Con la que está cayendo a cuenta de las puertas giratorias y de las empresas eléctricas (un suculento negocio para los políticos y sus amigos a costa de que la gente pague unas de las tarifas más altas de Europa), cualquiera diría que este nombramiento muestra poco tacto o sentido de la oportunidad. Otra puerta giratoria y más que giratoria, una verdadera lanzadera. El puesto para el que se ha nombrado a este personaje con unos 150.000 € al año, queda vacante porque su anterior titular se incorpora al gobierno. ¿Habían oído hablar alguna vez del capitalismo de amiguetes? Son las reglas del mercado: las empresas no se arredran en contratar auténticos inútiles por una millonada porque saben que se las recompensa por otro lado. La experiencia del nombrado en asuntos de energía viene de haber sido director general de la Guardia Civil, puesto al que fue ascendido sin merecimiento alguno, como decisión personal de su amigo Rajoy. ¿Paganos? Los contribuyentes.
La idea de que este nombramiento muestra falta de tacto es, en realidad, una simpleza. Los que proceden a hacer nombramientos caciquiles se pasan el día haciendo cosas parecidas. El Estado es de su propiedad y hacen con él lo que quieren. Nombran a la gente que les da la gana, amigos, allegados, parientes. ¿Para qué van a necesitar tacto o sentido de la oportunidad? Hacen lo que quieren porque es lo que quieren y nadie protesta y, lo más grave, nadie lo impide. Es una desvergonzada conciencia de impunidad. Después de 14 años de humillar la memoria de las víctimas del Yak42, sin pedir perdón por el inaudito atropello, los mismos que son políticamente responsables de él reciben a los familiares como si les hicieran un favor y siguen sin pedir perdón.
¿Por qué habrían de hacerlo? El país es suyo. Si hubieran de andarse con remilgos y cuestiones de oportunidad, ¿cómo iban a homenajear póstumamente a Rita Barberá? "Era buena, decente y trabajadora; la echo de menos", dice Rajoy. ¿Sentido de la oportunidad? Debe de ser el mismo Rajoy que la obligó a dejar la militancia cuando las cosas se le pusieron feas, pero que ahora, llevado por el entusiasmo, ha llegado a comparar a Barberá con los ediles muertos por atentados terroristas.
Todo eso y mucho más, cotidiano, permanente: latrocinios, expolios, estafas, malversaciones...la corrupción en España es estructural y todo lo que se hace es funcional a esa estructura. Que, por lo demás, sigue manteniéndose sobre las costillas de los más débiles, los jóvenes, los parados, los dependientes y, en esta ocasión los jubilados pues el PP y C's han conseguido paralizar la subida de las pensiones de un 1,2%, siendo así que la inflación en enero ha sido del 3%.
A esta situación de trapaza y corrupción cotidiana, aquilatadamente española, hemos llegado con el impagable auxilio del PSOE al permitir con su abstención este gobierno de la derecha. Andan por ahí los voceros de la gestora diciendo que lo controlan y que son una oposición útil a la ciudadanía. A la vista está, en la impunidad con la que el gobierno hace lo que quiere.
Ahora amenazan con no aprobar los presupuestos. Será de ver hasta dónde llevan su negativa, teniendo en cuenta que Rajoy dispone de la llave de elecciones anticipadas. Y si, para evitar elecciones anticipadas, se forzó una abstención del partido que lo dejó fracturado, ¿qué no se hará para evitarlas de nuevo? Por ejemplo, aprobar los presupuestos con estos o aquellos retoques que el gobierno se encargará de ignorar olímpicamente, como hace con todas las proposiciones no de ley del parlamento mientras él procede por decreto.