Las encuestas dieron en el clavo con McCain en New Hampshire, pero erraron a lo bestia con Clinton/Obama. Eso es lo que hay que explicar. Lo que yo decía ayer que era debido al aumento de participación es una perogrullada porque para que alguien gane tiene que tener una mayoría; de lo que se trata es de explicar por qué se produjo esa mayoría a favor de Mrs. Clinton que superó la preanunciada mayoría a favor de Mr. Obama. Mi opinion, ya lo dije, es el papel de underdog que adoptó la señora Clinton y sobre todo la escena sentimental del restaurante. Pura imagen: una mujer al borde de las lágrimas.
Otra interpretación atribuye el vuelco a la reacción de las mujeres, pero eso no es satisfactorio porque esta reacción ya era previa a la imagen de la tele. Unos ojos a punto de llorar y una voz que se quiebra no mueven especialmente a las mujeres y menos a las feministas; mueven a los caballeros. La señora Clinton representó el rol de underdog, sincera o insinceramente es aquí irrelevante. El caso es que arrebató la bandera al candidato negro. Porque si de algo pueden presumir los negros en los EEUU es de haber sido underdogs desde siempre.
Ahora tenemos tiempo de espera hasta el "supermartes", cinco de febrero, con algunas postas entre medias: McCain tratará de ganar a Mitt Romney en las primarias de Michigan que son muy significativas porque son abiertas y mayoritarias o sea, el ganador se lo lleva todo, 30 delegados. Y lo tiene crudo porque Romney creció en ese Estado del que su padre fue gobernador. En contra tiene que es mormón. Por supuesto, está en su derecho, como si quiere ser parsi, que los EEUU no son el obispado de Madrid. Pero es un pelín freaky (o "friqui", en la lengua de Cervantes) y si no, miren este video donde se cuenta que, en un artículo de periódico, el señor Huckabee preguntaba si no es cierto que los mormones creen que Jesucristo y el diablo son hermanos.
La verdad, como electoral issue el asunto es algo chungo, algo así como si el señor Rajoy lanzara un video preguntando al señor Rodríguez Zapatero si los socialistas no creen que Cristo era gay. Ridículo, ¿verdad? ¿O no? En fin...
En Carolina del Sur, de donde es oriundo el señor Edwards, espera salir triunfador. Es posible, ya lo consiguió una vez, pero eso no le llevó a nada. Los EEUU deben de ser el único país del mundo en el que todos son profetas en su tierra.
Y a todo esto, ¿en dónde está Giuliani? Reservándose para el "supermartes", como el templado mlitar retiene el fuego de la tropa mientras el enemigo se acerca a la carga, para hacer mejor puntería. Se ha limitado a decir que "quizá se ha levantado un optimismo excesivo entre sus rivales", que tiene gracia.
La señora Clinton va a la carrera y cada vez recauda más fondos, cosa importante cuando hay tanto dispendio. A su vez, el señor Obama recibió ayer el apoyo oficial y expreso del sindicato de trabajadores de hostelería y limpieza, Unite Here, que cuenta con medio millón de afiliados. Nunca viene mal contar with a little help from my friends.
La verdad es que los dos principales candidatos demócratas son una pareja de cínicos. Ambos dicen que están contra la guerra del Irak (al menos Obama; Mrs. Clinton se limita a no seguir apoyando activamente la invasión) pero lo cierto es que Mrs Clinton estuvo desde el principio a favor de la guerra y los dos votaron siempre los fondos necesarios cada vez que se les pidieron. Sin embargo, es necesario que salga un demócrata (el mejor sería Edwards a mi gusto, pero tiene pocas chances, al menos de momento) porque sólo los demócratas pueden sacar a los EEUU de esa aventura pirata, ilegal e infame que es el Irak.
No sé lo que pensará el señor Aznar del valor moral de su gesto de apoyar la invasión del Irak, pero ayer se hicieron públicas las conclusiones del informe conjunto del Gobierno del Irak y la Organización Mundial de la Salud sobre el Irak desde la invasión de los EEUU y sus aliados: más de 151.000 iraquíes fallecidos de muerte violenta por acciones de los EEUU, terrorismo o guerrillas y un aumento del 60% de las muertes no violentas (por infecciones, enfermedades, etc). Si a los muertos sumamos los desplazados, unos dos millones trescientos mil según Refugees International en un país de veintisiete millones, la urgencia de poner fin a ese infierno se hace palpable.
(La imagen es un cuadro de nuestro amigo Frederick Remington, llamado Descabalgado, 1905. Remington fue el dibujante del New York Morning Journal, de W. R. Hearst y uno de quienes, como corresponsal gráfico en Cuba, ayudó a encender los ánimos en pro de la guerra contra España; el del famoso intercambio: "Please remain. You furnish the pictures and I'll furnish the war.")