Da la impresión de que el señor Rodríguez Zapatero sea ciclotímico. En quince días hemos pasado del exultante optimismo del Tengo una pregunta para usted, cuando era seguro y cierto que saldríamos de la crisis como el barón de Münchhausen salió del pantano, al sombrío pesimismo de la comparecencia de ayer, cuando oímos que aún no hemos tocado fondo y que no se puede prever cuándo se verá la luz al final del túnel. Si añadimos a eso la aciaga confesión del señor Solbes de que ya nos hemos comido el margen de maniobra, se reconocerá que la autoridad no está precisamente animada y que el futuro a corto, medio y largo plazo pinta oscurito. El señor Rodríguez Zapatero tarda en tomar conciencia de las cosas y, cuando lo hace, esa conciencia lo doblega.
No se venga abajo, presidente. Lo que está usted haciendo es parte de lo que hay que hacer. Desde luego mucho mejor que si estuviera en el Gobierno alguno de esos talibanes neoliberales dispuestos a arrasar con lo que queda. Pero no es todo lo que puede hacer. Con ánimo constructivo me permito un par de sugerencias y pido disculpas por mi atrevimiento:
- Concluya ese gran acuerdo nacional con todas las fuerzas políticas, sindicales y empresariales. Y con el PP si se puede y, si no se puede, déjelo al margen. Aproveche para cambiar a los/as ministros/as más quemados/as de su gobierno, empezando por la ministra de la Vivienda por las razones que diré más abajo. Las medidas que hay que tomar requieren un ejecutivo ágil con el mayor respaldo posible.
- No se deje torear más por los bancos que son los responsables secundarios de la crisis (el primario en España es el ladrillo) y oblígueles a abrir el crédito. Si no lo hacen, intervéngalos por ley. Es insultante que unos individuos que han tenido miles de millones de beneficios, reciban decenas de miles de millones de auxilio y sigan restringiendo el crédito.
- Negocie con las pymes medidas de agilización directa del crédito a través del ICO y no toque la regulación actual del despido.
- Recorte el gasto público militar; déjelo prácticamente en cero, empezando por retirar las tropas de Afganistán y otros lugares en donde no sea verdad que estamos en misión de paz.
- Meta en cintura al sector del ladrillo, que es el responsable primero de la crisis en España y sigue siéndolo. Es intolerable que estos pícaros, tras haberse forrado en los años de la burbuja, quieran ahora engañarnos de nuevo y pidan que el Gobierno subvencione los alquileres como fórmula para salir del atasco. Están mintiendo pues se trata de alquileres con opción a compra y lo que quieren es que el Gobierno (o sea, todos los contribuyentes) subvencione la compra de las viviendas a los precios inflados y abusivos a que han estado vendiéndolas hasta ahora. Imagínese usted la injusticia de que un ciudadano que no puede pagar la hipotecaza que le echaron encima los del ladrillo tenga que subvencionar con sus impuestos la compra de la vivienda de otro. Si los constructores quieren vender el millón y medio de viviendas que tienen paradas que bajen los precios. Verá usted cómo si se bajan los precios se animará la demanda, volverá el crédito y empezaremos a ver la luz esa que no ve usted al final del túnel.
- Pero mande a su casa a la ministra de la Vivienda a la que ya no le queda más margen para hacer el ridículo. Ahora quiere animar el crédito apelando a los sentimientos de la banca. Lleva un año haciendo el juego al sector del ladrillo y tratando de engañar a la gente para que compre aun sabiendo que los precios son prohibitivos. Pero esto de los sentimientos de la banca es definitivo. Añade la inefable señora que las cajas "miren con cariño" a quienes van a pedir una hipoteca porque en su mayoría son solventes. ¿De dónde ha sacado usted esta joya?
(La imagen es una foto de Público, con licencia de Creative Commons).