Unas elecciones europeas, que a todo el mundo importan un pepino, las gana hasta el Pato Donald.
Podemos no era un bluff al principio, pero se convirtió en un bluff cuando se echó en brazos de Anguita. Y, si sigue con él, puede que no llegue ni a las elecciones de mayo.
El PSOE tiene 140 años. No es el PASOK y ningún advenedizo va a borrarlo del mapa.
La estúpida fórmula PP=PSOE es más negativa que positiva para quienes la emplean.
Después de 30 años en el poder, en el PSOE hay corrupción, pero no es un partido corrupto, como el PP. Hacer amalgama y no diferenciar es propio de gente con pocas luces.
Ni en Andalucía ni en la Patagonia es buena fórmula descolgarte despreciando a quienes quieres que te voten. Los de Podemos han conseguido que los andaluces les tomen la medida y vean que ellos sí son casta. De verdadera risa.
Tener mal perder cuando se pierde es penoso; pero tener mal perder cuando has ganado algo es literalmente de orates.
Porque estas elecciones fueron una confrontación entre PSOE/Podemos. Los demás no contaban.
Una de tres: o se es un poco más listo y menos engreído; o se estudia algo más; o se buscan asesores más competentes.
Y ojo a la falta de respeto al electorado andaluz. A ver si va a resultar que hay más señoritos de los que creíamos.