divendres, 26 de desembre del 2014

De no creerlo.


Este debe de ser el tercer o cuarto apunte sobre el discurso del Rey que sube Palinuro. Su opinión ha quedado bastante clara: Felipe VI, Preparao, es más de lo mismo. Más y de lo mismo que su padre quien, luego de una vida regalada, disfruta de una jubilación de ensueño con unos buenos capitales que ha ahorrado como una hormiguita y de los que no da cuenta a nadie. Más y de lo mismo. Si acaso, más soso, con menos experiencia y algo más bobo, que ya era difícil y dicho sea con todos los respetos a la institución real antes de que venga el de la cachiporra con su Ley Mordaza a poner al pobre Palinuro una multa de 600 millones de denarios. Más soso, más bobo y con menos experiencia; nada que no pueda subsanarse con el tiempo en los próximos cuarenta años con que este joven Borbón pretende deleitar a su amado pueblo.

Además del estilo inconfundiblemente borbónico, el monarca ha recitado ce por be y punto por punto el discurso triunfalista que le ha apañado el presunto cobrador de sobresueldos, okupa de La Moncloa, sobre sus habituales patrañas: la corrupción es atosigante, sí; pero gracias a los esfuerzos del principal responsable político de esa misma corrupción, será erradicada sin contemplaciones. La crisis fue muy dura, pero ya es historia, gracias a la gestión de este gobierno todo él encomendado a la intercesión de la Virgen del Parto Feliz. Cataluña anda tonteando con la idea de la independencia pero la abandonará de inmediato cuando sepa cuán cara es al corazón del Rey y, sobre todo, cuánto la aman los gobernantes que anhelan "españolizar" a sus nens. La democracia está firme, rozagante y tranquila, como lo demuestra el proyecto de Ley Mordaza gracias a la cual nadie podrá elevar el tono de voz so pena de paliza policial, identificación de lo que quede y multa al canto a los despojos.

La única diferencia entre este discurso del Rey y la habitual farfolla del presidente es que el Monarca no tiene que leer de los papeles. Lee en el teleprompter.

Para su gran pasmo Palinuro comprueba que la recepción del discurso real en lo medios ha sido de alegría, contento y algazara. En los medios y en los partidos. Al parecer en todos. Probablemente no hemos escuchado el mismo discurso o sí lo hemos hecho, pero con distintos oídos. Lo cual debe tranquilizar a la Corona. Porque lo importante no son las indudables bobadas que Felipe soltó sino la capacidad de la miriada de intermediarios y comunicadores de convertirlas en profundas y oportunas reflexiones. Así se forma una opinión pública informada y crítica.

Cómo sería la cosa de abyecta en el juicio de las reales tonterías que el elemento más crítico fue un editorial de El País con el muy significativo título de Buen discurso, pero... , pero, vamos, que le faltaba alguna precisión sin mayor importancia. En el resto, al parecer, coincidencia de criterios. Según el mismo diario, todos los partidos, PP, PSOE, UPyD y hasta Podemos  aplauden el debut de Felipe VI. Parece que el único algo más crítico, atinadamente crítico, ha sido IU. Pues muy bien, damas y caballeros, que los dioses les conserven el juicio y la capacidad de entender a qué altura debe estar el discurso de un Jefe de Estado a la población y no las divagaciones del chico de los recados de un perillán que lleva tres años desgobernando el país y mintiendo a todo el mundo.
 
De no creerlo, pero cierto.