dimecres, 4 de febrer del 2009

El humor es cosa de la inteligencia.

Ya es mal asunto que uno no entienda un chiste. Pero si alguien lo explica y uno sigue sin entenderlo es que la mollera de uno no tiene remedio. En fin, es lo terrible de los chistes, de la ironía, de las burlas, que son muy resbaladizos y para cuando el que ha picado quiere darse cuenta, normalmente es ya demasiado tarde. Todos los que se tomaron en serio el vídeo del Gran Wyoming metieron el remo hasta la empuñadura, sin excusa posible. Luego, cuando ya se explicó todo en el programa de aquel, El intermedio, algunos trataron de disimular, de salvar la cara, diciendo que ya se maliciaban algo, que no le habían dado crédito completo y que tenían sus reservas: blogs, foros, páginas webs y hasta algún diario digital. Por ejemplo, El Imparcial, que tras dar por bueno el vídeo en titulares tuvo que acabar reinterpretando la noticia vergonzantemente en un espacio semioculto en el interior llamado Las trampas de Wyoming donde se viene a afirmar que el vídeo no es auténtico, pero como si lo fuera que es algo así como decir que el mayordomo no asesinó a la duquesa, pero pudo haberlo hecho. Esa fue la defensa de la mayoría de blogs y foros que se tragaron la pieza: minimizar el ridículo y esperar que escampara.

Pero no es el caso de Intereconomía, en donde el señor Xavier Horcajo que tiene un problema evidente a la hora de distinguir entre lo fabulado y lo real, siguió cargando contra Wyoming con tanta saña que uno empezaba a pensar si no se trataría de otro fake, en este caso un contrafake para responder condignamente al pitorreo del programa de Wyoming. El señor Horcajo puso en brevísimo tiempo a bajar de un burro al Gran Wyoming, al que llamó "delincuente", "h.p." (hijo de puta, vamos, para no andarnos con remilgos), de "baja catadura moral", "de baja ralea", "bufón de segunda" etc, etc. Uno podría creer que estaría fuera de sí al ver cómo había caído en una trampa tan elemental, en un engaño tan tosco. Pero en lugar de reconocer que se había columpiado trataba de emborronarlo todo, sepultando a la gente del Intermedio bajo toneladas de denuestos. Como si los demás estuvieran a su altura mental.

Cuéntase de Santo Tomás de Aquino que en cierta ocasión fue víctima de una broma, de un engaño urdido por sus hermanos dominicos que lo convencieron de que saliera a toda prisa del convento para ver un burro volador. Cuando luego hicieron burla de él y le preguntaron cómo había sido tan ingenuo para creer que había burros voladores, el doctor angélico contestó que prefería creer que los burros vuelan antes de aceptar que un hermano pudiera mentir. Desde el momento en que el señor Horcajo tiene al Gran Wyoming por un redomado delincuente está claro que su reacción carece de la elegante y caritativa defensa del aquinatense.

No, su reacción es la del que no se entera y eso se prueba cuando resulta que también acusó a la colaboradora de Wyoming, doña Beatriz Montáñez, de ejercer el oficio más viejo del mundo por el hecho de salir interpretando a una puta. Lo explicó muy brillantemente la señora Montáñez recordando la diferencia entre realidad y ficción y avisando al señor Horcajo de que Leonardo di Caprio no murió en el hundimiento del Titanic. Cierto, ni Liz Taylor en El árbol de la vida. Pero no sé si el señor Horcajo entenderá estas sutilezas.

La comisión no dictaminará nada.

En el otro extremo del arco conservador, desde los comunicadores ultras a los órganos regidos por neoliberales con pedigrí, la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) no desengaña. En la entrada de ayer, titulada Sabía decision: una comisión decía Palinuro que: "Y milagroso será si la señora Aguirre no pone a presidirla (a la Comisión) al investigado, el señor Granados, presunto subjefe de la trama de espías. La presunta jefa es ella, naturalmente." Ese es el camino que llevan. No sé si aprovechando su mayoría absoluta el PP impondrá de presidente al principal sospechoso, el señor Granados, pero sí está claro ya que se reservará la presidencia, algo que va en contra de los usos y convenciones democráticos pero deja ver sin duda alguna que esta comisión de investigación no investigará nada, no concluirá nada y acabará como el rosario de la aurora, cosa que está en interés del PP a la vista de que en las próximas elecciones autonómicas tiene toda la pinta de llevarse un solemne batacazo. Estaba claro que la comisión encabezada por la señora De Cospedal no investigaría nada pero en ésta será milagroso si la conclusión no es que la culpa del espionaje la tiene Felipe González. De momento el espía más activo de todos, el señor Gamón, ya se ha negado a responder a las preguntas del PSOE e IU. Claro: ¿por qué tiene él que responder de algo cuyo culpable es el señor Felipe González? Por fortuna está en marcha la investigación judicial. De no ser así, este gobierno de desaprensivos no daría ni explicaciones de una trama de espionaje tan activa que, según parece, sus miembros se espiaban entre sí.

(La imagen es una foto de Chesi-Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons)

Matrimonio de Boston.

En el muy céntrico teatro Arlequín de Madrid, que está al comienzo de la calle de San Bernardo, al lado de una galería comercial muy conocida, próxima a Santo Domingo, están poniendo una curiosa obra de David Mamet, importante dramaturgo y guionista cinematográfico en los Estados Unidos. "Matrimonio de Boston" (que ya estuvo en cartel en Madrid hace unos siete años) es una expresión acuñada para referirse a las parejas de mujeres que viven juntas por su cuenta y no tienen por qué ser necesariamente lesbianas si bien en este caso lo son.

La obra es una chispeante y matizada investigación en la relación amorosa de dos mujeres. Al comienzo, Anne (Antonia San Juan) tiene un amante del que piensa vivir cómodamente y pretende que Claire, su pareja, se quede con ella. A su vez, Claire ha venido a decirle que está enamorada de una jovencita y ahí arranca una serie de peripecias muy divertida sobre las complejas relaciones entre las dos amantes, con un diálogo muy rápido y ágil, repleto de todo tipo de consideraciones sobre el destino de las mujeres independientes, el de la pareja, las relaciones fuera de ella, la fidelidad o infidelidad, etc. Es interesante reseñar que la pieza no es una defensa o un ataque de las relaciones homosexuales en modo alguno. De hecho, desde el principio, damos las relaciones por supuestas. No es un alegato en favor o en contra de relaciones lésbicas, sino la narración de las peripecias de una de ellas en una sociedad como la finisecular en la que, dada la moral de la época, casi todo ha de expresarse mediante sobreentendidos.

Este análisis psicológico de dos mujeres que están muy unidas pero en un momento dado encaran la posibilidad de vivir cada una por su cuenta se complementa con un contrapunto sociológico visto desde el ángulo de las relaciones de clase. Tanto Anne como Claire son dos mujeres de clase media con educaciones y gustos muy similares. El contraste lo pone la chica de servir, una jovencita escocesa, procedente del campo, Catherine, caracterizada con los rasgos de la simpleza, la ingenuidad y la retranca de los aldeanos. En la adaptación española "escocesa" ha pasado a ser "gallega". Las tres intérpretes son muy buenas, aunque a veces sobreactúan un poco, cosa comprensible si se piensa que la obra adquiere rasgos de farsa con bastantes escenas disparatadas. De todo el aspecto interpretativo lo que menos me gustó fue el forzado acento gallego de la criada. Pero no su figura ni el magnífico contrapunto social que representa. Como figura en el reparto Catherine echa sus raíces en las de los criados graciosos y/o necios del teatro clásico y presta a la obra una dimensión en profundidad muy curiosa.

La acción tiene lugar en el siglo XIX y consiste sobre todo en construcciones de diálogo muy brillantes que no solamente retratan una época sino que ahondan en las complejidades de una relación amorosa a un buen ritmo que las actrices consiguen se mantenga a lo largo de una pieza. Ésta no es precisamente breve y en ella abundan cuestiones inesperadas, sobre todo la relacionada con un ostentoso collar de gemas que su amante (a quien no vemos en toda la obra) ha regalado a Anne y que hace estallar un mundo de pasiones. El autor es un maestro de lo que los anglosajones llaman el innuendo, cosa que se echa claramente de ver en la muy emotiva escena cerca ya del final en que Claire rompe y deja sin respuesta la carta de su joven conquista que la ha esperado inútilmente fuera de la casa.

dimarts, 3 de febrer del 2009

¿Quién tiene la culpa de la crisis?

El señor Rodríguez Zapatero se reunió ayer con los principales banqueros del país (que en el año 2008, según Público, ganaron dos millones de euros por hora) para rogarles que hagan el favor de canalizar a la gente y a las pymes algo de los 150.000 millones de euros de dineros públicos que el Estado les ha "inyectado" porque no es hora de acumular más beneficios, sino de arrimar el hombro.

Los banqueros le contestaron con una teórica, explicándole -y con él a todos los españoles que no ganamos dos millones de euros por hora- que si la economía no se ha hundido ya del todo es gracias e ellos y que la culpa de la crisis la tiene el Gobierno y la tenemos la gente corriente y moliente por endeudarnos en exceso, y que ahora vienen tiempos difíciles.

Eso se llama desvergüenza, vulgo tener un morro que se lo pisan. Veamos la secuencia de los hechos:

1.- La crisis estalla causa de los fondos de riesgo con los que los bancos de inversiones estadounidenses y en todo el mundo han estado especulando codiciosa e irresponsablemente.

2.- Se transfiere luego a la banca comercial (los de los dos millones de euros por hora de beneficios) en forma de falta de confianza mutua y restricción del crédito.

3.- La restricción del crédito asfixia las economías, que entran en recesión.

4.- La crisis se generaliza y los Estados -entre ellos el español- intervienen inyectando miles de millones en los bancos comerciales para mantener vivo el crédito.

5.- Los bancos comerciales no hacen tal cosa sino que dedican los fondos a sanear sus cuentas y siguen restringiendo el crédito con la recesión a punto de convertirse ya en una depresión.

Realmente, ¿quiénes son los culpables? Está muy claro: los bancos de inversión en primer lugar y los bancos comerciales en segundo lugar. O sea, los bancos. Como es lógico porque son los únicos que pueden desatar una crisis con sus medidas. Haga lo que haga la gente, nunca pondrá en marcha una recesión.

Está claro: un morro que se lo pisan e igual que los terroristas israelíes culpan a las víctimas palestinas de sus muertes, los bancos culpan a la gente de los problemas que sólo ellos han causado.

Antes había razones económicas y financieras para nacionalizar los bancos. Ahora también las hay políticas: que vayan a reírse de sus familiares.

(La imagen es una foto de Steve Rhodes, con licencia de Creative Commons).

Sabia decisión: una comisión.

La entrada de Palinuro de ayer acerca del lío de espías, enchufados y clientes en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) se titulaba Tendrán que hacer algo. Bueno: ya lo han hecho. La señora Aguirre que la semana pasada negaba de raíz cualquier espionaje en sus dominios y no veía la necesidad de una comisión de investigación para aclarar unos hechos que según ella no se habían producido, ahora acepta constituir una. La sabiduría contemporánea rebosa de juicios negativos sobre el valor de las comisiones. Se dice que si se quiere no resolver un problema se nombra una comisión. Igualmente: ¿qué es un dromedario? Un caballo dibujado por una comisión.

En el caso de la que se nombrará en el seno de la Asamblea de Madrid ese escepticismo está archijustificado. Como el PP dispone de mayoría absoluta en la dicha asamblea, querrá que la comisión refleje este hecho lo que equivale a garantizar de antemano que no servirá para nada. Y milagroso será si la señora Aguirre no pone a presidirla al investigado, el señor Granados, presunto subjefe de la trama de espías. La presunta jefa es ella, naturalmente.

La comisión funcionaría si se aceptara la propuesta de la oposición de disponer de igual número de votos (entre IU y PSOE) que el PP. Conociendo el talante democrático de este partido y el de su liberal presidenta eso no va a darse ni de lejos con lo que es claro que la comisión se nombra para dar carpetazo al asunto del espionaje en la CAM. Y con el asunto del espionaje, el de las adjudicaciones de contratos del Vicepresidente del Gobierno y el de la tupida red de influencias, amiguismos y enchufes en que funcionan las empresas públicas o semipúblicas de esta sufrida CAM administrada por una gente que es la que los madrileños se merecen porque para eso la votaron.

(La imagen es una foto de Chesi-Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons)

El gran Gran Wyoming.

Pleno, Wyoming, tío, pleno. Qué golpe maestro. Cómo te conoces al personal. Con qué elegancia y sin insultar has dejado a esa gente en el más espantoso ridículo. Porque el vídeo en cuestión no engaña más que lo suficiente a los que anden escasos de meninges. La prueba es que muchos internautas en los foros y la blogosfera apostaban por el fake. Pero lo que es impagable es cómo muerden el anzuelo los pardillos de Intereconomía, con qué fingido escándalo y disimulado contento, con qué hipocresía lamentan ese comportamiento de "capitalista" y dan entera la falsificación sin comprobar nada, ni el remite del envío. ¿Y qué decir de la tertulia posterior? La plancha de Cendoya escandalizado, haciéndose cruces, Señor, Señor, estos rojos... Eso es lo más valioso de la trampa tendida: que han caído en ella ciegos de siniestra alegría, pensando que podían triturar a la competencia, que tenían un exclusiva explosiva.

Y no, ninguna pena. Estos de Intereconomía ¿no son los que enviaron unos jayanes a impedir el trabajo de una periodista haces unos meses? ¿No son los que enviaron a otros -o los mismos- contratados suyos para tender una trampa y presumiblemente chantajear al abogado que acusa al señor Fabra de Alicante? Ninguna piedad con gente que recurre a estos procedimientos. Al contrario, que quede bien claro que no sirven ni para las chapuzas y sí sólo para insultar.

Al Gran Wyoming no le hace falta insultar. Que hay clases.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons).


dilluns, 2 de febrer del 2009

¿Qué es un terrorista?

La decisión del juez Andreu de la Audiencia Nacional (AN) de imputar un crimen contra la humanidad a un puñado de militares israelíes puede considerarse desde varios puntos de vista. Desde uno de izquierda es de aplaudir la iniciativa al tiempo que se subraya la contradicción de que la misma AN que investiga a los presuntos delincuentes israelíes obstaculice e impida que se investiguen hechos peores en España. Y no es tan sólo una contradicción sino un ataque al sentido de la justicia pues mientras este órgano judicial de jurisdicción especial sienta plaza de adalid de los derechos humanos en Israel, Guatemala o el Tibet (ya vemos: cuanto más lejos, mejor), se alinea en su tierra con los asesinos y trata de que sus crímenes no sólo queden impunes, como ya lo están, sino que no se conozcan, que no puedan investigarse ni tampoco reparar a las familias.

También se puede considerar desde el punto de vista opuesto, el de la derecha según el cual los magistrados de la AN que hicieron tan bien impidiendo que se abran las fosas e investiguen los crímenes de los franquistas (que, naturalmente, jamás existieron), pierden el oremus imputando esos mismos crímenes a los militares israelíes, defensores de la civilización occidental y que, por supuesto, jamás han cometido crimen alguno.

Por último, cabe también considerarla bajo el punto de vista de los mismos terroristas israelíes. Dice el señor Ehud Olmert que la investigación abierta por el juez Andreu es una prueba de doble moral de la Audiencia Nacional. La doble moral, según Olmert, consiste en que quienes ignoraron el terrorismo de Hamás en el pasado, quieran ahora empapelar a los israelíes por defenderse. Es un argumento cínico, pero nada parecido a lo que salió diciendo el ministro de Defensa de Israel, el laborista Ehud Barak quien, a la vista de la intención de la AN, se preguntaba si matar a un terrorista es un crimen contra la humanidad.

Le contesto: todo depende de lo que se entienda por terrorista. Si vamos a los resultados de las últimas acciones de Israel en Gaza habrá que aceptar que trescientos niños eran trescientos terroristas, cosa que no creo que sostenga ni siquiera el señor Barak que no me parece especialmente listo ni con mediana talla moral. Se dirá que no se estaba hablando de niños sino de hombres combatientes y que los niños fueron lo que el señor Javier Solana, fervoroso guerrero del imperio, llamaba "víctimas colaterales". Aun así es cosa de responder al señor Barak que todo sigue dependiendo de lo que se entienda por "terrorista". Estoy seguro de que su idea, coincidente con la de los Estados Unidos, la Unión Europea y los aliados de ambos no coincide con la visión de mucha otra gente. Para Hamás, muchos palestinos y musulmanes en general, los "terroristas" del señor Barak son "héroes" y "patriotas".

Mi patriota es tu terrorista y viceversa. El señor Barak y todos cuantos apoyen su siniestro discurso tienen que admitir esta relatividad de los conceptos porque les toca muy de cerca. Gentes como David Ben Gurion, fundador del Estado de Israel, o Menahem Beguin, ex-primer ministro del mismo Estado, fueron terroristas en los tiempos de la administración inglesa de Palestina, esto es, perpetraron u ordenaron perpetrar ataques con bombas y atentados diversos que técnicamente hablando, son actos terroristas. Pero estoy seguro de que el señor Barak no considera terrorista al señor Ben Gurion, sino un patriota. Lo mismo hacen los palestinos con los asesinados por los israelíes.

Es más, aunque el señor Barak no alcance a comprenderlo, eso de ser o no terrorista es tan relativo que, en algún caso, un terrorista ha llegado a ser Premio Nóbel de la Paz. Así sucedió en 1994 con Yassir Arafat, un architerrorista para los israelíes. Pero también Premio Nóbel de la Paz fue el terrorista Menahem Begin en 1978.

(La imagen es una foto de Chrisjohnbeckett, con licencia de Creative Commons).

Tendrán que hacer algo.

El escandalazo del espionaje en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) se complica por días. Y los asuntos que van saliendo a la luz son cada vez más increíbles y rocambolescos. La información que trae hoy El País sobre los teléfonos móviles de altos cargos de la CAM es una prueba más del ambiente casi histérico de espionaje y contraespionaje que se vive en el Gobierno regional en donde, según parece, actúan varias redes de vigilancia, dedicadas a actividades ilegales y presuntamente financiadas con dineros públicos.

Las reacciones del Gobierno de la CAM a las sucesivas revelaciones periodísticas, intemperantes, arrogantes, amenazadoras, dilatorias, muestran el desconcierto que reina en el lugar y el clima de enfrentamiento a que se ha llegado en las filas del PP.El señor Rajoy, probablemente, no saldrá bien parado de esta sórdida aventura con gente de controvertido comportamiento como ese Vicepresidente de la CAM, un espiado que, a su vez, presuntamente espiaba. Y por debajo de todo esto, el dinero, los ingentes capitales que se mueven en la CAM desde el comienzo del boom del ladrillo. Igual que por debajo del "tamayazo" estaba el dinero con el que se compró la traición también ahora el escándalo de los seguimientos, las escuchas, los dossiers, etc, tiene pies de moneda de curso legal. Cualquiera que haya seguido los escritos del blog de Escolar, Escolar.net se habrá convencido de que la CAM se administra con criterios de clientelismo, enchufismo y amiguismo que no dejan lugar a dudas. Las empresas públicas y todas aquellas sobre las que la CAM pueda ejercer alguna influencia rebosan de parientes y amigos de los gobernantes de Madrid o de sus amigos. Y la cabeza visible de este desastre, quien, según parece, más se beneficia con él y quien orienta la política de adjudicaciones de la CAM es el espiado vicepresidente de la Comunidad, señor Ignacio González.

Es de suponer que todos estos asuntos no queden impunes y es de esperar que los organismos de defensa de los ciudadanos, como los fiscales, que pueden actuar de oficio, lo hagan para aclarar un patrimonio como el del señor González que, si es objeto de dossiers secretos e ilegales, será porque tenga algo que resulte rentable para hacer chantaje.

Por cierto, cuanto más se demoren las inevitables dimisiones en la CAM, más cerca se producirán de las elecciones vascas y gallegas del 1º de marzo y peor efecto tendrán en las expectativas electorales del PP.


(La imagen es una foto de Chesi-Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons)

Filosofía risible.

Este curioso libro de Cathcart y Klein (Platón y un ornitorrinco entran en un bar... La filosofía explicada con humor, Planeta, Barcelona, 2008, 220 págs.) parte de una idea sencilla, audaz y muy cierta: la de que los chistes y la filosofía están hechos de la misma materia, que ambos juegan con la mente de la misma forma y que los dos ponen de relieve verdades que a veces son incómodas sobre la vida y otras cuestiones de no menos enjundia. La idea es que cabe explicar los conceptos filosóficos a través de los chistes y que estos están cargados de un fascinante contenido filosófico (p. 12). Por supuesto, depende de la calidad del chiste; pero lo mismo puede decirse de las filosofías, que depende de su calidad. Un buen chiste -y este libro trae muchos- es normalmente una revelación; como una buena filosofía.

La compleja estructura del chiste ya había quedado clara en la interesante obra de Freud, El chiste y su relación con el inconsciente y Bergson, en su célebre ensayo sobre la risa había aportado una visión filosófica a este aspecto de lo cómico, lo risible, lo chistoso, normalmente abandonado en el terreno de las graves preocupaciones del intelecto. Pero hasta ahora nadie, que yo sepa, había llevado la audacia a exponer -en tono liviano, por supuesto- la historia de la filosofía a través de chistes y, aunque reputo la idea muy buena, no creo que tenga muchos partidarios entre filósofos y gentes con escaso sentido del humor. Los propios autores, resignados, ya reconocen en el capítulo de agradecimientos que: "No conocemos a nadie, aparte de nosotros mismos, que esté dispuesto a responsabilizarse de la idea de este libro..." (p. 219). Pero la gente lo lee con gusto. Véase si no: cuatro ediciones (imagino que quiere decir impresiones) en un año.

El caso es que, efectivamente, es posible repasar un poco a grandes rasgos y vuelapluma la historia de la filosofía, concebida como la sucesión de los temas más conocidos que han preocupado siempre a los filósofos (el telos, la ética, la epistemología, la lógica, el libre albedrío, la muerte, la razón, la política, etc) y hacerlo a través de los "filochistes", como los llaman los autores. La verdad es que casi todos son buenos y, en definitiva, el libro viene a ser como una antología de chistes que tienen interpretación filosófica. Por cierto, como los autores son judíos, hay una gran cantidad de chistes de judíos. Hablando de la virtud platónica, que es la sabiduría:

"En un encuentro que se está celebrando en la universidad, se aparece de pronto un ángel y le dice al jefe del departamento de filosofía:

- Te concedo uno de estos tres dones: sabiduría, belleza o diez millones de dólares.

Inmediatamente el profesor opta por la sabiduría.

Envuelto en un halo de luz, el profesor aparece transformado. Pero sigue ahí sentado, contemplando la mesa y uno de sus colegas le susurra:

- Di algo.

El profesor responde:

- Debería haber pedido el dinero." (p. 92)

Hablando de la existencia, la muerte y Heidegger:

PINTOR: ¿Qué tal van mis ventas?

PROPIETARIO DE LA GALERÍA: Bueno, pues tengo buenas y malas noticias. Vino un hombre y me preguntó si eras un pintor que se revalorizaría al morir. Cuando le dije que pensaba que sí compró todo lo que tenía tuyo en la galería.

PINTOR: ¡Vaya! ¡Es maravilloso! ¿Y las malas noticias?

PROPIETARIO: El comprador era tu médico." (p. 137).

diumenge, 1 de febrer del 2009

Elogio de la prensa de izquierda.

En España la mayoría de la prensa es de tendencia; como en el resto del mundo por lo demás. Tendencia sobre todo en la divisoria derecha/izquierda, esa que dicen algunos que está trasnochada, superada y, sin embargo, resulta ser la única que se da en todos los sistemas políticos. Porque los otros conflictos con traducción política pueden darse o no: puede o no haber conflictos regionales, religiosos, lingüísticos, demográficos, ciudad/campo, etc. El conflicto izquierda/derecha aparece siempre y se refleja sobre todo en la prensa. Por eso digo que la prensa es de tendencia.

Pero en España, además, es de partido. En especial la prensa de derecha. Parte del discurso mediático conservador es hablar de las "terminales mediáticas" del Gobierno socialista, preferentemente grupo "Prisa". Y sin embargo la relación entre este grupo y el PSOE y el Gobierno del PSOE es mucho menos intensa que la que hay entre el PP y los medios escritos o audiovisuales de la derecha. Algunos de estos, por ejemplo El Mundo, han llegado a hacer el programa del PP en épocas de penuria programática en los años noventa, en ellos se apoya electoralmente al PP y en la COPE incluso se apoya a unos sectores frente a otros dentro del partido de la derecha. Parte de ese apoyo se manifiesta en una actitud muy agresiva hacia la izquierda. Los columnistas de los medios de la derecha suelen ser más insultantes que los de la izquierda, entendiendo aquí por izquierda El País, Público y El Periódico de Cataluña. Algo similar con los editoriales: los de la derecha se atienen estrictamente al esquema amigo/enemigo mientras que en los de la izquierda se guardan más las formas, se es menos agresivo con el enemigo y menos encomiástico con el amigo, sin negar que haya amigo/enemigo.

Los periódicos de izquierda son de tendencia, pero no de partido. Antes de seguir hay que decir que aquí se da por supuesto que El País es un diario de la izquierda, pues mucha gente en la izquierda lo sitúa en el centro, en el centro-derecha y hasta en la derecha sin más. Algo de eso hay. Pero dado el carácter del centro-derecha real, el centro-derecha de El País es izquierda a todos los efectos. Público por lo demás, es un periódico de izquierda, como lo es El Periódico de Cataluña. Y lo que caracteriza a esta prensa de izquierda es que, interpretando la realidad, como hacen todos los que dan cuenta de ella, es mucho menos agresiva y crispada que la otra parte. Por eso, me parece, la prensa de izquierda es digna de elogio. Todo el que informa trata de convencer al auditorio para que vea la realidad como él; la diferencia está en la forma que tiene ese tratar. Se puede convencer a la gente a palos, a gritos o seduciéndola. Es digno de elogio que la izquierda trate de convencer seduciendo. Esa izquierda abertzale que mantiene el principio de que también se puede convencer a la gente asesinándola no entra aquí ni por ensoñación.

Que también hay que ver el mundo con los ojos de los lectores. Y muchos lectores, creo que la mayoría, agradecemos que los periódicos no muerdan.