Ayer, durante los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Atocha, un ciudadano desplegó una pancarta en la que podía leerse lo que se lee aquí a la izquierda y que a este modesto bloguero parece de mero sentido común. No sé si Aznar debe o puede comparecer ante el Tribunal que se cita, pero tengo por cierto que debiera hacerlo ante un tribunal de justicia para responder por lo que parece ser un crimen: ayudar a desencadenar una guerra ilegal de rapiña con resultado de genocidio en el Irak y de bárbaro atentado en Madrid. En cuanto al señor Acebes, su radical incompetencia para el cargo de ministro de Interior (y, sospecho, para cualquier otro por encima del de guardacoches) es tan evidente y clamorosa que ya tendría que estar procesado. En lugar de ello su partido lo presenta como candidato probablemente para que, si gana el PP las elecciones, pueda seguir haciendo lo que hacía antes: nada. En cuanto a Aznar, el capital internacional ha premiado sus desvelos en favor del genocidio y la confrontación con un suculento contrato de asesoramiento para el magnate propietario de la empresa de medios de comunicación probablemente más reaccionaria del mundo. Hacer a estas gentes penalmente responsables de sus actos contribuiría a pacificar el planeta.