divendres, 27 de febrer del 2009

Desafueros.

Muy graves deben de ver las cosas en el PP para lanzarse así a tumba abierta a comportamientos de talante tan autoritario y antidemocrático. Desde que se destapó el escándalo de los espías, que ya era pintoresco, se ha producido una especie de escalada de desatinos que se ha exacerbado cuando el patio se llenó también de corruptos haciendo compañía a los espías de forma que al final el respetable ya no sabe si espiaban porque eran corruptos, eran corruptos porque espiaban o ambas cosas tienen ya tan poco que ver entre sí como comer lentejas y jugar a la brisca en Tudela. Y conste que digo Tudela sin intencionalidad alguna, como podía haber dicho Navalcarnero o Sigüenza.

Entre tanto nerviosismo es comprensible que la dirección del PP reaccione agresivamente; comprensible pero no justificable. El señor Rajoy no puede decir por la tele que se está incoando una "causa general" contra el PP porque eso es un solemne desatino, una acusación tremenda contra el Estado de derecho y la democracia porque ¿quién esta incoando esa "causa general" ya que éstas no se incoan solas?: ¿el Parlamento? ¿El Gobierno? ¿El Poder Judicial? ¿La Corona? Conviene que lo diga porque una "causa general" como él sabe muy bien es un delito y un atentado bestial a los principios mismos del Derecho y el último (y primero por lo demás) en cometerlo en España fue Francisco Franco, de cuyo régimen guarda el PP excelente memoria, según dice alguno de sus dirigentes. O sea, que nada de "causa general", ¡qué disparate!

Tampoco puede decir el señor Rajoy que el juez Garzón debe abstenerse "porque es socialista"; otra barbaridad inverosímil en alguien que ha sido vicepresidente del Gobierno. Preguntas: ¿cómo lo sabe él? ¿Qué significa exactamente "ser socialista"? ¿En qué se nota que ser socialista -caso de que "ser socialista" sea un enunciado con sentido y el juez Garzón encaje en ese sentido- perjudica la labor judicial? ¿Más o menos que ser del Opus? ¿Más o menos que ser "popular"?

El presidente del principal partido de la oposición no puede ir por ahí diciendo barbaridades sobre las instituciones democráticas y el Estado de derecho. Y supongo que tampoco pueden ir haciendo lo mismo, política de tierra quemada, otros cargos del partido imputados o próximos a serlo según rumores. Esto de los rumores está mal, aunque parecen difíciles de eliminar en sociedades abiertas como la nuestra con libertad de expresión y derecho a la información. Lo que no se puede es decir que eso está muy bien y batir palmas con las orejas cuando las filtraciones nos benefician no hablando entonces de filtraciones sino de "periodismo de investigación" y pedir que se persigan cuando nos perjudican que ya no son periodismo de investigación sino puras murmuraciones despreciables movidas por la verde envidia.

No es de recibo que, al saberse nombres de imputados, el señor Camps llamara a los suyos a capítulo, incluido su hombre en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para que cerraran filas en torno suyo, como los círculos angélicos, proclamando su oposición a la inexistente "causa general". La inexistente "causa general" sin embargo es una realidad incuestionable: el franquismo abrió proceso por "rebelión militar" y "auxilio a la rebelión militar" prácticamente a todo quisque de forma que la población no se dividía como en los demás países entre inocentes y culpables confesos sino entre culpables confesos y culpables por confesar, la situación más antiigualitaría que quepa imaginar. El señor Camps no puede lanzar a sus mesnadas a una guerra particular con el Gobierno del Estado como si, caso de ser agraviado, fuera a separarse con el viejo Reino de Valencia en donde la gente lleva tanto siglos honrando a los muertos y enchufando a los parientes y deudos, como bien sabe el señor Fabra, firme guardián de las esencias de la raza.

Pero lo que la derecha definitivamente no puede hacer so pena le estalle el orden no ya nacional o internacional sino simplemente el mental es ir contra los principios mismos del orden constituido cosa que sucede cuando en un escrito de denuncia a uno se le cruzan los cables, como le sucede al señor Bárcenas, tesorero del PP, y afirma que el proceso es una "utilización torcida de las instituciones del Estado y de las funciones jurisdiccionales para tramitar, proseguir y auspiciar una verdadera causa general contra el PP. Ya se ha dicho que de causa general, nada y del uso torcido...ya me contarán. ¿Conoce alguien a algún delincuente a quien no le parezca que se está haciendo un uso torcido de la función jurisdiccional para que triunfe el crimen en contra de la gente inocente? Y esto es solo un ejemplo, no por cierto, un intento de implicar "implícitamente" al señor Bárcenas en trama alguna. Eso de "implícitamente" le molesta mucho.

Por último, tampoco puede ir por ahí el señor Bárcenas, sea tesorero o pontífice diciendo que su situación "recuerda los mejores tiempos de la propaganda goebbeliana y resulta intolerable en un Estado democrático y de Derecho". No sé qué creerá este señor que hacía Goebbels pero está claro que no tiene ni idea y que confunde a Goebbels con Torquemada o con Stalin, maestros en la supresión física de los discrepantes.

(La imagen es una foto de Contando estrelas, con licencia de Creative Commons).