Auditori 3 "Espai Cultura de la Fundació Sabadell 1859", c/ d'en Font, 25 a las 19:30. Son los datos físicos. Los intelectuales, algo más ambiciosos. Nada menos que "El dret d'un poble a escollir el seu futur". Estos de la ANC no se andan por las ramas. Presenta y modera Pere Cardús. Farem ho possible, aunque el asunto está meridianamente claro: nadie puede interferir en el derecho de un pueblo a decidir su futuro.
El problema está en el término "pueblo". La bronca con el nacionalismo español de derechaizquierdacentro está en el sujeto del derecho: ¿qué pueblo es ese que elige su futuro? La cuestión se aclara si echamos mano de la clarividente observación de Sir Ivor Jennings: "Antes de que un pueblo pueda decidir, primero hay que decidir quién es el pueblo". Bien, esa es la cuestión. Pura traslación de la perplejidad. ¿Y quién tiene capacidad para decidir si un pueblo es o no un pueblo, esto es, un sujeto colectivo con capacidad de decidir? Por ejemplo, el Tribunal Constitucional español, un órgano que movería a risa a cualquier persona imparcial y medianamente informada, se considera competente para decidir si los catalanes son o no una nación. Y millones de personas supuestamente racionales aceptan tamaño dislate.
Está claro con lo dicho que la condición de "pueblo", de sujeto colectivo con capacidad de decidir, la condición de nación es autoasignada. Es la propia colectividad la que se considera subjetivamente como una nación. Por supuesto, para evitar caprichos de última hora es preciso que esa colectividad dé pruebas de mantener su criterio de forma responsable, consecuente, perdurable. ¿Qué les parece la conciencia nacional catalana de los últimos mil años? En mi opinion, algo más que suficiente para que nadie pueda oponer obstáculo alguno al derecho del pueblo catalán a decidir su futuro.
Pero el caso es que se le oponen. De eso vamos a hablar hoy en Sabadell.
Nos vemos allí.