El amigo David Irving, el neonazi inglés que acaba de salir de la cárcel en Austria, en donde ha cumplido una condena de varios meses por negar el Holocausto, ha armado otro follón en Londres, en donde ha vuelto a sus manifestaciones racistas y antijudías en una conferencia de prensa, y a insultar a grito pelado a los negros. Una vez más hay que advertir del paulatino ascenso (¿alguien se acuerda de "El parable ascenso de Arturo Ui"?) de la extrema derecha y los neonazis en Europa. Tenemos la obligación de denunciar a estos criminales, antes de que la locura vuelva a prender en el continente. Hay que denunciar su permanente incitación al odio contra los judíos (por muy fascistas que, a su vez, nos parezcan los comportamientos de los israelíes en Palestina), su racismo y su revisionismo del pasado, ya verse éste sobre el holocausto, ya sobre la IIª República y la guerra civil española. Porque, el hecho de que esta extrema derecha en España se llame liberal no quiere decir gran cosa. Como tampoco que asimismo se llamaran liberales los seguidores del neonazi Jörg Haider en Austria.