Algunas consideraciones breves sobre el barómetro del CIS en vídeo. El texto, más abajo.
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El barómetro del CIS de julio coincide como un guante con los deseos del gobierno del PP. ¿Casualidad? No puede descartarse, desde luego. También es posible que haya burros voladores, aunque escasamente probable. En todo caso, conociendo el percal que aquí se vende, la casualidad puede descartarse con la conciencia tranquila. Digámoslo con claridad: un país gobernado por un partido que hasta los jueces presumen pueda ser una asociación de malechores (y ¡qué malhechores!), que se inmiscuye en todo, que todo lo manipula, desnaturaliza e instrumentaliza, que controla los medios de comunicación, los tribunales de justicia, que falsifica todos los datos, los utiliza torticeramente o se los inventa, ¿iba a permitir un organismo demoscópico independiente? Un partido que contrataba delincuentes para mejorar la reputación de sus dirigentes en las redes, ¿va a pararse en barras a la hora de respetar la independencia del CIS y no imponerle lo que tiene que decir?
Eso no se lo cree nadie. Hoy todos los periódicos especulan sobre los datos de ese baremo, dándolos por buenos no solo contra lo que muestra la experiencia sino contra el mero sentido común. Los resultados del CIS me merecen tanto crédito como las afirmaciones y promesas de Mariano Rajoy, el de los sobresueldos, de cuyo gobierno depende el Instituto en cuestión. Y no se trata solamente de que la famosa cocina realmente apeste que, por supuesto, es hedionda. Se trata también de los datos brutos, de su acopio, procesamiento, hasta de los números de los folios, de todo. Todo lo qe estee gobierno toca lo falsea, como suele pasar con esta gente carente de escrúpulos y de frenos morales de ningún tipo a la hora de mentir en su provecho para seguir saqueando el país como reconoció la señora Cospedal, la única vez que ha dicho la verdad por equivocación. Y si el gobierno del PP no ha hecho otra cosa que mentir en cuatro años, ¿por qué iba a decir la verdad un organismo de él dependiente? Sobre todo tratándose de la verdad en un terreno muy sensible: las expectativas de voto.
Todavía con mayor claridad: el PP no se vale del CIS para pronosticar tendencias de voto sino para fabricarlas en su provecho. Que el partido de la corrupción, la Gürtel, la Púnica, etc., etc., el que nadie quiere ver gobernando, el que presenta mayor índice de rechazo, dirigido por un político desprestigiado, con la más baja puntuación popular, del que nadie se fía, vaya a ganar las elecciones con casi un tercio de los votos es tan verosimil como la serpiente del lago Ness. Así que ahórrense las cavilaciones. Ese barómetro no sirve para nada, salvo para saber qué resultado le gustaría al PP que dieran las próximas elecciones.
Puestos a fabular no solamente resulta que el PP ganará las elecciones según sus doctrinos demoscópicos sino que el apoyo al independentismo catalán está de capa caída. Vamos que si las elecciones fueran el año que viene en lugar del mes que viene, la opción ganadora en Cataluña sería la del Estado centralizado que es el que más gusta en La Moncloa.
Solo hay algo más necio que tomarse en serio a unos sinvergüenzas: votarlos.