Pues Señor resultó que el domingo pasado los seguidores y animosos comentaristas del blog de Manolo Saco Fuego amigo celebraron un almuerzo de confraternización en la capital y al que me invitaron. Acudí con mai fámili, como dicen en Serrano, y lo pasé muy bien. Gente sana y divertida llegada de todos los puntos cardinales de la Península y sus ínsulas, gente que a fuerza de tratarse en los comentarios al blog de Saco, con los nicks y la peculiar dinámica de ese intercambio había decidido reunirse y conocerse.
Porque es verdad que somos todos muy guays y estamos al cabo de la calle en links, downloads, buckups y nos movemos de cine en el interface y el roaming pero, al final, como Santo Tomás, queremos meter los dedos en la llaga, en el ojo o donde sea, pero vernos y tocarnos. Porque la realidad virtual es un medio de comunicación que pone en contacto a la gente por los más extraños motivos. ¿Por qué no por ser sáquida?
(La foto la tomé yo con una cámara de Begoña, sáquida de Bilbao. Por cierto que ahora veo, mirándola, que a un lado de la mesa están casi todas las chicas y al otro casi todos los chicos y no estoy muy seguro del "casi". Tiene gracia, es como en una peli de John Ford.).