Leo en Escolar.net el siguiente texto titulado Lujo y miseria
"En el palacio de Jaume Matas cada escobilla del retrete cuesta 375 euros, y hay cuatro baños. No es la única obscenidad escatológica de una mansión de 657 metros cuadrados donde todo lo que reluce está lleno de mierda. En esa casa deshabitada hay 8 televisores Bang & Olufsen y sólo el del salón cuesta 12.000 euros. Hay una bodega con 500 botellas de vino, 50 Vega Sicilia. Hay un enorme ropero con 40 bolsos de marcas de lujo, a 1.500 euros de media cada uno. Hay 38.000 euros gastados en cortinas, casi dos años de sueldo de un Guardia Civil como los que registraron el palacete hace unos días. Hay madera de roble y mármol: una reforma que, según el arquitecto municipal, costó dos millones de euros. Hay 40 felpudos a 800 euros cada uno. Hay 30 obras de arte de gran valor, aún por calcular. Hay un joyero casi vacío, porque lo más valioso se lo llevaron a Nueva York: un reloj Cartier de 12.894 euros, un anillo de oro de 5.000, un Rolex de 23.000… Hay una tasación de la Agencia Tributaria que dice que el palacete –sólo el edificio, sin la reforma ni la decoración– vale 2,47 millones de euros, a pesar de que Matas dice que pagó por él 980.000 euros en el año 2006, en plena burbuja.
Hay una explicación imposible sobre cómo lo pudo comprar, siquiera a ese precio: su sueldo era de 84.000 euros al año y, cuando llegó al gobierno balear, en 2003, todo el patrimonio familiar sumaba 152.805 euros. Hay también otra casa en la playa y un piso de lujo en Madrid. Hay un Partido que se llama Popular y permanece en silencio –al menos ya no lo defiende–. Y hay un temor en Génova 13: que el ex ministro Matas no vuelva a España a declarar. Que se fugue, como Luis Roldán."
Añado yo: si lo traen a declarar, que venga esposado porque, a la vista de lo visto, éste se lleva las cámaras de TV.
(La imagen es una foto de Jaumeperellop, bajo licencia de Creative Commons).