dimarts, 21 de febrer del 2012

La dignidad de la gente y la indignidad de la gentuza.


Gente


La que se ha echado a la calle hoy en Valencia, pacífica, civilizadamente, por miles, a protestar por la brutalidad policial ordenada por unos mandos políticos de claras tendencias fascistas.

La gente quetambién pacífica y civilizadamente se ha echado a la calle en Madrid y otras ciudades para solidarizarse con los agredidos en Valencia, pedir el fin de la represión y la destitución de quienes no son dignos de los cargos que ostentan.

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) que ha tenido la honradez y dignidad de calificar de cobardes a los mandos que tratan de escurrir el bulto, culpando a los agentes que han hecho lo que ellos les mandaban.

La decana de la Facultad de Historia que dejó altísima la autonomía universitaria frente a la indigna partida de la porra policial.

Los redactores de Canal Nou, que han tenido la dignidad de amotinarse ante el empeño de los jefes por seguir emitiendo la pócima de mentiras, embustes y provocaciones que realizan habitualmente.


Gentuza


El ministro Ruiz Gallardón, quien afirma que la policia respondió a la violencia, mintiendo como un bellaco a un país que contempló las fotos de cómo los matones policiales aporreaban niños, chicas y ciegos.

La inenarrable alcaldesa de Valencia, epítome de la verdulería nacional, diciendo que los manifestantes "no pasaban de doscientos" que, además de ser mentira, supone que, si los manifestante son menos de doscientos, la policía puede abrirles la cabeza.

La delegada del gobierno que dio las órdenes de apalear indiscriminadamente con el fin de amedrentar a la población civil para que no aumenten las protestas por una situación tan alucinante como la que refleja la foto de la derecha.

El ministro de Incultura, Wert, quien sostiene que los "problemas no se arreglan con manifestaciones", típica hipocresía que oculta que lo escandaloso no son las manifestaciones sino la agresión policial a los manifestantes.

La central de agit-prop del PP en Madrid, llamada TeleMadrid, en donde se calificaron los hechos de ayer en Valencia como "guerrilla urbana", en un episodio más de periodismo abyecto y rastrero lacayo del poder.