divendres, 1 de setembre del 2006

San Ramón Nonato, Gilda y Munch.

Ayer fue mi santo y el de mi hijo Ramón, que me envió una postal con la imagen de San Ramón Nonato. Sospecho que su madre lo ayudó algo, porque él tiene un año de edad. San Ramón me cae muy simpático. Si fuera creyente, le sería devoto. Era discípulo de Pedro Nolasco y, por tanto, fraile mercedario, de los que redimen cautivos. Ocupación de gran nobleza que suele recaer sobre santos, a su vez nobles (pues San Ramón lo era), y caballeros. Recuérdese el episodio de los galeotes en el Quijote. Cierto que se trata de un quehacer no bien visto por las leyes humanas. Pero ¿qué son las leyes humanas a ojos de santos y caballeros andantes? Ramón llevó su celo hasta constituirse prisionero del infiel en rescate de otro cristiano. Y en el cautiverio trataron de cerrarle la boca perforándole los labios y sellándoselos con un candado. En fin, por su condición de nacido mediante cesárea de madre muerta, el cardenal Ramón Nonato es muy invocado por quienes se oponen al aborto, pero eso no es culpa suya. Total, que mi hijo y yo tenemos un santo que mola.


Otra característica del 31 de agosto: doy por finalizadas las vacaciones (por llamarlas de algún modo) y me reincorporo al trabajo, con lo que los posts serán más breves. Mejor, ¿no?


Put the blame on Mame, boy.

Ayer murió Glenn Ford. Era un gran actor y una buena persona que estaba en posesión de la Legión de Honor francesa por su ayuda a la resistencia. Pero, aunque hizo películas fantásticas, como Cimarrón, Big Heat (no sé el tít en español), El tren de las 3:10, una de mis favoritas del Oeste, o Los cuatro jinetes del Apocalipsis, su figura estará siempre ligada a la bofetada que le suelta Johnny Farrell a Gilda, es decir, ligada a Rita Hayworth que estaba soberbia, fabricando un mito al lado del cual creo palidecen los anteriores y posteriores. Escúchese Put the Blame on Mame. Según leyenda, esa escena es un terremoto, el de San Francisco, del que habla la canción. Tirando del exitazo de Gilda, Ford protagonizó seis películas y un romance en la vida real con Hayworth. Nada comparado al papel de Farrell, supuesta homosexualidad incluida. Lo de la bofetada, hoy no pasaría. Digo que no pasaría la censura.


Munch vuelve a casa

Es estupendo que la policía haya encontrado los dos cuadros de Munch (El grito y Madonna), robados hace dos años y que no hayan sido quemados, como se temió. El grito es mundialmente famoso. Hay quien dice que es un símbolo del psicoanálisis, cosa nada extraña ya que Munch empezó de simbolista, pero, como era un adelantado, también fue padre del expresionismo. Su Autorretrato en el infierno es como un manifiesto de la nueva época y la influencia del pintor llega al día de hoy. El otro cuadro rescatado es la Madonna, una de las piezas que componen su Friso de la vida, menos conocida que El grito pero tan inquietante como éste y mucho más ambigua e irrespetuosa. Hoy, cuando la cantante Madonna se hace crucificar en Roma, la imagen puede no resultar llamativa. A fines del siglo XIX era una provocación. Sigue siéndolo. Prueba es que los periódicos prefieran reproducir El grito.