divendres, 19 de desembre del 2014

Nuevas fechorías del sobresueldos y la banda de mangantes.


Si pensaban ustedes que en tres años de legislatura de estos mendas habían visto todo en punto a sinvergonzonería, mentiras, corrupción, latrocinios, arbitrariedad, desprecio por la gente, estulticia, beaterío, agresividad y pura mangancia, estaban ustedes equivocados. Si creían que, con docenas militantes procesados por los más diversos delitos y varios altos cargos -Matas, Fabra, Bárcenas, Díaz Ferrán, etc- ya en la cárcel por chorizos o presuntos chorizos, esta supuesta asociación de mangantes iba a enderezar su comportamiento y atenerse a la ley, creían ustedes en el unicornio. Si pensaban que, después de haber arruinado el país, desposeído a la gente de sus derechos, empujado a los jóvenes a la emigración, desahuciado a cientos de miles de familias, empobrecido a los trabajadores, estafado a los cuentacorrentistas, sisado a los desempleados y escatimado sus pensiones a los viejos, esta pandilla iba a darse por satisfecha, pierdan ustedes toda esperanza.
 
Les queda un año de legislatura y, sabedores de que la gente los mira con auténtica repugnancia y está deseando que haya elecciones para echarlos a patadas, han decidido apretar el acelerador de sus abusos y tropelías, seguir esquilmando el erario público (por si no vuelven a poder hacerlo en unos años), preparar la fuerzas de represión para sofocar a palos cualquier discrepancia y perder hasta las apariencias y disimulos de una política no estrictamente de rufianes.
 
Pruebas han dado suficientes del talante abusivo y de matones que piensan aplicar, con desprecio a la opinión pública y las más elementales normas no ya de la moral sino de la mera buena educación.
 
Ayer mismo, Ana Mato, ex-ministra de Sanidad que tuvo que dimitir por corrupta y por estar imputada en un proceso penal, fue nombrada para un cargo en una comisión parlamentaria, con un incremento de más de 1.000 € de dinero público, el único que esta perfecta inútil lleva cobrando toda su vida en blanco, negro o marrón. De este modo queda claro qué entiende el gobierno por las medidas contra la corrupción que piensa presentar esta semana en el Parlamento, probablemente con la ayuda de esta corrupta.
 
Igualmente, falto de un portavoz del grupo parlamentario, el sobresueldos ha nombrado a Rafael Hernando, el bravucón achulapado de talante falangista que protagonizó un intento de reyerta al estilo matón en el Congreso, intentando partir la cara a Rubalcaba. El mismo sujeto capaz de decir de quienes quieren encontrar a sus familiares, asesinados por los franquistas (los antecesores ideológicos del tal Hernando) que si lo hacían era porque hay subvenciones. Subvenciones, por cierto, que su partido y gobierno han suprimido. Algo que a este provocador nato debe de parecerle muy bien.
 
Molesta la asociación de presuntos malhechores con la actividad del Fiscal General del Estado, no ha parado hasta echarlo de su puesto, en el enésimo caso de evidente injerencia política en la administración de Justicia en España. El dimitido Torres Dulce tendrá ahora tiempo de reflexionar acerca de cómo plegarse a las órdenes de estos tipos sin escrúpulos no garantiza nada porque siempre pedirán más, hasta el momento en que se exija la abyección y sumisión absolutas y, para entonces, la oposición ya será tardía: el complaciente Fiscal General del Estado tratado como una bayeta por desalmados que desconocen por entero lo que es la dignidad de las personas.
 
Y a todo esto, Palinuro repite su pregunta dirigida a la oposición: ¿van ustedes a legitimar con su presencia la farsa en la que el sobresueldos presentará sus medidas en contra de la corrupción en presencia de gente como Ana Mato? ¿No les da vergüenza?