dissabte, 27 d’octubre del 2007

Cerca de Cuba.

Tiene guasa. Dejo aquí un video que he choriceado a mi hijo Andrés en su blog, en el que se ve el punto de los EEUU en que se está más cerca de Cuba; geográficamente, claro, porque social e ideológicamente, la cosa es distinta. Está más cerca de Cuba Vallekas que ningún american Cay.

Es divertido. Y plas, plas, plas por la autocorrección de "americano" por "estadounidense" y, teniendo en cuenta que el nombre oficial de México es "Estados Unidos de México", yo lo llamaría Gringolandia, hasta que sus gentes tengan la amabilidad de buscarse un nombre y abandonar esa fea costumbre de quedarse con los de los demás. Esa sí que sería una revolución ¿eh? Una revolución al estilo de La decadencia de Occidente.

divendres, 26 d’octubre del 2007

Los dinamiteros.

Boicotean la renovación del máximo órgano de gobierno de los jueces. Se niegan a condenar el franquismo. Utilizan los símbolos patrios con fines partidistas. Hablan mal en el extranjero del Gobierno de España. Patalean en el hemiciclo del Congreso. Abroncan en el Senado. Instrumentalizan a los jueces. Fomentan campañas de boicot a productos catalanes. Se valen del terrorismo con fines de partido. Cuestionan la Corona y piden la abdicación del Rey. Insultan e injurian por las ondas. Utilizan el poder para beneficiar a amigos, deudos y parientes. Fabrican fábulas y patrañas para enviciar los procesos judiciales en marcha. Se valen de las asociaciones privadas (por ejemplo, las de víctimas) para respaldar su política de partido. Manipulan sin tasa en los medios de prensa. Agreden a los demás contertulios en los programas de debate. Se ponen a las órdenes de una iglesia ultramontana. Coordinan su acción con un clero levantisco que induce a la "desobediencia civil". Tienen un montón de cargos públicos enredados en procesos judiciales con la mafia del ladrillo. Manipulan sin medida en los audiovisuales que controlan. Recusan a miembros del Tribunal Constitucional por conveniencia de partido. Se querellan por injurias contra todo el que los critique e injurian a todo el que se querella contra ellos.

¿A que sabemos todos de quién estamos hablando?

Efectivamente, de la oposición española, del frente "nacional" de las derechas, una amalgama de políticos, periodistas y empresarios como el señor Frade, por ejemplo, quienes piensan estar hechos de mejor pasta que el común de los mortales y, por lo tanto, autorizados para determinar quién puede y debe gobernar en España y quién no. Con independencia de lo que digan las urnas. Porque lo dicen ellos. Si alguno duda respecto al señor Frade, que eche una ojeada al canal 7 de TV que él financia y que alguien en la bitácora Ciao! define así:

"Hoy en día Canal 7 cuenta con una parrilla basada en el corazón (como si no hubiera programas de este tipo en las televisiones nacionales) cine casposo (las películas que no ha vendido a los canales nacionales ni a la Forta) culebrones y videncia. Los informativos consisten en la emisión de Blomberg en español con una cabecera propia, y seguidos de unos comentarios de la actualidad extraidos del ABC y La Razón, que componen su linea editorial, una línea que hace parecer un progre a Jimenez Losantos.

Solo cabe esperar que el Sr. Frade tenga que vender el canal para afrontar la demanda de separación presentada por Adriana Rotlander, y que lo compre un empresario de verdad para convertirlo en un canal que no insulte la inteligencia ni el buen gusto del espectador."
Así que esta es la oposición del frente de las derechas que hay en España, una manga de dinamiteros, dispuestos a hundir todas las instituciones del Estado de Derecho con tal de salirse con la suya. Repetición de la famosa conspiración de 1993 a 1996, esa que nunca existió pero de cuya existencia no deja de enorgullecerse el señor Anson.

De vez en cuando se escucha o lee a algún alma cándida preguntándose cómo sea posible que en España la extrema derecha haya secuestrado a la derecha y que en dónde estará la "derecha civilizada". De vez en cuando también el ya nonagenario señor Carrillo remacha que esta derecha es la del treinta y seis. Es como cuando se oyen esas amargas lamentaciones acerca de cómo la cadena COPE se cisca todos los días en el mensaje del Cristo de los Evangelios. Son argumentos retóricos que se emplean para dar mayor énfasis a la irritación que despierta la acción de las derechas civiles, eclesiales, militantes o empresariales. La derecha española ha sido siempre así; no hay diferencia real entre la extrema derecha y la derecha; ésta es toda extrema. Como tampoco hay distancia entre la Iglesia y esa derecha extrema pues la Iglesia cristiana forma parte de la extrema derecha. Esos otros del mensaje evangélico suelen ser unos curillas que andan protegiendo inmigrantes en poblados de aluvión y a los que la Iglesia de Roma, si pudiera, excomulgaría.

La derecha española se considera asistida de un derecho preternatural al gobierno de la cosa pública y quien se lo arrebate será un usurpador al que hay que eliminar como sea. En cuanto la desalojan del poder toca a rebato gritando que la Patria está en peligro, España se rompe, la nación se diluye en un aluvión mezcla de "rojerío radical" y "naziseparatismo", la democracia ha sido traicionada, vejada, vendida, esto ya no es democracia. A partir de ahí pueden pasar muchas cosas pero ya no una intervención militar en el proceso político que es lo que estos discursos catastrofistas pretenden.

¿Por qué esta inquina al sistema democrático de alternancia de los partidos políticos? ¿Por qué está incapacidad para ejercer como leal oposición? ¿Por qué esa saña en valerse de las instituciones para sus fines partidistas? La respuesta es muy sencilla y apunta a un mecanismo perverso que también funciona en favor de los partidos nacionalistas: la de que la apuesta de ambos (partidos nacionalistas y derecha española) es un juego de siempregana, esto es, aquella situación en que suceda lo que suceda en el juego nosotros siempre salimos ganando algo. En el caso de la derecha española la cuestión, dado que su compromiso con la democracia tiene el límite al que llama con eufemismo "los pactos de la transición", esto es, en lo esencial, que la democracia es la que las Leyes Fundamentales de Franco posibilitaron, si hace crisis ella se beneficiará con el régimen que la sustituya y que sólo puede ser autoritario y dictatorial.

Esa es la gran diferencia entre la derecha y la izquierda que conviene no olvidar: la derecha vive en la democracia y en la dictadura; la izquierda sólo en democracia; en la dictadura, no.

(Saco el cartel de una página que se llama Nuestro Cine que está muy bien).

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Memoria de lo grande y de lo chico.

Se me pasó dar cuenta de la feria de otoño del libro viejo y antiguo del madrileño paso de Recoletos, de los agustinos recoletos, que tenían su convento aquí, hoy desaparecido. Aunque a destiempo, pongo el cartel de Mingote que es al que todos los años se lo encomiendan los organizadores. La feria estuvo muy bien y sirvió para comprobar que los libros antiguos han pegado un subidón como si fueran petróleo. Conste que no me parece mal. Si un diamante vale una pasta, justo es que la valga también una edición príncipe de Juan de Timoneda o una Summa Theologica de mediados del XIX. Son más preciosos que un diamante.

Pero es que también están carísimos los libros viejos de cierto respeto, la diversas colecciones de Aguilar en papel biblia, las ediciones técnicas de Labor o los libros modernistas de Montaner y Simón. Carísimos para lo que solían valer antes de la feliz llegada del euro. De todas formas, es un placer mirarlos, aunque no pueda uno permitírselos. Antaño a veces compraba los Emilios Salgaris de Calleja cuando, infeliz padre primerizo, pensaba que mis hijos sentirían por ellos lo mismo que yo. Vana ilusión porque los sentimientos no pueden reproducirse como si fueran un DVD.

De todos modos, este año compré por el módico precio de seis euros una cartilla de racionamiento correspondiente al segundo semestre de 1951. Esas cartillas, que yo llegué a ver y manejar de niño, cuando acompañaba a la chacha a comprar algo a la tienda, tenían dentro unos cupones que daban derecho a adquirir cantidades racionadas (la época se llamó del racionamiento) de pan, aceite, legumbres, etc. Es decir, doce años después del fin de la guerra civil la alimentación de la población seguía siendo un problema y había gente que pasaba hambre. Por decisión de la ONU, todos los países del mundo excepto la Argentina y Portugal rompieron relaciones con el régimen de Franco y lo sometieron a aislamiento. Franco se quedó tan pancho, movilizando a sus partidarios. Prueba del interesante sentido falangista de la política: Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos dos. Pero la población lo pasó fatal. No había de nada y lo que se necesitaba había que procurarlo mediante el estraperlo y el contrabando.

Traigo esto a colación como excusa para poner la imagen de la cartilla de racionamiento, con esa póliza de veinticinco céntimos con el rostro de José Antonio y en la que se advierte que carece de "valor postal". Es una imagen de mi niñez y me ha conmovido verla a seis euros. No es únicamente cutre sino iconográficamente absurda pues amalgama en una sola propuesta con el águila de San Juan, símbolo del orgullo nacional español la idea de la escasez y el racionamiento. El imperio y la miseria, como el príncipe y el mendigo; el hidalgo hambriento. O sea, España.

Hablamos mucho ahora de la memoria histórica y por tal nos referimos a las víctimas directas de la dictadura, los perseguidos, torturados, encarcelados, enjuiciados en tribunales militares que fueran de risa de no estar formados por delincuentes y cómplices de delincuentes, responsables del asesinato y atropello de cientos, miles de seres humanos, los ejecutados en las "sacas" y "paseos" y los exiliados. Esa es la Memoria Grande, por así decirlo; luego, está la Memoria Chica, la de los acontecimientos cotidianos, las relaciones sociales, el sucederse de fechas y estaciones de una sociedad oprimida, cerrada, sin perspectivas, explotada, aterrorizada. Tengo una imagen que no se me despinta: bajábamos a jugar a la calle, preferiblemente en algún jardín, por ejemplo, la plaza del Dos de Mayo, para nosotros "el dosde", pero si acertaba a pasar un cura por allí (y estaban en todas partes porque para eso habían entrado en Madrid con las tropas del ejército faccioso) los chicos dejaban sus juegos y acudían en tropel a besarle la mano; incluso los que tenían a sus padres en la cárcel.

¿Alguien puede visualizar eso?

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dijous, 25 d’octubre del 2007

Yo no soy racista.

El menda que agredió a puntapiés y tortazos a una menor ecuatoriana ante la escrupulosa inhibición de otro individuo que iba en el vagón y no se atrevió a piarlas, dice de muy malos modos que "iba borracho" y que el no es racista. ¡Qué mala fama tiene el racismo que hasta los racistas dicen no ser racistas!

En fin, lo de ese sujeto está ya claro. Lo que hay que vigilar ahora son las reacciones/explicaciones públicas, sean oficiales o no, acerca del hecho. Y no tolerar el discursito autocomplaciente de que eso sea "un hecho aislado", "algo puntual", que "en absoluto es representativo" del clima de convivencia en nuestro metro/ciudad/Comunidad Autónoma/país o lo que sea. Claro que lo es. En Barcelona, en Madrid, en Bilbao, en todas partes está creciendo esa lacra del racismo porque no nos lo tomamos en serio.

Ese imbécil que agredió a la chavala es sólo una muestra de lo que puede hacer cualquier otro imbécil cuando piense que quedará impune.

El Cristo del Papa.

El Papa Ratzinger, Benedicto XVI, acaba de publicar un libro sobre Jesús, primera parte, según dice, de una obra más ambiciosa que queda pendiente. El Papa Ratzinger, que es un estudioso, un intelectual, un teólogo, un vigilante de la recta doctrina católica, tiene ahora poco tiempo para sus estudios y temeroso probablemente de no culminar su gran obra sobre Jesús, se apresura a publicar esta primera parte. Pruritos, pequeñas vanidades de autor de las que ni los Papas están libres.

Un libro más sobre el fundador del cristianismo, sobre el que han escrito teólogos, poetas, místicos, historiadores, filósofos, ensayistas, novelistas (El evangelio según Jesucristo, de Saramago) y, por supuesto Papas. Estos aportan además una condición, la de ser los vicarios del biografiado sobre la tierra, que da más carácter oficial a sus escritos, aunque no necesariamente mayor interés, profundidad u originalidad.

Como se ve en esta obra de Benedicto XVI que no solamente no trae novedad específica alguna acerca de la figura del Galileo sino que ni siquiera ofrece una visión o interpretación propia, personal que haga el Papa. Su Cristo es un Cristo exegético, distante, sólo preocupado por ser intelectualmente coherente; debe de ser probablemente fiel trasunto del propio Papa. Ello es claro cuando se observa que la calificación que más veces ocurre en el libro para referirse a su objeto Cristo es la de "misterio". Hay un elemento patético, de orgullo, en la tarea de explicar algo a lo que continuamente se llama "misterio". Misterio es para mí el empeño del autor por presentar un Cristo preocupado por encajar en la tradición mesiánica y cercano al tiempo a la gente sencilla. De hecho sólo la explicación de las bienaventuranzas, sobre todo la de los "pobres de espíritu", le lleva a Su Santidad varias páginas de retorcidos razonamientos.

Por lo demás todo esto es lo que cabe esperar razonablemente de un libro sobre Jesús escrito por el Papa, por cualquier Papa. Que tiene a veces visos de misal. Junto a profundas consideraciones sobre la historicidad de Cristo y su naturaleza desde el punto de vista teológico como hombre y como Dios, de pronto, como quien no quiere la cosa, nos enteramos de que se trata de alguien que ha muerto y resucitado a los tres días (pág. 320), milagro que el autor, obviamente, no pone en duda. Quienes ponemos eso en duda nos situamos fuera de la comunión eclesial del libro. De todas formas, tiene interés leer qué explicación da el Papa sobre el uso de las parábolas o los diferentes símbolos de Cristo en la obra joánica, el Evangelio y el Apocalipsis.

Además de sus consideraciones sobre la figura de Jesús, el libro contiene numerosos juicios sobre la época, la condición humana, la política y la historia que son muy interesantes porque a través de ellos entendemos mejor qué tiene en la cabeza el jefe de la Iglesia católica, cuál es su mentalidad, que es tremendamente reaccionaria. El mundo está dejado de la mano de Dios, reina el materialismo, la inseguridad, las drogas (pág. 202) y la corrupción (p. 239). De hecho, el resultado de ese mundo sin Dios es Chernóbil (p. 52), para qué vamos a engañarnos.

La condición humana, a tono con nuestra desgraciada época, no puede ser más infeliz, pues habiendo prescindido de Dios, el hombre incurre en el pecado de la soberbia, de no creer más que en sí mismo, pensándose igual a Él, creyendo que puede hacerlo todo (ps. 303/304) cuando, en realidad, vive bajo el capitalismo que es un sistema que, según el Papa, "degrada" a los seres humanos, convirtiéndolos en... ¡mercancías! (p. 128). (Estos alemanes acaban siempre razonando como Karl Marx). Así son presa fácil de los "ideólogos y los dictadores" que "poseen" a los hombres (p. 330).

La solución, no es difícil de adivinar, está en la Iglesia, que no solamente no "posee" a los hombres como el que tiene un jumento sino que, considerándolos en su muy respetable individualidad, los pastorea porque son sus corderos (Ibíd.). Esta garantía la da la Iglesia porque, al igual que le sucedía al Hijo del Hombre, también ella choca con el poder del Imperio, choca en realidad con cualquier tipo de poder político (p. 393). Un poco difícil de tragar a la vista de la historia de la Iglesia en la que ella ha sido poder político de primera magnitud o se ha aliado con el que lo fuera. Pero eso no importa. Está hablando un hombre que dice que otro hombre (al que él llama su Dios) murió hace muchos años pero resucitó tres días después.

Pues con el mismo grado de verosimilitud sostiene el Papa que la Iglesia dispone de libertad política y que no depende de los poderes del Estado (p. 65) o bien da por supuesto que la Iglesia de hoy incorpora el prístino sentido cristiano de la pobreza y de la justicia social (p. 105).

Interesante libro lleno de doctrina reaccionaria, propia del Pontífice que ha iniciado una restauración de la Iglesia tridentina. Habrá quien diga que eso es apartarse de la recta interpretación de los Evangelios, como hay quien sostiene que estos amparan incluso la "teología de la liberación". No es cuestión nuestra; que lo diriman los católicos. Lo que sí es cuestión nuestra es qué opina del mundo el Jefe de una religión que tiene mucho de secta y a la que pertenecen como unos mil cien millones de personas. Tampoco tantos, si se piensa bien viendo el gráfico de tabla de quesos que he sacado de Welcome to Adherents.com en donde se aprecia que los católicos son sólo una parte de los dos mil millones de cristianos aproximadamente que, a su vez, representan sólo una tercera parte de la Humanidad. El Islam, mucho más unitario, cuenta con mil quinientos millones de seguidores. Es la religión más numerosa. Los Dioses siguen su temible combate y el Ragnarok aún no ha acabado.

dimecres, 24 d’octubre del 2007

La blogosfera, sometida a la ley.

Parece que sale adelante la Ley de Medidas de Impulso a la Sociedad de la Información (LISI) con apoyo parlamentario unánime o casi unánime. Esta ley, en realidad, viene a ser una modificación, revisión, actualización, corrección y ampliación de otras anteriores, singularmente la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Correo Electrónico de once de julio de 2002. Esto de legislar sobre las nuevas tecnologías es complicado porque es muy difícil predecir qué consecuencias pueda tener una norma sobre todo cuando incide sobre una realidad práctica/tecnica que se desconoce. Y con la LISI no andamos mucho mejor. Por ejemplo, aunque parezca una tontería, lo primero que llama la atención del texto del anteproyecto es que se escriba internet con mayúscula, como si fuera el monte Everest, el museo de El Prado o el presidente Hugo Chávez. Internet es un sustantivo común, una realidad relacional como los flujos turísticos o el proceso respiratorio. A nadie se le ocurre escribir respiración con mayúscula.

Esta falta de familiaridad del legislador con el mundo sobre el que legisla le hace llegar a redacciones sorprendentes por ejemplo cuando en la exposición de motivos se prevé taxativamente que: "...se responsabiliza al proveedor del link o del motor de búsqueda de los contenidos de los que tiene conocimiento...". Ya la expresión "motor de búsqueda" es sorprendente en un texto jurídico; pero "link" es algo insólito. No estoy muy seguro de que el legislador sepa qué es un "link" o quizá soy yo quien no lo sabe.

En todo caso el proyecto trae un propósito benéfico que a mi juicio es irrealizable: garantizar cobertura universal en banda ancha antes del treinta y uno de diciembre de este año. Teniendo en cuenta las fechas en que estamos, lo que tarde la ley en entrar en vigor y lo que tarde en ser realmente eficaz, ese plazo es ilusorio.

Todo en la norma respira benevolencia y deseos de que España saque el máximo partido de la red. Quiere fomentar el comercio electrónico e incitar a los ciudadanos a valerse de internet para tratar con los poderes y las autoridades públicas. También es bueno que sea garantista y poco intervencionista. Los proveedores tienen que informar a los clientes de todos los medios que arbitran para combatir virus, troyanos, identificación como "spam", etc. Y sólo los jueces pueden decidir el cierre de una web. Entiendo por tanto que no la administración, lo que está muy bien.

(El mapa original de la imagen, que se encuentra en Data Mining es interactivo).

Por otro lado leo en en el nuevo El País (el de la tilde) que empieza a haber decisiones judiciales sobre los blogs. En concreto, sobre la responsabilidad por los comentarios cuando estos son anónimos o vienen suscritos por un "alias", llamado "nick" en la blogosfera que es bastante perezosa en materia lingüística. Los tribunales (el artículo cita una sentencia en una querella interpuesta por Ramoncín y dos inglesas) tienden a responsabilizar al bloguero por el contenido de los comentarios insultantes cuando son anónimos, salvo que los identifique, cosa harto difícil que sólo puede hacerse a través de la IP de cada ordenata y aun así no es de fiar. Basta con pensar en los que insultan desde los cibercafés. Y bloquear la IP de un cibercafé porque uno de sus clientes te insulta es poco recomendable.

Residenciar la responsabilidad en los blogueros no me parece justo y espero que posteriores y superiores decisiones judiciales establezcan un procedimiento más avisado. En definitiva, por lo demás, los blogueros aburridos de insultos y de trolls pueden recurrir a diversos sistemas para filtrar los comentarios o identificar a los comentaristas, incluso pidiendo una dirección válida de correo electrónico, aunque siempre pueden darte la de una anciana tía.

Esas gentes que se meten como anónimos en los blogs ajenos y dejan comentarios insultantes para el bloguero u otros comentaristas satisfacen su orwelliano minuto de odio diario en pantalla pues, para poder dejar el insulto, primero han de entrar en el blog que odian. Por qué entran en blogs que odian o desprecian es pregunta que sólo los especialistas en neurosis pueden contestar.

A propósito del susodicho periódico El País creo haber leído que van a darlo todo en abierto. A los suscriptores les queda la posibilidad de verlo en PDF. Como no veo gran ventaja en andar con los PDFs creo que voy a darme de baja en la suscripción. Me parece de perlas que la edición digital se financie con publicidad. Ya veremos si es soportable.

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dimarts, 23 d’octubre del 2007

El primo del primo.

Dice el avispado primo científico del señor Rajoy, que dado que sus colegas científicos no pueden prever el tiempo que hará mañana, ¿cómo van a prever lo que sucederá dentro de trescientos años? Es sorprendente. Al parecer nadie ha explicado al señor Rajoy ni a su primo el científico la diferencia entre "tiempo atmosférico" o "tiempo" a secas y "clima". ¿Y el señor Rajoy quiere gobernar España? Porque estas cosas son elementales.

Es patente que estamos en un proceso de cambio climático, cosa bastante clara dado que la tierra está siempre en proceso de cambio climático. La cuestión es el período que quiera aplicarse. El proceso es de calentamiento del planeta y las consecuencias, vaya Vd. a saber de momento. Lo que se discute es si ese proceso de calentamiento es debido a la acción del hombre (antropogénico lo llaman) o no y en qué medida.

El señor Rajoy cree que los temores del cambio climático son una pamema. Y todavía no ha llegado a revelar el fondo de su pensamiento, que es el de los medios de la derecha, esto es que el alarmismo sobre el calentamiento global es una campaña de la izquierda intervencionista, de los bolcheviques, deseosos de dinamitar las sociedades de libre mercado a las órdenes de Al Gore. Pero lo hará porque al señor Rajoy le pasa como al príncipe Hippolyte Kuragin en Guerra y paz quien, según Tolstoy, "sólo entendía el alcance de sus palabras tras haberlas pronunciado".

Esa actitud de restar importancia al cambio climático y de tomárselo a guasa, muy propia de la derecha, revela atolondramiento e irreflexión. Y, además, es bastante estúpida porque, aunque no quiera verse la necesidad de adoptar medidas para reducir la contribución de nuestro país al cambio climático, no hay más remedio -y así lo hacen todos, derechas, izquierdas y centros- que actuar en defensa del medio ambiente y de la calidad de vida de los ciudadanos, tratando de controlar el impacto de la actividad humana en la biosfera. Es tan absurdo como decir que porque se está en un calvero y sólo se ve media docena de árboles, no hay bosque.

(La imagen es un mapamundi con el cálculo de las muertes que se producirían en el año dos mil a causa del cambio climático del Centro para la Sostenibilidad y el Medio Global de la Universidad de Madison-Wisconsin).

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Chismorreos de la Corte.

Eso de la irritación real con la señora Aguirre, cuyo grado de impertinencia es bastante alto es lamentable. No porque se haya producido, sino porque haya trascendido y suscitado la controversia pública. Ahora resulta que un gesto de real disgusto pesa más que los asuntos de fondo que enfrentan a los dos grandes partidos. La política es cosa de salón palaciego y comentario a la bien puesta mesa de S.M.

En cuanto al asunto en sí parece lógico que el Rey se resienta de que esta temible "liberal" solicite algún tipo de deferencia real a favor de quien pide su abdicación y lo trata de inútil y negado para el cargo. A grito pelado y por la radio. Uno de los motivos de esta sañuda oposición es que, al parecer, el Rey se lleva mejor con el PSOE que con el PP. Teniendo en cuenta que, según señala el señor Aznar, a su vez el Gobierno del PSOE trabaja activamente para conseguir la destrucción de España, llegamos a la insólita conclusión de que la Corona favorece a los enemigos de la Patria. O sea, que la Corona es traidora.

Efectivamente, el sostén más claro y decidido de la Monarquía en España es el PSOE, cuyo republicanismo yace en el arcón en que se guardan las hopalandas del pasado, como la lucha de clases o la revolución social. Por el contrario, las derechas no son monárquicas; son franquistas; aceptaron la Monarquía porque fue la voluntad del Invicto. Pero ya se ve que los monarcas son todos unos izquierdistas, intervencionistas y masones.

Aguirre-Losantos, político-periodista, un binomio bien curioso. Los medios necesitan una causa que defender y una causa que atacar. Convertirse en la causa que defiende un medio es muy cómodo porque el ataque a los enemigos, el trabajo sucio, ya lo hace el medio y uno puede dárselas de estadista repartiendo mercedes. O moviendo influencias en la Corte, donde las cosas esstán muy confusas, mucho más de lo que alcanza a comprender la señora Aguirre. Confuso porque lo que se está viviendo es un enfrentamiento entre el trono y el altar. Los curas trasladan a la Jefatura del Estado la irritación que les produce la política del Gobierno. En el fondo, no le perdonan que ejerza su cargo como monarca, sin intervenir en los asuntos políticos.

La derecha sólo encuentra aceptables las instituciones cuando la favorecen. Está pasando con los tribunales, instrumentalizados al servicio del PP y hubieran querido que pasara con la Corona.

Curiosa monarquía, sostenida por republicanos.

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dilluns, 22 d’octubre del 2007

Polonia: un Ubu se va; queda el otro.

En las elecciones anticipadas de ayer, los polacos terminaron con el Gobierno minoritario del Partido del Derecho y la Justicia, de los hermanos gemelos Kazynski. La vencedora Plataforma Ciudadana, de Donald Tusk alcanza el 43,7% del voto, lo que, con el apoyo del Partido de los Campesinos, le garantizará una cómoda mayoría parlamentaria.

El gobierno anterior de Jaroslav Kazynski era de coalición con el partido de Autodefensa y la Liga de Familias Polacas, una amalgama muy reaccionaria en política interior y muy errática en política exterior que deja detrás dos años de legislatura de sobresaltos con propuestas sobre depuración política de los funcionarios según su pasado comunista o restricción de derechos de los homosexuales, todo lo cual ha levantado preocupación en la Unión Europea sobre los derechos humanos en Polonia. La victoria del liberal Tusk viene con una alta participación electoral (alta para lo habitual en Polonia) de más del 55,% quince puntos por encima de la de las últimas elecciones de 2005, cuando ganaron los Kazynski.

La Plataforma Ciudadana apenas se diferencia del Partido de los Kazynski, es conservadora y muy nacionalista. Es de desear, aunque quizá no de esperar, que su actitud en la UE sea menos de boicot, una actitud que acompasa muy mal con el hecho de que Polonia sea el país que más se beneficia al día de hoy de las subvenciones con cargo a los fondos europeos. También parece que Tusk pretende traer a casa al contingente polaco en la aventura iraquí y dstanciarse de los EEUU, al menos en la cuestión del famoso "escudo antimisiles", que es un plan de ataque a Rusia al estilo de los de la pasada "Guerra fría". Todo ello haría del Gobierno polaco algo más en línea con los demás Estados de la Unión.

Pero queda el segundo Kazynski, encaramado en la Presidencia de la República y con cuerda para bloquear la acción de Gobierno. Al fin y al cabo, su partido ha obtenido más de un treinta por ciento del voto, más del doble del resultado de Izquierda y Democracia, del expresidente Kwasnieski, que algunos quieren que sea el primer Presidente de la nueva Unión Europea. El Kazynski que queda conserva amplias facultades, incluido el veto de la legislación que lo incomode. Acerca de si Lech, el Presidente, cumplirá la amenazada lanzada por Jaroslav, el ya exprimer ministro, de dificultar el Gobierno desde la Presidencia de la República sólo cabe hacer conjeturas. Puede que aquel crea que hay que mantener los principios de forma numantina. O puede pensar que se arriesga a perder él también las elecciones presidenciales dentro de dos años y medio pudiendo tener un segundo mandato.

Quizá con un solo Ubu al mando resulte Polonia menos extravagante pero nunca se sabe, dado que el catolicismo es una fuerza política real e impredecible en el país.

Suiza: los semifachas al poder.

Otras elecciones con relativa sorpresa el domingo: el partido más votado en las elecciones a la Cámara Nacional, la cámara baja suiza, ha sido el Partido Popular Suizo, también llamado Unión Democrática de Centro (UDC) para disimular, uno de derecha radical, populista, que propugna mano dura con la inmigración y, aunque asegura no ser racista, ha hecho campaña con carteles como el que se ve a la izquierda, titulado "garantizar la seguridad", cuyo aroma racista es evidente.

También ha aumentado en proporción de voto el partido verde, pero no hasta llegar al 10%. Los grandes perdedores son el Partido Socialista (el que más retrocede pues pierde nueve escaños en el Consejo Nacional) y los radicales (que pierden cinco escaños), mientras que los democristianos ganan tres. El conjunto de partidos "prosistema", por tanto, pierde once escaños.

No obstante, los resultados electorales son poco significativos si se compone el gobierno (Consejo Federal) como es habitual, esto es, como una convención en la que los siete puestos se reparten entre los cinco partidos: dos para la UCD, dos para el Partido Socialista, dos para los radicales y uno para los cristianodemócratas. La cuestión hoy es saber si el señor Christoph Blocher, dirigente del Partido Popular suizo respetará la tradición o no. Los ganadores han hecho ya saber que sí se respetará la llamada "fórmula mágica", que permite un gobierno consensuado en la República Helvética, pero el señor Blocher ha comenzado a plantear exigencias que hacen pensar que acabará tratando de imponer una novedad, esto es, un gobierno de coalición con unos partidos, dejando a los otros en la oposición como es lo habitual en los sistemas parlamentarios. En este caso, la polarización del sistema suizo sería un hecho. Así como el avance del populismo radical de derechas.