El señor Rodríguez Zapatero se reunió ayer con los principales banqueros del país (que en el año 2008, según Público, ganaron dos millones de euros por hora) para rogarles que hagan el favor de canalizar a la gente y a las pymes algo de los 150.000 millones de euros de dineros públicos que el Estado les ha "inyectado" porque no es hora de acumular más beneficios, sino de arrimar el hombro.
Los banqueros le contestaron con una teórica, explicándole -y con él a todos los españoles que no ganamos dos millones de euros por hora- que si la economía no se ha hundido ya del todo es gracias e ellos y que la culpa de la crisis la tiene el Gobierno y la tenemos la gente corriente y moliente por endeudarnos en exceso, y que ahora vienen tiempos difíciles.
Eso se llama desvergüenza, vulgo tener un morro que se lo pisan. Veamos la secuencia de los hechos:
1.- La crisis estalla causa de los fondos de riesgo con los que los bancos de inversiones estadounidenses y en todo el mundo han estado especulando codiciosa e irresponsablemente.
2.- Se transfiere luego a la banca comercial (los de los dos millones de euros por hora de beneficios) en forma de falta de confianza mutua y restricción del crédito.
3.- La restricción del crédito asfixia las economías, que entran en recesión.
4.- La crisis se generaliza y los Estados -entre ellos el español- intervienen inyectando miles de millones en los bancos comerciales para mantener vivo el crédito.
5.- Los bancos comerciales no hacen tal cosa sino que dedican los fondos a sanear sus cuentas y siguen restringiendo el crédito con la recesión a punto de convertirse ya en una depresión.
Realmente, ¿quiénes son los culpables? Está muy claro: los bancos de inversión en primer lugar y los bancos comerciales en segundo lugar. O sea, los bancos. Como es lógico porque son los únicos que pueden desatar una crisis con sus medidas. Haga lo que haga la gente, nunca pondrá en marcha una recesión.
Está claro: un morro que se lo pisan e igual que los terroristas israelíes culpan a las víctimas palestinas de sus muertes, los bancos culpan a la gente de los problemas que sólo ellos han causado.
Antes había razones económicas y financieras para nacionalizar los bancos. Ahora también las hay políticas: que vayan a reírse de sus familiares.
(La imagen es una foto de Steve Rhodes, con licencia de Creative Commons).