sampedro, hay medios técnicos con los que hemos vuelto a la barbarie; lo llama technobarbarie" (p. 70). Según Taibo hay un uso interesado del término "terrorismo" para ajustarse a la política exterior de los EEUU. Taibo analiza también ésta para lo cual pone de relieve las insuficiencias del término "terrorismo" sobre el que se invoca especialmente en contra del islamismo. Los rasgos son: 1) nos desentendemos de los conflictos singulares; 2) carta blanca a "gobiernos impresentables"; 3) aparición de fórmulas de "doble rasero"; 4) respuesta exclusivamente policial-militar al terrorismo; nada de indagar en sus motivaciones; 5) el mundo Occidental no tiene responsabilidad por las condiciones lamentables que prevalecen en el resto del planeta (p. 75).

Con respecto a los Estados Unidos, prueba del nueve de la carga crítica del discurso que esté elaborándose. Pone de manifiesto cómo las administradores republicanas admiten el déficit el armamento y defensa pero no el que se dé en sanidad y educación (p. 88). En opinión de Taibo, con la que coincido, los EEUU presentan los defectos siguientes: 1) hay cantidades elevadas de personas pobres, sin recursos; 2) la globalización desbocada; 3) la prepotencia del Gobierno de los EEUU; 4) y la geopolítica imperial del gobierno. En ausencia de las Naciones Unidas, cuyas funciones son hoy más patéticas que nunca (p. 101), han surgido los movimientos antiglobalización que se explican por cuatro razones: a) hacer frente a la globalización capitalista; b) responder al endurecimiento de las condiciones del trabajo asalariado en todo el mundo; c) hacer frente a los problemas de la democracia en la globalización; d) la insuficiencia de la izquierda tradicional (pp. 111-114). Sampedro cree que la cuarta razón es la más profunda porque en todas las izquierds han aceptado el sistema (p. 112). La gente ya no cree en los partidos tradicionales (p. 117). Taibo señala entonces que las virtudes de los movimientos antiglobalización son: a) aportan un horizonte de resistencia global; b) no son de los de brrón y cuenta nueca; c) los movimientos tienen genuinas redes transnacionales; d) han rescatado a mucha gente joven (p. 121)

En el siempre interesante capítulo de los nacionalismos, Sampedro se afirma partidario del derecho de autodeterminación, en lo que Palinuro coincide con él al ciento por ciento. Según el viejo profesor, su yerno, que sabe mucho Derecho Internacional, lo ilustra sobre el famoso problema de la dificultad de determinar el sujeto ejerciente del derecho de autodeterminación, a lo que Sampedro aduce que, habiéndose resuelto problemas más difíciles, también podrá resolverse éste (p. 126). No le quepa duda, máxime cuanto tampoco es un problema tan difícil salvo que una de las dos partes de la relación tenga mala voluntad, situación por lo demás muy frecuente. Taibo a su vez cree que hay un nacionalismo español muy influyente (p. 128). Efectivamente, así es y Palinuro añade que ese nacionalismo español, a diferencia del vasco, catalán y gallego, sostiene que no es nacionalismo, lo que no deja de ser chusco. Considero muy interesante y valiosa la aportación de Taibo a un juicio sobre el ámbito geográfico de la ciudadanía (p. 133), algo sobre lo que los nacionalistas españoles no quieren saber mucho.

El último capítulo, el añadido de 2009 y por el que se hace reseña de la obra es una conversación sobre la crisis. Para Taibo recuerda mucho la de 1929 (p. 147); algo que, por lo que llevo leído del libro del señor Aznar, éste niega vehementemente. O sea que Taibo tiene razón y también con un particular "yoya" de su cosecha, comprensible ciertamente porque viene a decir que ya lo avisábamos, que decíamos que algo así pasaría por la globalización capitalista y la creación de los paraísos fiscales a escala planetaria (p. 152). Según Taibo este sistema se basa en tres pilares que hay que cuestionar: 1) publicidad; 2) crédito; y 3) caducidad (p. 158). Creo que es un modo simple, elegante y cierto de condensar en tres palabras un sistema político-económico complejo como el capitalismo. A su vez, Sampedro, un hombre sabio, cuestiona el término desarrollo y su origen en el de la guerra fría (p. 161). Sampedro se apunta a la doctrina iniciada por el francés Serge Latouche del decrecimiento (La apuesta por el decrecimiento), lo que no quiere decir que uno la vea más realista que El Mago de Oz. Junto a la lógica de la propiedad, la competencia y el trabajo obsesivo se propugna el reparto de trabajo, el valor de lo local frente a la regeneración. Taibo entiende que hay tres territorios en que no opera esta mentalidad de sacrificio: 1) la famila; 2) algunas tradiciones del movimiento obrero; 3) los pueblos del Tercer Mundo (p. 164). Añado para acabar con broche de oro un gran trozo del mismo Sampedro: "Lo que pasa es que nuestro pensamiento, nuestra cultura, nuestra civilización, no está a la altura de los medios técnicos y científicos de que dispone. No sabemos administrarlos: por eso protagonizamos el disparate del despilfarro, de la destrucción..." (p. 173). Este es mi último punto de discrepancia con los autores: tengo estas jeremiadas sobre el advenimiento del ocaso, de la decadencia, por querencias de los intelectuales elitistas de izquierda. El propio Sampedro dice que en el Renacimiento "se vivía el nacimiento de nuestro mundo y ahora es el ocaso. Si no respetamos el equilibrio ecológico ni conseguimos justicia social, entraremos en tiempos oscuros." (p. 180) Este tono apocalíptico es frecuente en estos asuntos y casa bien con aquella cierta soberbia intelectual que detectaba al comienzo del libro para darnos el prototipo del intelectual de izquierda no reconciliado con la prodigiosa techné del hombre moderno y que quizá sucumba a ella. No creo que la solución sea decrecimiento alguno si no es dentro de muy rígidos límites temporales. Esta tendencia luddita a maldecir el progreso e idealizar la idiocia rural, tan vieja como la poesía de Hesiodo, cuando menos, es una inclinación en que se incurre muchas veces de cambios críticos. La humanidad sólo puede sobrevivir avanzando, resolviendo los problemas que se le plantean en ese avance y creando otros nuevos, al resolverlos, que también ponen en peligro su supervivencia. Y así pero en una especie de eterno retorno en espiral, como gustan los dialécticos.

dimecres, 20 de maig del 2009

El héroe de Perejil.

Aferrado a su escaño, este pavo matasiete que reconquistó el peñón de Perejil para la soberanía española igual que los ingleses recuperaron las Malvinas para la Corona británica, protagonizó ayer una rueda de prensa en la que la única rueda que había era la de molino con la que pretendió que el mundo creyera que los militares condenados por la Audiencia Nacional actuaron por su cuenta, como si fueran piratas aunque, eso sí, procurando siempre no atropellar a mujeres y niños y de buena fe, faltaría más. En la rueda de prensa no se aceptaron preguntas, una práctica que está extendiéndose mucho aunque es inmoral porque equivale a un tendencia al monólogo, un intento de orientar la información y una pretensión de infalibilidad. Trillo el matachín se limitó a leer unos folios en tono desabrido que, al tiempo que encomiaban las figuras de los militares ahora condenados, lo exoneraban a él ladinamente. Que es de lo que se trata. De salvar el gaznate.

Y de responsabilidades políticas, por supuesto, ni media palabra. En otras ocasiones, al tratarse este asunto el señor Trillo se ha manifestado respecto a esta cuestión, sosteniendo que su partido ya asumió su responsabilidad perdiendo las elecciones y si, alguna individual quedaba, había sido eliminada al ganar el señor Trillo las elecciones a diputados de Cortes. Ambas cosas son falsas y, en todo caso, queda claro que no piensa ni de lejos en la dimisión del escaño del Congreso de los Diputados por razones claras: la atención a las víctimas del Yak 42 es un hecho único e irrepetible; el cargo es una nómina al mes doce o catorce veces al año.

Dado que las personas condenadas estaban a sus órdenes es obvio que, si el señor Trillo tuviera lo que hay que tener como hombre y como soldado, ya habría dimitido de su condición de diputado y dejado a otro su lugar en la política.


(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Terror de cultivo.

Desde Otra vuelta de tuerca, está prácticamente dicho todo en el terreno del terror en relación con la infancia, situación que afectaba a la plaza en la que estemos o a cualquiera otra. Y esta película no es excepción a la historia. En realidad es un misterio por qué se ha rodado, dado que que no hay historia que contar. Una madre muere en accidente de coche cuando va con sus dos hijas. La pequeña, que fue la responsable del accidente, desarrolla un complejo de culpa que la lleva a dar rienda suelta a sus tendencias suicidas. El padre decide que los tres merecen un viaje y se trasladan a vivir de Chicago a Génova en donde el padre da clases de inglés en la universidad. Luego el relato se bifurca en tres o cuatro pero todos muy vistos: a) las peculiaridades culturales italianas vistas por un anglosajón; b) los anglosajones expatriados; c) los problemas de la adolescencia, ya que la hija mayor está en la edad del pavo; d) las alucinaciones de la pequeña, elemento central para convertir la peli en una historia de miedo. Pero esto es imposible porque es imposible convertir una populosa y luminosa ciudad italiana en un lugar gótico, oscuro y tenebroso. El intento del director de contrapuntear las escenas de playa con las caminatas de las crías por los oscuros callejones de la ciudad medieval, poblados de amenazadoras figuras entrevistas, tratando de inspirar prevención y miedo, solo consigue aburrir más y hasta irritar a fuerza de repetitivo. Y no hablemos ya de la permanente tensión a que un director abusón somete a los espectadores con tomas y toma y toma de circulación rodada en todo tipo de vehículos para que nos temamos otro cacharrazo como el del principio.

Normalmente, hasta la peor película tiene algo que la redime; en esta no encuentro nada.

dimarts, 19 de maig del 2009

La ilegalización.

Hoy trato el asunto de la ilegalización de la candidatura Iniciativa Internacionalista en un artículo en Público, titulado Una ilegalización compleja en el que defiendo que dicha ilegalización es lógica en tanto los componentes de la candidatura se obstinen en no cumplir la Ley de Partidos, y que en España no se ilegalizan ideas (como sostienen falsamente quienes critican la ilegalización) sino comportamientos y hechos delictivos.

Ayer fue un día frenético en las redacciones de los diarios. Después de la ilegalización hubo la acostumbrada oleada de reacciones en pro y en contra. Ambas destilaban pasión; las primeras de alegría y las segundas, de ira. Pero la coalición estaba ilegalizada por decisión del Tribunal Supremo e ilegalizada iba a quedarse. Entonces, al final de la jornada, empezó a rumorearse que la coalición iba a condenar el uso de la violencia para conseguir fines políticos, iba a condenar a ETA; en definitiva, iba a cumplir la Ley de Partidos que es la condición que los independentistas se han negado a aceptar en diez ocasiones. Los alientos se contuvieron y, en efecto, por la noche llegó el comunicado de Iniciativa Internacionalista condenando taxativamente la violencia. Algo muy de felicitarse. El articulo mencionado más arriba ya recoge este giro de los independentistas y se felicita por él, formulando el deseo de que ojalá surta efectos políticos y jurídicos.

Porque ese es el problema ahora. Obviamente, los estrategas de Iniciativa podían haberlo pensado antes y no dejar que las cosas se pudrieran hasta la ilegalización del Tribunal Supremo. La explicación probablemente es que, en el fondo, no creyeron que el alto tribunal fuera a excluirlos y, al encontrarse con que sí lo hacía, tuvieron que improvisar un plan B a fin de no quedarse fuera de las instituciones, y que incluía los términos que hemos citado. Pero el hecho es que el fallo del Tribunal Supremo ilegalizando la formación es ya firme y el Tribunal Constitucional no puede hacer nada contra eso dado que las decisiones firmes del Supremo son para él "cosa juzgada", intangible. Algo distinto es que quepa el recurso de amparo por vulneración de derechos fundamentales que la candidatura ha interpuesto. En apoyo de esta queja viene la feliz decisión de condenar la violencia, que supone un giro de 180 grados en la actitud de Batasuna y los suyos. Pero la cuestión es si el Tribunal Constitucional puede otorgar el amparo cuando la supuesta vulneración que se aduce tendría que haberse producido no para llegar al fallo del Supremo sino después de dicho fallo, lo que se entendería, porque así sería, como un fraude de ley.

Ahora bien, la importancia de que los independentistas radicales hayan renunciado a la violencia abre tal cantidad de perspectivas que sería muy importante que se encontrara una fórmula política para conseguir que su candidatura estuviera presente en las elecciones del siete de junio. Sería la prueba de que en España no se ilegalizan ideas sino conductas, daría una imagen de normalidad a la vida política, demostraría que los demócratas somos magnánimos y si a la condena de la violencia siguiera la desaparición de ETA, quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos en España podríamos volver a argumentar nuestra posición sin riesgo de que se nos confundiera con asesinos. Pero todo ello depende de que el Tribunal Constitucional decida otorgar el amparo. Y eso no puede prejuzgarse.

Como una mancha de grasa.

Como una mancha de grasa van extendiéndose las prácticas presuntamente corruptas de los miembros del PP; como una mancha grasa que fuera inficionando todas las articulaciones del partido, todos sus entresijos. A estas alturas no debe de quedar nivel alguno de la administración del Estado en el que no hayan anidado estos mangantes (siempre presuntos, faltaría más) haciendo negocios fabulosos a costa de los contribuyentes, despojando a estos en un toma y daca de cohechos y adjudicaciones fraudulentas. Si ayer aparecían implicados en la trama corrupta alcaldes, concejales, diputados autonómicos, el presidente de la Diputación de Castellón, el de la Generalitat valenciana, Francisco Camps y, por último, el senador y tesorero del PP, Luis Bárcenas de quien Libertad digital informa que quizá haya recibido un millón seiscientos mil euros de fondos de Correa, hoy son un diputado del Congreso y un íntimo colaborador del señor Álvarez Cascos cuando era ministro, según afirma El País, que trae, además, las cantidades en ambos casos a cambio de favores a la trama de Correa: 220.000 y 50.000 € respectivamente.

Y es Correa quien empieza a ser aquí interesante. ¡Qué capacidad para comprar voluntades en todos los niveles de la Administración y de corromperlo todo a estilo de la camorra italiana! Con ese aspecto de galán de Ruritania, este cerebro del chanchullo y el trinque parece haber conquistado al escalafón íntegro del PP a través del bolsillo con dádivas de miles, decenas de miles, centenas de miles, millones de euros, viajes, cruceros, regalos suntuarios, trajes a medida... una pasta gansa en cohechos que nos permite hacernos una idea del quebranto que este mago del parné (al que a lo mejor, si se arrepintiera, convendría nombrar ministro de Hacienda) ha causado a las arcas públicas y al bienestar de los ciudadanos. Ahora se comprenden las fianzas de cientos de miles, de millones que el juez ha impuesto a los tres imputados de la Asamblea de Madrid, los señores López Viejo, Martín Vasco y Alfredo Bosch: hay que hacer frente a unas responsabilidades civiles que probablemente ascienden a cantidades estratosféricas.

Añádase a lo anterior lo que publica hoy Nacho Escolar en su blog y que aparece en la portada de "Público" sobre la red corrupta que, al parecer, financió las elecciones de la señora Aguirre a base de rebautizar los conceptos por los que anotaba los pagos que hacía a la Comunidad esto es, le financió, presuntamente, el Tamayazo. Ya es sólo cuestión de tiempo hasta saber hacia dónde escala la trama Gürtel, si alcanza a la presidenta de Madrid y al exministro de Fomento, señor Álvarez Cascos y si sigue hacia arriba, a la boda de El Escorial y el inevitable matrimonio Aznar. Desde luego, no lleva pinta de detenerse. Éste es un proceso penal de los años del gobierno con mayoría absoluta del PP en el que, seguramente, muchos hicieron su agosto y todos de su capa un sayo. No sé ya en dónde habrá más implicados en presuntas (y provechosas) corruptelas, si en la Cámara de los Comunes en Inglaterra o en el PP en España.

Tal debe de ser asimismo el temor del señor Camps quien ha pasado en veinticuatro horas de querer declarar ardientemente para que resplandezca su inocencia cual patena a pedir un aplazamiento de la deposición se supone a ver si se entera de algo de la investigación que el Tribunal Superior de Valencia está haciendo en las cuentas de contratas de la Comunidad que con tanta trasparencia gestiona el muy opaco señor Camps. A lo mejor eso obliga a postponer también en un día la declaración de El bigotes.

Lo dijimos hace un par de entradas: sometido a este gota a gota informativo en el que salen a relucir cuestiones de todo tipo, político, económico, etc., pero todas de supuestas corruptelas, trinques, pelotazos, es imposible que el partido mantenga un discurso unido y coherente ante las presumibles preguntas por la corrupción y a lo largo de toda la campaña.

Y, de esa, hoy, el único responsable es el capitán, el señor Rajoy a quien ya nadie escucha.

(La imagen es una foto de john.duffell, bajo licencia de Creative Commons).