dijous, 14 de febrer del 2008

La izquierda en elecciones.

Ya están en la calle los amigos de Trasversales a menos de un mes de las elecciones generales con mucha información y opinión sobre la consulta. La propia revista editorializa en Agenda 2008-2012 dando razones que comparto para el voto "progre" (PSOE, IU, PSC, IC-V, BNG, CHA, Verdes...) y añado ERC, por supuesto. Las razones son muy convincentes: que los cuatro años de gobierno del PSOE han sido años de reformas y cambios para mejorar la condición de amplios sectores sociales, los más desfavorecidos. Trasversales presenta también una especie de programa de reformas "progres" que se trata de impulsar en la segunda legislatura del señor Rodríguez Zapatero. A veces he escrito aquí que el Gobierno podía echarse un poco más a la izquierda, que hay margen para ello en la sociedad española sin riesgo de quedarse aislado en el lunatic fringe del "izquierdismo" que no sólo fue la enfermedad infantil del comunismo, según Lenin, sino que también es la senil, como ya vio en su día Daniel Cohn-Bendit. Los de Trasversales me ahorran la tarea de especificar en qué consistiría ese "echarse un poco más a la izquierda" enunciando una serie de cambios y reformas que suscribo. Son estos:

* ¿Qué tal que el Estado y la escuela sean laicos, que ninguna convicción goce de privilegios frente a otras, que la religión salga del currículum y del horario escolar, que se revise de una vez el Concordato con El Vaticano?
* ¿Qué tal que una oferta pública garantice lo que el mercado nunca garantizará?: una vivienda de alquiler digna en la que vivir a un coste acorde con los ingresos de quienes la necesiten.
* ¿Qué tal la despenalización del aborto voluntario, nuevos impulsos a la igualdad entre mujeres y hombres, más medios contra la violencia machista?
* ¿Qué tal el reconocimiento del derecho de voto a los inmigrantes residentes y la elaboración de una Ley integral contra la xenofobia, la homofobia y todas las violencias de odio?
* ¿Qué tal el uso decidido de las nuevas leyes del Suelo y de Montes, así como de nuevas regulaciones, para poner fin al destrozo especulativo del espacio urbano, rural y costero?
* ¿Qué tal un giro en la política fiscal para que se acabe el "secreto a voces" de que los más ricos no pagan por lo que tienen y de que las rentas del capital están privilegiadas frente a las rentas del trabajo y de las pensiones?
* ¿Qué tal el impulso prioritario de la capacidad inspectora para hacer frente a los accidentes de trabajo y al incumplimiento de la legislación laboral?

El número que comento consagra asimismo varios artículos (de Juan Manuel Vera, Sonia Tridente, Carlos Artola y otros) a elaborar más en profundidad estos aspectos de cambio de la izquierda reformista, la única que, sin tirarse el pliego revolucionario, verdaderamente transforma el mundo, de acuerdo con la 11ª tesis sobre Feuerbach, de Marx.

La parte de ensayo monográfico de la revista se dedica a las "violencias del odio", que trae trabajos sobre la homofobia, el racismo, la violencia terrorista y la sentencia del 11-m. Me ha interesado en especial el de Beatriz Gimeno sobre la homofobia poniendo en solfa la llamada "homofobia liberal".

Recomiendo por último la lectura del artículo de Fernando Gil titulado El PP en la oposición: caiga quien caiga, en el que se hace un análisis exhaustivo del estilo de oposición de la derecha. El autor ha tenido la paciencia de recopilar algunos de los insultos que a lo largo de la legislatura ha recibido el señor Rodríguez Zapatero. Conviene no olvidar. Ahí van varios de ellos:

"Bobo solemne, perfecto imbécil, irresponsable, grotesco, frívolo, inconsecuente, indigno, cobarde sin límites, antojadizo, incapaz, veleidoso, insolvente, acomplejado, perdedor, hooligan, taimado, maniobrero, traicionero, chalanero, sectario y chisgarabís".

Añado Bambi, incompetente y genuflexo ante ETA. Un verdadero chorreo procedente de un partido que pone el grito en el cielo cuando los artistas llaman a sus afiliados "imbéciles". De todos modos, da gusto ver cómo los dirigentes del PP ya no insultan con tanta fruición: la legislatura ha acabado a su tiempo, sin elecciones anticipadas como pretendían; lo realizado en ella ha sido considerable; y todo apunta a que el PSOE volverá a ganar las elecciones, en mi opinión con una mayoría holgada.

Resultó que el perfecto imbécil no era tan imbécil, sino que los imbéciles eran otros.

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