dilluns, 21 de juliol del 2008

Por la justicia

Pillo en el blog Viramundeando una campaña por la justicia y la libertad de las personas a la que me sumo de mil amores. Ignoro por qué la juez titular de Illescas ha impuesto una fianza de 133.333 € al alcalde de Izquierda Unida de Seseña, señor Manuel Fuentes, fruto de la querella que ha interpuesto contra él el señor Francisco Hernando (a) "el Pocero". Todo hace suponer que, a diferencia del anterior alcalde del lugar, el socialista José Luis Martín, procesado por prevaricación y que, al parecer, no ha sabido explicar el origen de su repentina fortuna, este otro es honrado y no se pliega a presiones ni chantajes, razón por la cual está ya ante los tribunales. Llevamos tanto tiempo pensando que la administración local está corrompida que si encontramos un alcalde honrado no nos lo creemos. Pero, además de sorprendernos, hay veces en que es necesario actuar y ésta es una de ellas si queremos que el alcalde honrado Manuel Fuentes pueda seguir gobernando ese municipio.

2105-0036-11-1242029983.

Es el número de cuenta que Izquierda Unida ha abierto en Caja Castilla-La Mancha para hacer frente a la citada fianza de 133.333 euros impuesta por la titular del juzgado nº4 de Illescas. Se nos pide solidaridad y se nos dice que, cuando se celebre la vista, se nos devolverán los cuartos que ahora entreguemos. Incluyo el número por si alguien decide hacer una aportación. Todo ayuda, Fuenteovejuna. Yo ya la he hecho y por eso animo a ello.

(La imagen es una foto de Samu73, llamada "colmenas humanas" bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 20 de juliol del 2008

Els catalans.

El señor Rodríguez Zapatero clausura hoy el congreso de los socialistas catalanes. Una prueba más de la centralidad del PSC en la vida política española. Porque no ha ido a la clausura de otros congresos socialistas, como el Aragón o Extremadura. Ciertamente, con sus veinticinco diputados en el Congreso y el hecho de ocupar la presidencia de la Generalitat, los socialistas catalanes son cruciales en la gobernación de España y la presencia del señor Rodríguez Zapatero es resultado de ese hecho obvio y conocido.

Pero precisamente tal centralidad catalana hace que las relaciones entre el PSC y el PSOE no estén exentas dificultades. Por lo demás algo habitual en el encaje de la "sección catalana" (por así decirlo) de cualquier partido español de ámbito estatal. Así sucedió tradicionalmente entre el Partido Comunista de España y su vertiente catalana, el Partit Socialista Unificat de Catalunya, cuando los partidos comunistas eran alguien en Europa y así está sucediendo (con sus pertinentes connotaciones) con el PP y el PPC. En resumen, la cuestión es siempre la misma: no hay modo de saber si el partido catalán es filial, asociado o sección del partido de ámbito estatal o es un partido federado o, incluso, una formación independiente que sólo coincide con el otro en el nombre. Una situación que refleja también la ambigüedad del encaje territorial de Cataluña en España, nunca enteramente resuelta.

En las relaciones entre el PSC y el PSOE, la ambigüedad es patente. El PSC no es una mera federación regional del PSOE, pero tampoco es un partido independiente. En el congreso, el secretario general, señor Montilla, ha dicho que los socialistas catalanes y Cataluña tendrán "voz propia" en España, en Europa y donde quiera haya que levantarla . La voz, dice el señor Montilla, "més exigent". La fórmula concreta de tener esa voz propia en España es constituir un grupo parlamentario propio en el Congreso, cosa que el de los socialistas catalanes ha vuelto a plantear, aunque sólo para dejarla en hibernación de momento. Se estará de acuerdo en que ser un único partido pero disponer de dos grupos parlamentarios (situación que ya se dio en el pasado) no es fácil de entender desde el punto de vista del principio tradicional de identidad que dice que A no puede ser A y no A al mismo tiempo.

Sucede que, para no ser un segundón sempiterno en la política catalana y hacer realidad su vocación de gobierno, el PSC se ve obligado a competir con la fuerza nacionalista más poderosa que es CiU en el terreno de esta misma, esto es, el nacionalismo. Así, los catalanistas en el seno del PSC han acabado imponiéndose y, gracias a ellos, está el PSC en la Generalitat. Pero ese giro tiene unas consecuencias. La más importante es la radicalización nacionalista de CiU, que se ha hecho soberanista, lo cual obliga al PSC, ya en esta dinámica, a contrarrestar la opción soberanista cosa que ha hecho el PSC declarando ser una nación con territorio, lengua y cultura propios y pidiendo una reforma constitucional en un sentido federalista lo que, en principio, no tiene por qué molestar al PSOE que es un partido que dice ser "federalista".

Ahora bien, el asunto sigue sin ser de fácil acomodo. En primer lugar porque no es el federalismo la opción que propicie CiU, a quien fastidia el tono general igualitario del federalismo convencional, en donde todas las entidades subestatales son iguales. El catalanismo no es federalista pero sí es posible que, a cuenta de la reivindicación federal, CiU radicalice aun más su discurso en un sentido independentista.

Y todo para nada porque, estas alturas del desarrollo autonómico, la reforma federal de la Constitución será problemática (ya que la gente tiene asociado el federalismo al peligro de la desintegración de España) pero no variará sensiblemente la planta autonómica del Estado que es, de hecho, un Estado federal. Es decir, la solicitud de reforma federalista habría de entenderse en el sentido de que los socialistas más catalanistas han colocado un "brindis al sol" en su Congreso, de no ser porque los tales socialistas no suelen hacer brindis al sol.

En efecto, lo que verdaderamente traduce el espíritu de la propuesta federalista es la ambigüedad de que se hablaba más arriba. En el fondo, la petición de Cataluña es a ser tratada en el conjunto deEspaña como un aeque pincipaliter, lo cual deja poco lugar a federalismo alguno y se abre más a la idea de iberismo que se ha resucitado a raíz de que en una encuesta no hace mucho en Portugal, el40% de los encuestados dijera que quería una unión con España. No ha lugar a unificación alguna porque, en contra de lo que creen muchos portugueses difícilmente se encontrará un 40% de españoles partidario de esa uniòn.

Y, en definitiva, el iberismo ¿qué es? Cuestión nada trasparente porque significa cosas distintas para los distintos autores pero sí se podrá decir que, sea lo que sea, lo que es indudable es que es una forma de organización confederal. Y esa sí que tiene peligros para España.

(La imagen es un cartel en las recientes elecciones en Italia, un cartel de la Lega Nord, cuyo obetivo final es la independencia del norte de Italia a lo que llama "la Padania")

La fuerza de la ironía.

Dejamos a nosa terra galega con harto dolor de nuestro corazón y nos trasladamos a Teruel, capital del mudéjar, en el ánimo de participar en unas jornadas de la Fundación Aragón XXI sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en la comunicación política, y de dejarnos caer después por la Expo de Zaragoza. Pero antes visitamos algunas exposiciones en A Coruña de las que me gustaría dejar cumplida cuenta y así iré haciendo en sucesivas entregas. La primera fue una de dibujos de Castelao, de su época de as cousas da vida, que recogen sus aportaciones satíricas, costumbristas, críticas, un poco amargas, para las publicaciones de los años veinte, más o menos contemporáneas de su época macabrista del olho de vidrio.

En el fondo de mi educación, no galleguista, pero sí de culto familiar al galleguismo de mi abuelo Armando hay dos gallegos que ocupan un lugar preferente: Rosalía y Castelao; la poética de la primera, cuyos versos rezuman la magia de un paísaje exterior que reproduce la melancolía del interior y el valor, la crítica, la sátira y sobre todo la ironía fatalista del segundo con sus dotes de publicista que participó activamente en la guerra civil del lado republicano y le costó morir en el exilio.

Los dibujos de Castelao son siempre de trazo limpio y simple, en la línea modernista con claras aportaciones expresionistas. Me recuerda mucho a Bagaria con algunos toques de Penagos y la influencia de las vanguardias de la época, singularmente la catalana de los Rusiñol y Casas, la más abierta a Europa. Eso en cuanto a la forma. En cuanto al fondo Castelao reedita aumentada la tradición ilustrada española de crítica al atraso de la patria a causa de sus defectos de gobierno y organización, a causa de la desigualdad, los abusos, el caciquismo, la desidia económica, la desorganización hacendística, la incuria administrativa, la mano alta del clero. Se refleja así un panorama de abandono y decadencia cuyos resultados son la miseria, la ignorancia, la opresión y, como único modo de escapar a todo ello, la emigración, recurso muy típico de la Galicia de su tiempo y que tanto contrasta con la situación actual de la inmigración en España. El dibujo de la derecha (Aprende, Xan, de 1923) del señoritingo cacique que habla español mientra que el otro fala galego, casi parece una continuación del "vuelva Vd. mañana" de Larra, socialmente empeorado. Toda la serie de as cousas da vida se lee como un largo lamento del regeneracionismo español y específicamente el gallego de cuya profunda esencia resignada y fatalista da cuenta el autor con ironía, a veces dramática, a veces festiva pero siempre con carga social.

Al estallar la guerra civil Castelao se radicalizó, como si el conflicto le hubiera insuflado una nueva fe en la posibilidad de revertir aquel secular e injusto estado de cosas que llevaba años denunciando. Por ello, aunque Galicia cayó pronto en las garras de los sediciosos, él siguió la lucha y puso su fogosa publicística y su arte al servicio de la República y de la denuncia de las barbaridades de los fascistas. Algunas de sus obras más célebres y de mayor fuerza (por ejemplo, A derradeira lección do mestre que nadie me quita de la cabeza que inspiró la magnífica La lengua de la mariposa) datan de esta época. No están en la exposición que sólo versa sobre los fondos de As cousas da vida que tiene la Caixa Galicia, a quien hay que felicitar por esta exposición, pero aprovecharé la primera oportunidad que tenga para dar cuenta de ellas.

dissabte, 19 de juliol del 2008

El autor intelectual.

Daba servidor por supuesto que, al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 11-M, cesaría la payasada de los bulos de los de la kangoo, el bórico, la cadena de custodia, la dinamita y el Conde de Montecristo. Era mucho dar por supuesto. Me entero leyendo El Plural de que ayer hubo zafarrancho de combate en la COPE, en donde llamaron a las cosas por su nombre y declararon que el "régimen" ha dejado de ser un Estado de derecho. Si no es un Estado de derecho será una dictadura y una dictadura de los jueces dado que lo que enfurece a estos genios de la conspiración es una decisión judicial. ¡Caramba!

¿No será que, conmemorándose ayer el deciocho de julio, aniversario del Glorioso Alzamiento Nacional, a los intervinientes en el programa se les disparó la lengua? ¡Ah! ¿Quién lo diría? Setenta y dos años ya y aquí estamos, como en el primer día, dispuestos a cambiar de régimen. Con la Iglesia se cuenta, pero no con los militares ¡Malhaya la OTAN, cuna de masones, que ha convertido a los militares españoles en una especie de militares-civiles! Si no es por la OTAN ya estarían los cuartos de banderas en los cuarteles en ebullición. Ahora hay una expectativa razonable de carrera por los meandros de la Alianza y los oficiales más fogosos, que quieren entrar en acción, se apuntan a las misiones humanitarias, para llevar una vida de milicia posmoderna.

En fin, que dictamina el señor Trillo que nos quedamos sin saber quién fue el "autor intelectual" de la barbaridad del 11-M. Es que no es fácil encontrar "autores intelectuales" distintos de los materiales. ¿Quién fue el autor intelectual del asesinato del archiduque Francisco Fernando, en 1914? Quizá pueda decirse que el del atentado de Mateo Morral fuera Francisco Ferrer, aunque el tal Morral actuaba por su cuenta, pero ¿quién fue el autor intelectual del asesinato de Carnot, de Cánovas del Castillo o de Abraham Lincoln? ¿Quién el de la matanza de Peterloo? ¿Quién el del Paso de las Termópilas? Los autores intelectuales separados de los materiales no caen del cielo. Por lo general, quien realiza los hechos es quien los ha pensado y planeado previamente, porque suele ser el único de quien él mismo puede fiarse al cien por cien. Véase el caso del Solitario. Planeaba sus operaciones por escrito, como si fueran acciones militares, que en cierto modo lo eran.

Por lo demás, lo único que interesa al Derecho es la autoría material que ya contiene suficiente autoría intelectual en sí misma dado que los seres humanos son responsables de sus actos salvo algún caso excepcionalísimo que no se da aquí. ¿Que, además de esa responsabilidad genérica se quiera ver otra específica, una influencia inductora maligna, como una especie de mesmerización? No creo que nadie se niegue apriori a comprobar cómo efectivamente algún fenómeno paranormal resulta real. Pero hay que demostrarlo; hay que probar que las mesas se mueven solas, las cucharillas se doblan también solas, las velas se apagan sin aire y el ácido bórico, además de matar cucarachas, mata cristianos. En tanto no suceda tal cosa, los que han puesto las bombas son los que pensaron en poner las bombas, que no es necesario ser muy excéntrico para admitir inferencia tan baladí.

La fábula de la crítica a la "versión oficial" es que ni siquiera es una historia alternativa medianamente creíble. Es más, en algunos momentos ha llegado a ser de cine, como esa "explicación" según la cual los cuerpos de los suicidas de Leganés no son el resultado de la explosión sino que ya estaban allí cadáveres antes de la deflagración habíendo llegado congelados, como un pescado de la empresa criogesa. Francamente resulta difícil de comprender que gente mayor de edad interrumpa sus vacaciones para atorrar el espacio radioeléctrico con ese tipo de majaderías u otras de similar jaez. A lo mejor es que echan tan en falta el "autor intelectual" porque son ellos los que lo necesitan y no lo encuentran; alguien que razone por ellos.

Curiosamente es algo parecido a lo que sucede con los gobernantes, especialmente estos, que tratan de escabullirse de la realidad a base de circunloquios y de anatematizar palabras. Llega un momento en que se quedan sin discurso, como los conspiranoicos, y les vendría bien un "autor intelectual". Está claro que ponerse frente al Gobierno con decisión y firmeza y mucho optimismo tiene buena prensa, pero no basta. Luego hay que decir algo con sentido y, si no se puede echar la culpa al ácido bórico, habrá que buscar algo. El tacto, la buena mano y un poco de suerte ayudan, pero conviene no aburrir al auditorio que tiene tendencia a dormitar. Lo que sucede es que eso que los del ácido bórico tienen que lograr a base de reescribir La guerra de los mundos, el Gobierno lo tiene gratis a cuenta de una realidad turbulenta que lo supera a cada telediario. Es bueno tener las audiencias pendientes de uno pero llega a ser peligroso que vivan en un sobresalto, en zozobra, sin saber qué será de ellas en la siguiente media hora, esto es que vivan en una crisis permanente.

¡Ah, caramba! ¿Quién será el autor intelectual de la crisis? Creo que el presidente Rodríguez Zapatero, muy preocupado por hallarlo ha hecho lo que hace siempre en estos casos: nombrar una comisión de expertos. Como con la tele. Luego de seis meses, cuando la crisis sea pasado, la comisión dictaminará, como suele, que un caballo es un dromedario y la crisis no más que una aceleración coyuntural de la desaceleración del crecimiento contrario al crecimiento negativo. O sea, para entendernos, el ácido bórico.

Las mágenes son tres dibujos del Pére Ubu, del mismo Alfred Jarry, de 1903, 1896 y 1897.

divendres, 18 de juliol del 2008

Se acabó la payasada.

Sabido es que en los procesos penales, en donde se enfrentan intereses contrarios, la única verdad que puede quedar razonablemente establecida es la verdad judicial que, por regla general, nunca deja enteramente satisfecha a ninguna de las partes, pero que es la única que un orden social racional puede admitir. Ante toda sentencia que cierra un caso y sin contar con la eventualidad, siempre posible, de un error, la verdad habrá de ser la que digan los tribunales que ha sido. Frente a ella siempre será posible sostener hipótesis distintas más o menos fundadas o fantásticas, siempre se podrá decir que la sentencia no condena a todos los culpables o no todos los condenados son culpables, pero esas especulaciones no pueden gozar de operatividad social alguna.

En el caso del 11-M, la sentencia que ayer dio a conocer el Tribunal Supremo cierra el proceso definitivamente con unos condenados, unos absueltos y una interpretación de los hechos razonablemente fundamentada que atribuye el atentado a una célula yihadista y excluye toda participación de otras instancias delictivas, ETA, policías corruptas, el PSOE o cualesquiera otras tenebrosas conjuras que los partidarios de la llamada teoría de la conspiración han venido proponiendo durante años desde las páginas de El Mundo o Libertad Digital. No obstante es curioso comprobar cómo los mismos medios sostienen que la sentencia no prueba lo que prueba sino lo contrario, esto es, que no se conoce al "autor intelectual" del atentado y que las sucesivas memeces que se fueron argumentando a lo largo del proceso siguen en pie, que si la cadena de custodia, la kangoo o la dinamita utilizada. Por no hablar del uso torticero que se hace de la muy fundada observación del Supremo acerca de que los trenes se destruyeron demasiado pronto, precluyendo la posibilidad de posteriores exámenes, que viene a presentarse como la prueba del nueve de que el proceso es una chapuza. La sentencia pone fin a la payasada pero los payasos quieren seguir con la función, entre otras cosas porque es muy duro quedar tan evidentemente en ridículo.

Se comprende que quienes han estado cuatro años torpedeando el procedimiento hasta el momento mismo de la vista pública no están interesados en el descubrimiento de verdad alguna distinta de la que insidiosamente llaman "versión oficial" porque saben de sobra que no existe y que frente a la dicha "versión oficial" sólo tienen una serie de brumosas insinuaciones que ofrecer (y que la sentencia denuncia de forma meridianamente clara) cuya finalidad es deslegitimar el proceso, paralizarlo y dejarlo en el limbo de que todo sea posible para justificar retrospectivamente aquel delirio del Gobierno del PP en el año 2004 de colgar el atentado a ETA con el doble fin de escurrir el bulto por el disparate de la participación de España en la guerra del Irak y de ganar las elecciones.

Lo asombroso no es que unos orates o aprovechados hayan intentado colocar una historia de ufología para lo cual han dispuesto de medios escritos abundantes y hasta de un canal de televisión como TeleMadrid, puesta a su servicio por entero y de la difusión de todas las patrañas imaginables que pudieran obstaculizar la labor de la investigación, y que hayan intentado hacerlo en sede judicial; lo asombroso es que haya habido gente que diera crédito a semejante sarta de majaderías y, sobre todo, que éstas llegaran a ser esgrimidas por defensas y letrados en el curso del procedimiento en una vergonzosa falta de ética profesional.

Que los citados medios de la conspiración seguirán proponiéndola como "explicación" es muy de esperar por cuanto entra dentro de la mitología (de hecho ya lo han apuntado) según la cual corresponde a la prensa "de investigación" (que maldito lo que ha investigado en esta caso) la tarea de cumplir las funciones que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no cumplen. Por descontado, es una prolongación de la misma payasada; pero no cesará de repente sino que, como los viejos soldados, irá fading away.

(La imagen es una foto de Don Fulano, bajo licencia de Creative Commons).

La objetividad y el asesino.

Dice una noticia de Insurgente que la única conclusión a que se llegó en una intervención de su redactor Iñaki Errazkin en mi curso de la UIMP sobre el ciberespacio es que no existe la objetividad en el periodismo. Como si quisiera demostrarlo de modo práctico, el mismo Errazkin publica una crónica de Gara al respecto en el mismo medio, InSurGente, y aprovecha para llamar "preso político" a un asesino con veinticinco vidas sobre su conciencia.

El ejemplo viene como anillo al dedo. En brevísimo resumen la historia es la siguiente: algo así como dos años o año y medio antes de que el asesino De Juana estuviera a punto de salir a la calle por haber cumplido su condena, el Gobierno socialista puso en marcha un proceso indigno a base de retorcer leyes y procedimientos para conseguir contra todo derecho y justicia que el dicho asesino no pudiera salir en libertad. Las correspondientes instancias judiciales, en una muestra de abyecto servilismo a las órdenes políticas, condenaron al tantas veces citado criminal a una pena monstruosa por un supuesto delito que a todas luces no era tal. Recurrida la sentencia ante la instancia superior ésta corrigió el dislate de la primera pero no del todo, es decir, rebajó la pena mas no la anuló, que era lo que correspondía a la vista del atropello jurídico que significaba una condena retroactiva. Para el conjunto de los aparatos del Estado, instancias judiciales y fiscales que perpetraron el atropello, sus decisiones fueron “objetivas”. Para quienes denunciamos el atropello no fueron tal sino una muestra de abuso e injusticia disfrazados de legalidad judicial.

Para los amigos de De Juana éste no era un asesino injustamente tratado por los poderes públicos españoles sino un “preso político” que en un acto de “suprema dignidad”, habíase declarado en huelga de hambre para luchar por sus derechos. Esta visión sectaria e inmoral, consistente en embellecer la figura de un despiadado criminal era “objetiva” para ellos.

Entre tanto, en efecto, el señor De Juana habíase declarado en huelga de hambre en lucha por sus derechos, conculcados por la justicia que, al menos en su caso, estaba siendo injusta. Y algunos, como he dicho más arriba, denunciamos el atropello de que era víctima sin caer en la trampa de quienes pretendían presentarlo como un mártir, haciendo olvidar sus asesinatos. Porque el asunto no es inocente: llamar "preso político" a este criminal es denigrar a los miles de presos políticos que ha habido y hay en l mundo, gente que padece persecuión y cárcel por sus ideas, sin haber causado mal a nadie; es una infame extensión de significado, un abuso.

Hoy se repite aquella situación en buena medida y la raya entre lo objetivo y lo subjetivo pasa por el mismo lugar. El asesino De Juana ha cumplido ya su segunda condena y corresponde ponerlo en la calle sin dilaciones ni subterfugios porque tal es su derecho y defenderlo es una obligación moral.

Pero sin deslizarse hacia el campo de defensa del asesino, al punto de insinuar que no es tal. El señor De Juana tiene derecho a estar en libertad sin restricciones incluso en contra del parecer de las autoridades. Pero que eso no se le permita por la razón que sea, no lo convierte en un “preso político”, sino que seguirá siendo un criminal a quien quieren hacer una faena. Nada más. Eso es la objetividad. Para los de la milonga del “preso político”, la objetividad consiste en ocultar la criminalidad de su protegé, incluso a riesgo de cometer la injusticia con sus víctimas.

Un asesino es un asesino, incluso cuando alguien pretende cometer una injusticia con él.

(La imagen es una foto de Insurgente).

dijous, 17 de juliol del 2008

Retratos franquistas.

Según parece el señor José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, se niega a retirar los retratos de los tres servidores franquistas que presidieron las Cortes de 1942 a 1975. Aduce Bono que esos tres sujetos son ya historia, que forman parte de la de España, que ésta es un precipitado de lo bueno y de lo malo y que hay que quedarse con lo malo como nos quedamos con lo bueno, lo primero para que nos sirva de escarmiento y lo segundo de ejemplo.

Es lo que tienen los sistemas democráticos, que siempre que se pretende depurarlos, separándolos de posibles excrecencias, sale alguien tratando de moderar la depuración y hasta de eliminarla, aduciendo pretextos como el que esgrime el señor Bono. Por supuesto que estos tres individuos (más arriba puede verse a don Esteban Bilbao con el cardenal Pla y Deniel saludando ambos al estilo que les gustaba y a la derecha a don Antonio Iturmendi Bañales, el siguiente presidente, de 1951 a 1969) forman parte de la historia de España, como la forman Torquemada, Francisco de Asís de Borbón o Millán Astray, pero eso no nos obliga a poner sus retratos en los lugares públicos.

Se dice sin embargo que se trata de presidentes de las Cortes nos guste o no. Esto es una falacia: sin duda, los tres mendas fueron presidentes de algo que se llamó "las Cortes" como se pudo llamar Cámara de lameculos, con perdón, porque el órgano que presidieron no era una cámara legislativa y mucho menos representativa. Que no era representativa se echa de ver en que no se elegía por sufragio universal ni nada que se le pareciera. Que no era legisltiva se observa en la exposición de motivos de la Ley Constitutiva de las Cortes, de 17 de julio de1942 que dice textualmente que: "Continuando en la Jefatura del Estado la suprema potestad de dictar normas jurídicas de carácter general, en los términos de las Leyes de 30 de enero de 1938 y 8 de agosto de 1939, el órgano que se crea significará, autolimitación para una institución más sistemática del Poder". Dicho a las claras, el poder legislativo residía en el delincuente dictador; las Cortes no pintaban un pimiento.

A la izquierda el tercero de estos sujetos, Alejandro Rodríguez de Valcárcel quien presidió la cámara de los aplausos entre 1969 y 1976. Así pues, si estos tres no fueron presidentes de cámara legislativa ni representativa algunas, ¿por qué conservar sus retratos en lugar de mandarlos a algún lugar de la memoria donde estén más en su contexto, por ejemplo, en una galería de fascistas? Al fin y el cabo este Rodríguez de Valcárcel decía de sí mismo que: "La falange fue mi razón de ser; en ella nací a la vida de participación y de acción pública y a ella debo el principal bagaje de mi pensamiento».

¿O es que el señor Bono se siente idenificado con la tradición que representan estos esforzados servidores del Caudillo?

dimecres, 16 de juliol del 2008

Y no pasa nada.

1.- ¿Está Usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia, si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?

2.- ¿Está Usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un Acuerdo Democrático (sic) sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco (sic), y que dicho Acuerdo (sic) sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?

Estas son las dos preguntas grandielocuentemente redactadas que el lehendakari Ibarretxe pretende someter a consideración de la ciudadanía vasca el próximo veintincinco de octubre. Las incluyo para hacer un análisis somero de su contenido antes de hablar sobre la legalidad de la consulta. Porque parece bastante claro que la primera de ellas pone la llave de la posible solución del "conflicto" vasco en manos de ETA. Se pregunta a los ciudadanos si están de acuerdo en hacer algo si previamente ETA cumple el requisito de manifestar que deja las armas; no de dejarlas de modo eficaz y comprobable, sino de manifestar querer hacerlo de "forma inequívoca". La "forma inequívoca" sólo afecta a la manifestación (o sea, que hablen claro y no tartamudeen, por ejemplo) pero no a la voluntad misma y mucho menos al acto del abandono. A cambio de tan poquita cosa, se hace prometer a la ciudadanía que irá a un "final dialogado", etc. Seguramente el señor Ibarretxe tiene una buena opinión de ETA pues, si son ciertas las últimas noticias, ésta le ha ofrecido una tregua para que trate de sacar adelante su chapuza. Si yo fuera ciudadano vasco me sentiría insultado por esta preguntita que me convierte en criado de ETA.

La segunda pregunta es si la ciudadanía está de acuerdo en cometer una ilegalidad como es celebrar un referéndum de autodeterminación antes de que finalice 2010. Que el señor Ibarretexe llame a su segundo referéndum de autodeterminación "consulta sobre el derecho a decidir" no hace que el referéndum sea menos referéndum. Como tampoco es menos referéndum el primero porque lo llame "consulta". También El Solitario dice por ahí que él no robaba bancos sino que los "expropiaba". La idea de que cambiando el nombre de la cosa cambia su naturaleza sólo puede proceder de alguien que cree que quienes lo escuchan son imbéciles de remate.

Que es la idea general del señor Ibarretxe: que sólo él es aquí el listo y todos los demás son una manga de necios.

Dice el señor Ibarretxe que el recurso del gobierno contra su jaimitada vacía de contenido la autonomía vasca lo cual no es cierto pues la autonomía no le da derecho a él y a sus amigos a cometer ilegalidades.

Dice el señor Ibarretxe que el rechazo de su iniciativa sería un "fraude democrático" cuando lo que es un fraude democrático es precisamente convocar una consulta sin comptencias para ello.

Dice el señor Ibarretxe que negar su consulta sería un ataque a la democracia vasca y a la española. No existe una "democracia vasca" al margen de la española. Sólo esta incapacidad para ver la realidad muestra que el señor Ibarretxe no está enteramente en sus cabales y padece una mezcla de mitomanía y megalomanía que debiera incapacitarlo para el desempño de un cometido.

Dice por último el señor Ibarretxe que el pueblo español no puede decidir por el pueblo vasco. Pero, al parecer, el pueblo vasco sí puede decidir por el español. En efecto, el lehendakari cree que los demás son tontos. Y quien eso cree sólo prueba que el tonto es él. Y mucho.

Fuegos fatuos, baladronadas, jeremiadas: recúrrase la ley de consulta, anúlese ésta y aquí no pasa nada. Igual que no pasó cuando se mandó al trullo a los barandas de Batasuna. Por lo demás, sobra que el ministro señor Bermejo diga que se puede suspender o anular la autonomía vasca. Va de suyo: si las autoridades vascas conculcan la Constitución y violan la ley se aplica el artículo 155 de la Constitución, se suspende la auononmía y aquí no pasa nada.

(La imagen es una foto de Jkarteaga, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 15 de juliol del 2008

Menos mal que no había crisis.

El sábado pasado, el Gobierno de los EEUU intervenía el Indymac Bank, la segunda compañía hipotecaria privada del país, para evitar que se hundiera; el domingo, el mismo Gobierno anunciaba que intervenía otras dos gigantescas entidades financieras con nombres como los de la ovejita Dolly, Fannie Mae y Freddie Mac, ambas con deudas por valor de un billón y medio de dólares. El lunes, ayer, la bolsa neoyorquina seguía en caída por ese efecto piscológico que más de una vez se ha señalado en Palinuro, según el cual, las medidas de salvamento in extremis que toman los gobiernos suelen poner aun más nerviosos a los mercados. Un buen puñado de valores bancarios daban batacazos cuando hace seis meses eran considerados tan inconmovibles como el famoso Northern Rock, que acabó en el desastre. No es para menos si se piensa que, después de todas las diatribas anticomunistas de los barandas estadounidenses y de la hostilidad hacia el Estado que han venido mostrando en los últimos treinta años, ahora resulta que es el Estado el que tiene que rescatar, con dinero de todos, a los bancos a pique de suspender pagos o en suspensión de pagos. Vivir para ver; para ver cómo diecisiete años después del hundimiento de la Unión Sovietica los EEUU están gobernados por unos bolcheviques vcapaces de nacionalizar la banca claro que en interés del capital. "Es transitorio", dicen, "el tiempo de que se recuperen". Será transitorio pero lo que está claro para todo el mundo, excepto para los neoconservores y la manga de idiotas que repiten como papagayos sus sofismas aquí en España u otros países europeos, es que el Estado no es el problema (como decía el señor Reagan que no sabía de lo que hablaba) sino la solución, como se prueba mirando simplemente lo que está pasando allí y que se resumen en dos patadas: si el Estado no interviene con el dinero de todos los ciudadanos, el sistema financiero estadounidense puede colapsarse. Y si interviene quizá también porque lo haya hecho muy tarde o con muy poca convicción.

Y como todo lo que pasa en yanquilandia sucede algo más tarde en el secarral de Bienvenido Mr. Marshall, ya tenemos por aquí otro batacazo de un gigante del ladrillo que ayer suspendió pagos... pagos ¿a quién? A sus acreedores, por supuesto, entre los que se cuentan un par de bancos y alguna caja de ahorros. Si esto sigue así, en determinado momento alguna de estas entidades puede tener problemas lo que quiere decir que los tendrá la población. Añádase a estos datos que el paro sube, que también lo hace la inflación, que los negocios están prácticamente parados, el consumo bajo mínimos y el ahorro inexistente y se tendrá el cuadro para hablar de una crisis y una crisis gorda.

Salvo que sea Vd. ministro/a del Gobierno de España o alto cargo del PSOE en cuyo caso esa palabra de "crisis" no formará parte de su vocabulario. Todavía ayer, el día en que El País publicaba los datos de su encuesta, según la cual el 90% de los españoles piensa que el país está en crisis, la señora Leire Pajín, valor emergente del PSOE, en entrevista en Cuatro en que repitió como una doctrina -pero con mucha voluntad- todos los lugares comunes acerca de la voluntad del Gobierno, etc, etc, evitó escrupulosamente pronunciar la palabra maldita que la entrevistadora no se privó de usar: "crisis". Era una situación tan ridícula que daban ganas de reír. Esto ya no es prudencia, cortedad, apocamiento sino simplemente estulticia.

Sin embargo, debe reconocerse que el Gobierno no está solo en el error o la contumacia; le han acompañado en ellos analistas, economistas, banqueros o simples bocazas que llevan años afirmando que no hay una burbuja inmobiliaria o una amenaza para la economía española. Otro reportaje de El País, titulado ¿Burbuja? ¿Qué burbuja? hace una relación inmisericorde de todas las "autoridades" que en los últimos seis años han venido negando riesgos para la economía española o la existencia de la famosa burbuja y que van desde el señor Botín, presidente del Banco Santander, al señor Caruana, Gobernador que fue del Central, desde el señor Rodríguez Zapatero al señor Solbes. En definitiva una relación que deja bien en claro que los destinos económicos del país están en manos de una pandilla de necios llenos de prosopopeya doctoral.

(La imagen es una foto de Jonaycp, bajo licencia de Creative Commons).

De la Coruña a Bélgica.

Nos hemos venido a La Coruña, en donde dirijo un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre el ciberespacio y la blogosfera que está siendo muy animado, con intervenciones interesantes de un grupo de diputados mexicanos que se han desplazado a la Madre Patria para debatir estos asuntos. El curso se celebra en la sede de la Fundación Caixa Galicia que es un edificio todo él de diseño elegantísimo, muy confortable y con todos los adelantos precisos para hacer las exposiciones con presentaciones de powerpoint y los demás adelantos tecnológicos.

Por cierto estoy leyendo un libro que ya comentaré en su día, de Núria Almirón y Josep Manuel Jarque sobre El mito digital en el que se hace un ataque en toda línea de lo que los autores consideran el "discurso mítagógico" del digitalismo, una especie de superchería. Es un libro interesante. Los autores no quieren en modo alguno que se los asimile a unos tecnófobos, pero en sus ataques al nuevo mito digital sí parece que hay cierta animadversión a las TICs. Ya lo veremos con mayor detenimiento. En el curso, en todo caso, esztá quedando claro que el ciberespacio y todo lo que tiene que ver con la red está ganando la pelea por KO.

En esta ciudad joven, que se vuelca en las playas cuando hace buen tiempo, me entero de que el Primer Ministro de Bélgica, el democristiano flamenco Yves Leterme, quien llevaba cuatro meses en el cargo después de otros diez en que el país estuvo negociando la composición del gobierno, ha presentado su dimisión al Rey. Parece que la dimisión se debe a un ultimatum de su propio partido.

La pregunta hoy es si el Estado belga, una construcción bastante artificial, resiste este nuevo envite sin quebrarse, dado que ya está al límite de sus posibilidades de descentralización. Y, por todo lo que sé, sus próximos avatares se seguirán con mayor interés en España que en la propia Bélgica.

(La imagen es una foto de Fieraz01, bajo licencia de Creative Commons).