dijous, 21 de maig del 2009

El Curita quiere un huevo al Bigotes.

Iba el señor Camps tan contento a declararlo todo, a hablar sin tapujos, a decir su verdad, a hacer que todo se arreglara. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a dejar en claro que, hubiera lo que hubiera en las grabaciones telefónicas, él no conocía al Bigotes. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a demostrar ce por be cómo sus enemigos sólo saben emplear insidias, calumnias, injurias. Iba; pero no fue.

Iba el señor Camps a demostrar que todo "era nada". Iba; pero no fue.

El señor Camps ahora confiesa que no tiene las facturas porque se compra los trajes, los paga al contado y de las facturas se ocupa su señora. Es decir, no sólo no aclara nada sino que lo oscurece todo y lo hace concordando con la acusación.

Y si se pasa al señor Trillo, la situación como El que se lleva las bofetadas. El señor Trillo no iba a nada. Perro más viejo que el señor Camps, decidió mantener bajo el perfil y enrocarse a ver si los clamores de indignación al conocerse la sentencia no lo dejaban en absoluta y bochornosa evidencia. En todo caso, no hizo falta porque ya se dejó él mismo al comparecer con un facistol en el que se leía "PP soluciones", probablemente emblema producto de los desvelos de alguna de las empresas del señor Gürtel, como Get there first, Make it Fast, o Take it and Run.

¿Cómo no se dan cuenta estos dos experimentados hombres políticos de que ya sólo son un estorbo para su partido y lo mejor que pueden hacer es desaparecer? ¿Cómo están tan ciegos que no ven que ya no podrán salir a la calle sin que alguien los llame "chorizos" o "ladrones" o sin que se arme alguna trifulca a su nombre? Camps/Trillo, Trillo/Camps, unos amigos míos han abierto una lotería acerca de cuál dimite antes. Y también quién queda tercero de tres candidatos: Camps/Trillo/Bárcenas. El orden en que están es aleatorio. Si me preguntaran a mí, que me dejo llevar por mis preferencias, diría: Bárcenas, Trillo, Camps, porque es el orden en que deseo verlos desaparecer.

El señor Rajoy ratifica ayer su confianza en el señor Camps, pero no demuestra haberse enterado de la noticia porque asegura que el señor Camps salía sin cargos y lo cierto es que sale con el mismo que llevaba a declarar allí. Por lo tanto será interesante ver la reacción de mucha gente que estaría esperando la decisión a petición del president y ahora se encuentra que no hay tal. Es fácil prever las situaciones: apariciones institucionales del señor Camps a las que acudirán enjambres de periodistas a freírlo a preguntas; preguntas a las que no puede contestar porque ya no lo ha hecho en el juez. ¿Y qué pasa con el conocimiento del Bigotes? Viene de antiguo, reconoce ahora el señor Camps. Y ¡había dicho que no lo conocía de nada! Como San Pedro tres veces antes del canto del gallo. Y tan antiguo. Eran el Bigotes y el Curita, buena parejita. Y ahí, en esa antigua relación de amistad, el Curita y el Bigotes se ponían de acuerdo en cuántos trajes compraban y para quién y, a cambio, le caían al Bigotes las concesiones, los pagos, los chollos de la administración pública autonómica, esquilmada por estos presuntos mangantes.

Por último, Terre des hommes, sí señor, Trillo solo, esperando la primera batida. Con voluntad de vender caro su pellejo, retranqueado en su madriguera. No se le ha pasado por la cabeza dimitir. Pero no estaba en su lugar en el Parlamento. El fugitivo de Trebzon comienza ahora una nueva existencia. Como un ave de presa oteando el hrizonte. Tampoco podrá ir a lugar alguno sin que un periodista le pregunte si piensa dimitir por lo del Yak 42. Está claro, opera la mano invisible del mercado: el periodista que logre la respuesta "sí", alcanza la fama, la gloria, el estrellato. El mercado es ley de oferta y demanda. Así que Trillo no puede pisar el ágora. Y menos el Parlamento porque, si no lo hacen los periodistas, lo harán sus colegas los diputados. Como le sucedería en el Senado romano, en donde siempre encontraría a un Cicerón con un quousque tandem.


(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).