A estas alturas iniciales de las presidenciales en los EEUU, la cantidad de candidatos es tal que hasta las personas mejor informadas encuentran arduo hacerse una idea de qué defiende cada cual. Por supuesto, hay gente, especialmente en la izquierda, que sostiene que eso da igual porque todos los candidatos son el mismo candidato: un millonetis dispuesto a mantener el Imperio al coste que sea. Lo que no es más que la enésima paráfrasis de los versos machadianos: "Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora". Pongo un ejemplo: si en 2000, en lugar de salir elegido George W. Bush hubiera salido Al Gore, seguramente no habría habido invasión del Irak. Y si en 2004, en lugar de reelegir al citado Bush, lo hubiera sido John Kerry, probablemente los EEUU ya estarían fuera del país mesopotámico. Pero, claro, para apreciar esto hace falta tener alguna neurona.
De forma que, si se cree que la gente no hace las cosas porque sí, y que los casi 300 millones de estadounidenses no son estrictamente estúpidos, uno agradece que le faciliten la posibilidad de comparar lo que dicen cuando menos los principales candidatos a los efectos de hacerse una idea de lo que está en juego. Piénsese que los candidatos demócratas son los siguientes: Joe Biden, Hillary Rodham Clinton, Chris Dodd, John Edwards, Mike Gravel, Dennis Kucinich, Barack Obama, Bill Richardson y quince más. Y los republicanos: Rudy Giuliani, Mike Huckabee, Duncan Hunter, John McCain, Ron Paul, Mitt Romney, Fred Thompson y veintiséis más.
Si quiere Vd. saber qué proponen unos y otros y con qué candidato coincidiría Vd. en caso de tener derecho de voto en las presidenciales estadounidenses, acuda a la aplicación VoteMatch USA, desarrollada por el Instituto Holandés de Opinión Pública y Política en colaboración con el Programa de actualidad OneToday, que está en inglés. Ahí podrá comprobar Vd. lo que proponen los ocho principales candidatos (tres demócratas y cinco republicanos) acerca de veinticinco cuestiones cruciales, que van desde la política hacia Irán hasta las pensiones de jubilación en los EEUU o el aborto. Y vaya si hay diferencias y diferencias de importancia para todo el mundo. Además, lo hará pudiendo determinar también con cuál candidato tiene Vd. más coincidencias y con cuál menos.
Comprendo que sólo haya ocho candidatos por cuanto poner los cincuenta y uno seguramente haría imposible el test, aparte de irrelevante. Sólo tengo una queja a la gente de VoteMatch y ya se la he hecho llegar: ¿cómo diantres no ponen una sola pregunta sobre la política de los candidatos respecto a Oriente Próximo? Me malicio que ello se debe a la larga mano del lobby judío tanto en los EEUU como en Holanda, pero deben superarlo si quieren que la muestra sea completamente significativa.
Habiendo hecho la prueba ayer salgo clarísimo votante de John Edwards, pues coincido en veinticuatro de las veinticinco cuestiones con él y la discrepante (energía nuclear) se debe a que me refugio en el NS/NC.
Pero eso es porque hay que ser realistas y ceñirse a los candidatos con posibilidades ciertas, esto es, hay que hacer voto estratégico dado que, en otro caso, acaba ganando un neofascista como Mike Huckabee, tan similar a los neofascistas españoles. Si ampliáramos la aplicación a todos los pretendientes y pudiéramos votar libres de preocupaciones mi voto iría sin pensarlo dos veces a Dennis Kucinich, cuyas posibilidades son cero patatero.
Es como en España: si no hubiera que hacer voto estratégico para evitar un gobierno de Rajoy/Acebes/Zaplana con Ramírez y Jiménez de asesores aúlicos, votaría por la IU de Gaspar Llamazares (no por otra). Como hay que hacer voto estratégico de mal menor, votaré por el PSOE.
(La imagen es un óleo de Alfred Bierstadt, inmigrante alemán, naturalizado estadounidense, gran paisajista y cantor de la conquista del Oeste, llamado El sendero de Oregon, de 1869.)