dimecres, 25 d’abril del 2007

De ETA, ni rastro; o la conspiración reventada.

El señor Díaz de Mera lucha por su pellejo cuando dice que su supuesta "fuente" (hay que jorobarse, ni que el señor Díaz de Mera fuera periodista) miente al dejarlo a él por mentiroso, y pide un careo. A su vez, el señor García Castaño, supuesta "fuente" del señor Díaz de Mera dice que el que miente es el supuesto señor Díaz de Mera. Uno de los dos miente y el careo parece cosa obligada.

Pero, mienta quien mienta de estos dos, la historia de la conexión entre el 11-M y ETA es mentira. Dado que la fuente primaria, el señor García Castaño, sostiene que lo de la ETA connection es una fábula, diga o no la verdad el señor Díaz de Mera es aquí ya irrelevante.

A nuestros efectos, de gente normal, que va siguiendo el juicio como puede, parece claro que en Atocha ETA no tiene nada que ver porque:

  • el explosivo no es el suyo.
  • El estilo no es el suyo.
  • No lo ha reivindicado.
  • Los astures no han implicado a ETA.
  • Los presuntos delincuentes islámicos, tampoco.
  • Los familiares de ambos, tampoco.
  • Los pistoleros etarras niegan la conexión.
  • La policía es tajante en que no hay conexión.
  • El informe policial existente dice que no hay conexión.

    ¿Sobre qué se fundamenta la teoría conspirativa?

  • No haya cuidado, ya saldrá por algún sitio una bolsa con ácido fórmico, muy usado por lxs etarras para lavarse los dientes. De momento, y mientras se produce alguno de estos hallazgos con los cuales vende sus libros el señor Del Pino, merece la pena ver cómo dan las noticias los periódicos de la derecha conspirativa. El Mundo había relegado la de que Garcia Castaño desmentía a Díaz de Mera al fondo de la primera, casi invisible. Pero la de que este segundo dice, a su vez, que el otro miente y pide un careo, aparece como primera noticia de portada a bombo y platillo: Díaz de Mera dice que su 'fuente' ha mentido ante el juez y pide un careo. A su vez, el otro diario digital conspiparanoico, Libertad Digital daba la noticia de la declaración de García Castaño de la siguiente divertida manera: La fuente de Díaz de Mera contradice un dato clave del sumario sobre lo ocurrido en Leganés. Y en cuerpo aun menor, "cree que el Director General de la Policía pudo confundir datos cuando habló del informe." No me dirán que no tiene gracia. ¿En dónde harán estxs los másters en manipulación?

    Susan George.

    Hoy hay día de gala en la UNED, que inviste doctores honoris causa a dos lumbreras de la ciencia política y la sociología europeas, a Ulrich Beck y Susan George. El padrino de Beck es José Félix Tezanos, buen amigo mío, y el Susan George, este servidor de Vds. Supongo que el acto estará muy bien y será muy lucido. Si pillo alguna foto interesante, la colgaré aquí mañana, aunque cuando se está en el proscenio, no suelen hacerse buenas fotos; para ser más exacto, no pueden hacerse fotos, buenas ni malas.

    Los merecimientos de ambxs para ser acreedorxs a tan alta distinción son de sobra conocidos. Ulrich Beck saltó a la fama mundial con su libro sobre La sociedad del riesgo, que ha hecho adelantar considerablemente el conocimiento científico de nuestras sociedades abiertas y susceptibles de encontrarse con peligros que amenazan a su subsistencia producidos por una concatenación de factores de la que los seres humanos somos responsables pero que no podemos controlar.

    Susan George es uno de los rostros más conocidos de la alterglobalización. Fue cofundadora de Attac, de la que ha sido vicepresidenta hasta hace poco y es autora de uno de los libros más originales, documentados, rigurosos a la par que divertidos de los últimos años, El informe Lugano que en España se publicó con un prólogo de Manuel Vázquez Montalbán; un metarrelato que simula ser un informe de un grupo de expertos o una organización capitalista internacional (una especie de trilateral) que quiere saber qué sea necesario hacer para conservar el capitalismo en el siglo XXI. Esto es, una prueba de que el análisis científico no está reñido con la ironía.

    Por supuesto, estos apuntes no son más que la punta del iceberg de la ingente obra de investigación desarrollada por ambxs, cada cual en su campo. Como no voy a colocar aquí el rollo, he subido mi laudatio a Google doc, donde la encontrará quien se interese por ella pinchando en Laudatio de Susan George

    Las edades de la vida (XI).

    ¿Qué diremos aquí del consumo y sus manifestaciones concomitantes, el crédito y la publicidad? No sería exagerado parafrasear el célebre cogito cartesiano para que dijera "consumo, luego existo". Hace años ya que se formuló la teoría de la "sociedad de consumo" como la característica de la época contemporánea. El famoso teórico del desarrollo W. W. Rostow, en Las etapas del crecimiento económico la situaba al final del ciclo de desarrollo y como culminación de éste, punto al que todas querían llegar, la "sociedad del consumo de masas".

    Las tornas se pusieron críticas después y el consumo sufrió un asalto crítico muy fuerte desde muchas posiciones teóricas y filosóficas que lo veían como una actividad nociva de la persona, poco menos que la negación de la condición humana. Traten de pasar alguna Navidad sin que un plumilla les enjarete algún artículo sobre cómo la Navidad ya no es otra cosa que una apoteosis del consumo. Ya me contarán.

    El consumo, sin embargo, es consustancial al modelo de desarrollo de la economía capitalista. La idea de que una sana demanda agregada es la locomotora de la producción es el único postulado keynesiano que todxs respetan, keynesianxs y antikeynesianxs. El crecimiento, el desarrollo, el progreso mismo dependen del consumo. Nos parecerá bien o mal y será cosa altamente preocupante desde el punto de vista del medio ambiente y el cambio climático, pero es así.

    La imagen de este post, una ilustración de un cromo de fines del XIX, es publicidad de la empresa alemana de extractos de carne Liebig, que hizo unas series de curiosísimas litografías de los más diversos temas. El sentido de la imagen es que, a lo largo de todas las edades de la vida, y aquí aparecen seis en la de una mujer, haya siempre a mano un frasco de extracto de carne Liebig que, se supone, le ayudará a crecer sana y robusta, tener una infancia feliz, ser una atractiva doncella, una enamorada novia, una feliz madre y una encantadora abuela. Las edades de la vida, como se ve, no sólo tienen una interpretacón metafísica sino también publicitaria. El truco consiste en vincular el consumo de un producto con algo deseable y, por cierto, sigue funcionando al día de hoy cuando la TV viene a decir que si la esposa lava con tal detergente, su marido la querrá más o si el hombre conduce determinada marca de automóvil, las mujeres caerán rendidas a sus pies.

    Si esta imagen le parece a alguien insoportablemente cursi, que se consuele pensando cómo le parecerán a las gentes dentro de 100 años los spots publicitarios de Coca Cola hoy, por ejemplo, tan vanguardistas y rompedores.


    dimarts, 24 d’abril del 2007

    ETA dice que no.

    Los tres sujetos de ETA que ayer declararon en el juicio del 11-M, Gorka Vidal, Irkus Badillo y Henry Parot, negaron tener relación alguna con los atentados del 11-M o con islamistas en general. Resopablan de vez en cuando y daban la impresión de estar fastidiados por considerar que nada de aquello iba con ellos y que la situación era ridícula. Mira por donde, por una vez en la vida estoy de acuerdo con unos etarras. En efecto, es de todo punto absurdo que, a causa de que una manga de sinvergüenzas haya decidido embarullar el proceso a ver si consigue salvar los platos rotos del partido que gobernaba en 2004 y que por su fabulosa incompetencia encajó el atentado de Atocha, lxs ciudadanxs tengamos que presenciar espectáculos que estarían mejor en una pieza de Ionesco que en la sala de un tribunal de justicia.

    El tribunal ha hecho bien en llamar a declarar a los etarras para que no quede ni sombra de duda y lxs antedichos sinvergüenzas no encuentren otro enganche para seguir con su murga sobre la conexión de ETA en el 11-M. Pero el espectáculo era de risa.

    Se sabe de sobra: siempre que hay un acontecimiento de trascendencia social, como un atentado de esta magnitud, mucha gente (desequilibradxs, ociosxs, granujas, murmuradorxs, cotillas, etc) ponen en marcha bulos de todo tipo con las más diversas finalidades como matar el tiempo, darse importancia en la oficina o sacar unos dineros a base de vender supuestas revelaciones. El atentado de las Torres Gemelas en NY ha suscitado una miriada de fantásticas versiones donde se dan citas teorías de todo tipo, desde quienes creen que fue el mismo presidente George W. Bush quien dio la orden de atacar a los edificios hasta quienes suponen que Ben Laden es la Bestia, pasando por los partidarios de las teorías sobre platillos voladores. Esa abigarrada afición social por la fábula tiene buen mercado en unas sociedades plurales. Lo que ya no es tan frecuente es que, cuando se abre la vista oral del proceso judicial, tras una instrucción ejemplar, con miles y miles de folios del sumario, cientos de pruebas, documentos, etc, sobrevuele permanentemente en la sala la sombra de uno de estos camelos. ¿Por qué? Porque habitualmente, estas "teorías" son invención de algún cerebro enfermizo y...aislado, mientras que aquí, el cerebro enfermizo (si es que es tal y no un aprovechado) tiene detrás una formidable máquina que lo ampara compuesta por el principal partido de la oposición, un importante rotativo de papel y otro digital, una emisora de radio y una cadena de televisión de cierta audiencia. Quien haya visto el programa de dos horas que TeleMadrid dedicó a sostener la teoría de la conspiración hace unas fechas estará, supongo, de acuerdo en que emitir ese reportaje es lo mismo que si yo proyecto un video sobre la generación espontánea en un congreso de biólogos.

    Ahora los etarras han hablado y han dicho que no. No importa, cada vez estará más claro: los etarras no eran necesarios pues las bombas las pusieron los islamistas siguiendo las consignas de don José Luis Rodríguez Zapatero, el Papa Benedicto XVI y Fidel Castro. Que lo sé de muy buena tinta.

    Yeltsin.

    Con Yeltsin muere la cara grotesca de la transición rusa. Recuerdo que en su día leí sus memorias que reflejaban la personalidad de un trepa sin escrúpulos, aunque campechano y de buen humor, un poquito zopenco, en un país, la Unión Soviética, literalmente corroído por la corrupción y el pesimismo. Por ejemplo: contaba Yeltsin que en un examen de ingeniería podía caerte una pregunta sobre El Capital de Marx y, de hecho te caía, pero que era muy fácil aprobarla porque bastaba con recitar cuatro estupideces inventadas sin pestañear ya que el tribunal todavía sabía menos que el examinando acerca de lo que preguntaba.

    Ese trepa sin escrúpulos, como muchos otros de su jaez, era miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética. Quien haya conocido aquel régimen en sus últimos años sabe que la única posibilidad de prosperar medianamente y conseguir algunos "privilegios", como un piso o un trabajo aceptable era afiliarse al Partido. Algo así sucedía también con el PRI en México, aunque no tan pronunciadamente como en la URSS, donde el control que la Nomenklatura ejercía sobre el conjunto de la sociedad era total.

    Así que el comunista Yeltsin llegó a secretario general del partido en Sverdlovsk (su ciudad natal), de donde pasó a la organización de Moscú a petición de Gorbachov, quien le encargó la lucha contra la corrupción. En poco tiempo se produjo un enfrentamiento entre Yeltsin y Gorbachov, quien decidió prescindir de su rival. Algunos años después sería su rival quien precindiría de él. ¿Cómo lo hizo? Mediante un procedimiento cuya eficacia se escapaba a Gorbachov quien, aun siendo un hombre reformista, no tenía un verdadero talante democrático, razón por la cual no se decidía a organizar elecciones libres y democráticas abiertamente, sino que anduvo probando con fórmulas intermedias. En una de éstas tomó pie Yeltsin para organizar unas elecciones libres y directas en Rusia con lo que, al ganarlas, fortaleció su posición frente a un Gorbachov debilitado aún al mando de la URSS y carente de la legitimidad de la elección directa. Por este sencillo pero contundente método Yeltsin se deshizo de su rival y terminó con la Unión Soviética.

    Un régimen que puso en pie una especie de fanático revolucionario, un iluminado que creía firmemente en la implantación del comunismo sobre la tierra, lo derribó 75 años más tarde un funcionario sin principios, aficionado al vodka, que no creía en nada y al que gustaba tocar el trasero a las secretarias.


    Las edades de la vida (X).

    Nadie nace sabido; todo debe aprenderse en la vida. Y lo primero que hay que aprender es a vivir, cosa nada fácil porque no es posible saber cuándo se acierta y cuándo se yerra salvo a toro pasado. Entonces, sin embargo, es tarde para corregir el yerro y sólo queda la mala conciencia, el arrepentimiento, los remordimientos; aunque también pueda no haberse cometido yerro y el recuerdo es de plenitud y satisfacción. Pero, tanto en un caso como en el otro, no hubo manera de saberlo de antemano.

    Nos pasamos la vida aprendiendo cosas, todas ellas muy necesarias para vivir y a veces el aprender sustituye a la misma vida. Hasta hay manuales que pretenden enseñarnos a vivir, al estilo del Art du savoir vivre. Ese arte de saber vivir tiene un aspecto distinto en cada edad de la vida. Para la adolescencia y la primera juventud es una preparación; para la madurez, una afirmación; para la ancianidad, una recapitulación. El modo en que cada edad se enfrenta así al saber también es distinto y la relación que con él se tiene, perfectamente peculiar.

    Hay dudas bien fundadas sobre si el cuadro del Giorgione (Las tres edades), que se conserva en el Palazzo Pitti, en Florencia, es verdaderamente del maestro. Tiene demasiados defectos pero, en todo caso, es una representación sobria del tema que vengo arrastrando de las edades de la vida, pues lo organiza en torno a un papel, un papel al que señala el hombre maduro y que el adolescente tiene en la mano, mirándolo con expectación. Las dos figuras se encuentran en una relación de admonición o enseñanza mientras que la tercera, la del anciano, aparece más distanciada, como si no formara parte de la escena que tiene lugar y estuviera ya abandonándola en cierto modo. Esa figura es, además, la que al mirarnos, por así decirlo, nos "mete" en el cuadro. Un cuadro que, a pesar de lo dicho más arriba, merece ser del maestro por la atmósfera de misterio que refleja.

    dilluns, 23 d’abril del 2007

    Ségolène, présidente.

    Como segoleno de primera hora estoy encantado. No es momento de regodearse en el triunfo, pero tampoco debe dejarse sin comentario el hecho de que ese 25% en primera vuelta equivale a mucho más, pues la candidata hubo de contrarrestar dificultades especiales debido a su condición de mujer que ya empezaron en el machismo de su propio partido. Espero que los dirigentes de éste tomen nota y comiencen a mirar en torno suyo a ver cuántas más ségolènes tienen por ahí discriminadas para darles una oportunidad y que puedan demostrar lo que valen, como ha hecho la señora Royal.

    La altísima participación ha sido estupenda, "una lección de democracia", al decir del señor Holande, y bla, bla, bla. Lo que hay que hacer es interpretarla. Ahí va mi interpretación:

    La experiencia dice que las participaciones excepcionales se dan en elecciones excepcionales, esto es, en momentos de crisis, de amenazas de guerra civil, de ascenso de algún/a fascista, de catástrofe económica, de conmoción social è cosí via. Nada de esto estaba presente ayer. Al contrario, lxs candidatxs, muy en su sitio; la atmósfera de la campaña, buena; no existen confrontaciones polarizadas y Francia, como el resto de Europa, va económicamente bastante bien. ¿Qué había pues de excepcional en esta elección? Que por primera vez en la historia de las cinco repúblicas francesas una mujer puede llegar a la presidencia. Guste o no, ese ha sido el factor excepcional, el que ha movilizado tan alta participación. Y no queda ahí la cosa. Hay más consecuencias. Doña Ségolène ha trastocado el eje tradicional izquierda/derecha en su versión de monopolio masculino. Me explico. Las mujeres son la verdadera "mayoría silenciosa" de nuestras sociedades. Nadie les ha preguntado lo que pensaban como mujeres de la candidatura de una de ellas. Tengo para mí que ha recibido un importante apoyo de mujeres de la derecha y que, en cambio, ha perdido votos hasta de su propio partido y de la izquierda en general, votos de gentes que prefieren a alguien de la derecha antes que a una mujer. ¿Que de dónde saco estas ideas? Son intuiciones procedentes de mi conocimiento del percal masculino y de mi suposición de que muchas mujeres han votado guiándose por su interés de género antes que por su filiación política. Simplificando, creo que todas las mujeres del PS han votado por doña Ségolène, pero no todos los hombres, y que todos los hombres de la UPM han votado por el señor Sarkozy, pero no todas las mujeres, aunque las proporciones entre ambos partidos seguramente serán muy distintas.

    Vamos al campo de la izquierda. Los electores han demostrado tener más sentido común y altura de miras que sus jefxs. Ni uno de los seis candidatos de izquierdas ha llegado al 5%, como se ve en el cuadro que reproduzco de Le Monde. El que más se ha acercado, Besancenot. Los demás, de risa. Entre todxs, han sumado un 10,88% de votos, que si se hubieran agregado a los de la candidata, la habrían puesto en cabeza. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Es de esperar que ese trasvase se produzca en la segunda vuelta. Interesa que lxs dirigentes pidan expresamente el voto para la socialista. Bové y Buffet ya lo han hecho.

    ¿Y lxs demás? Villiers ha dejado en libertad a sus votantes. No tengo claro a quién votarán lxs del FN de Le Pen. En principio, debiera ser a la UMP de Sarkozy, pero no cabe olvidar que en política, como en las comunidades de vecinos, los mayores odios se dan entre lxs más próximxs. En buena medida, la llave estará en manos de la UDF de Bayrou. Está claro que este centro-derecha tendrá que decidir entre el proyecto de centro-izquierda de la señora Royal (probablemente no muy avanzado pero consistente en lo económico y muy adelantado en lo social, al estilo Rodríguez Zapatero) y el de derecha extrema del señor Sarkozy. Si se inclinan por el de la primera, Francia tendrá una mujer presidenta de la República.

    Que, by the way, daría un buen impulso a la candidatura de la señora Clinton en los EEUU. Si bien personalmente prefiero a Barak Obama, creo que el factor género puede hacer que doña Hillary venza al candidato republicano.


    Cuestión de estilo.

    Me ha gustado especialmente el mitin del PSOE en Vista Alegre. Sobre todo me ha gustado lo que ha dicho ZP: "A cada insulto que recibamos, nosotros una propuesta, a cada descalificación, una idea, y a cada exageración, una sonrisa". Supongo que los refinados miembros de la oposición volverán a hablar del "bobo solemne" y a calificar sus propósitos de "buenismo". Sin embargo, así es como se ganan las elecciones, y no haciendo trampas e insultando.

    Y también me ha gustado que diga que el proceso del 11-M hará justicia y desvelará la verdad frente a las mentiras de quienes quieren embarullar con fines de lo más variopinto. Por cierto, muy buen artículo del señor Calomarde en El Plural reconociendo lo que los demás llevamos tres años diciendo, esto es, que el PP ha estado esos mismo tres años mintiendo, instrumentalizando y faltando al respecto a las víctimas, intentando entorpecer la marcha de la justicia, fabricando patrañas para ello, valiéndose del terrorismo para una rastrera política de partido...en fin, lo que sabemos todxs.

    Cuánta razón tenía Abraham cuando se empeñaba en impedir que Jehová lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra si en ellas se encontraran cincuenta, cuarenta, treinta justos (Ge., 18, 32-36). Siempre hay algún justo en el lugar de los injustos.

    Las edades de la vida (IX).

    La reflexión sobre la vida es parte de la vida. La vida se reflexiona a sí misma. Vivir es como uno de aquellos viajes de postas de antaño, en los que en cada etapa se cambiaba de tiro y, a veces, de compañerxs de trayecto. Cada etapa también tiene sus condiciones concretas y reales, sus cuitas, sus afanes, sus exigencias y alegrías. La vida es un universo concreto que se materializa en cada aquí y ahora en un sujeto específico que es la suma de todos los momentos que fueron y serán pero es, además, en ese particular. Lo que es, es, decía Sartre. La vida es. Está siendo. En cada instante. Así como el río es millones de gotas de agua y está en cada una de ellas, la vida son miles de instantes y está en cada uno de ellos.

    El cuadro de Aurelio Arteta, un pintor vasco-español que murió en 1940 en México en el exilio en un accidente de tranvía, como Gaudí, es una ilustración de lo anterior. Tres mujeres y una niña que pueden ser distintas o la misma en cuatro momentos distintos. Son cuatro mujeres de la aldea en un paisaje en el que se ven influencias fauvistas, y que parecen ir de romería.

    El sobrio realismo de Arteta, que sólo se permite libertades en los colores, encuadra la obra como si fuera una instantánea fotográfica y como si quisiera subrayar esa idea de fugacidad, evitando toda lectura moralizante. No hay crítica, censura ni melancolía. Lo que es, es. Y lo que es son cuatro generaciones de mujeres vascas. La distribución de las figuras (la mayor con la más pequeña y las otras dos, a su vez, juntas), la actitud y el ademán de cada una de ellas nos revelan mundos distintos. Me gusta en especial el otro paralelismo el de la niña y la mujer madura que nos contemplan desde el lienzo.

    Añado otro cuadro posterior de otro pintor vasco, Ignacio Díaz Olano, ("Las tres generaciones", de 1929) con una temática similar. La composición es más audaz puesto que se articula en una serie de planos superpuestos cuyo centro es la figura de la muchacha cargando con la paca de forraje. Sin descuidar los tres cuartos de la mujer escorzada del primer plano. Sigue a las dos ensombrecido el anciano con una paca mucho mayor. El conjunto en un picado que deja ver el fondo de un valle con un caserío. En ambas obras hay un neto predominio femenino, que es el verdadero elemento de idealización: el mundo rural representado como un matriarcado.

    diumenge, 22 d’abril del 2007

    El sueldo de Rajoy.

    El señor Rajoy se niega a revelar su sueldo mensual, cuánto le paga su partido, además de su retribución de unos 3.000 euros como diputado. Sostienen sus seguidores que no está obligado a ello, ya que los partidos son asociaciones privadas. Eso es una piadosa mentira: los partidos son asociaciones privadas que cumplen funciones públicas y se financian a través de los presupuestos generales del Estado en más de un 80% del total de sus ingresos. Es decir, los contribuyentes pagamos el sueldo y el sobresueldo del señor Rajoy, por lo que tenemos derecho a saber cuánto estamos pagándole. Sobre todo, para que no siga tomando el pelo a la gente dando a entender que tiene dificultades para llegar a fin de mes, como sostiene la señora Aguirre con una impudicia que debiera ser delito.

    Los partidos políticos tienen obligación de rendir cuentas anuales ante el Tribunal de Cuentas. Sugiero pues que, en caso de que el señor Rajoy se obstine en mantener en secreto sus ingresos, algún periodista de investigación vaya al citado tribunal y lo averigüe pues tiene que estar desglosado en el capítulo II del presupuesto del PP.

    Además de esto, Manuel Rico ha tenido una espléndida idea en su blog Periodismo incendiario, consistente en que quien quiera envíe un e-mail al señor Rajoy, pidiéndole que revele su salario. El correo electrónico del señor Rajoy es mrajoy@pp.es y para quienes no quieran escribir la carta ex-novo, propone el texto siguiente:

    Estimado Sr. Rajoy:
    Quiero comunicarle mi sorpresa por la falta de transparencia que está usted demostrando al negarse a aclarar cuál es su sueldo. Una opacidad que es especialmente grave si tenemos en cuenta que sus ingresos, tanto de diputado como de presidente del PP, proceden esencialmente de las arcas públicas.
    Dado que su sueldo se lo pago yo en una parte alícuota, junto al resto de los españoles, creo que tengo perfecto derecho a exigirle que revele cuál es la cantidad exacta que recibe.
    Le saluda atentamente,