dimecres, 27 de desembre del 2006

Una en broma.

Mi amigo José Manuel Roca, el autor de La derecha furiosa, libro de gran actualidad e interés sobre este curioso fenómeno de la furia de la derecha española, me ha enviado esta original felicitación que no me resisto a compartir con lxs lectorxs. Gracias, José Manuel. Por cierto que, al paso que van las cosas, tendrás que escribir otro que se llame La derecha frenética. Para mí, la furia tiene algo noble y divino. Orlando estaba furioso a causa de la infiel Angélica, pero, según le hace hablar Cervantes, tenía la lucidez suficiente para reconocer la superioridad de don Quijote en ese común azar de perder la cabeza:

"No puedo ser tu igual, que este decoro/se debe a tus proezas y a tu fama,/puesto que, como yo, perdiste el seso..."
Pero esta derecha no reconoce nada. Ha llegado ya al frenesí. Muy divertida la imagen y ¡cuán cargada de razón la leyenda!

Otra en serio.

Parece que los cipayos iraquíes, obedeciendo órdenes de los amos estadounidenses, después de un proceso de risa, van a ejecutar al asesino Sadam Hussein en menos de treinta días. Los "neocons" yanquies carecen de todo sentido de la mesura y hasta del decoro. Obligaron a los jueces-marionetas a condenar a Sadam antes de las elecciones parlamentarias en los EEUU, a ver si paraban la avalancha de votos demócratas y ahora quieren ahorcarlo a toda prisa, para que Mr. Bush, comparezca en enero en la tele, a contar sus nuevos planes sobre el Irak con la cabeza de Sadam debajo del brazo. Por más que se disfrace de togas judiciales, todo este repugnante episodio recuerda las crueldades que, según Lactancio, infligió Sapor, Rey de Persia, al emperador Valerio, derrotado y preso en la batalla, y al que usaba de apoyapié para subir al caballo, forzándole por último a tragar oro fundido, antes de desollarlo y rellenar su pellejo de paja.

El caso es que me acordé de aquel tiempo de gloria de Sadam cuando, a poco de la primera crisis del petróleo, llegó a España en plan dadivoso y giró visita al anciano dictador Franco en diciembre de 1974. En la foto, los dos criminales, el viejo carcamal, a pique ya de morir en la cama (a su lado, el presidente del Gobierno, señor Arias Navarro, conocido como "carnicerito de Málaga") y el joven y exultante tirano iraquí, muy ajeno a la humillante muerte que el destino le tenía reservada. Sic transit....

Una a la derecha.

El amigo David Irving, el neonazi inglés que acaba de salir de la cárcel en Austria, en donde ha cumplido una condena de varios meses por negar el Holocausto, ha armado otro follón en Londres, en donde ha vuelto a sus manifestaciones racistas y antijudías en una conferencia de prensa, y a insultar a grito pelado a los negros. Una vez más hay que advertir del paulatino ascenso (¿alguien se acuerda de "El parable ascenso de Arturo Ui"?) de la extrema derecha y los neonazis en Europa. Tenemos la obligación de denunciar a estos criminales, antes de que la locura vuelva a prender en el continente. Hay que denunciar su permanente incitación al odio contra los judíos (por muy fascistas que, a su vez, nos parezcan los comportamientos de los israelíes en Palestina), su racismo y su revisionismo del pasado, ya verse éste sobre el holocausto, ya sobre la IIª República y la guerra civil española. Porque, el hecho de que esta extrema derecha en España se llame liberal no quiere decir gran cosa. Como tampoco que asimismo se llamaran liberales los seguidores del neonazi Jörg Haider en Austria.

Y otra a la izquierda.

El antiglobalizador, alternativo campesino José Bové cree que la ultima división de la hasta hace poco prometedora "Unión antiliberal" francesa es una muestra más de que el "desmigajamiento" es el problema de la izquierda de la izquierda francesa. Ha sido incapaz de consensuar una candidatura única en las próximas presidenciales francesas: los comunistas han propuesto a su candidata, los de la Liga Comunista Revolucionaria al suyo, y el bueno de Bové se ha retirado, lanzando fuertes y justas críticas a sus aliados. Un saludo a Bové, hombre íntegro, que demuestra así que no pierde el trasero por la nominación ni el cargo, como los otros "unitarixs".

Esta división de los grupos izquierdistas (todos ellos muy puros, naturalmente, verdaderos portadores de la grímpola revolucionaria) fragmentará aun más el voto de la izquierda radical y la hará más inane e irrelevante, si cabe. Por supuesto, de prestar esos votos a los asquerosos socialdemócratas, los del "mal menor", etc, etc, ni hablar. Como, según ellos, no hay diferencias entre Sarkozy y Ségolène Royal, pues nada, si por la izquierda radical es (incapaz, ya se ve, de poner en pie una alternativa electoral medianamente viable) que gobierne Sarkozy, al estilo de la fábula del perro del hortelano. ¿De qué me sonará a mí esto? Menos mal que, por fortuna para todxs, incluidxs estxs mismxs "ultraizquierdistas", es bastante probable (crúcense los dedos porque la campaña anti-Ségolène está siendo muy cruda) que Mme. Royal gane las elecciones, incluso sin los votos de esta "auténtica izquierda", esto es, la de quedarse en casa sin hacer nada porque, al fin y al cabo ¿verdad? todxs son iguales, el capitalismo siempre vence y blablabla.

dimarts, 26 de desembre del 2006

La serpiente de invierno.

El día de Navidad suele ser estéril a efectos informativos. Y siempre que hay penuria de noticias, aparece la serpiente del lago Ness, especialmente en verano. Ahora es más difícil porque el tiempo no acompaña; no obstante, si se navega por la red, se observará que ayer el mundo, habitualmente noticiable parecía haberse parado, como si de la canícula se tratara y el campo informativo aparecía plagado de noticias extrañas, sorprendentes, como aquellos fenómenos que los coleccionistas conservaban antaño en sus gabinetes de cosas cuasi milagrosas que, según dicen los expertos, fueron el origen de los actuales museos. Traigo dos. En la primera se dice que el Papa, en su misa de Navidad dedicó un recordatorio especial a la infancia, a los niños que padecen hambre y miseria en el mundo, a los que son objeto de tráfico ilícito y, sobre todo, a los niños soldados, como el de la foto. Grande alma la del Papa. Si, en efecto, los niños son víctimas especialmente indefensas en este mundo de violencia y crueldad. Pero ¿es la Iglesia católica la más adecuada para salir en defensa de unos niños a quienes los adultos han despojado de la inocencia y de la infancia o es otra prodigiosa metedura de pata de este Papa y ya van tres o cuatro? Porque una iglesia cuyos sacerdotes tienen pendientes decenas de causas penales sólo en los EEUU, y cientos de millones de dólares de daños y perjuicios por pederastia, carece de autoridad moral para referirse a la cuestión. Ya su putativo fundador insistió una y otra vez en el aciago destino de quien escandalizare a uno de aquellos "pequeñuelos" (Mat. 18, 6; Mar. 9, 4; Luc 17,2), con lo que no habría ruedas de molino suficientes para atarlas a los pescuezos de tanto presunto (siempre presunto, ¿eh?).

En la segunda, el servicio central de inteligencia francés, DGSE, avisado, al parecer por el equivalente de los EEUU, ha alertado sobre un posible complot terrorista para hundir el famoso chunnel, que une Gran Bretaña al continente por debajo del Canal de la Mancha. Algo muy apropiado para sembrar la inquietud, si no el pánico entre las buenas gentes y predisponerlas a aceptar mayores recortes de sus libertades civiles y derechos fundamentales. La base para tan ominoso aviso es un aumento de actividad en los "chats" musulmanes, especialmente en los paquistaníes en los últimos tiempos. Vamos que, al igual que otros avisos tremendistas en diversas ocasiones en Alemania (supuesto complot para volar un tren) o en el Reino Unido (supuesto complot para reventar no sé cuántos aviones en vuelo valiéndose de unos u otros líquidos), parece ser pura especulación policial que luego no deriva en responsabilidades penales de forma que los presuntos autores ven pasar días y semanas en las cárceles sin que se formule contra ellxs acusaciones concretas, cosa que tampoco parece importar mucho a la opinión pública que, a base de dejarse contagiar por la histeria antiterrorista desatada por nuestros Estados a raíz del 11/sept., no parece especialmente sensible a las violaciones de derechos y garantías procesales de la población de color aunque sea ·del país".

Serpientes de invierno, que raramente son inocentes.

Dulce Navidad.

El día de Navidad, siguiendo inveterada costumbre, invito a almorzar a mi familia. Unos años vienen unxs, otros, otrxs. Y siempre nos lo pasamos muy bien, aunque echemos de menos a nuestros mayores, que ya se han ido. Este año vinieron mis dos primas, mi primo Enrique, mi sobrina Alicia (la rubia de la izquierda), mi hijo Paulino (al fondo) y mi hijo Ramón, en primer plano, si bien propiamente hablando, este último no vino porque, siendo casi un bebé, todavía no se ha ido de casa y espero que, para cuando pueda hacerlo, lo de la vivienda está ya resuelto, que manda narices. Falta Celia, mi pareja, que es la que está haciendo la foto. Y, por casualidad, sólo ésta nos recogía a todos, razón por la que hube de sacrificar mi natural coquetería y reproducirla, a pesar de que no salgo nada favorecido y estoy como gordo y amichelinado, cosa que odio. Espero que ningunx se me mosquee por no salir perfectx. No he tenido donde elegir ya que, aunque hicimos muchas otras fotos (genial lo de las cámaras digitales que se descargan en el ordenata, en la televisión y, dentro de poco, lo harán hasta en los mecheros), ninguna nos recogía a todxs, Celia manquant. Faltaban, entre otrxs, mis dos hijxs, mi yerno y mi nieta, que están en los EEUU, aunque hablamos con ellxs por teléfono (Hi, y'all). El lugar, salón de mi casa en el pueblo, como en las obras de Chejov, debidamente decorado para la festividad, aunque no se pueda ver la enorme profusión de adornos navideños que había en la planta de abajo y que puso anteayer un grupo de niños del pueblo que vino a felicitarnos las fiestas.

Qué curioso esto del catolicismo "cultural". Nuestra sociedad es laica, en mi familia casi todos (pero no todos) somos no creyentes y, en general, salvo algunas excepciones, más bien de la izquierda y, sin embargo, celebramos las fiestas como, por otro lado, todo el mundo, según el calendario de fiestas de la Iglesia. Es el llamado "catolicismo cultural", que es tan característico de nuestro país y otros de Europa, esto es, sociedades esencialmente no confesionales que se organizan según el calendario de festividades cristianas y agradecidos porque, de no ser por esta secular institución, que no me cae especialmente simpática, a ver cómo íbamos a salpimentar el calendario con algunos, siempre pocos, días en rojo. Las fiestas, muy abundantes en la Edad Media, según mis noticias, se redujeron drásticamente con el auge del capitalismo en el siglo XIX, de forma que, mira por donde, hay un motivo para estar agradecidxs a la Iglesia, cuyo celo con el santoral, nos permite fumarnos algunas jornadas laborales.

Las fechas son esencialmente familiares, a diferencia de otras, más sociales o más personales. Y eso es lo que hace que mucha gente que escribe sobre ellas, sobre el espíritu navideño y esas cosas, hable pestes. Echan la culpa al llamado consumismo propio de la época pero, en el fondo, me malicio, lo que les irrita son las reuniones familiares. Mi madre, que era una radical, decía que las familias son "gusaneras", lo cual tiene gracia para soltárselo a alguno de esos ensotanados que van predicando las excelencias de una institución que sólo conocen en su sentido místico. Por lo demás, gusanera o no gusanera, ella quería mucho a la suya. En mi caso, la verdad es que me lo paso muy bien.

Gracias, queridxs, y a los demás lectorxs, felicidades.

Izquierdeando.

Para ser un libro que, al haberse editado en Bogotá, no llegará a España hasta el próximo mes de enero (si el dios Hermes, de pies aun más alígeros que los de Aquiles lo tiene a bien) ya ha armado bastante revuelo y viene precedido por la controversia. Cuenta con una divertida y furibunda crítica en El Catoblepas en la que un discípulo de Gustavo Bueno me pone a bajar de un burro por no entender ni seguir las enseñanzas del maestro; según mis noticias hay dos críticas más en el retortero, éstas más favorables (y, en consecuencia, me temo, menos regocijantes), ha habido una presentación de la obra hace un par de semanas y ahora, los de El plural sacan una entrevista que me hicieron el otro día con el mismo motivo, después de publicar una generosa crónica del acto. No puedo quejarme. Estoy seguro de que, cuando llegue a España, el libro agotará la edición, aunque supongo que el precio será alto porque esto de cruzar el charco cuesta una pasta. Sólo tengo un agravio con los de El Plural y del que debo dejar constancia aquí: por dos veces hice constar a la periodista Virginia Vadillo que el impulso para recordar (y actuar en consecuencia) el decreto del Gobierno de la República por el que se expulsa a Franco (en general, a todos los funcionarios que secundaran su golpe de Estado) del servicio público procede de mi colega y amigo Manuel F. Trillo, cuyos brillantes artículos encontrará el curioso lector en el InSurGente. No lo han reflejado, sin culpa de nadie, probablemente por esa atropellada velocidad que caracteriza a los medios digitales, y me veo obligado a subsanar esa laguna aquí. Es de justicia reconocer a Trillo la perspicacia y la valentía de haber planteado ese asunto.

Por lo demás, espero un aluvión de improperios de la caterva de franquistas, insultadores y malhablados que son la plaga de ese, por lo demás, magnífico medio progresista que es El Plural así que no los leeré. Mi planteamiento y preocupación es de carácter teórico: qué sea la izquierda, qué origen tiene el concepto, qué evolución a lo largo del siglo XX y qué perspectivas para el XXI. En todo ello trato de aportar algo y, sobre todo, en lo referente a la época contemporánea. Pero de todo eso se habla en el libro y en la entrevista. No me resisto, por último, a hacer un comentario sobre la ilustración: un grabado de aquella fabulosa artista revolucionaria que fue Kate Kollwitz, llamado Aufruhr (Insurrección), de 1899, una mujer a caballo de dos siglos (XIX y XX) que plasmó en su obra el espíritu de lucha, rebelión, progreso, la fuerza casi telúrica que impulsa a la humanidad, visible en esas confusas formas que se alzan al cielo en el grabado, y que la izquierda pretende representar y alentar. Aunque no siempre lo consiga. Porque no siempre la izquierda acierta. Muchas veces desbarra, desatina o, como decía Cervantes, "izquierdea".

dilluns, 25 de desembre del 2006

Mi mensaje de Navidad a S.M. el Rey.

(Publicado en el InSurGente)

Señor: vivimos tiempos interactivos en los que ya no es posible hablar sin que le respondan a uno. Esta es mi respuesta a su interesante mensaje de ayer al pueblo español, como parte de ese pueblo que soy, y que espero escuche Vd. con la atención y el respeto con que yo escuché anoche el suyo. Pues, parafraseando a Mark Twain cuando hablaba del Papa, yo no soy más que el Rey; pero tampoco menos.

Pronunció Vd. ayer un discurso equilibrado, como corresponde a un Jefe de Estado en una monarquía parlamentaria, en la que el Rey reina, pero no gobierna. Se mantuvo Vd. en esa línea de equilibrio a que obliga la convención de hablar de acuerdo en líneas generales con el Gobierno, pero sin hacer especial hincapié en ello para que la oposición no se sulfure; que sabe Vd. que esta oposición es sulfúrica. Y también sin demasiadas complacencias para esta última -cuyo nacionalcatolicismo quizá sea de su agrado- para que el Gobierno no lo llame a Vd. a capítulo, que entre los sociatas gobernantes quedan algunos republicanos. Y lo hizo Vd. bastante bien. Tocó los temas importantes con ánimo moderado y conciliador y trató de no olvidar a nadie. Pero, como la perfección no es humana, tuvo Vd. algunas deficiencias y, malgré tout, algún olvido. Me permito señalárselos.

Habló Vd. de respeto mutuo, diálogo y sosiego en la vida política. No hubiera estado mal que recordara que no todos son iguales y que quienes más han de sosegarse son los políticos de la derecha y sus periodistas, los eclesiásticos y los laicos que, en su proverbial energumenismo, a veces tiran hasta contra el trono, cosa que debiera preocuparlo.

Habló Vd. asimismo de la Constitución, que Vd. sancionó en su día y del respeto a las reglas del juego en ella establecidas, pero no mencionó que ya había Vd. jurado otra "Constitución" con otras reglas de juego, establecidas por un asesino que lo nombró a Vd. "sucesor a título de Rey", pero que, muy sensatamente, Vd. decidió no respetar. ¿No se le ocurre que alguien hoy, con la misma honradez, crea que no está bien respetar estas reglas de juego de esta Constitución, sobre todo si se pide la reforma del texto para que dé acogida a un derecho inalienable de los pueblos como es el de autodeterminación?

Está Vd. en contra del terrorismo, lo que es muy loable, porque se trata de una plaga de la Humanidad contempóranea, pero yo, en su lugar, hubiera hablado de todo tipo de terrorismo, empezando por los Estados terroristas, como los EEUU, que usan la lucha contra el terrorismo para ejercer el suyo. Más que nada, para diferenciarnos de ellos. Igualmente tuvo Vd. un sentido recuerdo para las víctimas, en lo que todos los ciudadanos de bien lo acompañamos. Pero echamos de menos una firme condena de esos canallas que se valen de las víctimas para sus fines políticos.

Hizo Vd. un buen repaso de los logros de nuestro país en distintos campos, el crecimiento, la protección social, la cobertura sanitaria, la lucha contra la pobreza, todo lo cual es mérito de este Gobierno; pero no mencionó Vd. sus deméritos, a pesar de hablar de la vivienda (que es un drama, sobre todo para la juventud, que el Ejecutivo no ha remediado) o de la ecología y el medio ambiente, sin referirse a una especulación y corrupción salvajes tanto bajo el gobierno del PP como del PSOE y por los cuales ya hemos sido criticados hasta por su amigo Putin.

Resumo: se refirió Vd., como es preceptivo, dado su cargo, a la unidad de los españoles "que nos da la fuerza" y a nuestra feliz diversidad, pero omitió Vd. toda referencia a los ciudadanos del Estado español que no se sienten españoles y de los que, sin embargo, es Vd. tan Rey como de los otros, al menos de momento. Y una vez más faltaron a Vd. o a sus asesores, los reflejos necesarios para hacer visible ese respeto a la diversidad haciendo que, ya que habla Vd. a todos los ciudadanos de España en español, su discurso se subtitule en las otras lenguas constitucionales. A ver si, cuando menos, consigue Vd. borrar el penoso efecto que tuvo su lamentable gesto hace dos años y medio en Gasteiz y que habla un lenguaje muy distinto al conciliador y pluralista que utiliza Vd. en su discurso anual. Este discurso que pronuncia Vd. junto a un belén para ilustrar sobre sus creencias religiosas (que debieran ser asunto privado suyo), como cuando acude Vd. anualmente a la ofrenda al patrón de España, Santiago Matamoros, escenificando así una alianza entre el trono y el altar que muchos ciudadanos no creyentes, como quien esto suscribe, pero también creyentes, vemos con malos ojos ya que ¿qué función moderadora eficaz desarrollará Vd. aliando su cargo con una religión caracterizada por haber sido y seguir siendo una permanente incitación al odio y a la intolerancia hacia quienes son distintxs? Y ya no le digo nada de cómo deja Vd. a la "Alianza de las civilizaciones" que el actual Gobierno preconiza por ahí como una especie de contrajihad occidental.

Por último, hace años tuvo Vd. la amabilidad de recibir a la Junta directiva de la hoy extinta Asociación Española de Ciencia Política y Derecho Constitucional, de la que yo era vicepresidente. El presidente, don Manuel Jiménez de Parga, fervoroso monárquico, quiso iniciar su mandato con ese gesto simbólico. En aquella visita nos preguntó Vd., como especialistas en la materia, qué opinión nos merecían los poderes que la Constitución le otorga. Y, como suele pasar en estos casos, nuestras opiniones fueron divergentes cuando no contradictorias. Como republicano que era entonces (y sigo siendo), me abstuve de dar mi parecer por no organizar allí un cacao; mi parecer, según el cual es indiferente qué poderes le otorgue la Constitución porque el problema, Señor, es que, aunque habla Vd. continuamente de la unión de la monarquía y la democracia, su monarquía de Vd. tiene, por decirlo con suavidad, un importante déficit de legitimidad democrática.

Cuando ascendió Vd. al trono, sólo contaba con la llamada "legitimidad del 18 de julio", basada en la sublevación militar de 1936. Posteriormente, en 1977 obtuvo Vd. la legitimidad dinástica, cuando su padre renunció a sus derechos en Vd. en un asunto de familia que prefiero no juzgar. Pero la legitimidad democrática, la única que cuenta hoy día, la única respetable, esa, Señor, no la tiene Vd. El argumento de que el pueblo español ya votó a favor de la monarquía cuando lo hizo en el referéndum de la Ley para la Reforma Política (1977) y en el de la Constitución (1978) es falaz porque no fue la Monarquía lo que se puso expresamente a votación sino, en ambos casos, la democracia, siendo la Monarquía un peaje que los demócratas teníamos que pagar (ya ve Vd. si a veces se pagan precios políticos por el fin de la violencia) si queríamos vivir como personas dignas, esto es, en democracia. Pero Vd. sabe que la oposición democrática, los republicanos y otros pedíamos entonces y muchos seguimos pidiéndolo, un referéndum específico sobre la Monarquía.

La grandeza histórica de la gente se observa en estas ocasiones. Sólo hay un modo de comprobar la veracidad de sus asertos acerca de la fundamentación democrática de la Corona: someterla a referéndum. Si no quiere Vd. hacerlo en su reinado pues, al fin y al cabo, sabiendo que es Vd. partidario del fair play, no sería tampoco convincente pues hay muchos españoles que, como suelen decir, sin ser monárquicos, son "juancarlistas", recomiéndeselo Vd. a su heredero, el Príncipe de Asturias. Conozco a sus hijxs Felipe y Cristina (a la que di clase brevemente), me parecen unas personas modernas y supongo que no se escandalizarían de una recomendación de este tipo. No hay que arredrarse a la hora de consultar al pueblo al que se dice servir. No tengo duda de que si, hoy por hoy, se sometiera a referendum, la Monarquía británica, saldría triunfante y a mí, como republicano, el asunto me parecerá lamentable pero perfectamente respetable. Igual que la monarquía italiana (figúrese, hasta aquel sinvergüenza de Vittorio Emnmanuelle) sólo perdió por un escaso margen. Es, sin duda, un riesgo; pero el único que puede otorgar a Vd. la legitimidad democrática plena. Todo antes que seguir siendo el Rey de los españoles porque lo puso a Vd. ahí el último militar felón y criminal que dio un golpe de Estado.

diumenge, 24 de desembre del 2006

Más que vivienda, morienda.

Tiene gracia (maldita la) el cartel de la manifa de ayer por una vivienda digna en toda España y que saco de 20 Minutos. En Madrid, la policía cargó varias veces contra lxs manifestantes que eran unxs 200, pero dispuestxs a hacer sentadas en donde más estorbaran. Manda güebs que la policía intervenga cuando lxs ciudadanxs reclaman sus derechos y manda más güebs que sea preciso ir de manifa para ver si se pone remedio a una situación que es un verdadero atentado a la Constitución vigente, cuyo artículo 47 reza:

"Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos."
A la vista de la situación que todo el mundo conoce, ese artículo suena literalmente a pitorreo, a tomadura de pelo. Ya sé que, aunque el texto habla de "derecho", al figurar el precepto en el capítulo 3º del título I y no en el 2º, carece de la genuina condición de un "derecho", pues no es directamente alegable ante los tribunales. Es uno de esos casos de deliberada ambigüedad jurídica o de mistificación: tienes un derecho, pero no tienes un derecho. ¿Y qué me dicen de su última oración, que la comunidad -o sea, todos nosotros- participará en las plusvalías...Pero ¿de qué hablan? Las plusvalías se las meten en el bolsillo los especuladores y la comunidad participa en ellas pagándolas.

La cuestión de la vivienda en España es una vergüenza: la gente endeudada hasta las cejas y los jóvenes sin poder casarse que, bien claro lo dice, consiste en casar, o sea, en tener casa. La competencia en vivienda se transfirió en su día a las Comunidades Autónomas que han estado haciendo lo que han querido con una ley del suelo de 1998, una ley del PP, que es fuente de especulación sin límite al otorgar a los ayuntamientos competencia para la recalificación de terrenos. Claro que el PSOE tampoco ha hecho nada por remediar en serio esta cuestión. Y por ahí va a enajenarse parte importante del voto juvenil. Con razón, porque no haber siquiera empezado a pensar una política que frene y erradique la especulación al cabo de dos años y medio es imperdonable.

Me parece perfecto y apoyo que, gracias a los sociatas, los gays puedan casarse; ahora sólo les falta tener casa.

Gerifaltes de hogaño.

Llevamos un par de días ocupados con ese problema que, según la derecha, no existe, con ese conflicto que no se da, que no se ha dado nunca en el País Vasco. Ese conflicto inventado por algunos, pero que ha condicionado prácticamente la política española desde la transición. Si alguien tuviera la paciencia de contar la cantidad de cabeceras y titulares de primera que ha suscitado el no-conflicto vasco desde el 20 de noviembre de 1975, y también antes, por supuesto, nos llevaríamos una sorpresa.(Traigo el retrato que hizo Ignacio Zuloaga de Franco en los años cuarenta sólo para fastidiar y mostrar que José María de Areilza y Esteban Bilbao no fueron los únicos vascos franquistas. Porque vaya que el retrato es halagador y ensalza una imagen ideal de este asesino, mitad falangista y mitad soldado -general, claro-, envuelto en la rojigualda, gallardamente plantado sobre el pétreo solar patrio).

La reunión del presidente del Gobierno y el señor Rajoy el viernes fue objeto de todo tipo de comentarios el sábado, tras haber sido objeto de todo tipo de admoniciones el viernes mismo, antes de producirse. El personal de los medios dijo a ambos lo que tenían que hablar y luego, valoró el resultado. Cada cual estuvo muy en su papel: los dos políticos fueron muy prudentes y parcos en sus manifestaciones y lo mismo hizo Batasuna quien, por boca del señor Joseba Álvarez, volvió a afirmar que su organización estará presente en las próximas elecciones municipales. Y, siguiendo el ejemplo monclovita, no dijo cómo. Pero tengo pocas dudas de que será legalizándose. Aún piden la derogación de la ley de partidos, pero como el que hace rogativas para que llueva, y con la misma esperanza.

Aquí lxs únicxs que hablan claro son lxs de la la kale borroca. Claro y calentito. Pero lo que dicen ya no interesa a nadie. Podían dejar de quemar cajeros automáticos y autobuses que, al fin y al cabo, tendrán que pagar sus padres; que ya hace falta ser tontxs.

También lo hacen las derechas, que dicen unas cosas tan sorprendentes que invitan a preguntarse por el estado mental de lxs autorxs. Por ejemplo, el señor Anson, en su columna de El Mundo, sostiene que el objetivo del señor Rodríguez Zapatero es:

"...que ETA escale el poder y, desde él, proclame en poco tiempo la independencia del País Vasco, para comenzar después el acoso sobre Navarra por los mismos procedimientos que le han proporcionado el éxito en las Vascongadas."
Sí, sí, han leído bien, el "objetivo" de Zapatero. Zapatero aspira a la independencia del País Vasco de la mano de ETA. ¿Pruebas? El olfato de un columnista que ha de cautivar a sus lectorxs con un "más difícil todavía". Aunque yo tengo otro mejor: sé de muy buena tinta que el verdadero objetivo de Zapatero es la independencia del viejo reino de León.

Tan extraordinario como el razonamiento del señor Anson, pero además barriendo para casa a toda costa, es el siguiente agudo análisis del señor Ignacio Cosidó, Senador del Reino por el PP en Libertad digital, en un artículo llamado El Tercer Actor.:

"Hay quien puede creer que el Partido Popular no tiene relevancia alguna en la negociación que el Gobierno ha emprendido con la banda terrorista ETA. Los únicos actores relevantes serían así los interlocutores directos en la mesa de negociación: ETA y el Gobierno. Se equivocan de forma radical. Sin la oposición firme y activa del PP a realizar concesiones políticas a los terroristas hace ya tiempo que Rodríguez Zapatero habría llegado a un acuerdo que diera satisfacción a las demandas de los asesinos. Ha sido el sentido de la responsabilidad del Partido Popular, anteponiendo sus principios a su conveniencia electoral y la defensa del bien común a sus intereses partidistas, lo que ha permitido hasta ahora evitar una claudicación de nuestra democracia frente a sus enemigos." (Cursivas y colorín, míos).
Es decir, coincide con el señor Anson en que la finalidad del vendepatrias de Rodríguez Zapatero es entregarse a ETA, pero añade (barriendo para casa) que no lo ha conseguido gracias al PP y a su sacrificio, sacrificio que consiste en anteponer "sus principios a su conveniencia electoral". Uno tiene la impresión de que es exactamente al revés. Pero hay más, con su forma de razonar está claro que el señor Cosidó quiere hacer creer a los españoles que entregarse a ETA es ganar votos y oponerse a ella en todo, incluida la negociación, es perderlos. ¿A que es sorprendente?