dimarts, 17 de març del 2009

Fanatismo v. hipocresía.

¡Por fin una escenificación de Shakespeare en la que el director, los adaptadores, los actores, nadie pretende hacer eso que los ingleses llaman outshakespeare Shakespeare y que podríamos traducir a la pata la llana como "pasarse de listos" o pretender ir más allá de Shakespeare pero siempre, claro, tomando pie en sus obras y destrozándolas.

El teatro de La Abadía tiene en escena Medida por medida hasta el 26 de abril. Se trata de una adaptación con escenografía moderna pero no pretenciosa, muy ágil y muy al pie de la letra, sin interpolaciones de ningún tipo. Como en La Abadía el escenario está a ras de butacas tiene uno una visión completa y muy cercana de la obra, que está muy bien dirigida y con mucho ingenio, a pesar de las insuficiencias de la pequeñez del lugar y el escaso número de miembros de la compañía. Los actores me parecieron desiguales. A Julio Cortázar le sobra desenvoltura como Lucio, el amigo de Claudio y a Irene Visedo, como Isabel, le falta algo de fuerza de convicción. Como veo el personaje, Isabel es una fanática capaz de dejar morir a su hermano injustamente antes que ceder a los propósitos libidinosos del delegado del gobernante y eso hay que hacerlo visible mientras que Visedo resulta hasta razonable.

La historia de Medida por Medida es una fábula de fanatismo e hipocresía. El duque de Viena emprende un misterioso viaje (en realidad no hay tal, sino que se queda en la ciudad disfrazado de monje para ver cómo van las cosas en su ausencia) y deja en su lugar a Angelo bajo la asesoría de un sabio varón, Escalo. Ángelo, prototipo de gobernante cruel, condena a muerte a Claudio por haber mantenido relaciones sexuales con su novia antes del matrimonio en aplicación de una ley que había caído en desuso. Isabel, una novicia hermana de Claudio, intercede por su vida y Angelo le dice que se la perdonará si ella accede a acostarse con él, a lo que ella se niega, prefiriendo que Claudio muera. Es la escena que retrata el célebre cuadro del prerrafaelista William Holman Hunt a la derecha. Enterado de todo el monje (que es el duque), urde una estratagema: Isabel simulará acceder a los deseos de Angelo siempre que sea a oscuras y en silencio y el lugar de la novicia será ocupado por Mariana, la novia repudiada de Angelo por haber perdido la dote en un naufragio. Angelo consuma el acto creyendo haber desflorado a Isabel y, a pesar de todo, incumpliendo su palabra, da orden de que ejecuten a Claudio. Finalmente el enredo se deshace; el duque recupera su lugar, se hace audiencia pública a petición de Isabel y Mariana, se descubre el enredo, Angelo es condenado a muerte pero salva la cabeza por la intercesión de las dos mujeres a las que quiso agraviar y el duque pide a Isabel en matrimonio quien no responde negando ni accediendo con lo que la obra tiene un final bien extraño en el que nos queda la duda de si, al final, hay o no boda del duque y la novicia.

Lo determinante, lo más llamativo de la obra, a mi parecer, la injusticia de toda hipocresía: ese Ángelo que condena a otro a muerte por hacer lo que él mismo hace y con mucha menos legitimidad es una parábola de la inmoralidad por antonomasia, la que rompe de cuajo la regla de oro de la moralidad por hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros y encubrir el delito bajo el manto de la justicia. Al lado de esta cuestión esencial todo lo demás de la obra parece de tono menor pero tiene su importancia. El mencionado fanatismo de Isabel, capaz de sacrificar a su hermano a sus convicciones morales espanta un poco pero es respetable, a diferencia de la hipocresía de Ángelo. El resto de los caracteres es estupendo. El dueño del burdel (la foto de más arriba) hace un gran papel, igual que el alcaide de la prisión, el alguacil medio lelo y Lucio el gracioso amigo de Claudio. El ardid que permite desentrañar el enredo (un cambiazo en el lecho para frustrar los malvados designios de un precito y enderezar las cosas en el camino de la recta moral con un guión algo torcido ya que, al fin y al cabo, es una mentira) fue un recurso muy extendido en el teatro isabelino, igual que en el del Siglo de Oro español.

dilluns, 16 de març del 2009

A l@s lector@s de Palinuro.

Palinuro ha crecido mucho desde que comenzó su periplo hace unos dos años y medio. Los datos explican mejor la situación. A día de hoy, el blog tiene 1.970 entradas que en total suman más de millón y medio de palabras o el equivalente a 7.592 páginas todas de textos propios, exceptuada alguna ocasional aportación que me haya parecido prudente incluir por razón de su calidad y siempre desde la más estricta independencia de juicio. Buscar algo concreto en este fondo es muy difícil. Ayudan las etiquetas (tags) que aparecen relacionadas en orden alfabético en la columna de la derecha y de las que hay 300 que van desde "11-M" a "víctimas," pasando por "antropofagia", "arte", "derechos humanos", "filosofía", "guerra", "homosexualidad", "literatura", "mitología", "política", "teatro", "Unión Europea", etc., etc. Pero resultan insuficientes. Para facilitar la tarea de encontrar referencias en las entradas anteriores he incluido un buscador que figura también en la columna de la derecha, debajo de "Contactar" y antes de "Seguidores". Funciona como todos los de su género: se escribe el texto o palabra que se quiera encontrar y el buscador localiza las entradas del blog por orden de fechas en las que aparezcan. Todavía es algo rudimentario porque se muestran las entradas, sí, pero el buscador no resalta el término o términos buscados. Si algún/a lector/a sabe cómo hacerlo o tiene un buscador mejor que incluya esa peculiaridad y quiere compartirlo conmigo, estaré muy agradecido. De momento, no obstante, creo que la herramienta es un gran adelanto porque facilita mucho la tarea de quienes quieran buscar textos del pasado, y yo estoy muy contento.

Salud a tod@s.

El honor del señor Camps.

¿Desde cuándo se confía en terceros para lavar la afrenta al honor propio? Desde que el afrentado es el señor Camps cuyo honor parece ser tan escurridizo, chuchurrido, alicorto y de alfeñique que no le permite actuar como un hombre y dar cumplida respuesta a las declaraciones del sastrezuelo en El País de ayer. Y ya tiene delito la cosa porque el tal sastre de quien, por cierto, me fío tanto como del señor Camps o el señor Correa, lo dejó de mangante cual no digan dueñas y ante tamaña afrenta sólo cabe lanzar un sonoro ¡mientes bellaco! y producir a continuación las facturas y albaranes que prueban que el bellaco ha mentido. En lugar de eso, el mínimo y dulce señor Camps ha pedido al Gobierno de la Generalitat que anuncie acciones legales en defensa de su honor cuando se haya substanciado el procedimiento judicial del caso Gürtel, es decir, ad calendas graecas. Al Gobierno de la Generalitat, o sea, a sus subordinados, a los que le deben el sueldo. ¿Es esto de recibo?

Cuando Voltaire tuvo la malhadada idea de afrentar al señor de Rohan en público con su viperina lengua, faltó tiempo al noble para hacer que sus lacayos apalearan al filósofo porque él no iba a rebajarse a pelear con un plebeyo por la misma razón por la que don Quijote no tomaba armas contra arrieros y otra chusma y animaba a Sancho a que les midiera las espaldas muy a su gusto con el resultado que todos conocemos.

Pero este no es el caso. Nuestra sociedad es democrática, no estamental, el sastrecillo valiente (o chivato, según se mire) vale tanto como el señor Camps (en ciertos aspectos quizá más) y éste no sufriría desdoro lavando la afrenta a su honor de modo contundente. Cuando a uno lo llaman ladrón, el código del honor manda lavar la afrenta con sangre. No pediremos hoy tanto tampoco pero resulta muy revelador que el afrentado se queje como una plañidera ante los micrófonos mientras se niega a responder a los periodistas, no ofrece explicaciones de sus actos ni desmiente las acusaciones concretas y específicas y lo remite todo a un vago futuro que más parece la resurrección de la carne que la necesaria explicación que un cargo público debe dar de sus actos ante sus electores.

El PP apoya al señor Camps y cree en su inocencia. Yo también puedo creer que los burros vuelan pero eso no convierte a los pollinos en pájaros. Lo que el señor Camps tiene que hacer es demostrar con cargo a qué presupuesto se viste.

O dimitir.

(La imagen es una foto de Público, con licencia de Creative Commons).

Imágenes de la guerra.

El último número de la Revista de Historia Social (nº 63, Fundación Instituto de Historia Social del Centro de la UNED de Alzira-Valencia, 2009) es semimonográfico sobre un asunto novedoso que encuentro de gran interés, esto es, el uso de la información fotográfica y cinematográfica para las tareas del historiador, su condición de documentación historiográfica. El tema se aborda en cuatro estupendos ensayos, uno sobre foto y cine en la guerra civil española, otro sobre el cine en la documentación del Holocausto, un tercero sobre las películas que rodaron los soldados cineastas amateurs franceses durante la guerra de Argelia y el último sobre cuatro películas independientes rodadas por autores "incrustados" en las tropas estadounidenses durante la última guerra del Irak. El número incluye otros artículos de los que también comentaré alguno.

Rafael R. Tranche, (Una nueva mirada: aspectos técnicos y estilísticos de la fotografía y el cine documental durante la Guerra Civil española) sostiene que es en la guerra civil española cuando cabe datar el origen del fotoperiodismo, como puede probarse estudiando el modo en que los adelantos técnicos de la fotografía influyeron en esta materia. En la contienda los medios técnicos eran muy limitados así como la difusión de las obras y aunque había ya cine sonoro apenas se empleó por las dificultades de registro del sonido. Las actividades más frecuentes fueron los noticiarios (p. 83). Lo más característico de los reportajes es el cambio de la relación del fotógrafo con el tiempo del relato. El ejemplo más legendario, la famosa foto de Capa del miliciano abatido en Cerro Muriano (p. 90). Fueron muy importantes las innovaciones en cámaras que se hicieron portátiles (p. 91) y los avances en las emulsiones fotográficas (p. 94). Los noticiarios tienen un aspecto más estático y como más "après le coup", sobre todo en el bando de los sublevados que el autor llama "nacionales" ignoro por qué como no sea porque es el nombre que ellos se daban a sí mismos para no llamarse "insurrectos" (p. 101). Señala el autor en cambio el carácter distinto de los noticiarios que enviaron los dos corresponsales soviéticos, Roman Karmen y Boris Makasséiev entre agosto de 1936 y julio de 1937 con imágenes que se corresponden en tiempo y lugar con los acontecimientos referidos (p. 106).

Vicente Sánchez-Biosca (Sombras de guerra: las imágenes cinematográficas de la Shoah) es un muy interesente trabajo acerca de cómo ha ido cambiando la forma de dar razón cinematográfica del Holocausto. Primero fue lo que llama "la pedagogia del horror", los documentales que ordenaron hacer los ejércitos aliados que liberaron los campos de concentración y exterminio. Tenían tres finalidades, según el autor: a) culpabilización colectiva alemana; b) formulación jurídica de cargos; c) lo que llama la "bulimia" de la mirada, el suministro al consumo de los espectadores, cosa que ilustra con una cita de Susan Sontag (p. 117). Un segundo momento es el "film de montaje", a propósito de La última etapa, de Wanda Jubowska, en 1948 sobre Birkenau en Auschwitz y cuya traducción alemana se encargó a Paul Celan (p. 119). Tercero el que llama "vuelco de la memoria" a propósito del proceso de Eichmann en 1961, que fue como un Nuremberg judío (p. 120). El cuarto, el melodrama con la serie Holocausto (p. 123) y La lista de Schindler (p. 124) con su metarrelato. En quinto lugar, el testimonio y el documento con Shoah, de Claude Lanzmann, en 1985, cuyo tema no eran los campos sino la propia Endlösung. Termina con un film de Alain Jaubert que pasó sin pena ni gloria a causa del resplandor de Shoah, Auschwitz. L'album, la mémoire (p. 131).

Jean-Pierre Bertin-Maghit (Jean Pierre, Maurice, Pierre y los demás... Los soldados-cineastas amateurs en la guerra de Argelia) versa sobre la recuperación de los testimonios cinematográficos que dejaron los soldados que hicieron el servicio militar en Argelia entre 1954 y 1962 y que ponen de manifiesto la capacidad del cine para erigirse en lugar de la memoria (p. 133). Soldados-cineastas con cámaras de 8 mm que luego han depositado sus rollos en archivos en donde pueden consultarse (p. 135). No tienen nada que ver con la propaganda cinematográfica del ejército francés, el "arma psicológica" (p. 139), sino que son escenas de la vida cotidiana de los soldados (p. 141) pero que a veces nos conducen a la guerra (cadáveres en las calles, por ejemplo) porque es inevitable (p. 145). El autor ha hecho también un documental, Maurice, Claude, Laurent y los demás...Memorias de soldados (Argelia, 1954-1962), depositado en la INA como filmación de la memoria (p. 146).

Vicente J. Benet (Documentales sobre la ocupación de Irak: relato fílmico, mediación tecnológica y transmisión de la experiencia) hace una referencia a cómo se incorpora el material cinematográfico al método del historiador y dice que hay que atenerse a cinco puntos: 1) el material supone una mediación tecnológica; 2) se inserta en un marco discursivo (como muy bien se sabe en las teorías de los frames en las ciencias cognitivas); 3) tiene determinada articulación retórica y composición narrativa; 4) las condiciones de reproducción y acceso de las imagenes revelan su función social; 5) requieren una determinada valoración como documentos (pp. 150-152). Con esta quíntuple perspectiva examina el autor cuatro películas hechas por cineastas independientes incrustados en las tropas de los EEUU en la guerra del Irak entre 2003 y 2006: Gunner Palace, Occupation Dreamland, The War Tapes y Baghdad ER (p. 152). Sus conclusiones: 1) en la tecnología los filmes dan una percepción espectacularizada de la realidad; 2) en cuanto al patrón discursivo son documentales de guerra aunque desde los new media; 3) en cuanto a la retórica, las formas discursivas son poco dirigistas; 4) producción y acceso: son filmes independientes; 5) la valoración: tratan de dar una lectura emocional y empática de la posición de los soldados (pp. 166-167).

Como se decía, la revista trae otros artículos de los que los dos que me han parecido más interesantes han sido:

Denise Urcelay-Maragnès (Los voluntarios cubanos en la guerra civil española (1936-1939): la leyenda roja) que detecta una cantidad insólitamente alta de voluntarios cubanos en las Brigadas Internacionales que cuantifica en unos 1056, fuera de toda proporción con los de otros países antillanos y de América Latina en general (p. 41). En cuanto a las razones de este fenómeno propone las siguientes: la frustración de las esperanza después de la independencia y la derogación de la enmienda Platt, primero con la dictadura de Machado (1925-1933) y luego con la de Fulgencio Batista (1934-1959) con especial incidencia en la desilusión a raíz del episodio de Ramón Grau San Martín (1933-1934), esto es, la renuncia a la propia revolución y la salida para España (p. 45), conjuntamente con lo que la autora llama "la construcción de nuevas representaciones de España y los españoles" (p. 49) en lo que intervienen: una nueva formulación del panhispanismo, los flujos migratorios, el rechazo a la penetración estadounidense, la idealización de la nueva España en la guerra civil, con la idea de "las dos Españas" y la apelación a "la Raza" (p. 57).

Francisco Espinosa Maestre (Sobre la represión franquista en el País Vasco) quiere dar cuenta de la llamada "excepción vasca" en la represión franquista que ha estado oculta sobre todo en la historiografía nacionalista a base de rehuir las comparaciones con el resto de españa y de emplear hipérboles cuando se trata de cuantificar la represión en las tres provincias vascas que fue mucho menor que en otros lugares de España por que en Euskadi, como dice el autor "los golpistas aplicaron un baremo represor mucho menos riguroso que el que usaron con los demás" (p. 69) y que contradice el concepto de "doble represión" (p. 68). Para explicar el fenómeno acude a varias hipótesis acumulativas: complicidad de muchos sectores de la población con los sublevados y abundancia de personas que avalaban a los detenidos (p. 72), el acendrado catolicismo del País Vasco, con una iglesia católica que cumplió una función muy distinta a la que ejerció en el resto de España en donde animó y hasta colaboró con la represión. Por último, Franco necesitaba la industria del País Vasco y no podía permitirse exterminar la mano de obra calificada (p. 74).

diumenge, 15 de març del 2009

Quinientos euros.

Ya han aparecido. Ya están a la vista (es un decir) los símbolos mismos de la corrupción; los verdaderos iconos de los negocios fraudulentos, el lavado de dinero, la trata de esto y de lo otro; los testigos mudos de los tejemanejes de tramas corruptas con administraciones públicas venales, sobornables, prevaricadoras; los papeles que flotan sobre estafas y fraudes sin cuento; ya están en la prensa las pruebas de los pelotazos, el saqueo de las arcas públicas, el choriceo a mansalva, ya han aparecido... ¡los billetes de 500 euros!, los famosos Bin Ladens porque nadie los ha visto pero que, según dicen las autoridades monetarias europeas, circulan a mansalva por España hasta el fabuloso importe del sesenta por ciento del total de los impresos en la zona euro. Por favor, piénsese por un instante: el sesenta por ciento del total de billetes de 500 euros en una zona en la que figuran países como Alemania, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, etc. No sé a los amables lectores pero a mí me da vueltas la cabeza.

Y resulta que parte de esa pastizara, según dice el sastrecillo valiente a El País, la manejaban con total soltura el bigotes y sus coleguis entre los que también habrá que contar al albondiguilla. Y ya irán saliendo más alias. Entre tanto el relato que hace el citado periódico el día de hoy en una crónica titulada Orange Market: asalto a la Generalitat pone la carne de gallina. Yo no sé si ante estos dos testimonios, el del sastre y la crónica las cosas pueden seguir como hasta la fecha ni un minuto más. Si el señor Camps, más conocido como Beau Brummel, puede seguir diciendo que él se paga sus trajes sin aportar prueba alguna; si el PP puede seguir arropando a esta pandilla de presuntos mangantes que, de ser cierto lo que cuenta el periódico, llevan años parasitando a la Comunidad Autónoma Valenciana, enchufando a sus amigos y parientes en donde les da la gana, defraudando a las arcas públicas cantidades millonarias.

Y cuando digo que no lo sé es que realmente no lo sé. Por otro lado se me alcanza que el PP muy probablemente tiene atorados los mecanismos de reacción dado que tampoco saben sus dirigentes -especialmente el infeliz señor Rajoy que parece tener que administrar una herencia verdaderamente apestosa- hasta dónde está implicada en la trama delictiva su estructura nacional; qué sabe y qué no sabe el señor Bárcenas, tesorero del partido.

A propósito y dado que el momento feliz de prosperidad de la trama del señor de la gomina fueron los tiempos del segundo Gobierno del señor Aznar, ¿es muy disparatado pensar que su decisión de abandonar el poder a los ocho años quizá tenga alguna relación con lo que pudiera saber sobre los negocios de la trama y sus aledaños, los clubes, clanes, peñas y otras formas de organización? Al fin y al cabo, cuando el señor Rajoy decide cortar las relaciones entre el PP nacional y la trama en 2004, recién llegado a la Presidencia, las turbias actividades de aquella ya eran de dominio común en el partido.

Así que volviendo a mi razonamiento: si lo que se relata en esa abrumadora pieza periodística de El País es cierto, ¿no está la Comunidad Valenciana en una situación de emergencia que autorizaría que quizá las Cortes tomaran una decisión excepcional? ¿No sería cuestión de que el señor Camps dimitiera a toda mecha y se nombrara una comisión gestora interina?

Dicho sea de paso, dado el cariz que está tomando el asunto de los espías madrileños, yo haría lo mismo con la Mata Hari del Avapiés.

(La imagen es una foto de Guesus, bajo licencia de Creative Commons).

A casa, a reflexionar.

Los malos resultados electorales en Galicia para el Partido Socialista de Galicia (PSG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNGa) produjeron primero la dimisión del señor Touriño, candidato del PSG y ayer del señor Anxo Quintana, del BNGa. Ambos ha hecho muy bien. Ahora, los dos partidos tienen cuatro años por delante para constituirse en oposición útil a la ciudadanía, algo en lo que no faltará trabajo dada la contrastada tendencia del PP a abusar de su poder con mayoría absoluta, y a reflexionar sobre las causas de su derrota. Aporto mi modesta opinión:

1ª) los dos partidos se dejaron comer el terreno discursivo por el PP; éste determinó los marcos de la campaña en la que se habló de lo que a él le interesaba y como le interesaba. Ejemplo más evidente, el coche del señor Touriño, incapaz de desmontar el bulo probando que los acusadores hacían lo mismo de lo que acusaban. Hay que ser pardillos.

2º) Ausencia de debate público televisado. Al PP jamás le interesan pero lo que es imperdonable es que, ante su negativa a celebrarlo, los otros dos no pusieran uno en marcha reservando una silla vacía para el PP, con el demoledor efecto que esto tiene. Repardillos.

3º) La preprotencia socialista. La imagen de los populares es de caciques, pero de caciques cercanos al pueblo; la de Touriño y su gente era la de unos señoritos estirados de espaldas a o pobo galego. Justo se dejaron imponer la vera imagen de sus enemigos. Requetepardillos.

4ª) La escasa avenencia entre los socios del Gobierno. Cada cual gestionaba su parcela por libre. Aquí la máxima culpa recae sobre el BNGa cuyo afán de protagonismo (especialmente del señor Quintana) lo llevaba a ignorar la función común, tratando de aparecer como un poder autónomo al margen de su aliado. Si la unión hace la fuerza, la desunión hace la debilidad. No conocer algo tan elemental es de archirrequetepardillos.

Así que los dos señores Touriño y Quintana están muy bien de dimisionarios, a ver si con su nueva situación aprenden algo de modestia y ven la realidad, que tampoco es tan difícil.

(La imagen es una foto de Xavier Vásquez Freire, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 14 de març del 2009

Las tramas.

Hace mal el señor Rajoy en no ordenar la reapertura inmediata de la investigación interna en el PP sobre la trama de espionaje de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM). Hace rematadamente mal. No por motivos morales que probablemente no le importen gran cosa, sino por sentido práctico y finalidad de supervivencia. La señora Aguirre, la Mata Hari del Avapiés, ha cerrado la comisión de investigación a toda pastilla porque no quiere que se sepa nada ya que, evidentemente, le va en ello el pellejo político. Pero el problema es que se acabará sabiendo. Los espiados, señores Prada y Cobo (el primero, además de espiado, tachado de embustero por el principal sospechoso de organizar espionajes) siguen adelante con sus denuncias; el fiscal entiende que hay materia reprochable y asimismo continúa su acción, recabando mayor información; los tribunales van a actuar y si, como es de suponer, dictaminan que hubo espionaje del que la principal responsable tendría que ser la señora Aguirre a la vista de su comportamiento, el señor Rajoy aparecerá como encubridor y, quizá, cómplice, acompañando a la desenvuelta dueña en su desgracia.

Y eso no es todo. En algún punto de esta confusa galaxia de presuntos espionajes, sobornos, prebendas, corrupciones y martingalas, de "barullos" que, como dice la señora Fernández de la Vega, el PP tendrá que explicar, coincidirán las dos tramas, la de espionaje de la CAM y la de corrupción en la que están presuntamente implicados bastantes altos cargos del PP. Es probable que sea así como también lo es que tal haya sido la verdadera razón por la que la señora Aguirre ha guillotinado a la comisión: que no se descubra el posible entronque entre los supuestos espías por un lado y los presuntos corruptos por el otro. En tales condiciones, la inacción del señor Rajoy, además de revelar a las claras su carácter pusilánime, inapropiado para liderazgo político alguno, lo pondrá a los pies de los caballos judiciales cuando se abran los correspondientes procesos.

En este momento el PP es un campo de minas. Hay una guerra de facciones y banderías en su interior, nadie se fía de nadie y la cosa va de trampas, zancadillas, puñaladas. El escándalo Gürtel merodea cada vez más cerca del núcleo familiar del expresidente Aznar y el asunto está fuera de todo control porque en el PP, a diferencia de lo que sucede con el PSOE y otros partidos democráticos, hay una confusa mezcla entre políticos y periodistas, con diputados, como el señor Herrero, que son periodistas y políticos o como el señor Ramírez que, en realidad, son políticos del PP y tienen tanta influencia en este como la que puedan tener sus dirigentes o más. Esa confabulación entre periodistas y políticos no es buena para los políticos, que aparecen como marionetas de los periodistas pero sí es óptima para estos que ven consolidarse su audiencia y, por ende, su capacidad de influir en las altas esferas.

El PP está en situación de guerrilla interna y su máximo dirigente es incapaz de poner orden en él. Es el primer paso hacia su defenestración en la primera oportunidad que tenga la fronda interna que se le ha organizado con el apoyo de muy distintos frentes mediáticos cuyos intereses coinciden con unas otras banderías, pero no con el del PP en su conjunto.

La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons).

Interesantísimo problema dominical.

PROBLEMA QUE RESOLVER.


Advertencia: Ten en cuenta que no hay trampas, no hay cosas escondidas, todo está a la vista.


Algo más: Trata de pensarlo, porque vale la pena. En particular, porque demuestra que lo que crees sobre ti, a lo mejor, no es tan cierto.


ARGUMENTO.


Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale conduciendo desde su casa en Madrid y se dirige rumbo a Valencia.

Roberto, va con él.

En el camino se produce un terrible accidente. Un camión, que venía de frente, se sale de la autopista y embiste de frente el coche de Antonio.

El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida. Una ambulancia de Valencia llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al hospital.

En el momento que llega, los médicos de guardia comienzan a tratar al niño con mucha dedicación, pero, después de intercambiar opiniones y estabilizarle las constantes vitales, deciden que no pueden resolver el problema de Roberto. Necesitan consultar. Además, advierten el riesgo de trasladar al niño y, por eso, deciden dejarlo internado allí, en Valencia. Despues de las consultas pertinentes, se comunican con el Hospital de Niños de Madrid y finalmente hablan con una eminencia en el tema a quien ponen en conocimiento de lo ocurrido.

Como todos concuerdan que lo mejor es dejar a Roberto en Valencia, la eminencia decide viajar directamente desde Madrid hacia allá. Y lo hace.

Los médicos del lugar le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión. Finalmente, uno de ellos es el primero en hablar:

¿Está usted en condiciones de tratar al niño?, pregunta con un hilo de voz.

Y obtiene la siguiente respuesta:

- ¡Cómo no lo voy a tratar si es mi hijo!

Bien, hasta aquí, la historia. Está en ti el tratar de pensar una manera de que tenga sentido. Como no estamos tú y yo en la misma habitación o donde sea que estés, te insisto en que no hay trampas, no hay nada oculto. Y antes de que leas la solución, quiero agregar algunos datos:

Antonio no es el padrastro.

b) Antonio no es cura.

AHORA ,SÍ, TE DEJO EN COMPAÑÍA DE TU IMAGINACIÓN. ESO SÍ, TE SUGIERO QUE LEAS OTRA VEZ LA DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Y, CRÉEME, ES MUY, MUY SENCILLO.

SOLUCIÓN MÁS ABAJO (lee sólo cuando desistas del intento).


Solución.

.
.
.
.
.

Lo notable de este problema es lo sencillo de la respuesta. Peor aún: tan pronto como la leas, si es que no pudiste resolverlo, te vas a dar de cabeza contra la pared pensando, ¿cómo puede ser posible que no se me hubiera ocurrido?.

La solución es que la eminencia de la que se habla, es la madre. Este punto es clave en toda la discusión del problema. Como se advierte (si quieres vuelve y relee todo), nunca se hace mención del sexo de la eminencia. En ninguna parte.

Pero nosotros tenemos tan interiorizado que las eminencias tienen que ser hombres, que no podemos pensarla mujer. Y esto va mucho más allá de que, puestos ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no puede ser una mujer, creo que ninguno de nosotros dudaría en aceptar la posibilidad tanto en una mujer como en un hombre.

Sin embargo, en este caso, falla. No siempre se obtiene esa respuesta. Más aún: hay muchas mujeres que no pueden resolver el problema y cuando conocen la solución se sienten atrapadas por la misma conducta machista que condenan.

(Gracias, Pilar)

divendres, 13 de març del 2009

De necesidad, virtud.

Vista la situación actual del PP está uno inclinado a decir que la famosa foto de Fuenteovejuna/Génova 13 de hace unos días fue precipitada. Varios de los que en la imagen constituyen pinceladas de esa idílica unidad están ahora a dentelladas entre sí. Aparecen y desaparecen coches de alta gama, Jaguars, BMWs, etc. Por cierto, el último Jaguar del que oí hablar con insistencia en política fue el que le costó la portavocía del grupo socialista en el congreso al diputado del PSOE don José María Mohedano. Hay cosas con las que no se juega y los jaguars son una de ellas.

El ambiente está lleno de dossieres flotando, sospechas, acusaciones, desmentidos dentro del propio partido y un estilo bronco y agresivo hacia fuera, especialmente hacia la oposición. Las intervenciones de la señora Aguirre son cada vez más agrias, intempestivas, achuladas y faltonas. El aire se hace irrespirable allí por donde ella pasa. Quizá sea importante que alguien recuerde maneras a esta marquesa con toques de verdulera.

Por último también hay lío en lo contencioso administrtivo, a donde ha ido a parar el Ayuntamiento en recurso contra el reglamento de la Comunidad Autónoma de reforma del régimen jurídico de los órganos de representación y control de Cajamadrid, una irresponsable pelea por el máximo control político de la entidad en un momento que pone los pelos como escarpias a cualquiera que vea cómo va la crisis financiera. ¿A qué suena esto? A puro y crudo spoils system o "sistema de los despojos".

La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons)

Blogorismo de Obama.

Según dice El País -y lo tengo por un periódico tan responable como buena persona era Bruto al decir de Antonio en la tragedia de Shakespeare- el señor Obama ha declarado recientemente "Mi objetivo tiene que ser a largo plazo, y las proyecciones a largo aplazo son muy optimistas". O este hombre no tiene asesores o ni él ni sus asesores saben en dónde están. Si por algo es el señor Keynes conocido en el vasto mundo no es tanto por su Teoría general como por su profundamente filosófica expresión, "In the long run, we're all dead" (a largo plazo, todos muertos). A lo mejor eso que se celebra tanto hoy, el llamado liderazgo consiste en ignorar la lucidez keynesiana.

(La imagen es una foto de Tsevis, con licencia de Creative Commons).