dimecres, 3 de juliol del 2013

¡Váyase, señor Rajoy!


¿No ve que es usted una vergüenza nacional e internacional?
¿No ve que en el extranjero le tienen por un inútil (el "político más incompetente de Europa", ha dicho de usted un eurodiputado británico, Nigel Farage)?
¿No ve que los españoles no le respetan y hacen chistes sobre usted, su afición a los sobres, su cobardía, su silencio, sus mentiras, su falta de entereza y dignidad?
¿No lee usted los barómetros en los que sistemáticamente aparece usted el penúltimo, siendo el honor del último para Rubalcaba?
¿No ve que nadie le cree -ni siquiera le ríe ya- sus mentiras?
¿No ve que hasta sus cofrades de partido se avergüenzan de usted?

¿Quién se ha creído que es usted?
¿Cree de recibo que un presidente de un país europeo lleve seis meses ocultándose vergonzosamente, no compareciendo ante la prensa o haciéndolo en situaciones ridículas a través de una pantalla de plasma? ¿Que es admisible no permitir preguntas y negarse a contestarlas?
¿Cree que un presidente medianamente respetable puede responder a preguntas que ponen en duda su honorabilidad y su honradez con necedades idiomáticas como "¡Sí, hombre!", "todo es falso menos alguna cosa" o "ya tal"?
¿Cree que hay un solo líder democrático en Occidente que lleve seis meses sin dar cuenta de sus actos, en especial cuando estos están teñidos de fundadas sospechas de ser los de un personaje corrupto?
¿Cree admisible que no comparezca usted en el Parlamento y, cuando lo hace, no responda a las preguntas de la oposición?
¿Cree usted que se puede despreciar de tal modo a los diputados de la oposición y, a través de ellos, a los millones de españoles que representan?
¿En qué mundo piensa que vive usted?

¿Cuánto tiempo más piensa usted seguir mintiendo cada vez que habla?
¿Cuánto sosteniendo que no cumple con su palabra pero sí con su deber, como si esto fuera una nación de granujas que ignorara que el primer deber de un hombre digno es cumplir con su palabra y, si no, no haberla dado?
¿Cuánto negándose a pronunciar el nombre de Bárcenas, esto es, el de quien puede tener las pruebas de que lleva usted años cobrando dineros indebidos y recibiendo regalos y agasajos de delincuentes?
¿Cuánto sin hacer pública de verdad (no esa falsedad que le amañaron sus trujimanes) su declaración de la renta?
¿Cuánto sin confesar en sede parlamentaria el monto total de lo que en blanco, en negro o en colorado haya recibido al mes por todos los conceptos?
¿Cuánto negándose a contestar a las preguntas de la gente sencilla sobre los dineros que cobra?
¿Cuánto mintiendo como un redomado hipócrita al afirmar que tiene "los problemas de los ciudadanos", mientras trincaba usted a las escondidas al parecer más de 200.000 euros anuales?
¿Cuánto explotando su altanera afirmación de que "no está en política por dinero" cuando se presume que lleva años apañando un capital que solo en sobres bárcenigos se calcula en 1.500.000 euros?

¿Qué cree usted que es la vida política de un país democrático?
¿Un lugar en el que el tesorero de un partido está en la cárcel y el presidente que lo nombró no se da por aludido ni acepta responsabilidad política alguna siendo así que hasta es posible que las tenga penales?
¿Un lugar en que el presidente del gobierno mantiene en el cargo a ministros bajo sospecha vehemente de corrupción (Ana Mato: 800.000 euros gurtelianos; Gallardón: 140.000 euros a Urdangarín) y hace la vista gorda cuando se le exige que los destituya?
¿Un lugar en el que se descubre que el ex-secretario general del PP, señor Arenas, lleva años despilfarrando el dinero de todos los españoles en sobresueldos, noches de lujo en el Palace, comilonas de 1.000 euros la mesa y otras andanzas posibles -aquí ya nada es imposible- y fáciles de imaginar, pero el presidente de ese mismo partido no acepta responsabilidad alguna?
¿Un lugar plagado de sinvergüenzas, corruptos, malversadores, estafadores, todos ellos de su partido y en estrecha relación con usted sin que haya usted jamás instado la dimisión de ninguno de ellos?

Váyase, señor Rajoy; váyase y no vuelva. Ha tolerado usted que, bajo su mandato, el latrocinio y la ilegalidad se instalen en su partido, siendo usted, presuntamente, el primer beneficiario.
Ha convertido usted la política en una actividad de embusteros, cínicos, corruptos y ladrones.
Ha desprestigiado usted España en el exterior y la tiene indignada en el interior.
Váyase ya tras haber denigrado todo lo que de constructivo, solidario y humano tiene la vida pública, comprando para su inútil defensa una pandilla de granujas que se forran a su vez con dineros mayormente públicos a cambio de hacerle la pelota y cantar sus excelencias, y pasan por ser publicistas y comunicadores.
Váyase. Ya no queda nada por ensuciar, pervertir, prostituir. El país esta en mitad de una crisis económica y moral y esta útima se debe en exclusiva a usted.
Porque de la crisis económica es corresponsable su antecesor, Zapatero; pero de la moral solo lo es usted. Zapatero puede no ser extraordinario. Pero es un hombre honrado.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).