dimecres, 16 de gener del 2008

Otro martes negro.

Ayer las bolsas se dieron otro batacazo, el enésimo desde que empezó a aflorar en el verano esta crisis larvada, reptante, a cámara lenta de los créditos basura. El Ibex bajó 3,37%; la bolsa de Londres 3,06%; Frankfurt 2,14; el Dow Jones 2,17%; el Nasdaq 100 2,82 y el Nikkei japonés 0,98%. Y son bajadas que se acumulan sobre bajadas. La recesión está aquí y no parece que haya modo de evitarla. En realidad estaba soterrada desde la crisis de las subprimes pero, al ser un crisis de confianza, parecía que las medidas de los bancos centrales que, ahora se ve, en lugar de resolver las cosas, las empeoraron, junto con las declaraciones de los políticos, podrían conjurar el peligro.

Falso. Ayer, el mayor banco de los EEUU, Citigroup, reconoció haber eliminado impagados por un total de casi10.000 millones de dólares en el último trimestre. Con los miles de millones de dólares se han ido el 41% de los dividendos y cuatro mil doscientos empleos de los veinticuatro mil que tiene la corporación. Ésta ha tenido que recurrir a los capitales foráneos, concretamente a los inversores japoneses, chinos y coreanos para mantenerse a flote y lo mismo ha tenido que hacer otro gigante del mercado inmobiliario, Merryl Lynch. Entre los dos han conseguido créditos por veinte mil millones de dólares. ¿De qué sirvieron los fondos que inyectaron por dos veces en los últimos meses los bancos centrales?

Está claro: de nada. Porque además, Citigroup no es más que la última (por ahora) entidad en reconocer que la catástrofe de los créditos basura le ha pillado debajo. Además de Merril Lynch, hay que contar Stanley Morgan (con tres mil setecientos millones de dólares pillados) y la Union de la Banque Suisse, con tres mil quinientos cincuenta millones), sin contar el Northern Rock británico. Ayer mismo otro gigante inmobiliario, el alemán Hypo-Real-State reconocía impagados por eliminar de unos 390 millones de dólares, con lo que sus acciones caían un 35%. Lo que decíamos en los meses pasados: poco a poco van saliendo los villanos y se va viendo que la podredumbre de los créditos basura ha impregnado el sistema financiero y crediticio internacional mucho más de lo que se suponía en un principio.

El sector que primero y con mayor contundencia está acusando el impacto es el inmobiliario. Según el Guardian, la crisis del sector, con impagos hipotecarios y caída libre de precios es, de momento, la peor en quince años y, según dice el presidente de Citigroup, aún no ha tocado fondo.

No parece probable que en España nos libremos de la crisis que ya está aquí según algunos de los indicadores más tempranos y a pesar de las declaraciones tranquilizadoras del señor Solbes y la fe con que el señor Rodríguez Zapatero esgrime ese superávit del 2% del PIB que, cuando empiece el quebranto en serio, será como una barquilla en un mar embravecido. Por si le sirve de consuelo, es de suponer que el impacto (especialmente en el mercado inmobiliario) no le pasará gran factura en las elecciones porque es bastante claro que la crisis viene en gran medida inducida del exterior y no es probable que el señor Rajoy consiga convencer de lo contrario al electorado. Y menos teniendo a su lado al señor Pizarro a quien jamás compraría yo un coche usado y menos ahora.

(La imagen representa el edificio de la bolsa en Nueva York. Foto: brian.glanz's photostream. Flickr licence).