dimecres, 28 de març del 2007

El infierno iraquí.

"El infierno existe", parece que ha dictaminado Su Santidad. En efecto, se llama Irak. No vamos a entretenernos mucho con las cuestiones infernales. Dada la naturaleza de todo asunto religioso en todos los órdenes del saber, es claro que, cuanto se afirme de Dios o de su circunstancia, pertenece tanto (o más) al campo del deber ser como del ser. En cuanto objeto científico, Dios deja bastante que desear y parece una entidad desiderativa. En definitiva, cuando Benedicto XVI afirma que el infierno existe, el asunto significa que Benedicto XVI quiere que el infierno exista. La Teología es una forma de la psicopatología. Ya hace falta ser mal bicho para querer que exista algo tan horripilante como un castigo eterno. Hasta Juan Pablo II, que era bastante ultramontano, dejó en las tinieblas de la duda la existencia del infierno. Pero este guardián de la doctrina de la fe, ha restablecido su existencia. Estoy seguro de que, de existir Dios, ya le habrá reservado un lugar en él.

Para mí aquí no hay más que el infierno iraquí, del que los EEUU tendrán que salir por decisión senatorial antes del 1º de marzo de 2008. El Senado ha seguido el ejemplo de la Cámara de Representantes, vinculando la ley de ampliación de crédito con una fecha fija de retirada del Irak y en términos aun más perentorios que los de la Cámara. Por fin, el Congreso de los EEUU empieza a respirar. Ahora el Presidente puede vetar la ley, trazando una línea de conflicto entre la Presidencia y el Congreso. No hay duda de que eso sería lo que haría el primer Bush y sus amigos los halcones "neocons". Pero ahora estamos al final del mandato, los "neocons" ya han mostrado alcanzar las mayores cotas de ineptitud y crimen que cabía imaginar. Cuestión de ver si el Presidente osa vetar la medida. Así lo ha reafirmado, pero es el primero en saber que, si veta, con el proyecto se van los fondos que ha pedido para seguir cometiendo sus fechorías en Mesopotamia. Así que tendrá que elegir entre cometer más crímenes hasta marzo de 2008 o cometer los mismos hasta diciembre del mismo año. Angustiosa elección.

dimarts, 27 de març del 2007

La farándula.

Hoy se celebra el día internacional del teatro. Buena idea para dar un empujoncito a un espectáculo por el que llevan repicando a difunto las campanas por lo menos desde la invención del cine. Repicando inútilmente porque el teatro no puede morir. No no puede haber sociedad sin teatro. Aunque se haya intentado muchas veces. Excepción hecha de la antigua Grecia, en donde el teatro era la columna vertebral de las fiestas cívicas y del teatro No japonés, que es un espectáculo complejo y socialmente establecido desde el siglo XV, del que sale luego el kabuki, más popular, en casi todas las sociedades los poderes seculares y eclesiásticos han solido mirar con malos ojos la actividad teatral, cuando no la han prohibido directamente. Los teólogos y eruditos españoles debatieron mucho sobre la licitud del teatro. Mi bisabuelo, Emilio Cotarelo, dejó escrito un volumen de bibliografía sobre el asunto (Bibliografía de las controversias sobre la licitud del teatro en España, Madrid, Biblioteca Nacional, 1904, reeditado en 1997 por la Universidad de Granada), tan viva hoy como siempre. Tiene el teatro un elemento crítico, iconoclasta, rupturista que no complace nada a los poderes constituidos.

La famosa Carta a D'Alembert, de Rousseau, es asimismo una pieza en descrédito del teatro, en la que se rechaza la petición del enciclopedista francés de que se establezca un teatro en Ginebra, donde estaba prohibido desde los tiempos de Calvino. Porque no sólo los católicos, también los protestantes, en especial los puritanos, abominaban del espectáculo teatral. Y, si no podían prohibir las funciones, ponían condiciones y cortapisas. Por ejemplo, en la época isabelina en Inglaterra estaba prohibido que las mujeres fueran actrices, lo que obligaba a que sus papeles fueran representados generalmente por castrati o por adolescentes. Ello daba lugar a un doble equívoco verdaderamente curioso porque no era raro, sobre todo en las comedias de enredo, que las mujeres se disfrazaran de hombres para conseguir sus designios, con lo que, al final, nos encontramos con una curiosa figura que siempre me ha fascinado: el hombre que se disfraza de mujer que se disfraza de hombre. Como el famoso cuento chino de la mariposa.

En cambio, en los periodos y sociedades más avanzadxs, el teatro experimenta un gran auge. Basta recordar su importancia al comienzo de la Revolución Bolchevique, en los años veinte en Alemania y Austria, en los treinta, durante la República en España, de nuevo en los 50, en Alemania oriental. Pero no es necesario que las sociedades estén en convulsión para que el teatro ejerza mucha influencia. El teatro burgués romántico y después naturalista y realista de todo el siglo XIX fue muy importante para la sociedad de la época: Hugo, Vigny, Ibsen o Chejov son figuras esenciales en la sociedad de su tiempo. Como Dürrenmat, Ionesco o Beckett a finales del siglo XX. O Handke ahora mismo. Recuerdo que cuando vi el Insulto al público, en los primeros 70 salí pensando precisamente eso, que el teatro no puede morir. La sociedad no puede prescindir del teatro porque no puede prescindir de los espejos. ¿Cómo sabríamos cómo somos si no hubiera espejos?

Mujeres.

En el post de ayer sobre Europa puse esta "foto de familia" y sucedieron dos cosas: mi amiga Amalia mandó el post a una red de mujeres que investigan asuntos de género y mi alter ego bloguero, Joaquim, dejó dicho:

"Personalmente, me importa un rábano lo que mis representantes políticos tienen en la entrepierna, por mí como si tuviéramos un Gobierno español o una Comisión Europa formada íntegramente por castrati; lo me preocupa es lo que tiene esta gente dentro de su cerebro, no debajo de la cintura./Algún día habría que hablar serio y largo de estas cuestiones, Ramón."
Así que decidí que era buen momento para hacerlo. Pongo otra vez la foto y hago ahora otra pregunta, si la miramos con lo que suponemos ha de ser la mentalidad de la gente dentro de 50 o 100 años, ¿no resulta ridícula o por lo menos extraña? Hoy también se estrena el TV1 un nuevo programa llamado "Tengo una pregunta para Vd." en el que 100 personas van a preguntar al señor Rodríguez Zapatero. Una empresa ha escogido a esas cien personas para que sean una muestra representativa de nuestra sociedad. Y ¿qué composición tiene la muestra? 51 mujeres y 40 hombres. Como es lógico, dado que esa es la composición de la sociedad en cuanto al sexo, que es una circunstancia socialmente tan importante como la riqueza y más que la confesión religiosa. Sin duda, es imaginable un mundo de igualdad en el que, al componerse de modo aleatorio un conjunto como el que se reunió en Berlín, tuviera esa composición de género. Pero, ¿cuál es su probabilidad? Muy, muy por debajo de uno, ¿verdad? ¿Por qué, sin embargo, ahora es tan cercana al uno?

Obvio. Porque un complejo sistema de discriminación y exclusión, tradicional y moderno, basado en la violencia, en la ideología, la religión y la manipulación, se encarga de mantener la injusta situación de subordinación de las mujeres al día de hoy. Sin duda se está haciendo y se viene haciendo mucho desde hace algunos años, pero es insuficiente como se ve en la foto y se desprende de las estadísticas sobre salarios (inferiores) de las mujeres, posiciones de responsabilidad (menos) de las mujeres, etc.

Hay dos argumentos que suelen emplearse, en concreto en la izquierda, en contra de esta opción de plantear siempre (y cuando digo siempre es exactamente eso, siempre) la cuestión de género en todos los debates sociales. El primero viene a decir que la legislación (ya nadie, supongo, objeta a que estas cosas haya que hacerlas a base de leyes) de discriminación positiva atenta contra la igualdad del Estado de derecho. La respuesta es: no más que cuando existía la discriminación (mujeres sin capacidad jurídica en ningún aspecto de la vida, ciudadanas de segunda) sin que nadie viera entonces peligro alguno para el susodicho Estado de derecho.

El otro argumento es el que dice que esta actitud feminista desvía la atención de los asuntos verdaderamente importantes que son, por ejemplo, los de saber qué ideología tienen quienes mandan y no a qué sexo pertenecen. Eso será cuando sea posible y cierto que las mujeres tienen iguales posibilidades de mandar que los hombres, cosa que no sucede ahora. Ese no suceder es una evidente injusticia. La subordinación de la mujer es una injusticia de milenios, que está atrincherada en las instituciones y los usos sociales, las creencias, la lengua misma. Luchar contra las injusticias es tarea autoproclamada de la izquierda. Luchar contra ésta es atender a una revolución de alcance aún por determinar.

Uno de los aspectos de esas luchas es hacer efectivo el derecho de las mujeres a ser como Angela Merkel (o como Rosa Luxemburg), a gobernar mal... como los hombres, por lo demás. El derecho de las mujeres a ser visibles. Para que cuando dentro de 50 o 100 años, quienes miren esa foto de familia se rían por verla tan ridícula como debiéramos verla ahora.

Coincidencias.

Este post es una queja. A ver si hacemos bien las cosas. He recibido dos invitaciones a actos de la izquierda que me interesan. Una es de la Fundación Andreu Nin: homenaje a Wildebaldo Solano, mañana, a las 19:30 en el Círculo de Bellas Artes, 4ª planta. La otra es la que se ve más abajo: Viejo Topo, 30 años y edición facsimilar de los primeros de la revista, mañana también, a la misma hora en el mismo sitio pero 5ª planta.

¿Qué hacemos quienes estamos interesados en los dos? Supongo que lo más sensato será imitar al señor Jordi Dauder quien, como puede verse en ambas invitaciones, participa en los dos actos al mismo tiempo, como Dios. Y, al ser actor, a lo mejor participa también en la celebración del día del teatro, como el ausente. Lo que Dauder hará, seguramente, será presentar el acto de la Fundación Nin y, acto seguido, abrirse a la mesa redonda de El Viejo Topo en el piso superior. Que seguramente será lo que tengamos que hacer quienes queramos ir a las dos: subir y bajar pisos.

Por lo menos, podían haberlos puesto en la misma planta, así pasábamos la mayor parte del tiempo en el pasillo, que es donde suele concentrarse el personal para hablar de sus cosas.

No sé, colegas, bueno es que la izquierda no esté unida, pero no hasta el extremo de contraprogramarse.

dilluns, 26 de març del 2007

EUROPO.

Ahí están, los 27 en la foto de familia, con algún añadido, ante la neoclásica Puerta de Brandenburgo, en un paisaje arquitectónico de gusto palladiano. Por ese lugar pasaba hace 25 años el muro que dividía la ciudad de Berlín en dos.

Contémplese la imagen. ¿Algo raro en ella? Efectivamente, sí señora, Europa, la Unión europea, es un asunto de hombres. La única mujer, la anfitriona, Angela Merkel, una de 27, el 3,7% del total. Definitivamente, a la Unión le queda un trecho para alcanzar algo parecido a la igualdad de género que predica.

La celebración del cincuentenario de la UE se ha cerrado con una breve declaración votada por unanimidad lo que significa, según dictamina François Bayrou, candidato centrista a la presidencia de la República francesa, que no dice nada. La doctrina de la Europa-chapuza se confirma. En la declaración con la que, según los medios, se desbloquea el camino de la Unión hacia la Constitución, no se habla de Constitución. De las 710 palabras del texto (he usado la versión francesa) el término unión o su derivados, aparece 20 veces. Casi una fijación. Díme de qué presumes...La libertad y la paz se mencionan expresamente cuatro veces cada una. El aspecto declarativo, por tanto, francamente endeble. El protodispositivo, vagaroso. Los 27 nos comprometemos a tomarnos en serio los "grandes desafíos" que son los conflictos en el mundo, el terrorismo, la delincuencia organizada, la inmigración ilegal, la política energética y la protección del clima. Sobre los acuciantes problemas de hoy, nos proponemos promover la "democracia, la estabilidad y la prosperidad allende nuestras fronteras". Aquí nadie habla de conflictos concretos como el de Oriente Próximo o el Irak. Prometemos asimismo ocuparnos de la "internacionalización creciente de la economía". En Europa, señora, no tenemos "globalización"; eso es un cosa de los yankies.

En cuanto a los firmes propósitos constitucionales, según la fórmula final, acordada tras frenéticos cabildeos hasta el último minuto, compartimos

"el objetivo de asentar a la Unión europea sobre bases comunes renovadas de aquí a las elecciones al Parlamento europeo de 2009".
Es decir, chapuza. Europa no pinta nada en el mundo y la integración está parada. Pero al menos disponemos de dos años para intentarlo de nuevo. La Constitución la frenó Francia en su día. Holanda se sumó más tarde. Será Francia quien la relance a partir de ahora. Por eso son tan importantes las elecciones a la Presidencia de la República cuya 1ª vuelta está fijada para el próximo 22 de abril. Mientras tanto, ha jugado la peculiar diplomacia comunitaria: no iban a dejar a Alemania colgarse la medalla del relanzamiento. Alemania es muy europea, pero Europa no quiere ser alemana.

En casa, a bofetadas.

Menudo editorial el de El País de ayer, titulado ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Rajoy? Me parece que es el más duro y taxativo que he leído en el periódico. Pero es una pena que sólo adopte esta actitud combativa cuando se meten directamente con él o con su bolsillo. Ahora sabemos por qué el señor Polanco se puso farruco: porque le están tocando la cuenta de resultados. En las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, al tratarse de otorgar licencias de audiovisual, a PRISA no le dan ni las sobras, y el pastel se lo reparten los grupos de la derecha, Vocento, Losantos, El Mundo, etc. Así en Madrid, Valencia y Murcia. PRISA no ha pillado nada. Una licencia en Andalucía con otra para Vocento porque los sociatas se toman en serio lo de la imparcialidad de la administración. A lxs del PP, eso les trae sin cuidado. Lo que quieren es generar hechos consumados cuanto antes.

En El País ya experimentaron en carne propia cómo las gasta la derecha con los medios no afines, cuando los señores Polanco y Cebrián estuvieron a pique de ir a la cárcel en una de las sórdidas y habituales maniobras en los tribunales del señor Aznar. Pero se les olvida. Se les olvida que la derecha no guarda la compostura democrática, como se probó cuando la señora Aguirre llegó a presidir la CA madrileña gracias a dos diputados tránsfugas. Y, si pueden, volverán a intentarlo. Entre tanto, doña Esperanza no concede una sola licencia al grupo PRISA por la misma razón por la que no da un euro a la asociación de víctimas de la señora Manjón. Sabe que por ese lado no conseguirá apoyo incondicional dé lo que dé; en consecuencia, no da. Al tratarse de dineros públicos, ¿qué tiene esto que ver con el código moral del comportamiento democrático, como se lamenta El País? Por supuesto, nada, pero ¿quién le dijo a El País en un primer momento que en el PP haya respeto por la democracia?

Algún día habrá que hablar del alcance de esa actitud reformista y conciliadora de ciertxs demócratas cuya moderación acalla asustada las voces de la crítica pero no les sirve de nada luego para salvarlxs de la degollina.

A la vista del intento de la derecha de acabar con el grupo Prisa, el único que le molesta de verdad, incluso metiendo en la cárcel a sus responsables, cabe preguntar qué significado tiene lo que dicen algunxs ultraizquierdistas a la violeta de que son todos iguales. Hace falta ser muy granuja para sostener que, aunque la realidad diga otra cosa, el fino análisis marxista prueba que tú y el que quiere encarcelarte sois lo mismo. Tan granuja para decirlo como bobo para creerlo.

diumenge, 25 de març del 2007

Europa: elogio de la chapuza.

"O Freunde, nicht diese Töne!"

¡Tachín, tachín! Cincuenta aniversario del Mercado Común (MC), convertido en Comunidad Económica Europea (CEE), depurada en Comunidad Europea (CE) y transformada (de momento) en Unión Europea (UE). Esta sucesión de siglas refleja las metamorfosis de la organización que, a su vez, ilustran las del continente; un continente, el único del mundo, en el que todo se mueve permanentemente, las fronteras se desplazan, los Estados se escinden o se unifican, los regímenes cambian; un continente vivo en continua efervescencia. ¿Cuándo fue la última vez que cambió una frontera o surgió o desapareció un Estado en América?

Lxs europexs estamos orgullosxs de lo conseguido hasta la fecha, desde que este proyecto (dado que hubo otros antes) arrancó un 25 de marzo de 1957 en Roma. Bueno, no todxs. Hay otrxs, y son muchxs, en cantidades variables, según los países, que no solamente no lo están, sino que creen que todo lo que tiene que ver con la UE es un desastre. Unxs porque la ven como un monstruo burocrático, otrxs como un nido de banqueros ladrones, otrxs como una liga de privilegiados contra los pobres del Tercer Mundo, otrxs como un quilombo mestizo donde se pierden las esencias de nuestras razas puras etc. Quienes estamos orgullosxs de lo conseguido, también lo estamos de que haya tanta variedad de visiones. Bueno, tampoco todxs; a algunxs (también cantidad variable, según país) esta variedad les parece un desastre. Es Europa.

La UE es un prodigioso monumento a la chapuza, una muestra de la insólita capacidad europea para el apaño, el pasteleo, la solución ingeniosa, la capacidad de improvisación, virtudes todas ellas no privativas de los pueblos latinos. Desde que tengo uso de razón, lxs agorerxs amenazan con el hundimiento de la Unión cuyo estado natural es el de crisis cuando no por una cosa, por otra. Y, al final, siempre sale adelante con alguna laña, algún arreglo de última hora. En los años 60, la crisis de la "silla vacía" amenazaba con dar al traste con la Unión. En los 70, el pomposamente llamado "déficit de legitimidad". En los 80, el fracaso del mercado único. En los 90, con el fin de la guerra fría, los terrores de la ampliación. A partir del 2000, el desastre de la Constitución Europea. Y, después de cada crisis, una chapuza: en los 60, el "compromiso de Luxemburgo"; en los 70, la "serpiente monetaria" y la elección directa del Parlamento; en los 80, el Acta Única; en los 90, Maastricht y la moneda única; a partir de 2000, ya veremos.

La chapuza es el alma de Europa porque es la fórmula de la vida misma, que no se deja apresar por ningún proyecto, programa, "blueprint", modelo, pauta o patrón que quiera imponérsele, por esclarecido, prometedor o emancipador que diga ser. Europa es y no es la Europa de los Pueblos, la Europa de los Estados, la del Capital, la de los bancos, los sindicatos, las regiones. Europa es y no es Europa. ¿Prueba? Sencilla: ¿alguien puede definir la Unión Europea? Sólo quien lo haga a través del "No": no es un Estado, no es un organismo internacional, no es un Tratado. No se sabe qué sea. Pero es. Vaya si es. Que nos lo digan a quienes aún recordamos las fronteras interiores, las aduanas, las distintas monedas...

Cuando hoy, domingo 25 de marzo de 2007, el señor Romano Prodi, expresidente de la Comisión Europea, actual presidente del Gobierno italiano, democristiano de izquierda, entre otras personalidades, hable en nombre de la ciudad de Roma hace 50 años, transmitirá también al continente (pues así lo ha dicho ya) el mensaje del Papa Benedicto XVI quien recuerda que los católicos deben participar en política para defender la familia, el matrimonio (lxs suyxs, claro) y otros valores, algunos de los cuales me parecen fáciles de compartir y otros se me antojan repelentes. Como europeo escucharé lo que diga el Papa por persona interpuesta y como europeo pondré en solfa lo que no me parezca de recibo. Los católicos, dice ahora Benedictus XVI, deben participar en política. ¿Se acuerda alguien del non licet, cuando Pio IX, no menos Papa que éste, prohibió que los católicos participasen en política? Es que el Vaticano, la Iglesia católica toda, es también típico producto de la infinita capacidad europea para la chapuza. Veinte siglos de chapuza.

Nota bene: este post es complementario de otro publicado en el blog La otra chilanga, sobre igual tema pero con otro contenido, más pensado para un público latinoamericano. Aunque esto de pensar en públicos distintos en la blogosfera sea una tontería.

Segundas reflexiones sobre el boicoteo a PRISA.

A raíz de lo visto y leído ayer sobre la nueva ideaza del PP de boicotear a los medios de PRISA tengo algunas ocurrencias que expongo a vuela pluma y con ánimo liviano por ser domingo y señalada efeméride del 50 aniversario de la UE, espero que suficientemente celebrada en el post anterior, que mi curro me ha costado. Es mucho más fácil hablar de casa que del extranjero. Aunque haya que reconocer que, en buena crianza, la UE no es propiamente el "extranjero", como si se tratase de las Islas Vírgenes, sino más bien aquello que se inventaron aviesamente los soviéticos para convencer a los demás eslavos y no eslavos sometidos a su fraternal abrazo, esto es, el cuasi extranjero.

  • Negocio. Andaba El País algo alicaído porque las ventas no subían con la feroz competencia de los medios On line, empezando por la que el periódico se hace a sí mismo en su edición digital. El boicoteo hará subir las ventas. Publicidad gratuita para el diario. ¿Qué no darían los periódicos de la derecha, esos que hablan del "monopolio" de Polanco porque la libre competencia los deja atrás, por ser objeto de una medida así adoptada por el PSOE?

  • La indignación del señor Rajoy. La referencia polanquiana a la guerra civil ha indignado al señor Rajoy. El señor Rajoy se pasa la vida indignado con el Gobierno, ¿cómo no lo estará con lo que diga el señor Polanco, propietario del periódico que al señor Rajoy se le antoja baluarte del PSOE? En esta legislatura han estado llamándose "guerra civilista" (sic) unxs a otrxs sin descanso. Al señor Rodríguez Zapatero le han dicho que trata de resucitar la guerra civil por espíritu de venganza a causa de su abuelo, militar asesinado por los militares sublevados.
  • Don Hermann Tertsch. Hay quien dice que ese boicoteo es comprensible por cuanto el señor Polanco parece haber despedido al señor Tertsch, redactor de El País, por participar en el programa del señor Buruaga en TeleMadrid, un atropello que se quiere idéntico al que se cometió con el señor Yanke en esa misma cadena. Piano, piano: TeleMadrid es una empresa pública, mientras que El País es privada, con lo que los despidos, ambos ideológicos, tienen distinta naturaleza, siendo el privado aceptable (otra cosa es que sea legal) y el público, no. Pero hay más:

  • TeleMadrid. También se dice que el boicoteo es similar al que decretó el PSOE contra TeleMadrid. Eso es cierto y es inútil recordar que empezó el PP boicoteando 59 segundos. Esos boicoteos son pataletas. Lo que hay que hacer es criticar si se cree que el medio o el programa manipulan. TeleMadrid lo hace y el programa del señor Buruaga, mucho. Así (según tengo entendido, ya que yo no lo vi), el señor Tertsch es despedido no por participar en el programa del señor Buruaga, sino por dar a entender que lo hace en representación de El País. El señor Tertsch suele razonar en clave conspiparanoica, que no es el caso de su periódico. Debió desvincularse de éste y aclarar que participaba a título personal. Lo contrario huele a fraude y abuso de la buena fe de los telespectadorxs.

  • Doña Rosa Díez. También participó en el susodicho programa dando a entender que representa al PSOE. Como quiera que la señora Díez razona en clave PP, esa representación es una superchería y legitima la manipulación del señor Buruaga quien, al parecer, equilibra su programa con dos "representantes" de posiciones, digamos, progres que, sin embargo, sostienen los argumentos de sus oponentes. Si yo fuera el PSOE haría con la señora Díez lo que, al parecer (pues no consta aún) ha hecho el señor Polanco con el señor Tertsch: puerta. Al fin y al cabo, los partidos también son asociaciones privadas, aunque cumplan fines públicos.
  • dissabte, 24 de març del 2007

    El boicoteo a PRISA.

    Están luciéndose. El País es uno de los mejores periódicos del mundo. Uno de esos que llaman "de referencia", cosa reconocida en todas partes, por el público en general y por los especialistas. Mutatis mutandi, es equiparable a Le Monde, el New York Times o cualquier otro de los grandes. ¿Qué se diría en los EEUU si uno de los dos partidos principales llamara a boicotear al Washington Post, por ejemplo, o en Francia si Sarkozy pidiera el boicoteo de Le Figaro? Ambos perderían las elecciones. Esa pasada del PP de pedir el boicoteo al completo grupo PRISA es una metedura de pata parecida.

    Que el PP y la derecha en general tienen ganas al grupo es cosa sabida. Ya en su primer mandato Aznar intentó meter a sus responsables en la cárcel con ayuda de un juez prevaricador. Al no conseguirlo, hizo un boicoteo de hecho durante las dos legislaturas. Quizá me equivoque pero no creo que concediera una sola entrevista a El País en sus ocho años de gobierno y sólo llamó por teléfono una vez para engañar al director acerca de la autoría del atentado de Atocha en 2004. La desmesura, el pataleo de la reacción de los conservadores a las declaraciones de Polanco pertenecen a su estilo, incrementan el barullo, la agresividad, la hostilidad de la derecha al sistema democrático en su conjunto y son terreno abonado para la violencia. Ya veremos qué pasa en la primera manifa de la derecha, cuando traten de informar sobre ellas los medios que el PP boicotea.

    No pueden soportar la prensa libre. Si estuviera en su mano, cerrarían El País porque la prensa que les gusta es la que se ve a la derecha. La que gustan leer los falangistas que se manifiestan junto con las NNGG del PP contra una decisión de la fiscalía.

    Esa demasía histérica, ese perpetuo tronar indignado contra todo lo que hace el Gobierno, esa bronca sistemática y movilización permanente en la calle son como los movimientos angustiados que hace el infeliz que ha caído en una ciénaga de arenas movedizas; cuanto más se agita, más se hunde. Como lleguen así a las elecciones de 2008 van a perder la mitad de sus votantes. El asunto es tan evidente que parece como si pensaran que no va a haber elecciones.

    El motivo de la explosión han sido las declaraciones del señor Polanco en la junta de accionistas de la empresa. Algunos medios ya empiezan a decir que dichas declaraciones son inoportunas, inconvenientes y polémicas. Es el inveterado miedo de los españoles a la derecha feroz. Si ésta insulta, amenaza, apabulla, no se dice nada; pero si la izquierda o hasta la derecha menos montaraz (al fin y al cabo el señor Polanco es más bien de derechas) manifiestan su posición con claridad, se les recrimina como si hubieran abusado de la libertad de expresión. ¿Abusar de la libertad de expresión cuando se dice que al PP le vale todo con tal de volver al poder o que las manifas de la derecha son franquismo puro y duro? Parece mentira. Todo el mundo puede ver las fotos con las banderas franquistas en esas manifestaciones y las banderas franquistas, es de suponer, son franquistas. Que al PP le valga todo para sus fines electorales lo sabe hasta la Capra Hispánica.

    Pero hay más. Aquilátese la concepción de la libertad de expresión y el juego democrático que tiene la derecha. Desde sus medios se insulta al señor Rodríguez Zapatero prácticamente todos los días y con el mismo argumento: que está dispuesto a todo (a romper España, a entregarse a ETA, etc) con tal de permanecer en el poder. Eso lo dicen los periodistas y políticos del PP. Además, desde los medios de la derecha se confiesa una abierta filiación política: Zarzalejos, Pedro J., Losantos, etc dicen a las claras que quieren que gane las elecciones el PP y hacen lo que pueden por conseguirlo. Son boletines del PP, cosa que, como es sabido, no es lo mismo con El País y el PSOE.

    El PP es cada vez más un partido antisistema, ultramontano y extremista que parece dispuesto a mantener este nivel agresividad y excitación hasta marzo de 2008. No quiero pensar en el verano que nos espera. Quizá sea inteligente que el Gobierno convoque elecciones anticipadas. Así nos libramos de estos espectáculos y los partidos conocen su auténtico apoyo electoral. Con los partidos, la gente. Con la gente, lxs hacedorxs de opinión, que son siempre lxs últimxs en enterarse de todo, y sabiendo ya el respaldo real en votos del PP, le pierden el miedo.

    Y del Irak hay que irse.

    Las imágenes que están llegando del Irak mezclan lo cómico y lo trágico. El episodio protagonizado por el nuevo Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y el manager que tienen los estadounidenses en el país, Al-Mariki, cuando un bombazo interrumpió al primero, que estaba hablando de lo seguro que se va hoy por Bagdad, fue casi como de peli de risa. Hay que ver qué expresivo puede llegar a ser un inexpresivo rostro asiático.

    Al mismo tiempo, en el Irak siguen corriendo ríos de sangre, la guerra civil es un hecho, ya no se cuentan los muertos y heridos en atentados, y el país vive en el caos. La zona entera es un polvorín. La detención de los marines británicos por efectivos iraníes ha disparado los precios del crudo en el mercado, típica señal económica de un posible casus belli. Otro más.

    Entre tanto, en los EEUU, por fin, la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes se ha decidido a enfrentarse al Gobierno, aprobando la ampliación presupuestaria que éste solicita pero imponiendo un plazo para el fin de la agresión (ellxs lo llaman de otra forma) en el país del golfo en agosto de 2008. Es una decisión muy suave (que, por cierto, ha contado con 14 "noes" demócratas y 2 "síes" republicanos) que deja un margen de 15 meses para que el Gobierno siga haciendo barbaridades en el Irak; una decisión "de mínimos".

    Aun así, el irresponsable que gobierna el país y, con él el mundo, se lo ha tomado a la tremenda, al modo Rajoy y, rodeado de veteranos de la Legión Americana, afirma que vetará la ley. Es posible que lo haga, sobre todo si Dios se lo indica, pero se va a encontrar con un problema porque con el plazo de retirada veta también la ampliación presupuestaria. La revolución inglesa del siglo XVII empezó así, con el Parlamento negando al Rey los dineros que necesitaba para sus guerras. El asunto acabó costando la cabeza al Monarca. No llegará la cosa hasta ahí ahora, ni siquiera, probablemente, habrá intento de inhabilitación presidencial, pero si el grifo del dinero sigue cerrado, los gringos tendrán que irse del Irak.

    Salvo que el asunto de los primos británicos proporcione un pretexto. Desesperados como están los dos sujetos de las Azores (el hispano no cuenta, como no contó desde el primer momento, excepto para hacer el ridículo) pueden intensificar el disparate para acallar a una opinión pública cada vez más hostil.

    Pero antes o después tendrán que irse del Irak. Esa guerra está perdida. Como la de Vietnam. La opinión mundial es claramente contraria. Lo sensato sería llevar a los responsables ante el Tribunal Penal Internacional. Que ya veremos. Pero, de momento, que se vayan.