diumenge, 18 de novembre del 2007

Arauco tiene una pena...

El atorrante señor Chávez no ha dejado de hacer lo que mejor sabe: dar la brasa desde el día en que el Rey lo mandó callar porque no había quien lo aguantara. Ahora dice que no oyó ni vio al Borbón imponiéndole silencio, que si lo llega a ver u oír, iba él a decirle esto y lo otro y lo de más allá. Pues debe de haber sido el único habitante del planeta que no vio ni oyó nada. Claro que lo hizo pero, como buen matón, se achanta con quien le planta cara para ir luego por ahí galleando entre los incondicionales.

El merecido corte que le dieron y que tanto le escuece le ha servido como excusa para recitar la melopea habitual de los quinientos años, el expolio, el genocidio y la inhumana crueldad de la colonia. Una desmesura muy propia de este tipo de pintorescos políticos populistas. Porque es posible que la conquista y colonización españolas fueran lo que dice él, pero no cabe olvidar que se llama Chávez, casi como el presidente de la Junta de Andalucía y, en consecuencia, es descendiente de los conquistadores y/o colonos. Con mayor o menor mestizaje, pero descendiente de los que conquistaron, esquilmaron, degollaron y asesinaron. Una muestra más de ese absurdo intento de la izquierda latinoamericana de enarbolar la bandera indigenista, identificándose genéticamente con los aborígenes y tratando de hacer olvidar que ella misma es de ascendencia española.

Quienes así hablan son los que heredaron las colonias y las administraron durante doscientos años de independencia sin que la condición de los indígenes de verdad (no la suya, que suele ser próspera) haya mejorado en absoluto.Todo el cuento chino de "nosotros somos descendientes de Caupolicán" es una patraña destinada a seguir engañando a la indiada. Se argumenta que el hermanamiento con los masacrados autóctonos, la pretendida afinidad, son electivos, metafóricos, ideológicos y que no se trata de una descendencia de estirpe. Pero eso mismo pueden decir (y muchos lo hacen) los españoles residentes en España a quienes el señor Chávez pretende culpabilizar de la degollina.

También suele argumentarse que no se está culpabilizando a "los españoles" como agregado de individuos, sino a ese ente abstracto al que se llama España. De eso sé decirle al señor Chávez que casi la mitad de los españoles no pronuncia el nombre y a la otra mitad no se le cae de la boca, como al mismo señor Chávez. Pero mencionada o no mencionada, como sujeto moral, España no es responsable ni culpable de nada. Y en todo caso doscientos años de autogobierno son tiempo más que suficiente para que los criollos dejen de echar las culpas de su indescriptible incompetencia a los demás, ya sean los conquistadores españoles, los gringos imperialistas o las fuerzas del hado. La pena que tiene Arauco, la "injusticia de siglos" que cantaba Violeta Parra, prosigue hoy su andadura, de la mano de estos oportunistas que se visten las plumas del indigenismo para ocultar la secular alternancia en que se debate la región entre la corrupción y la demagogia.

Dice igualmente el señor Chávez que él no hizo nada y que espera una excusa. Que espere sentado. ¿Cómo que no hizo nada? No dejaba hablar a quien estaba en el uso de la palabra y trataba de imponerse sobre el conjunto de la audiencia para no permitir a nadie escuchar al señor Rodríguez Zapatero. Es el estilo de un gobernante que tiene un programa diario en la tele, llamado Aló Presidente por el que se despacha a su gusto todos los días y sin dejar hablar más que a quien él quiere; un telepredicador, vamos. Un telepredicador que puede permitirse cerrar el canal de la competencia para así aumentar su audiencia.

Una de las consecuencias más desagradables de esa farfolla chavista (y hay bastantes) es que, al atacar con tanta grosería al Rey, tras haber dado pruebas de su falta de educación en la cumbre, está consiguiendo que la figura de aquel se consolide, se afiance en España y tenga cada vez más adictos, que haya cada vez más monárquicos. El asunto no es una cuestión de legitimidad o no, como pretende el señor Chávez y quienes con él simpatizan en España, sino de meras buenas maneras; eso lo ve la gente que, ante los reiterados excesos verbales del mandatario venezolano, está cerrando filas en torno al Rey, lo que pone las cosas difíciles para los republicanos, que estamos esperando la ocasión propicia para deshacernos de él mediante un referéndum.

En su bronca con la corona, a Chávez se le han sumado los señores Lula (Brasil) y Castro (Cuba). Su sueño sería que se provocase un problema regional latinoamericano con España. Así se consuelan de ese inmenso complejo de inferioridad del que, como dice Kant de la inmadurez, sólo ellos son responsables.

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dissabte, 17 de novembre del 2007

Mío o de la muerte.

La politización de la función jurisdiccional que ha realizado el PP en esta legislatura ha llevado a situaciones inverosímiles que la ciudadanía contempla con verdadero pasmo. Empezó el asunto cuando un tribunal condenó por detención ilegal a unos policías que habían interrogado a dos presuntos energúmenos que habían intentado agredir al ministro Bono en el curso de una manifestación y eran mlitantes del PP. Aquí salieron a relucir el estalinismo, Beria, la Lubianka, Vichinsky y la GPU, y el PP se sintió sometido a una persecución no sólo ilegal sino directamente criminal. Una sentencia de una instancia superior anuló después esta condena surrealista.

Es el PP asimismo el que tiene bloqueada la renovación del Consejo General del Poder Judicial como todo el mundo sabe pues precisa de una mayoría cualificada del Congreso para darse que es imposible se produzca sin los votos del propio PP. Digo lo de "como todo el mundo sabe" porque, cuando preguntan a alguien del PP, lo habitual es que culpe al Gobierno y eche sobre los hombros de éste (si los gobiernos tienen hombros) la responsabilidad de la parálisis del órgano, generalmente a base de un mero juicio de intenciones.

Ese fenómeno de que se pueda decir lo contrario de lo que muestra la realidad, esa fabulosa capacidad de la derecha para invertir la carga de la prueba, esa indiferencia ante los menores requisitos de veracidad del discurso propio requieren al menos una reflexión paralela porque no es cosa habitual. No tienen otra explicación posible que la dirección del PP cree que la gente se traga lo primero que se le cuenta, que no compara ni analiza, que le basta con que le echen cada día su ración de bazofia doctrinal. De otro modo, ¿puede alguien explicar cómo va ayer el señor Zaplana a la Conferencia del PP que está celebrándose este finde y dice desde la tribuna que defiende la "dignidad de su partido" frente a las mentiras del Gobierno con el Yak-42, el Prestige, Irak y el 11-M.¿Mentiras? ¿Del Gobierno? ¿En el Yak-42, el Prestige, el Irak y el 11-M? Pero éste ¿de qué va? Quien así se expresa en público debe de creer que la gente sólo lo escucha a él, no tiene ojos en la cara y, por lo tanto, no lo vio a él mintiendo como un bellaco en todos y cada uno de los casos citados, en compañía de los señores Aznar, Rajoy, Acebes, Mayor Oreja, Astarloa, Ignacio del Burgo, Aguirre, etc. Porque está bien claro (y quien no lo vea así es una canalla traidor a la Patria, masón, terrorista, islamofascista y etarra) que los cadáveres del Yak-42 se identificaron correctamente, la decisión de alejar el Prestige de las costas fue la más atinada, la de ir a la la guerra en el Irak la más justa y oportuna y el 11-M lo perpetró un primo de Josu Ternera. Y menos viajar y más leer el Arriba, quiero decir El Mundo.

Por último está la complicada maniobra del PP para hacerse con el Tribunal Constitucional o, si no lo consigue, cargárselo, en función de la disyuntiva de la vieja copla, de mía o de la fría tumba. Una prueba más de que para los conservadores españoles la política es una mezcla de griterío en el Parlamento y triquiñuelas de leguleyo entre bambalinas en los procesos jurisdiccionales. Cualquiera que haya seguido los meandros que ha tenido la trifulca del Tribunal Constitucional la habrá visto como una manifestación de Diez negritos, aunque los magistrados sean doce. Empezó de nuevo el PP con una chapucera recusación del magistrado Pérez Tremps, con lo que los magistrados quedaron en once. Siguió el Gobierno recusando a dos de ellos por manifiesta falta de imparcialidad. Y los magistrados bajaron a nueve. Vino por fin la triple recusación del PP, también por falta de imparcialidad en virtud de una noticia que había publicado El Mundo. Y los magistrados quedaban reducidos a seis, la mitad de la composición ordinaria del Tribunal y éste carente de quórum e incapacitado para resolver el problema que se le planteaba. Se acabaron los negritos.

Dos de los magistrados conservadores, separándose de los intereses del PP, han dejado en claro que la base de la última recusación de éste es falsa, que la noticia de El Mundo es falsa lo que, a su vez, no es una noticia. No obstante lo cual o precisamente por ello, vaya Vd. a saber, el PP ha decidido mantener la recusación. ¿Qué estábamos diciendo?

(El grabado es de Albert Anders y representa la disolución de la Cámara de Dresde, luego de la revolución de 1848).

De si los gringos son estúpidos.

Mi amiga Pilar Ruiz-Va me envía este video que tiene bastante gracia. Trata de en donde creen los estadounidenses que está Irán o cuál es el país que prefieren invadir la próxima vez. Hay uno que se pronuncia por Italia. Tiene subtítulos en español.

Cae bien la gente diciendo unos disparates tan colosales con tal cara de felicidad. Y se admiten apuestas. Yo creo que unos realmente no tienen ni guarra pero que otros van de coña. Es imposible (supongo) que alguien mayor de edad en los EEUU crea que Fidel Castro es un cantante. Y que una señora con pinta de hija de la Revolución pintada por Grant Wood no sepa qué es el Reino Unido. Otras veces, las respuestas son lógicas desde el punto de vista del país. Efectivamente, Utah es un Estado que empieza por "U".

divendres, 16 de novembre del 2007

Abolir la pena de muerte.

La Tercera Comisión de las Naciones Unidas, de Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales, aprobó ayer por amplia mayoría de 99 países, con 52 en contra y 33 abstenciones un proyecto de resolución que pide establecer una moratoria en la aplicación de la pena de muerte en todo el mundo con vistas a su total supresión. Hay pocas dudas de que la resolución saldrá adelante en la sesión plenaria de la Asamblea General.

Como debe ser porque hay que acabar con esta lacra, esta vergüenza de la Humanidad.

La propuesta lleva las firmas de Albania, Angola, Brasil, Croacia, Gabón, Filipinas, México, Nueva Zelanda, Portugal (en representación de la UE) y Timor Oriental. Y ya se han levantado las habituales críticas y objeciones:

I.- Que la abolición es un intento de Occidente y más en concreto de la Unión Europea por imponer coactivamente a todo el mundo sus criterios en materia de derechos humanos. Ya se sabe, el famoso eurocentrismo con el que los europeos, que carecemos el menor respeto por la diversidad cultural, pretendemos obligar a todo el mundo a marcar el paso a nuestro antojo.

II.- Que la Unión Europea, ese club de viejas y ajadas metropolis, sigue sin entender que los felices tiempos del imperialismo pasaron hace ya muchos años. Que ya no está el horno para andar dando órdenes donde no se pinta nada.

III.- Que la pena de muerte, que no es cosa de derechos humanos, sino de derecho penal interno de los países, pertenece al ámbito de la soberanía de cada Estado y toda decisión al respecto de la Asamblea General será un acto de injerencia en los asuntos internos de los Estados Miembros.

El proyecto lo han apoyado países europeos y no europeos. Para seguir sosteniendo que se trata de un gesto eurocéntrico hay que decir que Filipinas, Gabón, Timor Oriental, etc toman sus decisiones al dictado de las viejas metropolis imperiales. Cosa tan sensata como sostener que quienes no votan como nosotros son unos vendidos, unos badulaques, están engañados y van en contra de sus intereses. Un tipo de reproche que no suele formularse a las claras, pero que está en la base de muchos análisis, en especial de la izquierda. Y que simplemente no es aceptable.

Las resoluciones de las Naciones Unidas no son vinculantes para los Estados Miembros con lo que es claro que ésta en concreto, además de no ser una prueba de podrido eurocentrismo, no es ni puede ser una imposición porque no tiene fuerza coactiva. La tiene, sí y mucha, moral. Y eso es lo que fastidia a críticos y objetores, esto es, que están obligados a salir en defensa de una práctica que nadie gusta de defender porque, a mi entender, es indefendible. Y no les gusta quedar como lo que son cuando se firman y llevan a cabo penas de muerte: como asesinos. Prefieren que no se hable de ello, que no se mencione, que se ignore. Por eso hay que hablar, debatir, someter el asunto a consideración pública.

Merece la pena ver el video que he colgado sobre la abolición. Está en inglés, pero es muy clarito. Se cuentan casos concretos de ejecuciones lastradas por algún horror, de esos que, cada uno de ellos por sí solo es un argumento definitivo contra esta odiosa práctica:

a) Error judicial. En Uganda, un hombre pasó diecinueve años en la cárcel condenado a muerte por un crimen que no había cometido. En China, se ejecutó a un hombre en 1995 por el asesinato de su esposa que apareció viva en 2005.

b) Crueldad de la pena. En Guatemala se ejecutó a un hombre mediante inyección letal. Tardó dieciocho minutos en morir, episodio emitido íntegro por la televisión. En Kuwait, un ejecutado en la horca tardó cinco horas en morir.

c) Falta de garantías procesales. En Arabia Saudí se ejecuta a inmigrantes africanos tras someterlos a procesos en una lengua que no entienden y, muchas veces, sin llegar a informarlos de que han sido condenados a muerte.

Eurocentrismo o no eurocentrismo, hay que acabar con un hábito tan inhumano. Algunos países que aplican la pena de muerte, como los EEUU, el Japón, etc, argumentan que dictan y ejecutan esta pena con todas las garantías procesales y pleno respeto a los derechos humanos. Respetan los derechos humanos pero atentan contra el fundamental, que es el derecho a la vida. Es curioso que los más acérrimos defensores de la pena de muerte suelan ser también los más acérrimos enemigos del aborto. Reconocen el derecho a la vida al feto y se lo niegan al adulto en pleno uso de sus facultades mentales. Esta contradicción muestra a las claras un núcleo de razonamiento viciado. Son igualmente los que se oponen denodadamente a cualquier forma de eutanasia.

Hay que abolir para siempre esta execrable costumbre.

La última bellota.

Mi hijo Andrés me envía este video que me parece estupendo y cuelgo aquí para general solaz. Scrat sabe muy bien lo que quiere y lo procura con denuedo pero al final puede con él su codicia. Triste y humano destino. Snifffs.

dijous, 15 de novembre del 2007

¿Por qué no se calla Vd., señor Chávez?

¿No se da cuenta de que está Vd. resultando cargante? ¿Qué pretende Vd.? ¿Entretener a su gente en el interior generando un conflicto en el exterior, como aquellos generales argentinos que provocaron una guerra con el Reino Unido para ver si conseguían que sus compatriotas dejaran de considerarlos insoportables? Dado que la opción armada queda aquí descartada, ¿hasta dónde quiere llevar sus provocaciones? ¿Va a residenciar a las empresas españolas, los bancos, que allí actúan? ¿Se toma Vd. por el país, igual que Franco sostenía que ofendía a España quien lo criticaba a él? ¿O sólo se lo hace? ¿Qué sentido tiene actuar a impulsos de la vanidad personal, jugando con el bienestar de la gente y la prosperidad de los países? ¿Qué excusas le debe el Rey? Excusas las debe Vd. por no dejar hablar a la gente. Y más que sigue debiendo por continuar emponzoñando las relaciones bilaterales y multilaterales pues, según leo, ha comenzado Vd. a amenazar a terceros países si no le complace la actitud que adopten frente a España. Eso es lo que se llama "doctrina Hallstein" pero en versión de risa.

¿Por qué no se calla de una vez y deja de agitar el patio con el sempiterno y confuso agravio de los quinientos años? ¿Que lo siguen a Vd. sus dos aliados, señores Ortega y Morales y cuentan con el apoyo lejano pero tonitronante del Comandante? Pues eso es lo más penoso de la izquierda latinoamericana, que reproduce el viejo discurso de la oligarquía criolla, con ignorancia de los últimos doscientos años (ciento nueve en el caso de Cuba) en los que las relaciones entre los dos lados del atlántico se han intensificado mucho. Primero fueron los españoles quienes emigraron a América y hace ya algunos años que son los americanos quienes emigran a España. Actualmente, casi el diez por ciento de la población española es de origen extranjero, unos cuatro millones de personas, de los que cerca de un millón y medio son sudamericanos. No venga a envenenar las relaciones, buen hombre. No chingue, hombre, no chingue. Y no amenace, caramba. Sosiéguese si su insufrible garrulería se lo permite. O sea, cállese.

Salud, don Gaspar.

Era de prever que el señor Llamazares se impusiera claramente a la candidata que la prensa llama "del sector crítico", esto es, básicamente la dirección del Partido Comunista, a la que repatea el médico asturiano. Durante unos días corrieron dos o tres especies alarmistas. La más inocente cuestionaba la validez del censo, elaborado sobre una militancia hinchada por exigencias congresuales. Es muy verosímil pero irrelevante ya que afecta por igual a ambos candidatos. La segunda especie era más corrosiva por cuanto sostenía que al tener la señora Sanz los apoyos del PCE, barrería en muchas más circunscripciones de las que se creía en un principio. No era cierto pero así se minaba la posición del señor Llamazares.

Ese sesenta y cinco por ciento del voto es un espaldarazo para la actual dirección de Izquierda Unida. Los sectores contrarios o "criticos", esos que elevan el tono de voz para ocultar la falta de voces, dirán que ha triunfado la blandenguería socialdemócrata, el entreguismo al segundo pedal de la bici capitalista, pues cuando pillan una idea no la sueltan así como así. El hecho es que, con el sesenta y cinco por ciento del voto para el señor Llamazares, los señores Alcaraz y Frutos podía ir presentando la dimisión.

La cuestión ahora se va a ventilar relativamente pronto pues consiste en averiguar cómo recibe el electorado el resultado de las primarias. IU está en uno de sus momentos parlamentarios más bajos. Por mal parada que salga en marzo 08 es difícil que empeore. Se da también la novedad del partido UPD. Izquierda Unida podía avisar de su disponibilidad para una alianza de gobierno con el PSOE. Eso que llaman los críticos "seguir perdiendo perfil". A lo mejor le da más votos; más que con el perfil de la famélica legión.

Vetusta Express.

Vaya con don Gonzalo Suárez, que ha vuelto a sorprender con su última peli, Oviedo Express, con la que, para no faltar a la costumbre, ha cosechado denuestos y aplausos casi a partes iguales. Es una virtud esta de no dejar indiferente a nadie. Sé poco del señor Suárez pero, por lo poco que sé, es hombre de mi predilección porque se me antoja una especie de maldito contemporáneo, ese tipo brillante de cuyo genio se hace lenguas todo el mundo pero a quien nadie quiere ver cerca de sí, no vaya a decir o hacer alguna inconveniencia.

Bueno, el caso es que, según parece, ha hecho una adaptación libre de un cuento de Stefan Zweig que se llama Angustia y es la historia de una adúltera a la que chantajean. Yo la llamaría mejor Miedo porque el título alemán es Angst. Por cierto, que ya se han hecho otras adaptaciones del cuento en cuestión, una de ellas, de Roberto Rosellini, llamada La paura, con la que entonces era su mujer, Ingrid Bergman. Pero no sólo es una adaptación libre del cuento de Zweig, sino una réplica de La Regenta por cuanto la historia tiene como eje una compañía de teatro que ensaya una versión teatral de la novela de Clarín que, precisamente, se estrenará en el Teatro Campoamor de Vetusta. La historia la cuenta un ángel y la mujer del alcalde, veinte años menor que él, se llama Emma. Con esos ingredientes, ¿qué se le puede pedir al señor Suárez? Pues que responda a la pregunta que el director de la obra en la peli se hace sobre si se puede llevar al teatro La Regenta. Y la respuesta es sí. Obsérvese que es exactamente la situación que aquí se comentaba con la versión cinematográfica de Tristram Shandy, donde la respuesta también es sí, todo depende de cómo se enfoque. Garantizado queda el logro si, en vez de contar la historia al estilo tradicional, se cuenta que se cuenta mientras se cuenta lo que sucede al contarlo. No es un trabalenguas, sino desconstrucción posmodernista.

Hay mucha gente que se enfada por lo que cree que es un vodevil. Y mucho más que debieran enfadarse porque, además de vodevil (y con gracia) es un tebeo, un comic en el que el desarrollo de la trama y las escenas se tratan como si fuera una especie de farsa. Sólo la escena en que la adúltera descubre en el armario a la amante de su amante es un toque de genialidad. Y con continuos guiños cinematográficos; el más obvio, el de los planos con la estatua de Woody Allen y con otros bastante claros: el ángel procede del cine de Frank Capra y la escena final remite directamente y prácticamente reproduce la de Sunset Boulevard. Los actores están bien, aunque son muy desiguales, los diálogos son muy ingeniosos y, para consuelo de los indignados por el vodevil, que echen cuenta del melodrama en el que no falta el recurso escénico por excelencia del teatro del siglo XIX, esto es, el pistoletazo en escena. En resumen, a mi modesto entender, una película inteligente, sutil, muy bien llevada, con oficio y agilidad y que se ríe de todo, incluso de sí misma. A lo mejor fastidia por eso.

dimecres, 14 de novembre del 2007

Fascistas.

Estoy desconcertado. Decía servidor hace un par de posts, en uno titulado Chévere, muchachos que

"Lo único, pero muy interesante, que he sacado en limpio del lamentable incidente en la cumbre hispanoamericana es que todo dios considera que llamar "fascista" a alguien es insultarlo."
Tal cual parece. No amaina la bronca montada con el "fascista" que el señor Chávez ha obsequiado al señor Aznar, quien se pasea ufano y mudo por América Latina. Y por si fuera poco creo haber visto que la señora San Sebastián ha demandado o va a demandar a alguien por llamarle "fascista". Pues no sé yo. Desde luego, con esta unanimidad, no cabe sino admitir que llamar "fascista" a alguien, como llamarle "nazi", es un insulto. Pero ¿lo es en sí mismo? Por lo que sabemos del sistema fascista italiano, si por fascista se entiende el partidario de ese sistema tal como se produjo, desde luego. Y eso mismo podrá decirse del régimen nazi, del soviético y de todos los comunistas. Pero lo habitual es soslayar la acusación asegurando que se es "fascista" o "nazi" o "comunista", sin estar de acuerdo con lo que los diversos sistemas perpetraron. Siendo esto así, entendiendo por "fascista" al que suscribe y defiende algún lindo programa de voluntariosa regeneración nacional (habituales entre fascistas) el término no connota insulto.

Sucede, por lo demás, que eso del insulto y la injuria es asunto sumamente oscuro pues tiene un elemento componente subjetivo fundamental. Para que haya un insulto tiene que haber un insultado. No es posible insultar al vacío. Un insultado que se sienta ultrajado, vejado, por alguna manifestación del insultador. En estos términos, ¿acaso no es cierto que habrá gente que se sienta insultada aunque el supuesto insultador se haya limitado a decir "Hola, buenos días"? Y al revés.

Toda la bronca viene porque esa especie de telepredicador que los venezolanos han elegido como presidente llamó "fascista" varias veces al señor Aznar en una intervención en la reciente cumbre hispanoamericana. Se cumplía así una vez más la famosa Ley de Godwin porque todo ha saltado por los aires. Al Rey, pobre, ahora que pierde un apoyo en la familia, le han sacado a Mitrofán, los conquistadores, el expolio, su origen romano, la muerte de su hermano, el nombramiento digital de Franco, lo que cobra, lo que gasta, lo que viste, los vicios de familia, sus andanzas y devaneos y lo que se tercie.

La acusación más frecuente que se le hace (al Rey) es que carece de legitimidad para mandar callar a un Jefe de Estado electo. Claro, esa legitimidad descansa en exclusiva y para este asunto concreto en la presidenta de la sesión, señora Bachelet, quien no la ejerció. En todo caso, se acusa al Rey de faltar a las formas. Pero ¿cuáles eran las formas del señor Chávez? Sigo pensando que lo que hizo el Rey estuvo muy bien. No hay quien soporte a los atorrantes que interrumpen a quien está en el uso de la palabra, negando a todos los demás el derecho a escucharlo y a no escucharlo a él y en eso no tiene nada que ver la legitimidad o no legitimidad. Insisto, yo hubiera hecho lo mismo. Lo que no sé es si me hubiera atrevido.

En cuanto a los fascistas, las cosas están claras. Llamar "fascista" a alguien no es insulto en sí mismo. La primera foto la he obtenido en un web que se llama Ilduce.net destinada a glorificar el recuerdo de Benito Mussolini y el fascismo, gente muy satisfecha de que se la considere fascista y a la que el término no resultará insultante en modo alguno sino encomiástico. La otra foto, la de policía, la he encontrado en la red, en la página web del profesor de Física Andreas Aste. Parece que Mussolini fue detenido por vagabundería en Basilea en 1903 y que esa es la foto de archivo de la policía de Berna.

La pregunta es si es insulto llamar a alguien seguidor del señor Mussolini con sus antecedentes policiales. Hitler los tuvo penales, bien es cierto que por preparar un golpe de Estado. ¿Queda la doctrina estigmatizada por el hecho de que su fundador haya pasado por los calabozos de la pasma por vago y quizá malhechor? En mi opinión, no, pero tampoco me parece asunto de interés.

En último término recurrir al latiguillo de "fascista" quizá sólo denote falta de vocabulario. Uno puede decir que el señor Aznar es arrogante, intemperante, autoritario, faltón, trivial y de escasas luces y no se le está insultando porque no se le llama "fascista". Claro que si no se le llama, ¿cómo saber que no se esté hablando del señor Chávez?

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dimarts, 13 de novembre del 2007

Tan liberales como mi sillón.

No sabe uno por donde empezar que en esto de emitir opinión los rumbos son muy confusos. Es posible que se deba a la ausencia del señor Rajoy, a quien se tiene en cuenta más por lo que no dice ni hace que por lo que hace y dice, pero el hecho es que en un solo día diversas voces de segundo plano pero muy autorizadas en el partido de la derecha entonan un desconcierto tan atroz que uno se pregunta si ese partido quiere ganar o perder las elecciones. Parece lo segundo. La falta de una única voz, de un único discurso hace que se oiga esta algarabía de segundones que pueden decir cualquier cosa porque ya saben que no caerá sobre ellos la tarea de gestionarla. El asunto es tan llamativo que choca que los responsables no hayan tomado medidas para resolverlo.

Las metáforas que más se emplean en política son las marinas. Se suele decir que el presidente o el gobierno o el monarca o quien sea lleva con pulso firme la nave del Estado. En la etimología griega del gobierno -el gobernalle de los barcos- se encuentra el piloto o timonel, el kybernetes, hoy ascendido a cibernauta. Cuando se comparte barco lo más sensato es no cuestionar según qué cosas. Para entendernos, volviendo al terreno político, los que llamamos "asuntos de Estado". Igual que en un barco no se discuten las decisiones del capitán al aparejar o fijar la derrota, tampoco en política se cuestionan los asuntos de Estado. La política tiene unos límites que no pueden traspasarse so pena de convertir el buque en uno de locos, según la vieja leyenda del Narrenschiff. ¿Qué cuáles son los "asuntos de Estado"? Aquellos que afectan a bienes públicos manifiestos, en concreto la seguridad, bien a través del orden público (en lo que corresponde a las fuerzas de seguridad del Estado y los tribunales de justicia), bien a través de la política exterior y de defensa. Sobre todo lo demás cabe opinar, discrepar, disentir, sobre la política fiscal, la salarial, la de infraestructuras o viviendas, las normas culturales o la forma de vestir. Pero en lo atingente a la seguridad colectiva hay que cerrar filas con el gobierno igual que en el barco se respalda al capitán ante el riesgo de zozobrar.

Si bien se observa, estos tres órdenes aquí identificados como "asuntos de Estado" son los que Adam Smith reservaba para las actividades del soberano, además de las correspondientes obras públicas. Son pues asuntos de Estado lo que son asuntos de Estado desde el punto de vista del padre fundador del liberalismo. Buscar la confrontación en ellos es un acto de irresponsabilidad difícil de igualar. Y sin embargo es lo que hace el PP. Su liberalismo es tan inexistente como desconocidas sus propuestas en materia fiscal, de vivienda, educativa, financiera, etc, a excepción de alguna promesa electoral hecha de rebote, del tipo de "y dos huevos duros" de Groucho Marx. Pero donde falta materia de debate en estos asuntos contingentes (pero que son los que, según las derechas, verdaderamente "interesan a los españoles") suenan las grandes palabras, los juicios temerarios, las bravuconadas o las típicas felonías. Oyendo hablar a la señora María San Gil o a los señores Acebes o Del Burgo uno se pregunta si no es un comando de dinamiteros dispuesto a que reviente y se hunda el navío antes de que llegue a puerto.

A raíz del fallido atentado de Getxo, la señora San Gil dice que, si ETA no tiene éxito ello se debe a que son estúpidos o nosotros tenemos mucha suerte. Así mismo. Ni una palabra sobre los cuerpos de seguridad, que están trabajando encomiablemente, hasta el punto que uno de los artificieros vascos ha perdido cuatro dedos. Tengo entendido que esta señora San Gil estuvo retirada por un episodio de salud felizmente superado. Pues ahora convendría que meditara algo más lo que dice y por partida doble. Es claro que los etarras son tontos, tontos morales rematados, enajenados, frenéticos y que la señora San Gil lo ponga en duda es realmente sorprendente. Y, por supuesto, si ETA no alcanza lo que está tratando de conseguir a todo trance es por la eficacia de las fuerzas de seguridad autonómicas y del Estado. Pero ¿cómo se puede ignorar esto o, lo que es peor, negarlo?

En cuanto a lo que dice el señor Del Burgo sobre el 11-m, que puede verse en una entrevista publicada en 20 minutos prefiero olvidarme. Después de tres años de sembrar dudas sobre el proceso y de tratar de bloquearlo, ahora asegura el político que él jamás dijo que tras el 11-m estuviera ETA y que, en todo caso, la sentencia es mejorable. Es preferible olvidarse y concentrarse en el señor Ruiz Gallardón que por fin ha dicho lo que, de ser España un país normal, no sería necesario decir, esto es, que lo que sucedió el 11 -m es lo que dice la sentencia y ésta se acata sin más pamplinas, reservas ni distingos. La situación de disparate a que se ha llegado se mide en el hecho de que el vara mayor de la capital tenga que decir algo tan elemental y en el de que todo el mundo se pregunte qué dirá la suma autoridad partidista que ya en su día acató con racanería la sentencia visto que habría que seguir investigando en otras líneas.

La jefatura de dinamiteros recae en el señor Acebes, cuyo aspecto de lechuguino encaja fatal con las atrocidades de que colma diariamente al señor Zapatero. La decisión del señor Acebes de pegarse con el Gobierno acusándolo de ser el responsable de la falta de educación del señor Chávez es un desatino y una falta de lealtad tan patentes que no me explico por qué no se explican por qué el señor Rajoy no remonta en las encuestas. O ¿es que creen que la gente es imbécil? Sí, me temo que lo creen. Y temo asimismo que su grado de enajenación es tan extremo que piensan que están haciendo bien las cosas. De donde se sigue que, cuando el próximo mes de marzo, se den una castaña en las elecciones, la conclusión será que la gente vota equivocadamente. Mientras no crean que sea llegada la hora de enderezarla...