divendres, 30 de març del 2007

París: ¿a quién beneficia la violencia?

El martes pasado hubo una jornada de violencia en la Estación del Norte, intercambiador de metro y RER para las banlieux del norte de París. En breves líneas, el asunto fue el siguiente: un joven congolés, Angelo Hoekelet, salta limpiamente la máquina picabilletes. Lo aborda un par de agentes de la empresa de transportes, RTP, hay un forcejeo, interviene la policía y reduce con violencia al pretendido polizón. Hay un tumulto, unxs 200 jóvenes más, probablemente, se piensa, convocadxs por SMS, hacen frente a los policías. De pronto, sin saber cómo, la estación se llena de cientos de CRS en pleno atavío antidisturbios, con perros policías y lanzabotes de gases lacrimógenos, que cargan sin contemplaciones contra los jóvenes y practican una decena de detenciones. Hay disturbios y actos de vandalismo. Quien quiera ver el video de Le Monde, que pinche sobre la imagen .

Hasta aquí, nada que haga sospechar algo extraño. Al día siguiente, el nuevo ministro del interior, sustituto de Mr. Sarkozy, Mr. François Baroin, dice que el polizón congoleño es un ilegal con antecedentes y que lleva veinte años sin papeles. El juicio ha quedado aplazado hasta primeros de abril y el abogado del detenido sostiene que no es un ilegal y que es ciudadano francés de pleno derecho.

Numerosos testigos presenciales que han hecho llegar sus comentarios y videos a los periódicos coinciden en que la carga de la policía fue descomedida e imprevista. Muchos dicen que los CRS actuaron como rambos, con intenciones provocativas. Por supuesto, cientos de policías (algunos hablan hasta de un millar), no se materializan en menos de tres minutos, si no están preparados muy cerca. Y, en efecto, otros testigos dicen que había decenas de autobuses de los CRS estacionados en las inmediaciones de la Estación del Norte. La opinión más extendida es que nadie se explica el comportamiento de la policía.

¿No? Pues tampoco parece tan difícil. Ayer también, a menos de un mes de la primera vuelta en las elecciones presidenciales, el candidato de la derecha, Mr. Nicolas Sarkozy presentaba por fin su programa electoral: un folleto de 16 páginas del que se han tirado ocho millones de ejemplares y cuyo capítulo fuerte es, como ya se esperaba, la seguridad. Creación de un ministerio de inmigración e identidad nacional, imposición de cupos de inmigrantes, endurecimiento de las condiciones para la reunión familiar; en una palabra, mano dura para imponer la ley y acabar con "la ley de las bandas" en las banlieux. Así pues, no es dificil de entender, ¿verdad? Cuando una actuación policial parece una provocación es porque lo es. Y ¿qué más quiere el candidato de la UMP que el día en que presenta su programa propugnando mano dura contra la delincuencia, orden en las banlieux, etc, los franceses tengan imágenes de vandalismo como la de más arriba en las pantallas de sus televisores? Por cierto, si pinchan en el video, fíjense en los policías de paisanos que acompañan a los CRS uniformados y van disfrazados de jóvenes alborotadores y cuya función, obviamente, es provocar.

Por supuesto, el programa de Mr. Sarkozy tiene otros puntos y espero poder postear sobre él en unos días, comparándolo con el de Mme, Ségolène Royal, que cada vez va peor en los sondeos. Sniffs.

Impresionante.

Tengo una serie de fotos tomadas por el hubble. Todas ellas son bellísima. Véase la de la izquierda, que son dos pulsars y por eso se llama "sistema doble". Esos racimos de luminarias, que parecen expandirse ante nuestros ojos, la amalgama de luz en contraste con la oscuridad del universo, las estrellas de coronas rojizas (que, al parecer, delatan la velocidad con que se alejan de nosotros) y la nebulosa azul forman una composición extraordinaria que suspende el ánimo y suscita sentimientos de admiración sin límtes. No me resisto a mostrar el paralelismo con uno de los más denostados pintores contemporáneos, de esos de los que los de gusto clasicista dicen que la suya no es pintura ni nada, sino meros chafarrinones, Jackson Pollock, (dos de sus famosas Lavanda y Convergencia). A veces hay que mirar la pintura con ojos cósmicos.


dijous, 29 de març del 2007

El juicio de queremos de sabé.

Hay que postear con más frecuencia sobre la vista oral del 11-M porque pasan cosas sorprendentes. Debemos de llevar ya como un mes y no hay ni rastro de etarras. A este paso, no sé qué tendrá que poner TeleMadrid para mantener viva la llama de la indignación ciudadana que quiere saber qué pasó realmente aquel 11 de marzo. Mientras las cosas las publicaba El Mundo y las cantaba la COPE estaban meridianamente claras: Josu Ternera se había puesto de acuerdo con Rodríguez Zapatero para cometer un atentado que cambiara el gobierno legítimo de España, un gobierno de españolazos como Dios manda, por otro de vendepatrias de alfeñique

Pero al pasar el asunto al procedimiento judicial todo se ha estropeado y ya no hay modo de manipular. Lo que se ve en la sala va quedando meridianamente claro; un fastidio. De los etarras, nunca más se supo. El tal Trahorras está desconocido. Manolón largó todo lo que sabía. Ahora resulta que no había golpe de Estado alguno. No ignorábamos que el ex-minero es hombre de indudadble pragmatismo, dispuesto a contar la guerra civil siempre que le paguen. A lo mejor hay alguien que le paga más o él ha decidido ejercer gratis et amore, cosa desatinada porque la tarea de embarullar las cosas es muy cara y difícil. A este paso ya no va a bastar ni con Esperanza Aguirre soltando insidias sobre la furgoneta Kangoo, la mochila de Vallecas y el coche Skoda. ¿O era la Kangoo del Skoda, el coche de la furgoneta y la Kangoo de Vallecas? Con lo que le costó a este estado mayor del embuste y la patraña construir tal fabulación y sin los dineros de una Opa de Endesa.

El colmo ha llegado con la declaración de Agustín Díaz de Miera, antiguo alto cargo de la policía con el PP y hoy aurodiputado del mismo partido, quien se ha visto obligado a negar al tribunal el nombre del otro policía que fue quien lo puso sobre aviso de que había un documento que probaba la conexión ETA, documento que, de no haberlo sustraido el Gobierno, dejaría en evidencia la sucia maniobra islamo-etarra. Este juez quiere saberlo todo, sin darse cuenta de que puede poner en peligro el armazón que habían levantado trabajosamente entre El Mundo, la COPE y el PP.

Está claro: en este asunto no hay ETA-killers, igual que en el Irak no hay armas de destrucción masiva. Es palmario, evidente, que lxs miembros del Gobierno de Aznar mintieron para meter al país en una guerra como la del Irak y mintieron otra vez cuando, como consecuencia de aquella decisión bélica y criminal, se produjo el atentado mayor de la historia del país. Trataron de endosárselo a ETA, llamando "miserable" a quien no creyera la versión, y contra todo sentido común y pruebas de hecho. Y llevan tres años propalando disparates, decididxs a deslegitimar el juicio del 11-M, que está siendo ejemplar. Sobre todo, gracias al juez Bermúdez. A ver, ese Bermúdez, ¿no tendrá algún lío que se le pueda sacar? ¿Cómo vamos a dejar que la realidad nos estropee tanto buen reportaje?



La izquierda nostálgica.

Se produjeron los dos actos de la izquierda. Al final, pusieron los dos en la misma planta, así se podía ir de uno a otro sin necesidad de fatigar la escalera o hacer amigxs en el ascensor. En el del homenaje a Wildebando Solano (imagen de la izquierda) se vio un video-documental en catalán, contando la vida del señor Solano, engarzada en la evolución del POUM en los años 30, con especial atención al momento en que los comunistas secuestran a Andreu Nin, lo torturan y lo asesinan después, sin que, al día de hoy tengamos seguridad de en dónde esté enterrado.

En la foto, Jaime Pastor en primer término y Wildebando Solano en el centro. Noventa años muy bien llevados, con mucha dignidad. Y hubo bastante gente. Más de la que convocaron los de El Viejo Topo. (Foto de la derecha, con Miguel Riera en primer plano). Si los primeros, de la Fundación Andreu Nin, estaban homenajeando a Wildebando Solano, los segundos se homenajeaban a sí mismos en su aniversario. Dijeron haber venido a Madrid en busca de ideas, de cómo mantener una publicación que fue un referente de la izquierda del país, que en sus momentos de mayor esplendor llegó a tirar 50.000 ejemplares y actualmente no pasa de 16.000.

En general, me dio la impresión de que en ambos actos se respiraba un clima como de nostalgia, una especie de recordatorio de lo que fue y que trata de sobrevivir y ser en un mundo muy diferente, cuya compleja realidad escapa a las categorías de análisis que sirvieron, quizá, en su día, pero han quedado anticuadas. Como dos pecios de la izquierda del siglo XX a la deriva en el XXI. Con mucha dignidad, desde luego. Y haciendo realidad aquellos versos:

Old soldiers never die; they just fade away.


Cuba, mi hijo.

Mi amigo Xabier Vila-Coia ha publicado el libro de fotos cuya imagen se ve en la de la izquierda, en la editorial La Pinga Ediciones, que debe de ser él mismo. Recoge en el libro una buena colección de fotos que hizo de un viaje y estancia de 14 meses en la isla en 2003. Son fotos sin texto, que pretenden ilustrar el resultado de un trabajo de investigación que el autor define en el prólogo como empirio-realismo y cuya característica fundamental, en cuanto que método de acción consiste en lo que llama la participación provocativa que, como su nombre indica, consiste en vivir en la realidad de la que se quiere dar cuenta y "provocar" en ella el acontecimiento. A primera vista puede resultar, en efecto, un poco provocativo, deliberadamente provocativo y, desde luego, lo es, si se lee ese prólogo, por lo demás lo único escrito del libro (pues el resto son imágenes), con el título de "la cientificación del arte: del Dadá al Yoyó".

Recorriendo las fotos, agrupadas por grandes bloques temáticos, casi todas ellas de La Habana, se va descubriendo una especie de hilo narrativo, algo que ya se deja entrever en la sutil ambigüedad del título que puede querer decir dos cosas, según como se entienda el término "utopía". En un primer sentido, quizá el más obvio, parece querer decirse que el socialismo es una posibilidad, esto es, la vieja idea que llevó a Engels a contraponer el socialismo científico (el suyo, claro), al utópico que, por no ser científico, no sería realizable. En un segundo sentido, si se toma el término "utopía" en su aspecto valorativo, como la sociedad ideal, la impresión que parece transmitirse es que el socialismo es una cruda y desagradable realidad, nada envidiable y que uno no desearía que le sucediera en vida.

Supongo que el punto de vista del autor se encuentra en algún impreciso punto medio entre las dos interpretaciones, una especie de mirada serena, comprensiva con las características del sistema de la isla y crítica también con ella. Por muy provocativa que haya sido su participación y muy participativa su provocación, es una mirada ajena la que se posa sobre la realidad y nos la trasmite, con una mezcla de ironía y comprensión.

Abundan las imágenes de grandes carteles con consignas revolucionarias de todo tipo y en todas partes. Cuba es una sociedad permanentemente movilizada , como lo eran todas las antiguas sociedades del llamado "socialismo realmente existente" de las que se decía que lo que era socialista no existía y lo que existía, no era socialista. Hoy han desaparecido, como barridas por el viento de la historia. Queda alguna, como esta cubana y aquella característica de la permanente movilización está muy agudizada. El continuo aleccionamiento a base de consignas por doquier trata de mantener un grado elevado de conciencia ciudadana y, por lo general, lo que suele acabar logrando es el efecto contrario: la indiferencia y la burla.

Vila-Coia tiene ojo para los detalles significativos de la arquitectura urbana. El libro trae muchos testimonios de La Habana vieja: los edificios modernistas, como el de la imagen, en un estado notable de deterioro. Creo que esa es la impresión que me dejó La Habana en el único viaje que hice allí a mediados de los años 90. Edificios y calles en mal estado entre los que se desarrollaba una vida bulliciosa, con esa alegría diáfana que sólo se encuentra en los países del Caribe.

Por supuesto, la obra trae también abundante testimonio gráfico de la población y sus formas de vida, la abigarrada mezcla étnica, las tonalidades de lxs mulatxs, la vida de los barrios, los colegios, con sus actividades al aire libre y los uniformes de lxs escolares. Y también la omnipresencia de esos viejos cochazos de fabricación estadounidense, los Cadillacs, Oldsmobiles, Chevrolets, Buicks de los años 50 que ya no se ven en ninguna otra parte del mundo, salvo en las películas de aquellos años, de Doris Day y Rock Hudson, con sus carrocerías pintadas de colores vivos y que, piensa uno, es un milagro que sigan funcionando, probablemente provistos con piezas de recambio de vaya Vd. a saber dónde. Ese parque automovilístico que era el típico de La Habana y toda Cuba en los tiempos de Batista y que se quedó como congelado, cuando los revolucionarios de Sierra Maestra, entonces jóvenes y hoy superannuated acabaron con aquel régimen proyanqui para instalar otro que trajo un indudable avance en todos los órdenes, justicia social, un bienestar mejor distribuido, pero no más libertad y que sustituyó durante muchos años la dependencia de los EEUU por la de la Unión Soviética y el conjunto de los países del Este. Como puede verse en la última imagen de la izquierda en la que, bajo un cartel que haría las delicias de un Spinoza, autor de un Tratado Teológico-Político, pueden verse modelos de Lada soviéticos, que junto a los Zhiguli o los Trabant de Alemania Oriental, vinieron a substituir a los de fabricación estadounidense.

Me ha gustado el recorrido en imágenes; me ha hecho revivir recuerdos únicos de esta isla única. La luz, sobre todo su luz.


dimecres, 28 de març del 2007

Tengo una pregunta para Vd.

No estuvo mal el programa de TV1 de ayer, aunque le faltó agilidad. Sería bueno que Lorenzo Milá explicara cómo se decidió quién y qué preguntaba. Lo digo porque, aunque prácticamente todas las preguntas fueron críticas, la primera, a cargo de una joven con pinta de Nuevas Generaciones, sonaba a preparada y ensayada a la legua: una soflama demagógica con la mentira habitual de los trolls del PP en todos los foros de "votante-socialista-estafadx-engañadx". Vamos, como de risa. Excepción hecha de esa primera pregunta-provocación, el resto sonó bastante más natural y auténtico. Incluso las otras -escasas- que se le hicieron sobre asuntos políticos de interés general.

La mayoría de la gente preguntó asuntos específicos, a veces estrictamente personales. El agricultor que quería que le dieran soluciones para el hundimiento del cultivo de la remolacha es un buen ejemplo. Es curiosa la tendencia que tenemos los ciudadanos a que los poderes públicos solucionen nuestros problemas personales. Luego, muchxs de estos que quieren que el Estado les resuelva un problema concreto, con su pensión, su negocio, su empleo precario o su vivienda son votantes neoliberales, de los que abominan de la intervención del Estado.

El presidente del Gobierno estuvo bastante bien, suelto, haciéndose con el escenario -se movió con mucha más soltura que el presentador, que estaba como agarrotado tras el burladero- y, por seguir con el símil taurino, supo "parar, templar y mandar". Me gustó en especial la respuesta a otra de esas preguntas de "todos los políticos son iguales, todos crispan", etc que dejó claro que no todxs son iguales ni todxs crispan por igual. Hizo buen uso de ese acervo que tiene al recordar que en sus años de dirigente de la oposición jamás criticó al Gobierno en política antiterrorista que, como todo el mundo sabe, en cambio es lo que hace ahora la oposición. Mejor dicho, es lo único que hace. Como es su fuerte, por ahí va a ganar de nuevo las elecciones.

Los que se lo pusieron difícil fueron los jóvenes con las preguntas sobre la vivienda. Quedó claro que el Gobierno no tiene un plan en la materia, ni podría tenerlo, dado que las competencias en la materia han sido ya traspasadas y, sobre todo, quedó claro que tampoco piensa mover una labor legislativa más contundente en contra de la especulación del suelo. También hubo una pregunta muy buena, igualmente de caso individual pero generalizable sobre la inexistencia de juzgados que tramiten los casos de abusos sexuales cometidos con menores. El señor Rodríguez Zapatero trató de no contestar pero la señora le forzó a hacerlo y aquél tuvo que acabar admitiendo que tomaba nota. Es, en verdad, una laguna. Existen juzgados especializados en violencia de género en los que se trata, precisamente, de evitar la doble victimización, pero no se ha pensado en los menores víctimas, con lo que se da la paradoja de que haya jurisdicción de menores, sólo cuando son los acusados, pero no cuando son los acusadores, que han de ir por la vía penal ordinaria.

Lo del café, que es de lo que más se comenta en la blogosfera, me pareció anecdótico. Tres inmigrantes, cuando menos, hicieron visible la importancia de la inmigración en España, lo que fue un acierto.

Lo más llamativo, me parece: ni una pregunta sobre Europa, la constitución europea, etc. Luego vienen las quejas y lamentaciones porque la abstención en las elecciones al Parlamento Europa es muy alta. Y más que será si Europa y la integración europea no se convierten en tema de debate público.


Finale (de hoy por la mañana, tras haberlo pensado un poco más)

No sé si sobrevivirá este formato. Es demasiado estático y sin posibilidades. Se presta demasiado al lucimiento monologal del entrevistado. El público hace preguntas, si, pero luego no puede seguirlas y se queda el resto del programa callado, de figurón, como en una peli de terror. Y eso sin ontar a los que van y no pueden ni preguntar

El infierno iraquí.

"El infierno existe", parece que ha dictaminado Su Santidad. En efecto, se llama Irak. No vamos a entretenernos mucho con las cuestiones infernales. Dada la naturaleza de todo asunto religioso en todos los órdenes del saber, es claro que, cuanto se afirme de Dios o de su circunstancia, pertenece tanto (o más) al campo del deber ser como del ser. En cuanto objeto científico, Dios deja bastante que desear y parece una entidad desiderativa. En definitiva, cuando Benedicto XVI afirma que el infierno existe, el asunto significa que Benedicto XVI quiere que el infierno exista. La Teología es una forma de la psicopatología. Ya hace falta ser mal bicho para querer que exista algo tan horripilante como un castigo eterno. Hasta Juan Pablo II, que era bastante ultramontano, dejó en las tinieblas de la duda la existencia del infierno. Pero este guardián de la doctrina de la fe, ha restablecido su existencia. Estoy seguro de que, de existir Dios, ya le habrá reservado un lugar en él.

Para mí aquí no hay más que el infierno iraquí, del que los EEUU tendrán que salir por decisión senatorial antes del 1º de marzo de 2008. El Senado ha seguido el ejemplo de la Cámara de Representantes, vinculando la ley de ampliación de crédito con una fecha fija de retirada del Irak y en términos aun más perentorios que los de la Cámara. Por fin, el Congreso de los EEUU empieza a respirar. Ahora el Presidente puede vetar la ley, trazando una línea de conflicto entre la Presidencia y el Congreso. No hay duda de que eso sería lo que haría el primer Bush y sus amigos los halcones "neocons". Pero ahora estamos al final del mandato, los "neocons" ya han mostrado alcanzar las mayores cotas de ineptitud y crimen que cabía imaginar. Cuestión de ver si el Presidente osa vetar la medida. Así lo ha reafirmado, pero es el primero en saber que, si veta, con el proyecto se van los fondos que ha pedido para seguir cometiendo sus fechorías en Mesopotamia. Así que tendrá que elegir entre cometer más crímenes hasta marzo de 2008 o cometer los mismos hasta diciembre del mismo año. Angustiosa elección.

dimarts, 27 de març del 2007

La farándula.

Hoy se celebra el día internacional del teatro. Buena idea para dar un empujoncito a un espectáculo por el que llevan repicando a difunto las campanas por lo menos desde la invención del cine. Repicando inútilmente porque el teatro no puede morir. No no puede haber sociedad sin teatro. Aunque se haya intentado muchas veces. Excepción hecha de la antigua Grecia, en donde el teatro era la columna vertebral de las fiestas cívicas y del teatro No japonés, que es un espectáculo complejo y socialmente establecido desde el siglo XV, del que sale luego el kabuki, más popular, en casi todas las sociedades los poderes seculares y eclesiásticos han solido mirar con malos ojos la actividad teatral, cuando no la han prohibido directamente. Los teólogos y eruditos españoles debatieron mucho sobre la licitud del teatro. Mi bisabuelo, Emilio Cotarelo, dejó escrito un volumen de bibliografía sobre el asunto (Bibliografía de las controversias sobre la licitud del teatro en España, Madrid, Biblioteca Nacional, 1904, reeditado en 1997 por la Universidad de Granada), tan viva hoy como siempre. Tiene el teatro un elemento crítico, iconoclasta, rupturista que no complace nada a los poderes constituidos.

La famosa Carta a D'Alembert, de Rousseau, es asimismo una pieza en descrédito del teatro, en la que se rechaza la petición del enciclopedista francés de que se establezca un teatro en Ginebra, donde estaba prohibido desde los tiempos de Calvino. Porque no sólo los católicos, también los protestantes, en especial los puritanos, abominaban del espectáculo teatral. Y, si no podían prohibir las funciones, ponían condiciones y cortapisas. Por ejemplo, en la época isabelina en Inglaterra estaba prohibido que las mujeres fueran actrices, lo que obligaba a que sus papeles fueran representados generalmente por castrati o por adolescentes. Ello daba lugar a un doble equívoco verdaderamente curioso porque no era raro, sobre todo en las comedias de enredo, que las mujeres se disfrazaran de hombres para conseguir sus designios, con lo que, al final, nos encontramos con una curiosa figura que siempre me ha fascinado: el hombre que se disfraza de mujer que se disfraza de hombre. Como el famoso cuento chino de la mariposa.

En cambio, en los periodos y sociedades más avanzadxs, el teatro experimenta un gran auge. Basta recordar su importancia al comienzo de la Revolución Bolchevique, en los años veinte en Alemania y Austria, en los treinta, durante la República en España, de nuevo en los 50, en Alemania oriental. Pero no es necesario que las sociedades estén en convulsión para que el teatro ejerza mucha influencia. El teatro burgués romántico y después naturalista y realista de todo el siglo XIX fue muy importante para la sociedad de la época: Hugo, Vigny, Ibsen o Chejov son figuras esenciales en la sociedad de su tiempo. Como Dürrenmat, Ionesco o Beckett a finales del siglo XX. O Handke ahora mismo. Recuerdo que cuando vi el Insulto al público, en los primeros 70 salí pensando precisamente eso, que el teatro no puede morir. La sociedad no puede prescindir del teatro porque no puede prescindir de los espejos. ¿Cómo sabríamos cómo somos si no hubiera espejos?

Mujeres.

En el post de ayer sobre Europa puse esta "foto de familia" y sucedieron dos cosas: mi amiga Amalia mandó el post a una red de mujeres que investigan asuntos de género y mi alter ego bloguero, Joaquim, dejó dicho:

"Personalmente, me importa un rábano lo que mis representantes políticos tienen en la entrepierna, por mí como si tuviéramos un Gobierno español o una Comisión Europa formada íntegramente por castrati; lo me preocupa es lo que tiene esta gente dentro de su cerebro, no debajo de la cintura./Algún día habría que hablar serio y largo de estas cuestiones, Ramón."
Así que decidí que era buen momento para hacerlo. Pongo otra vez la foto y hago ahora otra pregunta, si la miramos con lo que suponemos ha de ser la mentalidad de la gente dentro de 50 o 100 años, ¿no resulta ridícula o por lo menos extraña? Hoy también se estrena el TV1 un nuevo programa llamado "Tengo una pregunta para Vd." en el que 100 personas van a preguntar al señor Rodríguez Zapatero. Una empresa ha escogido a esas cien personas para que sean una muestra representativa de nuestra sociedad. Y ¿qué composición tiene la muestra? 51 mujeres y 40 hombres. Como es lógico, dado que esa es la composición de la sociedad en cuanto al sexo, que es una circunstancia socialmente tan importante como la riqueza y más que la confesión religiosa. Sin duda, es imaginable un mundo de igualdad en el que, al componerse de modo aleatorio un conjunto como el que se reunió en Berlín, tuviera esa composición de género. Pero, ¿cuál es su probabilidad? Muy, muy por debajo de uno, ¿verdad? ¿Por qué, sin embargo, ahora es tan cercana al uno?

Obvio. Porque un complejo sistema de discriminación y exclusión, tradicional y moderno, basado en la violencia, en la ideología, la religión y la manipulación, se encarga de mantener la injusta situación de subordinación de las mujeres al día de hoy. Sin duda se está haciendo y se viene haciendo mucho desde hace algunos años, pero es insuficiente como se ve en la foto y se desprende de las estadísticas sobre salarios (inferiores) de las mujeres, posiciones de responsabilidad (menos) de las mujeres, etc.

Hay dos argumentos que suelen emplearse, en concreto en la izquierda, en contra de esta opción de plantear siempre (y cuando digo siempre es exactamente eso, siempre) la cuestión de género en todos los debates sociales. El primero viene a decir que la legislación (ya nadie, supongo, objeta a que estas cosas haya que hacerlas a base de leyes) de discriminación positiva atenta contra la igualdad del Estado de derecho. La respuesta es: no más que cuando existía la discriminación (mujeres sin capacidad jurídica en ningún aspecto de la vida, ciudadanas de segunda) sin que nadie viera entonces peligro alguno para el susodicho Estado de derecho.

El otro argumento es el que dice que esta actitud feminista desvía la atención de los asuntos verdaderamente importantes que son, por ejemplo, los de saber qué ideología tienen quienes mandan y no a qué sexo pertenecen. Eso será cuando sea posible y cierto que las mujeres tienen iguales posibilidades de mandar que los hombres, cosa que no sucede ahora. Ese no suceder es una evidente injusticia. La subordinación de la mujer es una injusticia de milenios, que está atrincherada en las instituciones y los usos sociales, las creencias, la lengua misma. Luchar contra las injusticias es tarea autoproclamada de la izquierda. Luchar contra ésta es atender a una revolución de alcance aún por determinar.

Uno de los aspectos de esas luchas es hacer efectivo el derecho de las mujeres a ser como Angela Merkel (o como Rosa Luxemburg), a gobernar mal... como los hombres, por lo demás. El derecho de las mujeres a ser visibles. Para que cuando dentro de 50 o 100 años, quienes miren esa foto de familia se rían por verla tan ridícula como debiéramos verla ahora.

Coincidencias.

Este post es una queja. A ver si hacemos bien las cosas. He recibido dos invitaciones a actos de la izquierda que me interesan. Una es de la Fundación Andreu Nin: homenaje a Wildebaldo Solano, mañana, a las 19:30 en el Círculo de Bellas Artes, 4ª planta. La otra es la que se ve más abajo: Viejo Topo, 30 años y edición facsimilar de los primeros de la revista, mañana también, a la misma hora en el mismo sitio pero 5ª planta.

¿Qué hacemos quienes estamos interesados en los dos? Supongo que lo más sensato será imitar al señor Jordi Dauder quien, como puede verse en ambas invitaciones, participa en los dos actos al mismo tiempo, como Dios. Y, al ser actor, a lo mejor participa también en la celebración del día del teatro, como el ausente. Lo que Dauder hará, seguramente, será presentar el acto de la Fundación Nin y, acto seguido, abrirse a la mesa redonda de El Viejo Topo en el piso superior. Que seguramente será lo que tengamos que hacer quienes queramos ir a las dos: subir y bajar pisos.

Por lo menos, podían haberlos puesto en la misma planta, así pasábamos la mayor parte del tiempo en el pasillo, que es donde suele concentrarse el personal para hablar de sus cosas.

No sé, colegas, bueno es que la izquierda no esté unida, pero no hasta el extremo de contraprogramarse.