dilluns, 24 de desembre del 2007

El problema es ETA, o más sobre el 18/98.

Este finde he terminado de revisar la traducción del libro de Jürgen Habermas, Conciencia moral y acción comunicativa, que realicé hace más veinticinco años y que la editorial Trotta, bajo la dirección de Alejandro Sierra, va a publicar de nuevo. En él y en concreto en el capítulo sobre "Ética del discurso", el filósofo alemán sintetiza muy bien sus ideas sobre la acción comunicativa al sostener que:

"En el campo de procesos de entendimiento lingüísticamente explícitos, los actores plantean pretensiones de validez con sus acciones de habla, en la medida en que se ponen recíprocamente de acuerdo y se trata, además, de pretensiones de verdad, de rectitud, de veracidad....(La cursiva es mía).

Es decir, como yo lo interpreto, para que las gentes podamos entendernos es preciso que estemos de acuerdo en que vamos a debatir sobre si a) algo ha sucedido; b) ha sucedido correctamente, de acuerdo con las normas de corrección que le sean aplicables en cada caso; c) cuando decimos algo somos sinceros. Si algo de eso falla, la comunicación falla. Y suele fallar el c).

Con motivo del primer post sobre el "macroproceso" 18/98 he tenido algo de discusión. Poca, porque gran parte de lo que se me argumentó fue argumentación, para variar, ad hominem: que si lacayo, sumiso, genuflexo, ignorante y falto de competencia por no ser jurista, cosas que, obviamente, carecen del menor interés.

Algún lector tuvo el detalle de "copipastear" en la columna de comentarios el artículo de Amalia Alejandre Casado y José Manuel Hernández de la Fuente (Abogados y observadores en el sumario 18/98 por E.H. Watch) en Gara, como si no lo hubiera leído ya, para ilustrarme. Bien, el artículo de los señores Alejandre y Hernández de la Fuente se limita a repetir algunas de las quejas y reproches de las defensas durante la vista, seguramente las más importantes. Pero a esas contestaba largo y tendido la sala en la sentencia explicando por qué las rechazaba. Lo procedente, por tanto, hubiera sido explicar, a su vez, por qué la argumentación de la sala era insatisfactoria, no repetir los reproches ya contestados, digo yo.

Se dice que todo el proceso es político; la sala contesta que no y lo explica; se dice que se condena por ideas, por motivos políticos; la sala contesta que no, que lo hace por motivos jurídicos y que no condena ideas sino delitos del código penal. Lo procedente, imagino, es rebatir esas explicaciones, no repetir las acusaciones.

La sentencia será, seguramente, recurrida en casación ante el Supremo y entonces se verá. Si el Supremo casa, quienes decimos que la sentencia de la Audiencia tiene, cuando menos, la presunción de ser justa, acataremos la decisión y aceptaremos que estábamos equivocados. Y lo mismo sucederá si hay un posterior recurso a Estrasburgo. Si sucede al contrario, ¿yerro si digo que la otra parte no sólo no acatará la decisión adversa sino que ni la respetará? Para botón, aquí está la muestra: una instrucción que ha durado años, un proceso que también ha durado años, cuatro jueces en danza, así como fiscales, todo eso es un "dislate" o algo peor y la razón la tiene... ¿quién? ¿El Gobierno vasco? ¿Los expertos? ¿El sursum corda? Y conste que no digo que no. Sólo pido, a lo efectos de que podamos entendernos al estilo habermasiano, que se admita que puede ser al revés. Pero es difícil porque, como se ve, también falla la pretensión b).

Ha salido a relucir Esquerra Republicana de Catalunya, y se ha dicho que con esa sentencia se yugula la posibilidad de una ERC en el País Vasco, que se le ha hecho el juego a ETA, vamos. En mi opinión, es al revés. Lo que la Audiencia dice es que muchos de los encausados estaban integrados en banda armada, o sea que eran de ETA y otros colaboraban con ella, o sea eran cómplices. Cómplices de una banda de asesinos o integrados en ella. Nada que ver con ERC porque los de ERC no son ni sospechosos de tales comportamientos, sino demócratas respetuosos del Estado de Derecho, aunque muchos de ellos sostengan que el español no lo es. Porque, en principio, algún crédito han de merecer los tribunales de justicia en una sociedad civilizada. Se me dirá que no puedo saltarme el principio de presunción de inocencia de los acusados; y no lo haré porque, si hay recurso, la sentencia no será firme, pero habrá de reconocerse que es una presunción de inocencia algo debilitada.

Y es que, para concluir, el problema de esta historia, como de todo lo que pasa en el País Vasco, se llama ETA. El encanallamiento moral que significa vivir en una sociedad en la que unos están amenazados de muerte por una banda por sus opiniones políticas y otros no lo arrasa todo y convierte el territorio en un wasteland moral, en un erial. Porque, buenas gentes, la moral, que siempre va algo por delante del derecho, manda no solamente que sea imprescindible condenar la violencia terrorista de ETA sino hacer ver a ésta que es tal la deslegitimación que a la causa de la independencia hace su comportamiento, que los independentistas dejarán de serlo mientras no callen las bombas y las pistolas.

Soy de izquierda, pero dejo de serlo para quien comete crímenes en nombre de la izquierda. Y no me ciega la pasión: vaya si hay criminales de izquierda.

Pica bien, pero pica muy alto.

El que avisa no es traidor. Ya advertí de que me proponía comentar los libros de mi bisabuelo, Emilio Cotarelo y Mori, que se han ido reeditando este año de 2007, alguno con más de cien años, como éste, de ediciones Visor, Madrid, cuya primera edición es de 1886. No es mucha la gente a la que reeditan los libros con más de ciento veinte años de edad (los libros) y a los más de setenta del fallecimiento del autor.

Éste del Conde de Villamediana debe de ser una de sus primeras obras y ello se echa de ver precisamente en el personaje que eligió de tema, don Juan de Tassis y Peralta, segundo Conde de Villamediana (1582-1622), erudito, poeta, satírico, jugador, pendenciero, libertino, mujeriego, deportista, temible espadachín y jinete. Una figura menor de las letras españolas del Siglo de Oro, pero muy interesante desde el punto de vista humano. Supongo que no me dejo llevar por la admiración de descendiente si digo que era una especie de Cyrano de Bergerac español o, para ser más preciso, español en la corte de los milagros de los Austrias.

Don Emilio escribió un trabajo rigurosamente científico, con numerosas aportaciones a una biografía de la que, hasta él, se sabía poco y mucho de lo poco que hoy se sabe es gracias a él. Y lo hizo por simpatía con un hombre capaz de escarnecer a los Grandes de España y los Títulos de Castilla de aquella corte comida por la corrupción y la más pavorosa ineptitud, la Corte del país más poderoso de la tierra entonces. Un hombre capaz de dedicar al Duque de Lerma, que había conseguido el capelo cardenalicio para mayor seguridad propia, el famoso epigrama: El mayor ladrón del mundo/por no morir ahorcado/se vistió de colorado."

De la agitada vida del de Tassis, el episodio que centra la atención de don Emilio es el de la loca pasión, la suicida pasión que nuestro poeta concibió por la reina, Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV. Suicida porque le costó la vida al atrevido enamorado, asesinado por esbirros a plena luz del día en Madrid presuntamente por órdenes de su cristiana majestad.

Digno hubiera sido el episodio de un eco de la leyenda artúrica con los amores de Genoveva y Lanzarote, de no ser porque a los españoles (y lo de españoles es un decir, ya que Isabel era francesa y Felipe, en definitiva, alemán) les faltaba bastante categoría para llegar a igualar la de la historia bretona y la flema del rey Arturo. Aunque quizá no sea extraño dado que, cuando se produce el percance, Villamediana tiene cuarenta años, el Rey diecisiete y la Reina, diecinueve. Unos críos, incapaces de entender el alma atormentada del ilustre poeta, amigo y seguidor del culterano Góngora. Unos críos, por cierto, que estaban casados desde los diez (Felipe) y los doce (Isabel) años respectivamente.

Cuéntase, y don Emilio así lo registra con su puntillosidad habitual, que en cierta justa en que el de Tassis actuaba de rejoneador, que lo era y muy bueno, la Reina, volviéndose a su marido le dijo "Pica muy bien don Juan". Y Felipe contestó ominoso: "Sí, pica bien, pero pica muy alto." Mirá tú de dónde viene lo de "picar alto".

Relata asimismo don Emilio la famosa anécdota en que don Juan apareció ante los Reyes en un baile (¡ah, el ceremonial de los Austrias, heredado de los borgoñones!) con el cuerpo cubierto de monedas de real y una leyenda que rezaba: "Mis amores son reales." O la muy célebre en que estando representándose una obra suya, La gloria de Niquea, sacada del Amadís de Grecia, en la que participaba la Reina, el de Villamediana prendió fuego al teatro para tener una excusa y sacarla en brazos.

Se refiere mi antepasado también a alguna otra anécdota ya más picantilla y menos verosímil, así como con un relente a lo Fragonard o Watteau, y corona su obra de rigurosa investigación de archivos y legajos, distante, objetiva y crítica, preguntándose qué le había llevado a escribir un libro sobre el personaje y se contesta:

"Por otra parte, cada uno puede tener sus aficiones particulares y sus simpatías por uno u otro personaje; y principalmente del deseo de averiguar la verdad de algunos puntos oscuros de la vida de nuestro CONDE, ha brotado este libro."
Y tan oscuros los puntos, y muy altos.

Mi madre, que vivió con don Emilio mientras estudiaba bachillerato, siempre me contaba que era un hombre estricto, liberal y muy avanzado para su tiempo. Tanto que le llamó la atención la historia de la pasión del Conde por la joven Reina. Como desde entonces ha sucedido con poetas, novelistas y dramaturgos. ¿Por qué no con los eruditos que también tienen su corazón?

Feliz Navidad.

Los no cristianos que habitamos en países cristianos vivimos en un contexto culturalmente cristiano. No creemos en Dios, pero nos reunimos con nuestros allegados a cenar el día (la noche) en que se festeja su nacimiento, lo cual es una experiencia con cierto riesgo de esquizofrenia. Personalmente, lo que encuentro más insoportable de esta fecha es el discurso del Rey; por lo demás, la llevo bien. Y hasta con sentido del humor. Véase la versión de la "Historia más grande jamás contada" más abajo.

Felices fiestas.


Economía política del capitalismo y VII.

Por fin. Última entrega del manual de economía política. Toca explicar la alternativa. No estoy muy seguro de que todo lo propuesto sea practicable. Pero, cuando menos, son propuestas concretas y nuevas. Demuestra, entre otras cosas, que hay una izquierda que piensa y no se limita a decir que "no". Merece la pena. Realmente.

diumenge, 23 de desembre del 2007

La red y el diván del psiquiatra.

Imparable sigue su marcha la red hacia la ocupación de la realidad, como si ésta fuera un continente que hubiera que poblar. La red, la web, internet, la blogosfera, el ciberespacio manda en el mundo y exige que todo y todos se adapten a su naturaleza, siendo ésta caracterizada por un dato: la rapidez, la celeridad, la simultaneidad; eso maravilloso que llamamos "tiempo real", que no es real como la "marcha real", pero tampoco lo es ni puede serlo como es real una tortilla ya que, según Kant, es una forma a priori. "Tiempo real" quiere decir que la noticia no es en diferido.

La orden del día es "simultaneidad". Considérese, por ejemplo, la misma palabra web (que ya he visto escrita por ahí como "güeb")que, en menos que canta un gallo ha conseguido dar un nombre ambiguo, pues tanto se habla de la web como del web. Claro que tampoco es ambiguo a la antigua usanza, como el calor y la calor, el puente y la puente por cuanto, en el caso de la web, los distintos artículos designan cosas distintas, en concreto, la parte y el todo. La web nombra la totalidad de la red mientras que el web designa a un nicho en esa red, pues la palabra es una sustantivación del adjetivo en la expresión "sitio web".

Todo el mundo quiere un web, un lugar virtual en la malla de la web al que el que lo desee pueda ir a ver lo que piensas y, si se tercia, dejar su comentario. Así que el señor Rajoy ha mandado hacer el suyo, su sitio web, su página web. En realidad, no creo que el señor Rajoy tenga mucho tiempo para practicar las nuevas tecnologías. Le basta con hablar de ellas. Pero tiene su web. Parece sin embargo que los responsables eran un poco pardillos y no tuvieron en cuenta que, si abrían la interactividad con los internautas se les acabaría colando de todo, entre otros, lunáticos de la extrema derecha, a los que el PP atrae como la llama a las polillas. Una página de un partido es un producto muy apetitoso para los "cibergrillaos" de todo tipo.

El PP ha tenido que suprimir los contenidos injuriosos o incluso delictivos que se le habían colado. Lo que hay ahora, imagino, goza de su aprobación. Dígolo porque el vídeo de más arriba es una de esas piezas que se llaman "de ataque" en la que se empieza afirmando que el señor Rodríguez Zapatero ha gastado veinte millones de Euros en autobombo y, a continuación, se calcula cuántas pensiones se pagarían con esa cantidad, cuántas familias se alimentarían en un mes o cuántos lo que sea, que claramente son muchos. Y concluye de una forma sorprendente diciendo que el señor Rodríguez Zapatero no se ha preocupado de los problemas de los españoles sino que se ha dedicado a sacar conejos de la chistera.

No sé quién hará los vídeos al PP pero debieran llamarlo a capítulo. Cuando el señor Rodríguez Zapatero, entonces en la oposición, presentó el proyecto del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, más conocido como Pacto antiterrorista, que hoy el señor Rajoy defiende como un valiente cruzado, este mismo señor Rajoy tuvo la desgraciada idea de decir que el señor Rodríguez Zapatero se había sacado un conejo de la chistera. Menudo tino. El señor Rodríguez Zapatero lleva cuatro años recordándoselo. Yo cambiaría lo del conejo y la chistera. Hay otras formas castizas de llamar charlatán e insubstancial a alguien, cantamañanas, soplagaitas, trilero, badulaque, etc. Lo del "conejo de la chistera" es mentar la soga en casa del ahorcado.

Economía política del capitalismo VI.

Seguimos. Es el penúltimo capítulo y trata del proceso de eliminación de residuos. El capitalismo es un sistema de producción de residuos, o sea, de basura, o sea de mierda. El negocio está en la mierda. Mira por donde tenía razón Freud cuando llamaba la atención hacia la cercanía de los conceptos de "Dios" y "mierda" por la similitud de los respectivos términos alemanes de Gott y Kot, que casi suenan igual. Algo parecido a la dualidad que se da en el español "escatología, que se refiere a las cosas últimas de la naturaleza humana y a la mierda al mismo tiempo y con la misma palabra, cosa que no pasaba en griego.

dissabte, 22 de desembre del 2007

¿Es todo ETA?

Todo no, naturalmente. Por ejemplo, yo mismo soy partidario del derecho de autodeterminación de los pueblos que integran España (o el Estado español), es decir, coincido con ETA en uno de sus fines más importantes, pero no soy ETA ni tengo la más mínima simpatía por ella, condeno sus atentados y crímenes sin reserva alguna y sostengo que, mientras exista esa organización de asesinos, pretender ejercitar el derecho de autodeterminación, cual quiere hacer el señor Ibarretxe, es una inmoralidad. Estaba convencido de ello antes de leer la sentencia del "macrojuicio" 18/98 y me he reafirmado en la convicción porque en esta sentencia se observa a las claras con qué frialdad, meticulosidad y malas intenciones controla ETA a la gente en los pueblos y pequeñas localidades (que son muchas en el País Vasco) a través de personas interpuestas que le sirven de enlaces, mensajeros, chivatos, correveidiles y muñidores, muchos de los cuales estaban sentados en el banquillo en dicho macroproceso.

Pero no hay que adelantar acontecimientos. El juicio 18/98 ha estado rodeado de una gran alharaca política, lleno de sobresaltos, con manifestaciones y contramanifestaciones un día sí y otro también. A lo largo de la vista los acusados han observado actitudes desafiantes, alborotadoras y han organizado repetidos escándalos, igual que sus deudos y simpatizantes han estado pronunciándose a las puertas del local en donde se celebraba y organizando abundantes manifestaciones en unas u otras ciudades del País Vasco. Todo este jaleo al que en ocasiones se sumaron las defensas concertando sus acciones iba encaminado a tachar el proceso de político, deslegitimarlo, conseguir que se interrumpiera para siempre, aduciendo que era un mero acto de represión instigado por el Gobierno y obedientemente ejecutado por unos jueces serviles.

Asimismo, al día siguiente de hacerse pública la sentencia y sin tiempo material de haberla leído el señor Ibarretxe y su consejero de justicia ya habían decidido que era una sentencia en la que se condenaban ideas y se atropellaba la libertad de expresión. Ciertamente el proceso 18/98 es político en la medida en que los delitos que en él se juzgan tienen una causación política, pero no en el sentido (implícito en las descalificaciones del Lehendakari) de que no sea un juicio justo con todas las garantías. Ni hablar.

Vaya por delante que no soy partidario de la existencia de la Audiencia Nacional (AN), que me parece heredera objetiva (no subjetiva) del infame Tribunal de Orden Público de Franco y rompedora del principio de unidad de jurisdicción, que es garantía del Estado de Derecho. Pero, en este caso, me da la impresión de que la sala de lo penal de la sección tercera de la AN ha hecho un trabajo escrupuloso lo mejor que ha podido, respetando más allá de lo exigible las garantías y derechos de los acusados, tanto los procesales como los fundamentales en general. Y lo ha hecho frente a una concienzuda labor de obstrucionismo y deslegitimación de los procesados, los allegados y hasta las defensas que, de haber encontrado el más mínimo pretexto para conseguir la anulación de las actuaciones, lo hubieran hecho.

Ya que esa fue desde el principio la estrategia (equivocada) de la defensa, esto es, no refutar las acusaciones que se formulaban contra sus clientes, demostrando que no habían cometido los delitos que se les imputaban sino que la instrucción había sido un atropello antijurídico, que el tribunal obedecía a impulsos y a órdenes políticos, que no había delito presunto del que defender a nadie y que todo era una farsa montada para descabezar al independentismo vasco.

Por eso, lo primero que hace el tribunal en su sentencia es rechazar las acusaciones de politización y aseverar que no ha tenido en cuenta sino cuestiones de caracter estrictamente jurídico y que los condenados lo han sido no por sus ideas y actividades políticas sino por la comisión de delitos tipificados en el Código Penal. Le sale mejor o peor. El caso es muy complicado y la sentencia muy larga y, aunque clara y lógicamente estructurada, a veces tiene expresiones impropias (incluso alguna falta de ortografía) de la necesaria ecuanimidad de la magistratura pero, a mi entender, no mancillan un texto equilibrado con un razonamiento lógico, objetivo y desapasionado, aunque no especialmente brillante.

El texto desmonta una a una todas las argumentaciones de las defensas tendentes a fundamentar la impugnación de la causa en todos y cada uno de los momentos procesales de ésta y, como hemos visto, la deslegitimación posterior al proceso ha correspondido al señor Ibarretxe. Para conseguir este objetivo, políticamente planteado, se emplearon todas las argumentaciones posibles, alegando violaciones de los derechos y garantías procesales, incluida la indefensión, y atentado contra derechos civiles fundamentales como el de la integridad física y moral (las acusaciones de torturas fueron una costante en la vista oral), la inviolabilidad del domicilio, el secreto de las comunicaciones, etc.

La sentencia valora todas las alegaciones y las rechaza fundadamente, a mi entender, con argumentos de sobra. A veces estas alegaciones son pintorescas y consiguen resultados contraproducentes como la que se plantea a raíz de que, habiendo decretado el juez de instrucción el secreto del sumario, las defensas no habían tenido acceso al material que operó en la instrucción y que dicho material debería ser recabado en el juicio oral. Como resultara que el tal material era aun más incriminatorio para los acusados, las defensas decidieron dejarlo de lado.

La AN se ha atenido a las pruebas y a los elementos deducidos de las declaraciones en el curso del proceso y ha condenado a cuarenta y siete de los acusados por los delitos de integración en organización terrorista (arts. 515.2 y 516.1 y 2) del Código Penal, de colaboración con organización terrorista (art. 576.1 CP), de insolvencia punible, en su modalidad de alzamiento de bienes (art. 257 CP), contra la Seguridad Social (art 307 CP), de falseamiento de la contabilidad de Registros Fiscales (arts. 74, 310 b, c y d CP, según la redacción de la L.O. 10/1995 -artículo 350 bis b, c del Código Penal de 1973- precepto introducido en el Código Penal hoy vigente por L.O. 6/1995 de 29 de junio). Igualmente absuelve a cinco procesados, declara la ilicitud de actividades y disolución de una serie de empresas empleadas como instrumentos de ETA para sus fines y decreta la ilicitud de las asociaciones KAS, EKIN y XAKI.

O sea, nada de política, nada de Ley de Partidos Políticos, como he leído por ahí a algún despistado, nada de condenar a personas jurídicas, nada de condenar por ideas. Los magistrados han condenado a personas físicas por diferentes delitos probados y rechazan con vehemencia la sospecha de que hayan actuado de otro modo:

Debe quedar ya bien claro que no se ha juzgado a los acusados por pertenecer a la izquierda abertzale, eso es un soberano despropósito, muy cacareado, fruto de pura inventiva (pág. 362)
Estas cosas del "muy cacareado" son las que menos me gustan de la sentencia. En cualquier caso, éste ha sido un proceso que los acusados y sus apoyos mediáticos y organizativos han intentado politizar desde el principio sin conseguirlo.
Todo no es ETA- dijeron-, claro que no. Solemne barbaridad nadie la puede creer, pero los hechos objeto de acusación no dicen eso, dicen que las 52 personas finalmente enjuiciadas, a través de KAS, de EKIN, de la Fundación Joxemi Zumalabe o de XAKI, o pertenecen a la organización terrorista o han colaborado con la misma (pág. 363).

Ya la instrucción del juez Garzón incorporaba razonamientos novedosos en la teoría criminal partiendo de la base -que todo el mundo conocía en los años setenta y ochenta del siglo pasado sin que nadie hiciera nada- de que ETA, como organización delictiva, contaba con una serie de auxiliares incrustados en la sociedad, tanto personas físicas como jurídicas (dirigidas por sus militantes) que le servían para llevar adelante sus designios, cometer sus crímenes, facilitarle información, financiación y cobertura; en definitiva, una tupida red de organizaciones y personas algunas miembros directos de la organización y otras colaboradoras o cómplices, todas las cuales componían ese ente aparentemente magmático que se llamaba "Movimiento de Liberación Nacional Vasco". Lo que la instrucción garzoniana trataba de probar era que el tal Movimiento, lejos de ser una organización más o menos laxa de gentes agrupadas por las mismas ideas, constituía una estructura jerárquica y perfectamente articulada puesta toda ella al servicio de una finalidad criminal, esto es, el asesinato, el secuestro, la extorsión, el atentado. Y eso es lo que este proceso, al decir de la sentencia, ha dejado en claro por procedimientos escrupulosamente jurídicos, al tiempo que exalta la calidad de la instrucción:

A estas alturas podemos proclamar, y lo hacemos alto y claro, que el Sumario 18/98 fue instruido de forma correcta, a pesar de la inmensa complejidad que presenta, complejidad que se pretende utilizar como cortina de humo para tratar de trasgiversar las cosas (pág. 539).

Ahora bien, la justicia es humana y, por lo tanto, falible. La complejidad del caso, lo novedoso del enfoque procesal explicarían que la argumentación del tribunal presentara algunos puntos oscuros. Se me ocurren dos. Pudieran ser más, pudieran ser menos. No sería yo, falto de competencia en la materia, fuera de la que da el sentido común, quien se atreviera a decir que ha desentrañado todos los recovecos de tan complejo texto. Esas dos son las que hacen referencia, de un lado, a la estricta prohibición de la aplicación extensiva de las normas penales y de otra a la duda sobre si es posible cerrar medios de comunicación arguyendo que delinquen. Los magistrados se blindan frente a ambas acusaciones sosteniendo que la interpretación que hacen de los tipos penales aplicados se ajusta a la actividad de los acusados y que no se ha condenado a estos en modo alguno con ligereza,

no por simples hechos, datos o circunstancias (...) sino por auténticas pruebas de cargo revestidas de un contenido incriminatorio verdaderamente abrumador, pruebas documentales, intervenciones telefónicas, resultado de las diligencias de entrada y registro, etc.
igual que las empresas (ORAIN era la matriz de EGIN) que se han disuelto lo ha sido por su actividad ilícita y el hecho de ser instrumentales en la comisión de los delitos. En todo caso y si existen dudas, como garantía de los ahora condenados en este Estado de derecho que (con todas sus insuficiencias) es España, dichos condenados tienen abierta la vía de casación en el Tribunal Supremo, donde se valorarán de nuevo todos estos aspectos.

Economía política del capitalismo V.

He aquí el capítulo cinco de este interesante culebrón de análisis del modo de producción capitalista. Hoy toca el consumo. La verdad es que los españoles de mi generación hemos visto ya de todo. Nacimos en un país que, por sus bajísimos niveles de renta y consumo, su exportación sistemática de mano de obra, etc, era un país del Tercer Mundo. Luego, ascendimos hasta codearnos con los de la "sociedad del consumo" o la "sociedad de la abundancia" y ya hemos cubierto el ciclo porque, al incorporarnos nosotros al consumo, junto con muchos otros, claro es, éste, el consumo, se ha convertido en una actividad peligrosa y depredadora de la biosfera.

divendres, 21 de desembre del 2007

Elecciones el nueve de marzo.

Algún lector pide que se comente aquí la sentencia del proceso 18/98. Estoy leyéndola pero, como tiene más de 1.100 páginas, me lleva algún tiempillo que habré de tomarme, pues no acostumbro a hablar sin haberme documentado antes. Me llenan de pasmo esos políticos del PNV, con Ibarretxe a la cabeza y su consejero de justicia, que salieron ayer, aún con la tinta de la sentencia húmeda diciendo que se condenan ideas, con lo que quieren decir que es un sentencia injusta pues las ideas no pueden condenarse. Supongo que se refieren a las suyas que seguramente no existen. En lo que llevo leído, de condenar ideas, nada; se condenan hechos... probados.

Entre tanto, ayer se clausuró la legislatura y se convocaron oficialmente las elecciones generales para el nueve de marzo. Pinta mal para el PP, como puede observarse considerando la evolución histórica de la intención de voto a los dos grandes que reproduzco del Centro de Investigaciones Sociológicas. La ventaja del PSOE se ha mantenido consistentemente a lo largo de la legislatura y, a fecha de hoy, el partido del Gobierno ganaría a la oposición por un cómode margen de entre ocho y diez puntos porcentuales. No añado los índices de popularidad de los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy por no producir sarpullidos.

Así están las cosas al interior de los dos partidos: como una balsa unitaria en el PSOE y como una jaula de grillos en el PP; grillos moderados, nada estridentes, como corresponde a su condición de gente de posibles, pero grillos al fin y al cabo, con dos gallos enzarzados por la sucesión del líder que diputan ya amortizado. Gallo de pura raza, tipo "claret" el señor Ruiz Gallardón, más que nada por lo rápido y gallo gallina o gallino la señora Aguirre, por su apariencia externa, que no va en demérito de su fiereza y agresividad.

El cierre de la legislatura se ha hecho en una situación volátil y ambigua. Después de haberme empollado la Ley de la propiedad Intelectual y la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información (LISI) que se aprobó ayer, no tengo nada claro qué haya que hacer con el canon. Y creo que no lo tiene nadie salvo quienes creen beneficiarse de él y quienes creen que los perjudica. Un dato significativo es que la rama catalana de Izquierda Unida ha votado contra él mientras que la rama española lo ha hecho a favor. Quizá lo más sensato haya sido mantenerlo pero sólo para darnos un tiempo y pensarlo mejor, con el debido asesoramiento. ¿Realmente no hay otro medio de proteger los derechos de autor que aprobando esta medida del canon que tiene mucho de exacción e injusticia para los cientos de miles y millones de ciudadanos que no se bajan obras protegidas de la red pero que ahora tienen que pagar como si lo hicieran?

El Gobierno sacó adelante los presupuestos pasando por encima del Senado. Por fin no será preciso prorrogar los del año pasado.

En el aspecto de política exterior el señor Rodríguez Zapatero termina su mandato con una nota alta, como se prueba por el hecho de que esté reunido con los señores Sarkozy y Prodi para reactivar la política euro-mediterránea que es de una importancia capital para España.

La economía, en cambio, cierra con pronóstico nada claro: con la inflación y el paro en ascenso a la espera de ver cómo golpea la crisis hipotecaria en España, creo que es el momento menos oportuno para prometer dos millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura, como han hecho tanto el Presidente como el ministro señor Caldera ninguno de los cuales debe de acordarse de los ochocientos mil puestos de trabajo prometidos en su día por el señor Felipe González, quien tuvo que administrar una economía con las tasas más altas de paro en muchísimos años.

Si tuviera que hacer un balance general de la legislatura del "no nos falles" y de lo que ha pasado, diría que el Gobierno, en efecto, no ha fallado... salvo allí en dónde ha fallado. Los dos fallos más llamativos han sido en la ampliación de los supuestos del aborto (asunto vidrioso) y la negativa a denunciar los acuerdos económicos con la Santa Sede. La Ley de la Memoria Histórica no va tan allá como me hubiera gustado, pero no considero que haya sido un fallo. Como tampoco lo han sido la Ley de Igualdad de derechos de las minorías sexuales, como los homosexuales, la Ley de Dependencia y la Ley contra la violencia de género. Esta legislación progresista tropieza con dos tipos de inconvenientes: de un lado uno nuevo, el sistemático boicot que le hacen algunas Comunidades Autónomas, regidas por el PP, especialmente la de Madrid. Del otro la carencia de recursos económicos para ponerla (a la ley) en práctica. Algo muy español.

Por último, la legislatura ha estado dominada mediáticamente por dos asuntos ligados entre sí, el juicio por el 11-M y el truncado proceso de paz. Ambos han impedido una valoración más serena de los logros del gobierno socialista pero, como se ve en la intención de voto, ninguno de ellos ha ido en detrimento electoral del PSOE. La sentencia del juicio por el 11-M dejó con las vergüenzas al aire a una docena de fabuladores e inventores de patrañas sobre los atentados de Atocha cuya única intención era torpedear la política del Gobierno y tratar de forzar unas elecciones anticipadas. Hace ya cuando menos dos años que el señor Rajoy no pide elecciones anticipadas. Por eso es nuevo. La ruptura del proceso de negociación, que se ha presentado como un fracaso del Gobierno (dispuesto a entregar lo que fuera) no solamente no ha pasado factura al PSOE, sino que ha incidido más negativamente entre la gente del PP y por supuesto, entre los electores. Estos, en general, han culpado de la ruptura al único culpable: ETA.

Según todos los indicios, el próximo nueve de marzo el PP se dará un gran batacazo.


El Rey y el bocón.

Espero que mis amigos chavecistas no se enfaden y empiecen a ver el mundo tan lleno de vísceras que pueda semejar una casquería, y den una muestra de sentido del humor escuchando este corrido que se llama El Rey y el bocón

"El Rey y el bocazas" diríamos nosotros. Tener sentido del humor es algo imprescindible. Entre gente sin sentido del humor la sociedad se hace muy pesada. El señor Chávez, gran aficionado al corrido, en cuanto puede se larga uno, igual que el señor Garzón es aficionado a la ópera y en cuanto la gente se descuida, le coloca "Una furtiva lacrima...". Y eso que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros textos de derechos humanos prohiben taxativamente la tortura.

Y ahí les va la letra completa que es muy divertida.

El Rey y el bocón.

Chávez: Aquel hombre ahí develó todo el rostro horrible del Fascismo, racismo. Los fascistas no son humanos, tienen forma humana, pero no son humanos. Yo creo que una serpiente es más humana que un Fascista.

Juan Carlos I: ¿Por qué no te callas?

El día 10 de noviembre / presente lo tengo yo.
En la cumbre americana / el rey de España explotó
cuando Chávez ofendía / el honor de un español
que no podía defenderse / por no estar en la reunión
¿Por qué no te callas? dijo, / ahí mismo se levantó,
dejándole la partida / a su ministro mayor
y con eso le alcanzó, / en el aire quedó el ¡coño!
que Juan Carlos se guardó.
Aprenda Chávez de un rey / que al Fascismo derrotó
cuando encarceló a Tejero / que a la brava se le alzó
¿O usted no se acuerda ya / que en el museo se escondió,
y sus calzones cagados / en la chirla los lavó?
Y ¿qué hubiera hecho Bolívar? / ahora me pregunto yo,
si hubiera estado presente / en esta misma ocasión.
¿Habría aplaudido al rey bravo / o al coronel bravucón?,
¿al que defiende a su gente / o al que siembre división?
Ese sí hubiera sido el actuar / propio de un Libertador,
con las consignas gastadas / que don Fidel le vendió,
a cambio de unos barriles / de petróleo del mejor,
así no se ganan guerras / ni se lucha con honor.
Aprenda Chávez de un pueblo / que no acepta dictador,
estando en la presidencia / parece que se amañó,
no ande buscando problemas / por fuera de su nación.
Aprenda a callarse ¡Chávez! / Como el rey se lo mandó.

Quico- ¡Ay ya cállate, cállate, cállate que me desesperas!

Está muy bien el corrido y tiene mucha gracia. Eso teniendo en cuenta que, según parece, el "¡Por qué no te callas!" ha salido elegida frase del año en Chile.

Gracias, Pilar.