divendres, 24 de maig del 2013

El responsable político del gran saqueo.


Si había alguna duda acerca de quién fuera el último responsable político de este gigantesco pillaje a que el PP ha sometido al parecer el país en los últimos 20 años, la comparecencia televisada pero no pedida de Aznar hace un par de días la ha disipado. Él, José María Aznar López, es el principal responsable político ( digo "político", no penal; eso ya se verá en los tribunales) de esta corrupción generalizada, de la rapiña y el saqueo sistemático de los fondos públicos en todas las administraciones. Una vez más, excusatio non petita.... Siempre que un presunto quiere contrarrestar las acusaciones y pruebas que hay contra él, trata de comparecer en público en un discurso sin preguntas ni incomodidades (suponer que los tres contertulios que lo jaleaban actuaban como periodistas es comparar la pirámide de Gizeh con una caca de pato) a colocar su rollo, su historia. No es la primera vez.

Con lo que no contaba el interesado era con que El País le iba a destrozar la mise en scène sin avisar revelando ese mismo día que Correa, el jefe de la trama Gürtel, pagó parte del coste (32.000 euros) de la inenarrable boda escurialense de su hija. Esto lo desconcertó de tal modo que pasó parte de la entrevista haciendo muecas e insultando y amenazando al periódico y al grupo PRISA con un rencor y un odio llamativos. No era para menos. El diario le había fastidiado su estudiado lucimiento ante los tres pelotas para lavar su nombre.

Así que su nombre quedó mas manchado que nunca. En su desesperado afán por posar como la persona integérrima que pretende representar, ni siquiera se daba cuenta de que daba por buenas las acusaciones. Sostuvo muy serio y rotundo no haber cobrado cantidad alguna en sus mandatos distinta de sus sueldos como presidente del gobierno y presidente del PP. Pero es que justamente esa es la cuestión en litigio, el núcleo del problema de si los llamados sobresueldos son o no ilegales. Aznar da a entender que solo serían sobresueldos los que se cobrasen además del doble sueldo de presidente del PP y del gobierno. Por supuesto que lo serían pero es que Palinuro sostiene que, con la Ley de Incompatibilidades de 1984 en la mano, también es sobresueldo -e ilegal- el del presidente del PP cuando se está cobrando el de presidente del gobierno. Aznar ni se lo plantea y el PP sostiene que los sobresueldos (dobles o triples) que llevan años cobrando los principales capitostes de la organización son legales. No le queda otro remedio porque, aunque lo negó al principio, está ya claro que todos llevan años pillando una pasta, tanta que hace añicos esa ridícula historia de que no están en política por el dinero cuando la evidencia muestra que están para forrarse en sincera, si no elegante, expresión de uno de ellos. Una pasta no solo en sí misma ilegal, sino de muy dudoso origen.

¿Dudoso origen? Sí, exactamente. Procedente de donativos presuntamente ilegales de los empresarios al PP. Y aquí emerge de nuevo nuestro personaje Aznar quien, al parecer, escribía misivas como lider de la oposición, pidiendo dinero a los empresarios para ganar las elecciones, una especie de impuesto reaccionario, para entendernos. Si esa financiación fue o no legal será algo que decidirán los jueces.

Aznar niega rotunda, engoladamente, tener nada que ver con la corrupción que anega su partido. Pero los datos y los hechos son incontrovertibles y parecen presentarlo no solo como su principal valedor sino como su beneficiario. Sostiene que los 32.000 euros de Correa, que admite tras tenerlo oculto diez años, son de un regalo personal de este a su amigo Agag, el yerno del jefe, que no tiene nada que ver con la trama Gürtel (lo mismo que sostiene el tal Agag, muy bravucón, amenazando con querellarse contra quien diga algo distinto), como si esta separación metafísica entre la persona y sus actos fuera posible. Lo mismo dice la señora de Aznar con su habitual inteligencia al sostener que solo la sospecha, la duda de que los 32.000 pavos tuvieran contraprestaciones la ofende. Se ofenderá lo que quiera, como suele pasar siempre con los presuntos, muy fáciles de ofender, pero el amigo Correa estaba al parecer haciendo por entonces fabulosos negocios (y siguió después) a base de esquilmar el erario público con la supuesta colaboración del PP, dirigido por Aznar. Y eso de por sí ya es una contraprestación antes, durante y después de los regalos.

No acaba el asunto en esta vergüenza del pago de un presunto mafioso. Por cierto, será interesante averiguar por qué estos papeles de los 32.000 machacantes y otras inmundicias llevan dos años en poder de la policía sin que hayan surtido los efectos judiciales oportunos, quién los ha guardado y por qué no los ha hecho públicos. Además de abonar parte de la boda de su hija, parece que la Gürtel, según revelaba de nuevo El País al día siguiente, también montaba los actos al PP, incluso los de Ana Botella, pagaba los viajes de Aznar, después de la boda y se resarcía luego inflando las facturas de los contratos que obtenía, presuntamente de forma ilegal del PP. Es decir, corrupción a todo trapo, trinque, mangoneo, la feria del choriceo bajo la sombra de Aznar y su señora.

Para terminar la tarta, resulta que, según parece, el PP también pagaba la casa de Aznar antes de que llegara a La Moncloa, lo cual ya es el colmo y suscita la pregunta: este hombre, ¿se pagaba algo de su bolsillo o todo se lo sufragaban los españoles y algunas cosas por partida doble? Camps sostenía que se costeaba sus trajes. ¿Pagaba los suyos Aznar? Desde luego, está claro que las clases de golf por valor de un millón y medio de pesetas, tampoco le costaron nada ya que se las pagamos todos los madrileños sin saberlo por decisión del Ayuntamiento de tiralevitas. En efecto, ¿abonó algo de su bolsillo este ejemplar azote de la corrupción? Parece que ni la medalla del Congreso de los EEUU  la pagó él, sino que la costeamos todos los españoles -también sin saberlo- por 275 millones de pesetas. Y encima, no se la dieron.

No puede negarse que, por mucha amenaza y bronca que este personaje suelte por la TV, su acción es la de un supuesto responsable político del gran saqueo a que el PP parece haber sometido España en los últimos veinte años, así como presunto beneficiario. Y no solo él. También sus amigos y recomendados. De Rajoy -también acusado de trincar sobresueldos- no merece la pena hablar. Pero el caso Blesa es paradigmático: el recomendado de Aznar, su amigo, según él mismo dice, hoy procesado por tremendos delitos, supuesto apropiador de cantidades ingentes que han dejado en la ruina a muchas personas mientras trincaba como presidente de la entidad, también cobraba una pastuqui de sobresueldo del partido que presidía el amigo Aznar.

En resumen: ¿puede decirse que el PP lleva veinte años saqueando el país con todo tipo de trinques, mangoneos, corrupciones, etc. y recordar que durante gran parte de esos años el responsable político de este desaguisado (y es de temer que principal beneficiado) fuera el señor Aznar? Si alguien tiene aún alguna duda, que eche una ojeada a este magnífico reportaje de El País en el que se desgranan todos los supuestos latrocinios y corruptelas de este personaje, presidente de un partido que, según él, era "incompatible con la corrupción".

(La imagen es una caricatura mía sobre una foto de la Pontificia Universidad Católica de Chile, bajo
licencia Creative Commons).