El candidato imputado en un asunto de corrupción en los tribunales firma un manifiesto en contra de la corrupción. No es ya solamente que el caso Gürtel esté enseñoreándose de la campaña; es que, como esto siga así:
primero: Vergara, Fontdevila y demás dibujantes de humor van a quedarse sin trabajo. Porque esa foto es un chiste. ¿Existe un Pulitzer para los cartoons? Alguno dirá que maldita la gracia que tiene el chiste. Pero no se le haga caso; siempre hay un Quintín el amargao empeñado en ignorar el venero mismo de la raza, el absurdo. Y la plana mayor del PP aplaude el gesto sabiendo, supongo, que si Camps resulta juzgado y condenado, esa firma hará arder el documento. Porque las firmas tienen un valor simbólico altísimo. Recuérdense aquellos billetes de banco, moneda patria de curso legal, firmados por un Gobernador del Banco de España condenado en firme a pena de prisión por manejos ilícitos con la pasta.
Segundo: no sé cómo va a llegar el PP a la campaña electoral. Habrá que estar atentos a los sondeos de intención de voto porque esta campaña tiene que estar incidiendo en la gente en una dirección my peligrosa: la de tomarse a guasa tanto a Camps como a quienes lo respaldan.