Sus asesores de imagen les han dicho que lo importante es estar en los medios continuamente, ser noticia por el lado bueno, festivo, para tratar de compensar el desastre de estar todos los días en los papeles por sus corrupciones, trinques, mangoneos y, últimamente, dislates del Curita ya en franco proceso de deterioro mental. Así que se han montado una romería finisemanal en Barcelona con ánimo de escenificar el "aquí no pasa nada" de la señora De Cospedal y "mirad cuán unidos estamos detrás del padre prefecto" al que han llamado Convención como podían haberlo llamado concurso de pirañas. Porque convenir algo es lo único que aquí no se ha hecho. Al contrario, han dejado bien claro que, como los matrimonios de conveniencia según Oscar Wilde, estas gentes no se convienen nada unas a las otras.
Ya dio comienzo al aquelarre de disparates la inefable señora De Cospedal al abrirse la sesión mentando la soga en casa del ahorcado y afirmando que el PP ha organizado el acto por sus propios medios, es decir, sin acudir por primera vez a la trama corrupta de Gürtel, Orange Market, Pasadena Viajes y demás sociedades de trincones. Eso es tacto, diplomacia, sentido de la oportunidad. Esta señora merece más altos puestos.
A continuación vinieron los desencuentros que mostraban lo ficticio de toda la operación de imagen barcelonesa con la señora Aguirre y el señor Rajoy mirándose como si quisieran asesinarse y, por fin, el desembarco de la gran familia levantina llevando al Curita a la cabeza y el único objetivo de hacerse la foto con el señor Rajoy que acudió a ella, como puede verse en la ilustración, con el mismo jocundo ánimo con que el cordero acude al degolladero. Y ahí están todos, chupando rueda de la unidad del PP que ampara bajo sus maternales alas a todo tipo de orates y corruptos de los que el señor Rajoy trataba de huir como de la peste bubónica. Obsérvese en la foto de 20 Minutos que, por no faltar, no falta el españolísimo señor Fabra. Y, una vez desmontado el chiringuito que el registrador de la propiedad había mimado como una pera en dulce, los dos presidentes de Comunidad Autónoma más problemáticos por ser los baluartes electorales del PP y en donde hay mayor densidad de corruptos por cargo cuadrado del partido, se abren a sus querencias, dejando solo al señor Rajoy y probando que las proclamas de unidad de la señora De Cospedal tienen el mismo valor que sus denuncias de escuchas ilegales.
La guinda de este festival sin sentido la pone el Publiscopio que hoy aparece en Público y del que se deduce que cualquier dirigente del PP ganaría las elecciones al señor Rodríguez Zapatero, excepto la lideresa y el señor Rajoy que es quien, sin embargo, se medirá con él en 2012. En resumen, la convención ha servido para poner en evidencia que este partido está hecho unos zorros y dirigido por el único que no ganaría unas elecciones a Rodríguez Zapatero ni en las horas más bajas de éste. Un triunfo, sí señor.
(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).