El cadáver de Ionesco sigue creciendo sin parar y ocupándolo todo. En Valencia ya no es posible dar un paso sin encontrarlo. Hay Gürtel hasta en las esquinas. Y lo que habrá, pues aún no ha comenzado la campaña electoral. Los tres últimos acontecimientos del Reino son tres manifestaciones Gürtel a tope y de lo más típico. Una por la vía de la amenaza, otra por la del silencio y la tercera de un chiste.
La amenaza. Ya tiene tela que el primero que haya de sentarse en el banquillo por el caso Gürtel sea Ángel Luna, portavoz del PSPV y uno de los que lo han denunciado. El propio Luna se sorprende en un artículo en El País titulado Desde el banquillo. No tendría por qué. ¿No está procesado el que intentó hacer justicia a las víctimas del franquismo? Por cierto, magnífico lance judicial el de Garzón al acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en petición de amparo. Tendría gracia que Estraburgo le diera la razón y el Supremo lo condenara. Claro que este último podría decir que más alto que Estrasburgo está el tribunal de la divina providencia de la que él es muñidor. En todo caso, tranquilo, Luna. Ahora lo que tiene que hacer es defenderse de la acusación explicando la situación. Está en su derecho y va a ser demoledor para Camps cuya estrategia procesal es cada vez más disparatada.
El silencio. Ya lo está siendo. Ese empeño de Camps por prohibir la manifa de hoy en Valencia en contra de la corrupción, denunciando a los organizadores por un supuesto delito de injurias graves con publicidad, vuelve a plantear la cuestión política en el terreno judicial. Camps, que lleva meses sin contestar pregunta alguna sobre Gürtel, no puede hacer política si no es en los tribunales. Y Gürtel lo está devorando vivo. Ya no puede salir a la calle sin que alguien lo llame ladrón. Tropieza con el cadáver de Ionesco a cada paso que da. Es extraño cómo la dirección de su partido no se piensa la posibilidad de sustituirlo de candidato antes de que la cosa vaya a mayores y Camps tenga que desplazarse con una dotación de antidisturbios como si fuera una guardia pretoriana. Lo único que se me ocurre es que alguien esté dándole cuerda para que se ahorque, lo que tratándose del magma de un partido político tampoco es tan extraño.
El Chiste. La normativa electoral quiere que los gobernantes y autoridades en general se abstengan de cortar cintas en la campaña electoral lo que quiere decir que se adelantan las inauguraciones de modo que a veces se inauguran cosas que están por terminar. ¡Quién sabe si por hacer! No sería raro ver a Esperanza Aguirre inaugurando un campo de golf en un vertedero en el que hubiera un poste que rezara (y nunca mejor dicho) Campo de golf. Así se hacían las representaciones teatrales del siglo de oro. Un cartel decía "bosque" y allá cada cual a imaginarse el que le petara. Camps y el inefable Fabra han inaugurado un aeropuerto en Castellón en el que no hay aviones. Podrían haberlo hecho en una terraza en la Avinguda de la Mar. Espero que no se le ocurra a ningún gracioso decir que los aviones no están porque la Gürtel los ha vendido en Panamá. Claro que hay cosas más raras y milagrosas. Por ejemplo que a alguien le toque cinco veces seguidas la lotería.
(La imagen es una foto de Visentico/Sento; la segunda, una foto de Público, ambas bajo licencia de Creative Commons).