dimecres, 11 de juliol del 2012

Madrid fue una mina

Nadie se esperaba, aunque se venía barruntando hace dos o tres días, que Madrid se echara a la calle a confraternizar con los mineros. #nocheminera fue TT y sigue siéndolo. Ninguna televisión cubrió la jornada, pero las imágenes inundaron las redes sociales. En FB y en Twitter hay fotos impresionantes. El recibimiento se ha vivido en directo y en tiempo real en las redes. Es el tiempo de la ciberpolítica ¿Cuántos acompañaron y vitorearon a los mineros? Cientos de miles, sin duda. Con los bomberos por delante y los del 15-M, y los de DRY y los distintos partidos de izquierda y los sindicatos. Un acto de protesta del pueblo llano que, de pronto, se ha mirado y ha cobrado repentina conciencia de su fuerza. Esto no se puede parar con prohibiciones arbitrarias, como la de Cristina Cifuentes, oponiéndose al paso por La Moncloa ni con antidisturbios. Leí una buena reflexión en Twitter: si los antidisturbios cargan, que piensen que no tendrán paga de Navidad.
Se están creando condiciones subjetivas para que haya un movimiento que el gobierno no pueda ignorar. Las objetivas son patentes. Nadie se extraña y, en el fondo, todo el mundo suponía que algo así podía pasar, aunque no supiera en qué momento pues, cuando se hostiga sin cesar a la gente, al final esta se revuelve. Se invoca aquí un principio y un derecho sacrosanto: la legítima defensa frente a quien quiere aniquilarte a ti y a tu familia, tu región entera. La derecha carece de argumentos frente a esta insurrección masiva. Lo único que he leído en las redes es una pregunta retórica que pretende señalar un sinsentido pero consigue lo contrario. Uno decía: "Mineros en paro en Madrid, ¿por qué no periodistas en paro en Ponferrada?" Pues sí, ¿por qué no? Y otra ilustre periodista con antena alta en Telemadrid se preguntaba ¿qué pasaría si todos los subvencionados a quienes se retira las subvenciones hicieran como los mineros? Pues la mejor manera de averiguarlo es que lo hagan, efectivamente. A ver qué pasa. Teniendo en cuenta que no corremos riesgo de que haya toros por las calles porque las subvenciones a las corridas se mantienen.
Fue una noche emocionante que se instalará en la memoria colectiva como prueba de que la conciencia de clase no está muerta.
(La imagen es una foto de enriqeregueroalvarez@elmarquesdeleon, bajo licencia Creative Commons) que reta a los medios comerciales a publicar estas fotos.